Partida Rol por web

[HLdCN] - Hades

IV. Fields of Mourning [Día 2]

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23/01/2025, 10:08
Àyax el Mayor

Aunque ayer la vote, por silenciosa, hoy me siento en la obligación de hablar a favor de Laurel

-Los favores de los dioses son muchos y variados. Y no siempre evidentes. Creo que nos conviene que los traidores no conozcan exactamente nuestras capacidades. Y si, Laurel hablo ayer de la bendición de Poseidon para salvarse, lógico. Si no tiene una manera clara de demostrar su inocencia creo que es mejor que se calle. Y si en algún momento se demuestra su inocencia nos convendría mirar a los que tanto insisten en que desvele su bendición-

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23/01/2025, 10:31
Zita

Zita dejó de tirar de la manga a Laurel. La había instado a declarar su inocencia pero ya era tarde, habían empezado a llover los primeros votos contra ella. Incluso a pesar del silencio de Laurel la intuición le decía a Zita que no mentía, así que no la votaría. De hecho, sobre su propio voto no sabía qué hacer con él. Si todo seguía así esperaría hasta el final y, si nada cambiaba, votaría a alguien a quien su único voto no pusiese en peligro. Aunque sabía que eso la pondría en peligro a ella porqué, cuando le pidiesen cuentas, no podría expresarse ni explicar la razón. Se quedó pensando largamente en esto y en sus opciones...

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23/01/2025, 16:27
*Remus Jupiter

A pesar de estar en un nuevo entorno completamente desabrido Remus se mantenía constantemente a la defensiva mirando a los alrededores buscando cualquier rastro de sus enemigos, aunque no conversaba mucho con aquel grupo Los apreciaba bastante para preocuparse por su seguridad y aún más por la opinión que estos tenían de el

Aún tengo curiosidad por saber quiénes son los que me están tomando como objetivo en sus sospechas

No parecía molesto de hecho tendría un semblante bastante tranquilo a pesar de la situación, se limitado a observar al resto con cierta curiosidad mientras acomodada sus prendas intentando sonreír de forma amable aunque no está acostumbrado eso simplemente volvía su rostro normal gesticulando la calma mientras esperaba alguna respuesta de ellos

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23/01/2025, 17:17
*Zósimo

  De momento uno, yo - diría como siempre rascando levemente mi cabello ante los comentarios de Remus - ​​​​​​ sin pistas claras y aún expectante de lo que vaya a decir Laurel, necesitaba poner un nombre... Y el tuyo sonaba ligeramente Romano, nada más... - mentaría encogiendo de hombros.

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23/01/2025, 17:32
*Lokin't el Griego

Me rio ante las palabras de Zósimo -Eso por romano- vuelvo a estallar en carcajadas.

Luego miro a Àyax -Si, no niego lo que dices, pero no me gusta como solo menciono lo de tener el favor del serenito hasta que la mayoría le voto y dada la falta de argumentos por votar contra alguien mas, es lo único que tengo- me detengo un momento -Al menos es lo único que tengo sin señalar a otros sin pruebas-.

Hago crujir los dedos de mi mano -Pues no quiero ponerme a señalar, ya hay caos sin necesidad de hacerlo, pues veo a muchos decir cosas, pero a pocos votar y no tenemos tanto tiempo-.

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23/01/2025, 17:55
*Atalanta

Me alegro de que Hyun-ki no haya muerto —dijo Atalanta—. Gracias, Ájax.

La posibilidad de que su compañero hiciera todo el largo viaje a través del Érebo hasta donde se encontraban ahora mismo se le antojaba lejana. Pero no era descartable. Hyun-ki era un Sombra de fuerte voluntad. Quizá por eso había sido víctima del traidor o traidores.

Zósimo había leído lo que Zita había escrito en el suelo. Nombres, al parecer. De aquellos que apuntaron a Laurel como una posible traidora. 

