Holly comenzaba a sentir esa extraña sensación de mariposas en el vientre, algo que antes no había sentido, no al menos de esta forma, si bien antes de una competencia su ansiedad le hacia sentir un cosquilleo en el vientre, ahora era distinto, cada vez que Roland expresa su interés en ella venia esa sensación que la hacia sonreír mas.
El chico se recostó a su lado...nuevamente se quedo pensativa, en silencio, no había pensado en que quería estudiar, solo tenia como objetivo obtener una beca deportiva, algo que su padre le recordaba a diario, no por falta de dinero por pagar la universidad, si no como un logro, el lo había hecho así, había obtenido una beca y había sido un deportista excelente hasta que se lesiono y entonces volcó todos esos sueños frustrados en que su hija los siguiera, incluso en alguna oportunidad Holly se cuestiono si su padre habría querido tener un varón en vez de una niña.
-No lo se la verdad... solo tengo claro que debo obtener esa dichosa beca deportiva...- suspira -me gusta el deporte por que me hace sentir libre, pero no me gusta que mi padre quiera vivir sus sueños a través de los míos, pero no me atrevo a decepcionarlo...- deja de hablar un instante, mientras una brisa mece las hojas de los arboles aumentando el sonido del entorno... -a veces quisiera irme de viaje y recorrer el mundo antes de entrar a la universidad, quizas formar parte de algún grupo de ayuda humanitaria o algo si, pero eso haría perder toda opción de una beca...- se gira y apoya su cabeza poniendo su brazo como apoyo... -me gusta ayudar a los demás...quizás estudie medicina o artes... no lo se la verdad, solo quiero disfrutar de este ultimo año junto a mis amigos, ya que después no nos veremos tan seguido- finalizo con cierto tono melancólico y se quedo mirando el rostro del Rey mientras este disfrutaba de los rayos del sol.
-Me gustaría mucho ir a la fiesta contigo Roland...- dijo en voz bajita.
Roland escuchó a Holly hablando sobre sus aspiraciones académicas, desnudando su alma en esa intimidad casi idílica que habían conseguido en medio en aquel tranquilo sendero. Le gustaba oírla explicando sobre sus intenciones, mostrando cuáles eran sus sueños, y la observó fascinado.
A lo largo de su vida, había tenido multitud de relaciones, pero a pesar de que había querido a todas las chicas con las que había estado saliendo, tarde o temprano se había dado cuenta de que no le complementaban. Y las excepciones tampoco le habían dado pie a querer tener una relación seria. Con Candy se había limitado puramente a encuentros sexuales sin ningún tipo de cariño o compromiso, con Danny tenía un auténtico cacao mental por los repentinos cambios de decisión de la chica, y Robin Jenkins había demostrado ser una pirada que se había obsesionado demasiado con él tras seguirle en Instagram. Holly Bain, en cambio, le resultaba muy humana, muy real y con los pies en la tierra.
-Creo que deberías perseguir tus sueños en vez de hacer lo que quiera tu padre -le aconsejó Roland, colocándose de lado sobre la hierba para mirar directamente a Holly-. Yo... Bueno -sonrió con picardía-, te va a sonar un poco ridículo, pero mi padre quería que siguiera con el negocio familiar. Que fuera dentista. Pero no se me daría bien eso de hacer sufrir a la gente quitándole los dientes. Si quieres ir de viaje y ver mundo, como mochilera o participando en una ONG, adelante. No dejes que nadie decida por ti lo que tienes que hacer, Holly. Porque hagas lo que hagas, tiene que salir de ti. -Las palabras de la deportista le dejaron un sabor melancólico y amargo. Era el último año de instituto y, después de él, prácticamente todos harían sus propias vidas lejos de Daring-. Se me hace raro pensar que, dentro de un año, estaremos en una universidad, lejos de aquí, con gente nueva...
Pero son las últimas palabras de Holly, expresadas en voz baja, como si temiera que alguien más las escuchara, las que le hacen sentir un ligero cosquilleo en el estómago.
-A mí también -le aseguró y, en un acto casi sin pensarlo, posa una mano sobre la mejilla izquierda de Holly, acariciándosela con suavidad. Lo más probable es que se viera un tanto cursi, pero en esos instantes deseaba compartir más tiempo con Holly Bain-. Me gustaría que fuéramos juntos. ¿Qué te parece si te recojo en tu casa antes de la fiesta? -Se muerde un labio, nervioso, y añade con una sonrisa pícara-: Tengo la norma de no besar nunca en la primera cita, pero no me lo estás poniendo nada fácil... -expresó así la atracción que sentía por la deportista, no sólo en el físico, sino en la atrayente personalidad que había descubierto en la joven.
