Valor sintió la presión en el ambiente y se elevó por encima de todos. Observó a Cassiopeia y a Sivir y trinó con fuerza. Su voz resonó alrededor, mostrando su majestuosas alas extendidas mientras Quinn clavaba su mirada en Vladimir y Cassiopeia. Decidió ignorar a Ezreal y detener el avance de Shyvanna*. Entonces, solo se giró hacia ella y dijo - Que la primera flecha no sea disparada por Demacia, que no se diga que Demacia no desea la paz -.
Luego, llegaron las palabras de Swain, al cual miró con algo de desagrado. Si bien concordaba con sus palabras, había tardado mucho en tratar de detener a sus compañeros. ¿Por qué? ¿Quería que todos lo vieran como un gran líder? Tal vez eran solo ganas de alardear. No importaba, pero los demacianos debían demostrar estar a la altura de la situación.
Gragas llegó hablando de licor y demás, a lo cual Quinn lo miró con algo de sorpresa. ¿De verdad? ¿En esta situación sumarle licor? Hay gente con costumbres extrañas sin duda.
*Si no te molesta XD.
Esperemos entonces que no te constipes, Dragoncito - respondió sarcásticamente a la demaciana, mientras no podía evitar reír, debido a la situación, que sinceramente sobrepasaba sus expectaciones. La única razón por la que Draven había asistido a esta reunión estaba dominando toda la sala; un buen expectáculo. Sinceramente, no me esperaba tal machismo de un "noble y justo" demaciano - enunció, dedicando una sonrisa cómplice a Vladimir - Demacianos... tan pacíficos y luchadores por la paz... e incapaces de admitir lo adictos a la guerra y al enfrentamiento que son. ¿Cómo resplandecería la Justa Demacia de no ser por Noxus? Admitámoslo amigos - continuó, dirigiéndose al centro de la sala con su andar tan irónico como su tono, para que todos pudiesen oirle - Ni Noxus ni Demacia serían lo que son, ni tendrían los nombres de los que se enorgullecen, de no ser por el otro. Asi que celebremos nuestra relación de odio-amor con la maravillosa ofrenda de Gragas - Se sirvió un vaso del apetecible brebaje, y alzándolo hacia arriba, en gesto de brindis, mientras miraba a ambos líderes de las ciudades - Por la relación de nuestras ciudades - dijo finalmente, antes de tragar, escondiendo su orgullosa sonrisa en el vaso.
Jarvan, con su seriedad y temple, espera en silencio a que Ashe de por comenzada la reunión. Cruzado de brazos y con los ojos cerrados, ignora totalmente los comentarios que hacen entre demacianos y noxianos. Suficiente tiene con pensar en lo que puede llegar a pasar a continuación, como para preocuparse por nimiedades, pues son en este tipo de reuniones de "paz" cuando se pueden llegar a guerras aun mayores.
Al escuchar entrar a Swain poniendo orden, abre los ojos y lo mira. Una leve chispa de odio recorre su mirada por un segundo. Sin descruzar los brazos, mira a Ashe.
-Aunque me pese, tiene razón. Si falta alguien, no creo que venga ya. -echa una mirada rápida por todos sus compañeros y luego mira de nuevo a Ashe- Deberíamos ir empezando, y creo que hablo en nombre todos los demacianos aquí presentes cuando digo esto.
A las palabras de Jarvan IV empezaron a sonar unas campanas, aunque ninguno de los presentes que no fuera de Freljord sabría ubicar de donde sonaban. Eso hizo que Sejuani hiciera un claro gesto, en señal de que por fin la espera había terminado.
Venga va, empecemos con todo esto...
Ashe asintió con la cabeza, pues seguramente era la más deseosa que este momento llegase, aunque sabía que por responsabilidad había que aguardar las formas.
Bienvenidos seáis todos. Hoy os he convocado...
¿Perdona? ¿Que los has convocado... tu?
Una desconocida voz que heló la sangre de todos los presentes resonó por todo el lugar. Cuando las miradas encontraron el origen, vieron a Lissandra, la mayor pesadilla de Freljord.
Que os encontréis hoy todos aquí reunidos ha sido cosa mía, niñata estúpida. Freljord sólo encontrará la paz, el liderazgo, bajo mi comando...
Ashe negó con la cabeza al verla aparecer allí, sin saber como reaccionar. Sejuani lanzó un grito de rabia y frenesí, pero Lissandra chasqueó los dedos, y todos los presentes empezaron a congelarse.
Volibear hizo rugir el trueno, liberándose del hechizo, y salió disparado hacia Lissandra... hasta la muerte por el hielo oscuro de la bruja. Pero el concentrarse en acabar con el Ursine, dio la oportunidad de Ashe y Sejuani de liberarse de su hechizo, y empezar este duelo fratricida.
Pero pese a los esfuerzos combinados de ambas hermanas, al final Lissandra logró desatar todo su poder, y el mundo quedó sumido en la oscuridad...
Fin Día 0.