¿Cómo respaldar o acusar a alguien? ¿Qué pruebas tenemos, en realidad? —se preguntó Atalanta, dirgiéndose a Zósimo, pero atendiendo también a la pregunta que había planteado Evangeline y otros—. Ninguna, me temo. Quien esté actuando contra nosotros lo está haciendo con extremado cuidado y sigilo.

Atalanta escuchó las palabras de la Sombra de Lokin't.

Tienes razón, Lokin't el Griego —dijo—, hablamos, pero no votamos. Actuemos, pues: mi voto es para Laurel. 

La cazadora, con los brazos cruzados, se volvió hacia la Sombra a la que había acusado.

Sinceramente, muchacha, tu silencio me perturba. Es como si no estuvieras aquí. No respondes a mis preguntas, ni a las del resto —Movió su mano en un amplio arco, abarcando a todos los presentes—. No usaste tu relación con Poseidón para ayudar al grupo contra las sirenas. No tengo pruebas de que seas una traidora, ni de ti ni de nadie, pero tampoco veo que estés comprometida con esta misión.

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23/01/2025, 19:51
Eurythos

Eurythos deja escapar un leve suspiro, su expresión solemne mientras observa el desenlace de la votación.

-Lamentándolo mucho… mi voto es para Laurel.

Su tono es tranquilo, pero hay una clara resignación en su voz. No es un voto que emita con convicción, sino con la certeza de que el grupo debe avanzar, incluso cuando la incertidumbre sigue envolviéndolos como la propia penumbra del Inframundo.

-No me gusta seguir a la multitud sin razón, pero a estas alturas, si la mayoría ha tomado esta decisión… entonces no tiene sentido dividirnos aún más con la duda.

Mira a Laurel, su mirada es seria, pero no cruel.

-Si este juicio es erróneo, que los dioses lo sepan. Y si es justo, que este acto nos acerque un paso más a la verdad.

Luego, toca un acorde en su lira, una nota baja y grave que resuena en el aire como un eco distante de algo perdido. No es una despedida, ni una sentencia… sino un lamento silencioso por la incertidumbre que los rodea.

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23/01/2025, 20:40
*Kyriakos

Lo peor de este juicio era que la acusada no se estaba defendiendo. Tengo que ser coherente, pero tengo la impresión de que algo se me escapa.

Tengo que ser coherente con mi palabra. Por ahora Laurel no ha demostrado nada y dije que sospecharía de ella si no cumplía. Así que mi voto es claro... Pero admito que estamos demasiado a ciegas a estas alturas. No podemos permitirnos dar más golpes a ciegas.

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23/01/2025, 23:10
*Laurel

poseidon me ha dado el poder de mirar la verdadera cara de las personas en su reflejo en el agua, es una habilidad activa que he usado esta noche en calistenes y he visto que su verdadera cara, votad por el

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23/01/2025, 23:42
Àyax el Mayor

Ya casi acaba el día, y esta vez parece que Laurel si está perdida, y la culpa es suya por participar tan poco. Tenemos tan poco a lo que agarrarnos que una mera sospecha es letal.

Y aun así me parece que estamos cometiendo un error

-Yo te voy a creer Laurel, los Dioses sabrán la verdad. O eso espero-

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23/01/2025, 23:45
Zita

Zita torció su gesto de disgusto al escuchar hablar a Laurel. Realmente no sabía que esperaba de la chica, pero no aquello. Sus supuestos poderes de provocar terremotos habían cambiado por unos que señalaban como culpable, curiosamente, a la primera persona que la había votado. Aquello no le gustó y hizo desvanecer la poca seguridad que le quedaba en la chica. Nadie estaba seguro de nada pero tenían que intentar ser un grupo. En la anterior votación los demás la habían seguido a ella y en esta, finalmente, ella haría lo mismo. 

Levantó su garra rojiza y con un dedo que parecía un cuchillo señaló a Laurel. Casi prefería que no hubiese dicho nada. El único consuelo que le quedaba es que allí no mataban a los elegidos por la mayoría, se los llevaban a un lugar donde seguramente, algún dios o semidios con más sabiduría y clarividencia que ellos, se aseguraría que no muriese ningún inocente. Sus ojos reflejaban cierta tristeza, quizás por votar a la chica, quizás por las palabras que esta había dicho o, puede, que por votar sin tenerlo claro. Pero ¿Quién tenía allí nada claro?