La reacción de Holly a la caricia de Roland fue inicialmente tímida, como cuando acaricias a un gatito y este se retrae un poco, lo mismo hizo ella, nada mas un gesto suave, pero al mirar a los ojos al Rey dejo que este le acariciara la mejilla, ella cerro los suyos disfrutando el toque cálido de su mano, ¿alguien se había acercado tanto a ella de esa forma?...no, nunca había dejado que alguien se acercara con alguna intensión así.
No respondió a la propuesta de llegar juntos a la fiesta de la playa, pues se quedo pensando en aquello, pero prontito su atención volvió al rostro de Roland... -esto no es una cita...- y ella misma rompe esa cercanía cambiando de posición y sentándose.
-¿Siempre que sales solo con una chica crees que es una cita, Roland?- le pregunto un poco confundida, ni ella misma comprendía que estaba ocurriendo la verdad, no tenia intensión de conquistar al Rey cuando acepto su invitación, ni de llegar a esto, pero se sentía tan cómoda con él, -¿norma de no besar?- le miro con cara de circunstancia, luego fijo su vista al frente y con el dedo indice se toco los labios, en algo pensaba, quizás para Roland aquello rompía esa magia que se había generado pero Holly pensaba en algunas cosas que le decía Candy, ella se divertía con los chicos de una forma muy liberal y Roland no había sido la excepción, incluso ahora con Al que le seguía el juego en todo no había nada serio, pero Holly no quería algo así, no quería una aventura, quería algo especial, pero es que tampoco se había puesto a pensar en ello y ante su inexperiencia no sabia si las intensiones de Roland eran serias.
Se rio - ¿Asi que tienes reglas?- mira a Roland algo desilusionada -jamas he besado a alguien- le confeso y se encogió de hombros -no se si existen regalas o normas previas, creía que solo lo hacías cuando lo sentías y ya- o al menos eso le había dicho Candy, pero tampoco es que fuera un muy ejemplo a seguir; se sentía confundida.
Roland vio cómo Holly parecía ponerse nerviosa, cambiando de posición y sentándose. ¿Habría fastidiado la situación con su comentario?
-No me refería a esta salida, sino a quedar esta noche para ir a la fiesta -le explicó, echándose un poco hacia atrás y apoyando las manos sobre la hierba, a su espalda-. Lo consideré una cita -Observó la cara de circunstancias de Holly al preguntarle sobre su norma de no besar. Se mordió el labio, pensativo antes de responder-. Sobre la norma de no besar en una primera cita, verás... Cuando salgo con una chica en una primera cita, trato de no darle falsas esperanzas ni dármelas yo mismo. Intento ir en serio, sin fingir algo que no siento. Si surge la chispa, surge, y si no, no tengo que forzar la situación para terminar dándonos un beso. Por eso, me digo siempre a mí mismo "Nada de besos en la primera cita". Si de verdad os habéis gustado, quizá ella te dé el beso a ti o tú se los dés en la siguiente cita al veros. Solo besaría a una chica si tengo claro que de verdad quiero algo serio con ella -El rey del instituto creyó que había sido bastante claro al respecto, no sabía si Holly entendería su postura. Quizá su dilatada lista de conquistas le había hecho pensar de ese modo-. Pero por supuesto no hay unas reglas en esto -sonrió levemente-. El amor no tiene reglas. Simplemente llega.
El rey del instituto se quedó ligeramente pasmado al escuchar que Holly nunca había besado a nadie. Le costaba de creer, porque la pelirroja era muy guapa y simpática, pero supuso que la dificultad de mostrarse más sociable con los demás y que su prioridad fuera el deporte había influido.
-Yo... Por eso te dije hace un momento que me estaba costando no romper esa norma -expresó Roland, mirándola a los ojos-. Cada vez que hablas sobre ti y tus sueños, la naturalidad que estás demostrando, lo divertida que eres... Pienso que eres muy tierna. -"Qué cursi he sonado" se dijo el chico para sus adentros y no pudo evitar desviar la mirada un instante-. Me gustas mucho, Holly.
Holly comprendía a lo que se refería Roland y también lo veía como un gesto considerado hacia la otra persona, después de todo el Rey hacia alusión a su apodo en cierta forma.
-Entiendo...- flecto sus rodillas y las abrazo, mientras el silencio se hizo unos largos minutos, Holly pensaba en las palabras de Roland y en lo que aquello provocaba en su mente, ella siempre ha sido de las personas que si quieren algo va por ello o intenta conseguirlo de alguna forma esforzándose al máximo, no es que sea una chica caprichosa ni mucho menos, pero era de objetivos claro... y ahora sentía la curiosidad de saber por que Roland Plissken la hacia sentir tan extraña, aunque de una forma muy agradable.
