La noche llegó y la gente que quedaba con vida lo tenía claro: era Olaf. Este luchó contra Katarina, Swain, Shyvana y LeBlanc, y esta última parecía que durante un momento, había acabado totalmente helada. Eso lo aprovechó Olaf para lanzarle su hacha, pero resultó ser un espejismo, y esta acabó clavándose en Draven, quien observaba como un espectador pasivo toda la pelea. Finalmente el Berseker sucumbió, y en ese momento el obelisco de Lissandra quedó totalmente consumido, mientras los otros 2 parecían hacerse más claros...
Entonces ante los presentes se apareció Avarosa. La mayoría ya la habíais visto, pues ella os había otorgado vuestros poderes. Swain y Shyvana se inclinaron ante ella, y con la medio-dragón, también lo hizo Katarina. Sin embargo, LeBlanc desapareció ante todos los presentes.
La batalla ha terminado. Gracias a vosotros, y a mi dulce arquera, no sólo hemos acabado de una vez con Lissandra, sino que además sólo tendremos una reina para todo Freljord. Y hablando de arqueras...
Avarosa hizo un gesto, y no sólo el obelisco que contenía a Ashe se deshizo y volvió la reina entre vosotros. Quinn recobró el aliento, y sus heridas mortales habían sanado completamente, aunque quedaban pequeñas cicatrices que marcaban que una vez había muerto.
Siento que tantos hayan caído en el Abismo de los Lamentos, y que aunque hayamos detenido nuevamente a los Vigilantes, siguen escapando de la derrota definitiva. Pero ahora es momento de vivir y celebrar esta gran victoria.
Katarina, Shyvana y Quinn son, juntamente con Swain, los ganadores de esta partida. Aunque LeBlanc sigue con vida, y cuando haya puesto los resúmenes, mostraré el destino de ella y los demás campeones.
Pero Quinn no sería la única en volver a la vida. Cuando Avarosa desapareció, pareció como que envolvía el cuerpo de Cassiopeia, y esta acabó también volviendo a la vida, uniéndose a los pocos supervivientes.
El cuerpo de las alas de Demacia se movía despacio, mientras cada músculo recordaba sus funciones. Algo la había arrastrado fuera de esa fría cúpula que la había acompañado hasta el momento. Entonces, Quinn se puso de pie, despacio, reacostumbrándose a un cuerpo que había pasado días muerto pero que él mismo no lo sabía.
Valor despertó, buscando a su compañera y mirando cómo sus alas recuperaban su color y su brillo volvía a ser el de siempre. Dio dos pasos tímidamente, como un polluelo usando sus patas por primera vez, y luego extendió sus alas. Quinn se pone de pie con su espalda recta y su frente en alto, estaba de vuelta, a pesar de la largar ausencia y se sentía feliz de poder seguir su batalla.
Valor agitó sus alas hasta alzar el vuelo mientras tomaba velocidad y volvía a ser el fiero atacante de siempre. Su voz resonó por el lugar mientras Quinn caminaba igualmente. Entonces, buscó a quienes ella creía que les debía la vida. Buscó a la noxiana de cabellos rojos y a su compañera, Shyvana. Tal vez era la primera vez en mucho tiempo que se podía percibir una leve sonrisa en su rostro - Buen trabajo, amiga - dijo antes de girarse hacia Katarina - Disculpa no haber podido terminar nuestra conversación el otro día, te debo una disculpa y espero que puedas perdonarme - puso su mano derecha en su pecho mientras hizo una leve reverencia.
- Sabía que no me había equivocado con las dos. Son la muestra de que la paz es posible -.
No sabía si se podía pero ya escribí o.o.
Cuando Avarosa terminó de hablar, Shyvana se puso en pie junto Katarina, rodeando su hombro con el brazo y pegando su cara a la de ella, de lado, moviéndola un poco para hacer que miraran en conjunto al cuerpo de su hermana fallecida, no por mucho más tiempo. - Lo prometido es deuda - Murmuró a la asesina, sonriendo satisfecha, y serena por primera vez en varios días. Entonces la besó en la sien, y volvió a mirar hacia la mestiza para ver como la vida se abría paso a través del páramo y regresaba a su cuerpo.