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24/01/2025, 00:11
Melinoe

Melinoë, envuelta en sombras y con un aire solemne, se detuvo en medio de The Mourning Fields, dejando que su voz cortara el silencio opresivo como una guadaña. Su mirada severa se posó en el grupo mientras el eco de los votos recientes aún resonaba en su mente. El veredicto ya estaba claro, y no había espacio para dudas.

-Los votos han hablado, y la democracia ha cumplido su propósito -anunció con un tono que era tan firme como el destino mismo- Laurel, has sido señalada como la traidora entre nosotros.

Laurel

Hizo una pausa, permitiendo que la atmósfera se impregnara del peso de sus palabras. Laurel dio un paso hacia atrás, su expresión alternaba entre incredulidad y resignación, aunque sabía que no había forma de contradecir el juicio del grupo... ni el de Melinoë.

-Es una pena, Laurel. Pero aquí en el inframundo, incluso la democracia tiene un costo. Has sido juzgada, y yo ejecutaré el resultado.

Melinoë levantó una mano, canalizando su poder con un destello oscuro que iluminó brevemente las desoladas Mourning Fields. El portal a The Crossroads se abrió tras ella, una espiral de sombras que parecía succionar todo a su alrededor.

-Regresarás a The Crossroads, al lugar que te corresponde -continuó Melinoë, su tono implacable- Tal vez allí encuentres el tiempo para reflexionar sobre tus acciones... o para enfrentarte a quien verdaderamente eres.

Antes de que Laurel pudiera decir algo más, Melinoë la señaló con un gesto decidido, y la sombra envolvió su figura. En un instante, Laurel desapareció, tragada por la penumbra del portal que se cerró tan rápidamente como se había abierto. Melinoë suspiró, sin mirar al resto del grupo, y con una voz apenas audible, murmuró para sí misma:

-Que esto sirva como recordatorio... la democracia siempre es justa, pero rara vez es amable.

Con esas palabras, retomó la marcha, esperando que los demás la siguieran en silencio. Había demasiados peligros adelante como para permitir que las dudas o el arrepentimiento los frenaran ahora.

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24/01/2025, 00:12
Cerberus

La tierra comenzó a estremecerse bajo sus pies, un retumbar que se sintió como si las mismas entrañas de The Mourning Fields estuvieran protestando por su presencia. Las sombras que se arrastraban por el suelo parecían ganar densidad, como si algo las atrajera hacia un único punto. Un rugido profundo, desgarrador, resonó en la lejanía, haciendo que incluso el aire pareciera vacilar.

Y entonces apareció.

Cerberus, el legendario guardián del Inframundo, emergió de entre las penumbras, pero no era la criatura majestuosa que las historias de Hécate o los relatos de las sombras habían descrito. Este Cerberus estaba deformado, su figura cubierta de protuberancias grotescas y su pelaje ennegrecido como si hubiera sido consumido por las mismas sombras que habitaban estos campos. Sus tres cabezas, antaño símbolos de un poder imponente, ahora parecían luchar entre sí, gruñendo y aullando en un sufrimiento evidente.

Las sombras en pena que infestaban The Mourning Fields se enroscaban alrededor de su cuerpo como un veneno tangible, hundiéndose en su carne y deformándolo aún más. Sus ojos, brillando con un resplandor rojizo, no mostraban nada más que rabia y desesperación, como si el monstruo estuviera atrapado en un tormento interminable.

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24/01/2025, 00:17
Melinoe

Melinoë dio un paso al frente, observando a la criatura con una mezcla de horror y compasión.

-No es como lo contaron... -murmuró, apretando los dientes- Está... contaminado. Las sombras de estos campos lo han consumido.