Si de verdad os habéis gustado, quizá ella te dé el beso a ti... ...esa frase la tenia muy inquieta, soltó sus piernas y miro a Roland... y se acerco a él tanto como para poner su rostro sobre el de él, se acomodo un mechón de cabello tras la oreja y sin mas acorto la distancia hasta depositar un suave y cálido beso en los labios del chico, jamas había besado a alguien y si bien no tenia muy claro como hacerlo, el hecho de unir sus labios fue un gesto bastante dulce... se separo unos centímetros y le sonrió como si hubiese hecho algo inapropiado... -Perdón... pero me tienes la cabeza hecha un remolino y...- le dijo en voz baja nuevamente, hizo un rodeo con los ojos... - y creo que también me gustas mucho...- volvió a mirar a los ojos a Roland... -supongo que eso me permite darte un beso...el primero- le sonrió sintiéndose menos tensa que antes, pero manteniendo esa cercanía de apenas unos centímetros y mirándole a los ojos.
Definitivamente Holly era un pez raro, y al final de todo una chica muy diferente a las que había conocido el Rey o quizás no, pero al menos Roland le quedaba claro que Holly era honesta, sincera y con cierta curiosidad ante lo nuevo y que a pesar de su timidez, si estaba en confianza podría tomar la iniciativa ante cualquier situación.
"Qué cursi he sonado"
De verdad crees que eso es cursi?... pues a Holly no le parece nada cursi, pues como no conoce nada de estos "terrenos amorosos" para ella son fascinantes.
Ah, que no te sorprende mi niña?... a mi si!!! ^^
Solo no le rompas el corazón, que ya me estoy imaginando que es todo una apuesta o algo peor...>.< es que he visto muchas pelis adolescentes últimamente...u.u
La acción de Holly definitivamente había dejado a Roland sin palabras. La joven deportista había besado suavemente los labios del rey del instituto, dejando a Roland anonadado por lo inesperado del beso. A medida que habían ido conversando a lo largo de la mañana, se había convencido más de que quería conocer a Holly, que quería tener algo serio con ella, tomándose el tiempo que fuera necesario para que no fuera algo precipitado para la pelirroja. Por ello, que fuera la chica quien había dado el primer paso en ese sentido le había resultado sorprendente.
-Eh... -Roland se aproximó a Holly y colocó una mano sobre su espalda, intentando mostrar una cercanía con ella y que se sintiera cómoda de nuevo-. No tienes que pedir perdón por nada, Holly. -La miró a los ojos. Para el rey del instituto, Holly era hermosa. No sólo por fuera, sino también por dentro. Una persona maravillosa a la que se alaegraba de haber invitado a salir-. Has hecho lo que te ha dictado tu corazón.
El beso lo había cambiado todo. Por ello, no lo dudó más. Acercando sus labios a los de ella, Roland la besó con ternura, mientras ambos permanecían sentados sobre la hierba. No era su primer beso, solo uno de los muchos que había dado a lo largo de los años, pero esa mañana, el rey del instituto lo sentía especial, distinto, como si después de todo ese tiempo, Holly fuese una chica diferente a todas cuantas había conocido.
No supo cuánto duró, pero al acabar la miró a sus ojos verdes, mientras acariciaba la mejilla de la muchacha con el dorso de la mano. La besó de nuevo, con calidez, mientras sus brazos rodeaban la espalda de la joven, manteniéndose unidos en un claro abrazo.
-A veces hay normas que tienes que romper -bromeó, con una sonrisa mientras miraba a Holly a los ojos, con un brillo de felicidad en ellos-. No sé cómo lo has hecho, pero me has conquistado, Holly Bain.
Solo no le rompas el corazón, que ya me estoy imaginando que es todo una apuesta o algo peor...>.< es que he visto muchas pelis adolescentes últimamente...u.u
No, no hay ninguna apuesta ni nada xD
Aunque por el arquetipo de Roland podría serlo, decidí desde el principio rolear a Roland como un buen tipo, que no le importa juntarse con el activista o la empollona aunque no sean populares.
