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[HLdCN] - Hades

VIII. Asphodel [Noche 5]

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07/02/2025, 02:03

Asphodel, antaño conocido como los Prados de Asfódel, es ahora un paisaje infernal de islas rocosas dispersas en un mar de fuego que se extiende más allá de Tártaro. Lo que una vez fueron vastas praderas cubiertas de flores de asfódel, hogar de las almas de los muertos sin gloria ni condena, ha quedado reducido a un páramo abrasador.

El legendario río Flegetonte, en un pasado no muy lejano, desbordó sus ardientes aguas y consumió las antiguas llanuras, transformando los prados en un yermo de lava y cenizas. Hoy, viajar por Asphodel solo es posible a través de pequeñas balsas hechas de hueso, que flotan sobre la superficie de fuego líquido.

Las sombras de los muertos aún vagan entre las rocas calcinadas, atrapadas en un limbo ardiente, sin posibilidad de descanso ni de escape. Asphodel ya no es el refugio que alguna vez fue; ahora es un recordatorio de que incluso los lugares destinados a la tranquilidad pueden ser devorados por el caos y la destrucción.

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07/02/2025, 02:05
Melinoe

La travesía fue lenta y sofocante. Melinoë y las sombras avanzaron a través de los túneles sinuosos del Inframundo, cada paso resonando en las cavernas vacías como un eco de sus propias dudas. El aire se volvía más pesado, cargado con un calor abrasador que crecía con cada instante. Finalmente, la salida del pasaje se abrió ante ellos, revelando un horizonte teñido de rojo y dorado.

Asphodel, o lo que alguna vez fueron los Prados de Asfódel, se extendía ante sus ojos como un océano en llamas. En lugar de campos serenos, los esperaba un paisaje de islas rocosas desperdigadas entre ríos de magma. Columnas de humo negro se alzaban hacia un cielo agrietado, y el calor era tan intenso que distorsionaba la visión con ondulantes espejismos.

Las sombras titubearon en la orilla, observando las aguas infernales con inquietud. No había puentes ni senderos que pudieran atravesar el mar de fuego. Solo había una opción. Balsas de hueso, inquietantemente inmóviles, flotaban entre las rocas. No estaban amarradas ni parecían tener dueño, pero esperaban, como si supieran que alguien vendría a reclamarlas.

-No tenemos otra opción -anunció Melinoë, con su voz firme, pero con la mirada oscura- Si queremos llegar al Olimpo, debemos cruzar Asphodel.

Las sombras intercambiaron miradas nerviosas antes de asentir. Uno a uno, comenzaron a subir a las frágiles embarcaciones. La madera muerta y los huesos rechinaron bajo su peso, pero las balsas no se hundieron. Con movimientos cautelosos, se hicieron a la deriva, dejándose llevar por la corriente ardiente, avanzando hacia la siguiente etapa de su viaje.

Por encima del río de fuego, la esencia del Inframundo aún susurraba entre las llamas. La tierra misma parecía gemir con un lamento olvidado, el eco de todas las almas que alguna vez vagaron aquí en paz y que ahora ardían en un limbo eterno.

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07/02/2025, 02:12
Chaos

El aire en Asphodel se tornó denso de repente, como si el mismísimo tejido de la realidad se tensara. Una sombra insondable se alzó entre las llamas, una presencia que no pertenecía ni al Inframundo ni al mundo de los mortales. Era Chaos. No como una figura tangible, sino como una inmensidad sin forma, una grieta en la existencia misma.

Las llamas parecieron vacilar, y el tiempo se ralentizó cuando la voz de Chaos resonó en cada rincón del ardiente paisaje.

-Evangeline.

Evangeline

El nombre fue pronunciado no con ira, sino con una certeza inquebrantable, un juicio que ya había sido dictado antes de ser anunciado. Evangeline se tensó al escuchar su nombre, como si un frío imposible la envolviera incluso en medio del calor infernal.

-No cumpliste con tu parte del trato. No hay lugar para el fracaso. No hay lugar para los que desafían el orden primigenio.

La sombra de Chaos se cerró sobre ella. No hubo gritos. No hubo resistencia. Solo un instante en el que Evangeline existió… y luego, simplemente, no. El espacio que ocupaba dejó de ser. No quedó cuerpo, ni alma, ni siquiera cenizas. Como si nunca hubiera estado allí.

El aire pareció volver a fluir. Las llamas titubearon por un momento antes de retomar su danza. Pero algo había cambiado. Un recordatorio sutil, pero innegable, de que Chaos siempre observaba. Y que cuando pronunciaba un veredicto… era absoluto.

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07/02/2025, 02:22

Por otro lado... Ayax el Mayor volvia a ser una oveja...