Entonces sí, habló a Swain y a las 'recién llegadas'. - Es lamentable que tantos hayan caído, pero aun así, me alegro de que hayamos acabado con esto, y, en especial, de teneros de vuelta. - Se pronunció satisfecha antes contestar a Quinn, apretando ligeramente el hombro de la asesina. - Nosotras también te debemos algo, creo... - Sonriendo tranquila, miró a Katarina un momento, y volvió a mirar a la demaciana - Que podrá perdonarte. Sobre la paz... - Miró de reojo al líder noxiano durante un instante, y luego exhaló y negó ligeramente con la cabeza, despreocupada. - No estoy tan segura, pero después de esto, no dejaré que Noxus me quite el sueño en un tiempo... - Miró a la pelirroja y sonrió con ironía, empezando a dudar de sus últimas palabras. - O sí -
Katarina no titubeó cuando llegó el momento en que el gigante de hielo reclamó sus voces. La asesina llevaba ya un rato en guardia y en el mismo instante en que el atardecer comenzó a caer sobre el Abismo de los Lamentos desenfundó dos dagas en un veloz movimiento y las lanzó hacia el vikingo en un movimiento preciso. Sin esperar a comprobar si habían impactado en su objetivo, la pelirroja empezó a saltar y lanzar más y más de las dagas que llevaba repartidas por su atuendo.
Cuando todo terminó una sonrisa afilada adornaba el rostro de Katarina que cayó de rodillas tras una voltereta. Sopló un mechón de cabellos que caía sobre su rostro y se puso en pie. Giró una pizca el rostro para echar un vistazo de reojo al cadáver de Olaf. - ¿Por qué? Porque puedo -dijo con suficiencia dirigiéndose al cuerpo del caído-.
Contempló cómo los monolitos se deshacían y al ver a Avarosa se acercó con paso firme a Shyvana. Sus ojos reflejaron curiosidad cuando Quinn se levantó de entre los muertos. Dudó un instante al ver a la semidragona inclinarse ante la recién llegada y enarcó una ceja, pero terminó inclinándose ella también.
Hizo un gesto con la mano ante la disculpa de Quinn, quitándole importancia al asunto. - La violencia lo resuelve todo -dijo, con aire divertido. Y cuando vio a Cassiopeia volviendo también a la vida, su sonrisa afilada se amplió y suavizó. Caminó con paso presto hasta su hermana y la abrazó con fuerza. - No vuelvas a darme estos sustos -la reprendió con una enorme sonrisa antes de que un brillo divertido asomase a sus ojos-. Antes de que pase algo nuevo... Hay algo que tienes que saber -dijo, girándose hacia la semidragona con cierta picardía-.
Se acercó a ella al sentir su mirada encima con sus últimas palabras. Soltó una carcajada riendo de buena gana y negó suavemente con la cabeza con buen humor. No llegó a responder nada, tan sólo estiró un brazo para rodear su cintura y tiró para acercarla a ella. Inclinó su cabeza y sin importarle en absoluto que hubiera público, la besó. La besó con ansia y pasión. La besó con la adrenalina del combate aún recorriendo sus venas. Con la alegría y el alivio de que todo hubiera terminado. La besó con la expectación por el futuro que les esperaba y que comenzaba en aquel momento. Poco le importaba a Katarina la paz entre los estados pero tenía toda la intención de mostrarle a Shyvana cómo eran las noches en Noxus.
Cassiopea tuvo que frotarse los ojos varias veces cuando vio que estaba de vuelta con los vivos. ¿Como era aquello posible? ¿Que hacia la semidragona demaciana junto a ella, tan sonriente? Incluso cuando su hermana se acerco y la abrazo, la naga se quedo unos segundos atonita hasta reaccionar, y devolverle el abrazo con emocion.- Kata estas bien! C-como puede ser?
