Partida Rol por web

Cuando Jarvan III, rey de Demacia, pronuncia una de sus arengas desde el reluciente balcón de mármol del Palacio Real, Xin Zhao aparece siempre junto a él. Nombrado Senescal de Demacia, Xin Zhao es el secretario personal de la dinastía Escudo de Luz. Su discreta y enigmática vigilancia ha provocado numerosas conjeturas relativas a su ''vida secreta'' y sus orígenes. Ya sea un ''agente doble de Zaun'' que vive a expensas del rey o un ''mago rúnico agradecido'' enfrascado en la redacción de la ''Constante demaciana'', Xin Zhao no deja escapar una sola pista que sacie la curiosidad de las gentes, y tiene sus razones.

Antes de que se formara la Liga, Noxus era célebre por un espectáculo llamado La Carnaza. Se trataba de un festejo de gladiadores con una peculiaridad salvaje: a medida que el gladiador iba superando enfrentamientos, aumentaba el número de rivales (prisioneros de guerra, por lo general) contra los que tenía que luchar a la vez. Esto suponía la muerte para cualquier participante; eso sí, en medio de un baño de gloria. Xin Zhao, entonces conocido como Viscero, estaba destinado a enfrentarse a 300 soldados, cantidad seis veces mayor que el récord anterior. Estaba claro que sería su último combate. Jarvan II, al saber de esta proeza sin precedentes, se infiltró en el circo para ofrecerle una alternativa: ponerse al servicio de Demacia y castigar a quienes lo habían sentenciado a muerte, obteniendo a cambio su libertad. Xin Zhao aceptó, sorprendido de que un rey pusiera en riesgo su vida para salvarlo. Al amparo de un asalto a Noxus previamente planeado, Jarvan liberó a Xin Zhao y a sus 300 rivales. Xin Zhao recibió durante la retirada un dardo envenenado que estaba destinado a Jarvan. Este acto de lealtad por parte un hombre que se jactaba de no aceptar obediencia alguna le valió a Xin Zhao un puesto al lado del rey hasta el día de su muerte. Actualmente al servicio de su hijo, Jarvan III, Xin Zhao encara una nueva lucha, la de los Campos de la Justicia, en defensa de su patria adoptiva y para honrar el legado del hombre que dio un motivo a su vida.

“La muerte es inevitable; solo es posible evitar la derrota”.
- Manual de armas demaciano

Antes que tu cuerpo se despertara, lo hizo tu mente. Y te encontraste frente a una mujer a la que nunca antes habías visto, y sin embargo, guardaba cierto parecido con Sejuani...

Soy Serylda, hermana de Avarosa y Lissandra. Hace siglos, logramos derrotar a Lissandra, aunque nos costó la vida, y ella pudo escapar y planear su venganza. Esta está a punto de completarse, pero mientras quede vida, daremos todo lo posible para evitar que salga victoriosa...

Entonces Serylda te tocó, y notaste que al despertar, ya no eras el mismo que llegó aquí...

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Tu rol es el Camaleón. Con él puedes, cada 2 noches, matar a alguien y hacerte con su poder. Pero cuidado, ninguna hermana dejará que mates a uno de los tuyos, así que si matas a alguien nuevo y resulta que la misma hermana le daba poder que el rol que tenías último, perderás la capacidad de Camaleón, y ese rol/facción será la tuya hasta el final.

Recibido y entendido!

Esta noche ya está activo tu poder. Si así lo desearas, podrías matar a alguien para hacerte con su rol. Si no deseas actuar esta noche, podrás hacerlo en la siguiente, no así si actuaras en esta. Si actúas, necesitaré un nombre antes del Lunes 20 a las 21:59h.

Katarina

Te despertaste sigilosamente, y fuiste hasta donde dormía la pelirroja. No costó mucho asesinarla, pero cuando ibas a robarle su esencia... alguien más vino, interrumpiéndote. Tuviste que escapar para no ser descubierto, o algo peor, sin poder cambiar tu ser. Y esa vigilancia no dio la sensación de desaparecer durante el resto de la noche, frustrando tu cacería...

Cómo no lograste transformarte, puedes intentarlo nuevamente esta noche, si así lo desearas. Recuerda en este caso, darme un nombre antes del Lunes 27 a las 20:59h.

Sí... Mi poder será usado contra Sivir. Ojalá ahora si muera xD

Volviste a salir de noche, y esta vez mataste a Sivir. Nada la salvó, nada te interrumpió, pero sin embargo, nada tomaste de ella. Frustrado por el éxito a medias, volviste a donde dormías, pero en esta ocasión, no volviste a despertar entre los vivos...