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07/02/2025, 03:47
Director

Notas de juego

Ya podéis postear <3

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07/02/2025, 09:29
**Àyax el Lanudo

Al Olimpo entonces, el mayor destino para cualquier Heroe, sin embargo no me siento muy excitado por esto, el futuro se presenta sombrio, mucho peor que acampar a la sombra de las murallas de Troya. Y esta ardiente zona infernal no mejora la perspectiva.

Y mucho menos la nueva intervención de Chaos que se lleva a otra de los nuestros, ¿Que pacto es ese?¿Por que han sido tan necias como para pactar con un dios así?

Pero cuando intento preguntar -Beeee- "¿otra vez?"

-Baaaaaa- balo furioso, voy a matar a quien sea, lo mataré

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07/02/2025, 10:09
Ácaro

¡Pues no era buena idea hacer tratos con Caos!. Y, al final, hasta en la muerte los ricos encuentran la forma de vivir más, y mejor. Supongo que también ayuda no quedarse dormido. Al menos, esta noche no vendió comida. Pequeñas victorias.

Levanté una ceja inequívoca mirando al cantante que sí estaba forrado. Eurythos estará bien. Seguro. Con todo lo que se gastaba, ni dudarlo. ¿Seguirá cantando? ¿Alguien dirá algo que realmente importe antes del amanecer? No lo creo. Honestamente, ni esperaba que lo hicieran. Me sentía… rodeado. Pero sólo era una sensación. 

En fin. Nada que yo pudiese hacer al respecto. Solo podía intentar subir a una de esas barcas sin terminar cayendo en el proceso.- Vamos, oveja gris… Te ayudo a subir. - musité algo desanimado. Aunque no tardé en intentar pensar algo positivo - ¡Mencionó tu nombre antes de que lo echaran! y ahora vuelves a ser una oveja. ¿Tal vez sí que mandaba señales a los demás?-  Y traté, con todas mis fuerzas, de no pensar en LAVA. ¡AY! Que horror.

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07/02/2025, 17:06
Eurythos

Eurythos, que había permanecido en silencio observando la desaparición de Evangeline, dejó escapar un largo suspiro, como si cada nota que no había tocado hasta ese momento pesara en su alma. La lira descansaba en su regazo, sujeta con la misma delicadeza con la que un guerrero sujeta su espada antes de entrar en combate.

 

Los ojos del aedo se deslizaron hacia Ayax, ahora nuevamente reducido a una oveja, y una mezcla de incredulidad y resignación cruzó su rostro. Entonces, sin más preámbulo, dejó que sus dedos rozaran las cuerdas de la lira y dejó escapar la primera nota. Un sonido melancólico, profundo, que se elevó por encima del crepitar de las llamas de Asphodel.

 

Sus palabras no fueron una simple narración. Eran un réquiem por los caídos, un eco de la tragedia que se desplegaba a su alrededor. Su voz, suave al principio, fue cobrando fuerza mientras cantaba.

---

 

"A través del fuego y la sombra" (Canción de Eurythos)

 

(Verso I – El peso del juicio)

 

"Las arenas doradas aún cubren el suelo,

Los ecos del tiempo, el reloj que calló,

El titán vencido, mas su sombra nos sigue,

Y el Olimpo en ruinas espera al traidor."

 

"Las manos del Caos aún dictan destinos,

Con voz primigenia, con juicio final,

Evangeline cayó, borrada en el viento,

Su nombre perdido, su rastro infernal."

 

(Estribillo – La travesía incierta)

 

"Flotamos en huesos sobre llamas eternas,

La senda torcida nos quiere quebrar,

Pero aún nos alzamos, sombras olvidadas,

Hacia la tormenta que ruge en el mar."

 

(Verso II – La condena del guerrero)

 

"Ayax, guerrero, de hazañas pasadas,

¿Qué fuerza maldita te vuelve animal?

Tu lanza dormida, tu furia callada,

La risa del caos, su eterno puñal."

 

"Los dioses observan, los dioses se alejan,

Y el tiempo se pliega en su mismo dolor,

Los prados de Asphodel, ceniza y ausencia,

Nos dejan su lamento, su amarga canción."

 

(Puente – La promesa de la sombra)

 

"Mas no somos viento, ni hojas que caen,

Ni dioses vencidos en su pedestal,

Somos los nombres que aún son susurros,

Que el juicio de Chronos no pudo enterrar."

 

(Estribillo final – La última rebelión)

 

"Flotamos en huesos sobre llamas eternas,

La senda torcida nos quiere quebrar,

Pero aún nos alzamos, sombras olvidadas,

Hacia la tormenta que ruge en el mar."

 

 

---

 

Eurythos dejó que la última nota vibrara en el aire antes de cerrar los ojos y suspirar.

-No puedo cambiar lo que ha pasado. Pero aún podemos decidir cómo terminará esta historia.

Miró a Melinoë, luego al resto. Ayax, convertido de nuevo en oveja, lo observaba con ojos impasibles. Eurythos se encogió de hombros.