Un rugido más potente la interrumpió. Cerberus cargó hacia ellos, moviéndose con una velocidad antinatural pese a su tamaño descomunal. El suelo temblaba con cada uno de sus pasos, y su aliento, cargado de un hedor pútrido, llenó el aire.

-¡Prepárense! -gritó Melinoë, desenvainando su guadaña mientras las sombras que la rodeaban se agitaban como si estuvieran ansiosas por protegerla- Este no es el guardián que esperábamos... pero sigue siendo una fiera rabiosa.

La batalla había comenzado, y con cada ataque de Cerberus, era evidente que no solo se enfrentaban a un guardián corrompido, sino a una criatura que sufría más de lo que ellos podían imaginar.

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24/01/2025, 00:19
Cerberus

El rugido de Cerberus resonó con una mezcla de furia y agonía mientras cargaba contra ellos, sus garras desgarrando el suelo de The Mourning Fields con cada paso. Sus tres cabezas, deformadas y retorcidas por las sombras, se debatían entre gruñidos y aullidos, como si estuvieran atrapadas en un conflicto interno interminable. Melinoë, envuelta en su manto de sombras, observó cada movimiento con cuidado, buscando un momento de debilidad, un resquicio en la corrupción que lo atormentaba.

Cerberus lanzó un zarpazo directo hacia ella, pero Melinoë lo esquivó ágilmente, sus sombras levantándose como un escudo para desviar el ataque. Alrededor de ella, las almas que aún la acompañaban intentaban resistir la fuerza bruta de la criatura, aunque claramente eran superados en número y potencia.

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24/01/2025, 00:21
Melinoe

Fue entonces cuando Melinoë levantó su guadaña, sus ojos brillando con una intensidad sobrenatural. Las sombras a su alrededor comenzaron a arremolinarse, obedeciendo a su voluntad.

-Sombras de The Mourning Fields, escúchenme. Estas cadenas que lo atan no son suyas, sino de este lugar. ¡Devuélvanlo a lo que era!

Las sombras que envolvían a Cerberus comenzaron a agitarse violentamente, como si estuvieran luchando contra el hechizo. Melinoë, con un esfuerzo titánico, canalizó todo su poder para dirigirlas hacia el núcleo de la corrupción. Cada palabra de su conjuro resonó como un eco profundo en los campos, y las sombras comenzaron a desprenderse del cuerpo del monstruo, una por una.

Cerberus aulló con un sonido desgarrador, sus cabezas agitándose mientras su cuerpo comenzaba a cambiar. La deformidad que lo había envuelto retrocedió lentamente, revelando un pelaje hermoso, de un rojizo resplandeciente, que parecía brillar con la luz de un fuego apagado. Sus ojos, antes llenos de rabia y desesperación, ahora miraban con una claridad renovada, como si un enorme peso hubiera sido levantado de su espíritu.

Cuando la última sombra se desprendió, Cerberus se detuvo, respirando pesadamente. Sus tres cabezas se giraron hacia Melinoë, observándola con lo que parecía ser un agradecimiento silencioso. Por un momento, la criatura simplemente permaneció allí, como si tratara de comprender lo que había ocurrido.

-Eres libre -dijo Melinoë, bajando su arma con una mezcla de alivio y agotamiento- Este no es tu lugar. Ve a donde perteneces.

Cerberus, con un gruñido bajo y casi amistoso, giró sobre sí mismo y comenzó a correr. Su poderosa figura se alejó rápidamente, dirigiéndose hacia el Tártaro, su verdadero hogar, mientras su pelaje rojizo se desvanecía en la distancia. El silencio volvió a reinar en los campos. Melinoë respiró profundamente, apoyando su guadaña en el suelo mientras las sombras a su alrededor regresaban a su calma habitual.

-Al menos, una víctima menos de este lugar -murmuró para sí misma, mientras su mirada se fijaba en el camino que aún les quedaba por recorrer. The Mourning Fields no se habían rendido, pero su lucha contra ellos no sería olvidada fácilmente.- Tenemos que avanzar, el camino esta abierto...