-Josh, deja de mentir, dije que podía oírte a ti, pero nunca alegue poder oír del resto... se me permitió espiar a una persona, no a más -de haber sido un cuerpo normal seguro habría podido rodar los ojos, pero sus bonitos ojos pintados no iban a moverse.
-Por otro lado, no sé que más decir, si Karioni Ki es el otro asesino, entonces Woo-Ji ya lo puede ir comunicando al resto y enviándolo aquí ¿no es verdad?
-¿Y Philipp? ¿Qué es Philipp? ¿Nos dará tiempo a detener a Philipp y a su cuadrilla?. Esa es otra pregunta importante.
- No, callaos muñecos. M-me duele la cabeza...! - Masculla Woo-Ji, que todavía está recomponiendose del golpe, con una mano en la sien y un ojo entrecerrado. Había resucitado, aunque por alguna razón seguía inconsciente.
신들 - Josh, maldita sea ¡Qué decepción! y hablas como un psicopata - dice - ¡¡¡Pero no te pases con el pobre Trevor!!! - Oh... Woo entrecierra los ojos y trata de recuperar su tono, desde luego habían pasado una noche muy muy larga - Es que no me lo puedo creer, llevamos buscándote desde el principio y aún encima resulta que rompiste a la pareja de sugus!
Luego mira para la muñeca de Sayuri.
- Y Sayuri, no sé si acertamos contigo - le dice a ésta - Pero estábamos buscando a los enamorados, creo, y en eso está claro que fallamos de pleno.
-Woo-Ji, di que me resuciten, hago que me vuelvan a asesinar, y me llevo por delante a Sam/Witaker o a quien me digáis, he de recomponer mi honor como venerable anciano, ahora que, por fin, mi nombre se ha limpiado.
Dice Kazuo mientras trata de llamar la atención de Woo-Ji, quien, al parecer, esta le había perdido todo el respeto y atención al pobre anciano con el paso de las horas.
No podía dejar de reír ante todo lo que había pasado, la situación se había vuelto todavía mucho más interesante de lo que podía imaginar.
- Esto es genial, me encanta, esto sí que no me lo esperaba. Y yo toda convencida de que Lesliy y Daisy eran las enamoradas, parece que tendré que volver a plantearme mis creencias - una chispa ardió en mis ojos antes de levantarme y acercarme con lo que debería haber sido un caminar elegante, pero que quedaba en una caminata robótica a lo muñeca. Me apoyé en el hombro de Trevor y le sonreí maliciosa - pobre Trevor, él todo preocupado por su amada Amelia ahí arriba y resulta que le estaban plantando todo un huerto de calabazas. Ey, si quieres te puedo consolar, si tanto te van las rubias - bromeé divertida antes de mirar a Josh - ¿Y tu no tenías algún tipo de rollo raro con el viejo Station? Qué pillín, tu también estabas a dos bandos.
Trevor estaba tan dolido que no supo qué decir. Busca la negativa en su querida Amelia, aquella por la que se había preocupado desde el primer minuto de relación y por quien luchaba porque estuviera bien al caer él en la maldición, pero no encontró más que silencio o alguna mirada furtiva con Josh.
Quería llorar pero no podía. Quería pegar a Josh, pero tampoco le salía hacerlo. Derrotado y vencido, sintiéndose completamente solo por primera vez, miró a los ojos a quien era el centro de su mundo antes de sonreír con tristeza mientras asentía una única vez, asimilando lo que tenía delante.
La quería tanto que no quería dañarla, sólo que fuera feliz aunque no sea con él, una postura casi estúpida que le hacía ver vacío. Simplemente se apartó a la esquina más lejana para sentarse, apoyando la espalda en la pared para dejarse caer al suelo mientras se abrazaba a las rodillas, al menos todo lo que su nuevo cuerpo le permitía.
Llegó el punto que le daba igual la maldición, sobrevivir o salir de ahí. Ya le daba igual todo.