-Al menos alguien aquí no tendrá que preocuparse por todo esto...

Murmuró, antes de bajar la vista a su lira y esperar la siguiente decisión.

 

 

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07/02/2025, 17:43
*Zósimo

   Quizás....- mirando como Acaro se esforzaba en que la oveja tonificada maniobrara hasta la barca - solo estamos lidiando con secuelas, digo... tenemos constancia de que tuvimos un par de estos lanudos compañeros, pero... desde ya hace un tiempo que no a ni crecido el numero... ni reemplazado la baja que hubo respecto a Camelia - rascando mi cabeza como tantas veces ya había ocurrido - supongo que a de habernos abandonado el conjurador original al igual que el que creaba aquellos carteles de recompensas - señalando la evidente falta de los mismos respecto a los que se presentaban en las primeras noches.

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09/02/2025, 09:29
Zita

Zita caminaba callada con el resto del grupo. Cada seguridad que había tenido durante el día, con la caída de la noche se desvanecía. ¿Habían acertado algún traidor? ¿Quedaba quizás uno solo? ¿Estaba rodeado de ellos y pronto serían mayoría en las votaciones? 

Se movía en silencio, cerca del grupo pero no demasiado cerca, llamar demasiado la atención sobre sí misma por la noche no era buena idea. Observó a los demás ¿Sería su próxima víctima? ¿Si eran más de uno como se comunicaban? ¿Mentalmente? No parecía haber otra explicación, pues nunca detenían la marcha y los descansos eran nimios.

La lista de preguntas era demasiado larga y Zita no era, ni de lejos, la más inteligente del grupo. Pero sí era lo suficiente para saber que ya quedaban menos de diez y que seguían como al principio...

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09/02/2025, 11:17
*Hedone

Hedone estaba pensativa. ¿Habían dado con el enemigo o se habían equivocado?

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09/02/2025, 17:37
Ephidel

Y también el que nos hería - añado a las palabras de Zósimo mientras busco un buen lugar de huesos para descansar, al menos cruzar Asphodel era por balsa y no seguir caminando - O ese sigue con nosotros?

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09/02/2025, 18:34
*Kyriakos

Poco podía aportar ahora mismo. Sin decir nada camino por Aphodel junto con el resto. En momentos como estos la duda nos carcome a todos. ¿Cuantos traidores quedarán?

Miro alrededor. Podría ser cualquiera... O ninguno. No queda otra opción que estár atento.

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09/02/2025, 20:43
*Mette

Eso, tenemos que, hic, llegar de una vez. Quiero, hic, volver a ver al rey de, hic, reyes. Tendremos, hic, un vino decente, hic, un vino de calidad.

Ahora que lo pienso, hic, vuelve a ver, hic, cordero en el menú. Ven, hic, ovejita, ven.

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10/02/2025, 00:36
Melinoe

El avance a través de Asphodel se vio interrumpido de golpe. Zósimo apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando sintió un escalofrío recorriendo su espalda. Algo no estaba bien. Sus músculos se tensaron, su cuerpo dejó de responder. Un terrible vacío se apoderó de sus extremidades mientras un peso invisible lo anclaba al suelo. La traición se había consumado.

Zósimo

Las sombras que lo rodeaban apenas podían ocultar su sorpresa. Alguien, o varios, habían sellado su destino. Melinoë se adelantó, observando con severidad la escena. Sus ojos recorrieron a los demás, buscando respuestas, pero en el fondo ya las conocía.

-Esto no debía pasar. -Su voz era un susurro helado que resonaba entre la lava burbujeante de Asphodel.

Los siervos de Chronos habían actuado en la oscuridad, usando su traición para apartar a Zósimo del camino. Y ahora, él estaba atrapado en su propio cuerpo, sin poder moverse, sin poder defenderse. Melinoë suspiró y alzó la mano. No podía deshacer lo que le habían hecho, pero sí podía sacarlo de este infierno.

-Zósimo, esta no es tu culpa. -Pero las reglas del Inframundo eran claras. Si el tiempo lo había marcado como presa, no tenía elección- Regresa a The Crossroads.

Un destello oscuro se tragó la figura inmóvil de Zósimo, arrancándolo de Asphodel en un parpadeo. Y con su partida, el aire se tornó aún más pesado. La sombra de la traición seguía presente entre ellos.

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10/02/2025, 00:42

El aire en Asphodel ardía con un calor sofocante, el fuego del río Phlegethon crepitaba a su alrededor mientras las sombras avanzaban por las islas de roca ennegrecida. La travesía a través de aquel infierno de magma había cobrado su precio. La traición y la pérdida seguían pesando sobre el grupo, pero el destino no les permitía detenerse.

Elysium los esperaba más allá, el último bastión antes de la superficie.