Mandrágora había regresado de recoger la poca madera que quedaba en el lugar. Avivo las ascuas de la pequeña hoguera de la noche anterior y puso unas patatas en su interior para que se asaran. En silencio escuchaba como el parvulario, ya crecidito en su mayoría, jugaba a quién era el rey del patio... demasiados gallos para tan pocas gallinas pensó.
Busco una superficie lisa y saco de su zurrón una vieja baraja de tarot. Aburrido de escuchar tanto cacareo empezó a construir un castillo de naipes. A mitad de la baraja se detuvo para observar la estructura creada. Después soplo ligeramente y vio como su construcción se desmoronaba. Volvió a mirar los naipes caídos y solo una carta se mostraba visible en su totalidad, La Torre. Levanto la vista y al primero que vio fue a Geralt acusando a no sé quién... Suspiro profundamente pues en ese momento supo que la suerte estaba echada.
Recogió su baraja y volvió a la hoguera para comer esas patatas recién asadas. Posiblemente esto sea lo mejor que deparé el día de hoy.
Observo como Mandrágora aviva el fuego. Por un momento me quedo embelesada mirando las llamas ondear con el viento, a lo lejos escucho las conversaciones.
Yo ya he dicho todo lo que tenía que decir, solo queda esperar a que la oscuridad se cierna sobre nosotros.. - dije pensando para mí-.
Me acerqué un poco más al fuego y me senté cerca de Mandrágora
Drakonia ignoro los comentarios de Elvira y Shioban...ya que poco le importaban, ya tenia su elejida y algo con que justificar su voto, ahora solo queda la espera de saber a quien proclamara la voz del Aquellarre...
Los lobos que habia invocado volvieron junto a su creadora y la rodearon, rozando sus lomos por las piernas de Drakonia, la bruja se sento y ellos se miraron como presintiendo que pronto deberian proteger a su invocadora...
Esta noche seran mis guardianes...Les dijo la bruja mientras les acariciaba su suabe pelaje...