Agachó la mirada al notar que sollozaba, haciéndose un nudo en la garganta y dejando que los sentimientos salieran.
:'(
-Lo mío con John Station sólo era sexo -aseguré, con una risotada-. Con Amelia, en cambio, mantuve un vínculo muy especial. Es una pena que lleve callada tanto tiempo...
Levanté la mirada hacia el techo y grité, molesto:
-¡Daisy, John, os estoy oyendo! -Miré entonces a Trevor-. Daisy ha robado tu habilidad esta noche. También parecen un tanto confundidos. Según dicen, alguien protegió a Akire y Leslie fue atacada porque los asesinos la pillaron espiando. En cualquier caso, esto no tardará mucho en terminar. A menos que quede alguna sorpresa, solo tienen que acabar con un asesino más.
-La cuestión es... ¿Y ahora que?. ¿Volveremos a nuestros antiguos cuerpos o seremos muñecas?. A mi no me importaría lo segundo, no tenía un cutis tan fino desde hace décadas... Aunque preferiría volver a mi cuerpo... ¿Akire a quien va a traer de vuelta?.
Diles que sólo funciona cuando alguien muere, no antes ni después. Si tiene suerte podrá ver la habilidad que le han concedido.- Habló a regañadientes, todavía acomodado en su esquina.
-No puedo decirles nada desde aquí, solo escuchar sus voces, aunque supongo que John podrá transmitirlo a los de arriba -Traté de encogerme de hombros, aunque mi cuerpo muñequil no me lo permitió-. La verdad es que, tal y como dice Kazuo, no está tan mal ser un muñeco. ¿Alguien conoce la historia de Robert, el Muñeco Maldito? Joder, molaría que alguien nos sacara de aquí y nos vendiera en una juguetería.
-o podríamos quedarnos aquí para la eternidad, viendonos solo a nosotros -la voz de Sayuri era baja y hueca -no creo que la dueña deeste lugar nos deje libres, nunca; no si nos ha convertido en esto y da miedo... -se acomodo en una esquina, cerca de Trevor, y se sento en el suelo tratando de no pensar en lo funesto que se le anunciaba todo.
-¿Una eternidad contando batallitas?. Me parece un final adecuado para mi... ¿Os conté aquella vez en la que mi sobrina segunda se unió a una Organización Secreta?. Pues veréis... todo comenzó con la fiesta de bienvenida a los nuevos voluntarios, donde ella estaba... y de repente... ¡BANG! Un arpón cruzó la habitación y empaló a un niño...
El anciano Kazuo comenzó a hablar sobre aquella anécdota... ausente de todo lo demás...
- ¿La eternidad escuchando las batallitas de este pesado? - si hubiera sido humana un gesto de desesperación se hubiera mostrado en mi rostro mientras señalaba a Kazuo - Woo-ji, dile a Akari que le regalaré un crucero de lujo si revive a Kazuo, cualquier cosa con tal de no verme atrapada con este tipo.
De repente, las muñecas que correspondían a Trevor y a Leslie perdieron su movimiento quedándose en silencio total.
Una nueva muñeca con ojos vacíos aparecía allí, mirando a su alrededor con la confusión natural del recién llegado. Karioni se unía al lugar desolado de espera.
A su alrededor pudo ver a la única humana del lugar, Woo-ji, y a las versiones de muñecas de muchos de los caídos: Amelia, Carol, Clarice, Daisy Thomas, Francis, Haneul, John Station, Josh, Kazuo, Oliver y Sayuri. Todos en la misma condición que la suya, atrapados en aquel cuerpo de muñeca con cuencas vacías.
La figura de Woo-ji desapareció de allí, dejando solo el recuerdo del único enlace que les quedaba con los vivos, mientras se preparaban para una eternidad de encierro en aquellos cuerpos de muñecas. Sin embargo, cuando creyeron que todo simplemente terminaría, una sombra se acercó a aquel lugar desolado y comenzó a quitar la ceniza y los escombros de allí. Cargó aquella destruida casa de muñecas y se fue con ella.