La sala era oscura, apenas iluminada por el brillo dorado de las arenas de Chrysos que parecían esparcirse hasta aquí como si fuesen testigos de cada rincón del Tártaro. Al fondo, entre pilares desgastados y cadenas que colgaban del techo, una figura imponente permanecía encadenada, irradiando una presencia que no podía ser ignorada: era Hades, el Señor del Inframundo, atrapado en su propia fortaleza. A su lado, Cerbero, ahora libre de la corrupción, descansaba como un centinela fiel, sus tres cabezas vigilantes pero tranquilas al reconocer una presencia desconocida.
Hades alzó la mirada lentamente al escuchar los pasos de Calístenes, y un leve destello de interés cruzó sus ojos hundidos. Sus cadenas se tensaron con un sonido metálico mientras movía los brazos, señalando que había estado en esta posición por mucho tiempo.
-Tú no eres una de las sombras que vienen a burlarse de mi desgracia, ¿verdad? -dijo Hades, su voz profunda resonando en la vasta sala. Cerbero gruñó suavemente, pero no con hostilidad, más como un saludo. - No... puedo sentir algo distinto en ti... Melinoë... -repitió Hades, su voz cargada de un tono melancólico y paternal. -Ella esta aquí, siempre ha sido fuerte, más fuerte de lo que yo le di crédito alguna vez. Pero este lugar, este Tártaro... podría quebrar incluso al alma más indomable.
El dios soltó una risa amarga, un eco que pareció rebotar en las paredes de la sala.
-Si ella me necesitara, no estaría encadenado como un simple mortal. Las decisiones que tomé la empujaron a este camino, y ahora lo único que puedo hacer es confiar en su juicio. Pero tú... tú puedes hacer algo por ella.
Hades alzó una mano encadenada, y las Arenas de Chrysos comenzaron a arremolinarse a su alrededor, formando una figura brillante en sus manos. Calístenes observó cómo las arenas se solidificaban en un objeto pequeño pero lleno de poder: un colgante con forma de reloj de arena, que parecía contener dentro fragmentos del tiempo mismo.
-Lleva esto. Es un regalo de un padre que no puede pelear a su lado, pero que siempre estará con ella de alguna manera. Este amuleto puede usarse en momentos críticos, lo suficiente para cambiar el curso de una batalla.
Deep Dissent: Puede usarse para recuperar a alguien eliminado por votaciones, incluido el mismo en el momento adecuado. [Objeto: Uso valido en Erebus/The Crossroads/Temple of Styx]
Cinerary Circle: Mientras permanezcas en "El Inframundo" ningún ataque podrá dañarte de ningún modo. Permaneceras en el Estado "Sano". No es valido para las eliminaciones por "lobos" o "votaciones". [Pasiva]
Howling Soul: En caso de ser eliminado por un "Lobo", emitirás un aullido que informará a todos los presentes que una persona de un grupo de 3, ha sido responsable directo de tu eliminación. [Pasiva]
Escoge 1.
Se vio ante Hades y no supo hacer otra cosa que temblar en su presencia. Estaba perplejo, no sabía que había hecho él para merecer este regalo. Cogió el amuleto que se puso al cuello y solo pudo balbucear. - Gracias
Escojo Howling Soul