Entonces la naga se percato de que la cupula de hielo habia desaparecido.- Lo habeis logrado, derrotastes a los traidores! no esperaba menos de mi querida hermana, no hay quien pueda la Hoja Siniestra.
Sin embargo las sorpresas no habian acabado. Cuando Katarina le dijo que tenia que decirle algo, Cassiopea la miro extrañada, pero esa expresion se torno rapidamente en sorpresa al ver como su hermana besaba apasionadamente a Shyvanna. La mujer serpiente se quedo boquiabierta, desde luego no esperaba aquello de su hemana, aunque por otro lado...
- Nunca dejas de sorprenderme, mi querida Kata, intimando no solo con una mujer, sino encima una demaciana.- Comento con una sonrisa traviesa. Contoneando sensualmente sus caderas, Cassiopea se aproximo a la pareja de amantes, y estudio a Shyvana con interes, relamiendose con su larga lengua.- Aunque admito que pese a tus fallos, no estas nada mal. Eres medio reptil, como yo, y te debo la vida. Creo que podria llegar a tolerarte.
Un poco tardio pero al menos me despido tambien con un post :D
Mientras los pocos campeones supervivientes se recuperaban de esta contienda, otro más se les unía: Ashe, la Reina de Freljord, abandonando la prisión que su "hermana" Lissandra la había condenado.
Muchas gracias por la ayuda, finalmente hemos acabado con un milenario conflicto aquí en Freljord. Una lástima que haya costado nuevamente tantas vidas... y que la amenaza de los Vigilantes quizás no haya sido erradicada.
Ashe miró a Quinn y Shyvana de Demacia, y al silencioso Swain y a Cassiopeia de Nexus. Finalmente, se acercó hasta Katarina y le puso una mano en el hombro.
Al igual que en mi tierra, espero que vosotros también hayáis encontrado la paz.
Tras esto se apartó lanzando una mirada pícara a los flamígeros ojos de Shyvana. ¿Era consciente que la medio-dragón la podía derretir, y no quería ir más allá... o estaba haciéndoles una invitación a su cama real, ahora que se había quedado viuda?
De cualquier forma, cada uno acabó abandonando ese lugar, dejando sólo cadáveres y fantasmas...
Mientras tanto, en el Vacío...
Lissandra nos ha fallado. Oh que sorpresa. Al menos tu has podido escapar con vida, y con tus dotes, quizás el tema tenga solución. Quizás fue un error no hacerla venir al Vacío, bueno, contigo lo veremos...
Y mientras los tentáculos se acercaban cada vez más a LeBlanc, cuyo rostro era imposible discernir entre el horror, la fascinación y la malevolencia, la oscuridad se fue expandiendo...
Al amanecer en el Abismo de los Lamentos...
Todo era muerte, desolación, frío... hasta que un aliento surgió de la nada, y al cabo de poco, un cadáver dejaba de serlo. O quizás nunca fue realmente un cadáver, sólo alguien atrapado por una magia antigua. Era el Senescal de Demacia, Xin Zhao.
Levantate.
Una voz le hablaba por encima suyo, una que conocía muy bien. Era la de Serylda.
¿Acaso creía mi hermana Avarosa que podía usarme para acabar con los míos? No, esto no ha acabado... cree que porque Lissandra haya sido derrotada, ya no habrá que temer a los Vigilantes... pero se olvida de LeBlanc, y que aunque no tuvieran heraldo... la cosa podría ser aún peor.
Serylda paseó por encima de los cadáveres del Abismo de los Lamentos.
Ven conmigo. Entre ellos está la clave para acabar de una vez con los Vigilantes, y salvar no sólo Freljord, sino toda Runaterra del desastre que se ha provocado. Habrá que abandonar estos páramos de hielo, en busca de la redención, el único camino posible a la salvación...
Y como si fueran fantasmas, Serylda y Xin Zhao desaparecieron sin que nadie supiera más de ellos...
A efectos de partida está muerto, a efectos de historia para posibles secuelas, pues quien sabe que protagonistas podrá haber ;)