No solo su mente estaba hecha un remolino, sino que su corazón y su vientre parecían llenarla de emociones y sensaciones completamente nuevas, haciendo estallar su rostro con alegría y buen animo, Roland la volvió a besar y ella respondió con un toque de inocencia y solo se dejo llevar, sintiendo la calidez de sus labios y respondiendo al suave y tierno contacto de los labios del Rey, Holly parecía que no respiraba, creyendo que si lo hacia cometería un error y al separarse inspiro profundamente abriendo sus ojos y mirando al chico, acepto esa caricia en la mejilla con un suave gesto, cerrando los ojos y moviendo levemente la cabeza disfrutando ese sutil contacto, un nuevo beso y ella nuevamente se dejo llevar, quería mas, rodeo con sus brazos a Roland por su cuello, para acercarlo mas a ella.
Jamas pensó que su primer beso seria tan especial, tan dulce y amable, tierno y mágico, estaba en uno de sus lugares favoritos con un chico que le resultaba completamente atractivo y compatible con ella, y se alegraba de que fuese él, había observado a Roland en el instituto y en el gym, pero nunca pensó que llegarían a tal punto, siempre creyó que el tendría otros intereses pero ahora le tenia ahí, convirtiéndose el su primer beso y eso jamas lo olvidaría, Roland Plissken seria un recuerdo y una persona que siempre estaría en su mente.
-No era mi intensión, yo solo quería correr antes de que saliera el sol, Plissken- le contesto ella con un tono calmado y muy sonriente a la ultima frase del Rey, Holly estaba feliz, abrazo a Roland y rió, no quería separarse de él, si pudiese detener el tiempo un momento lo haría.
-Supongo que esto es un si, para que pases por mi para ir a la fiesta...- se separo para mirarlo a los ojos... alzo los brazos nuevamente en señal de victoria -¡Y así Holly Bain gana el premio mayor!...- se ríe y abraza entusiasmada a Roland haciendolo caer hacia atrás y ella sobre su pecho... -Candy no me había dicho que esto se sentía tan bien...- le toco la nariz con el dedo... -creo que ahora tendrás un motivo para levantarte muy temprano y yo de no faltar nunca al gym- apoyo su cabeza en el pecho del Rey mientras le acariciaba con una mano.
Roland sintió cómo Holly le besaba de nuevo, rodeándole con sus brazos por su cuello, manteniéndose ambos con una cercana proximidad. Esbozó una ligera sonrisa y la besó una nueva vez, esta vez en el cuello, tras la oreja, con dulzura.
-Tampoco era mi intención, Holly... -confesó el muchacho, que nunca hubiera esperado que una sesión de running y pedirle una foto hubiera podido terminar con ambos besándose acaramelados-. Aunque no cambiaría esto ni aunque pudiera volver atrás.
Era hermoso lo que había surgido entre los dos, y la forma de ser de Holly le encantaba. No sólo era una cara bonita. Maravillado por la simpatía y lo agradable que era Holly, el rey del instituto deja que la pelirroja prácticamente le haga caer sobre la hierba, apoyando ella la cabeza sobre su pecho.
-¿A qué hora paso a recogerte esta tarde? -le pregunta Roland a la chica, acariciándole el cabello con cariño. Una duda se le vino a la mente: ¿cómo se tomaría Candy que Holly y él estuvieran saliendo? La juerguista siempre le había parecido muy abierta de mente, por lo que esperaba que se alegrase por su amiga-. Creo que a partir de ahora, voy a estar mucho más motivado a la hora de hacer running e ir al gym -Acarició el cabello de Holly una vez más mientras permanecían tumbados sobre la hierba.
-Pues no se, ¿una hora antes o media hora antes?...como quieras, seguramente le diga a Candy que llegare por mi lado, por que esperara que lleguemos juntas...- mueve su cabeza y manos para apoyar el mentón sobre el dorso de sus manos que están sobre el pecho del chico... -aunque me las arreglare...para ir contigo...sin que se entere-
-Así que abogado...es una buena carrera, pero ser dentista no implica torturar a la gente, las veces que he ido a la clínica de tu padre, me han tratado bien...- Holly incluso recordó alguna visita cuando era pequeña y pese a todo el pronostico fatalista, había sido una buena experiencia.
-Una de las cosas que mas me entusiasma de la universidad es conocer gente nueva, se que ya no veré a Candy tan seguido pero experimentar cosas nuevas me atrae bastante, ademas Candy esta todo el día en redes sociales, así que supongo que la veré seguido...- se giro y apoyo la cabeza como si de una almohada se tratase en el torso de Roland y miraba el cielo entre follaje de los arboles.
-Pero la idea de viajar con un ong es genial...¿tu irías si te invitaran?, también podrías ayudar a personas de esa forma... creo que investigare sobre alguna fundación que reclute voluntarios, mi madre me apoyaría, pero no se mi padre... pero me da igual, cuando vaya a la universidad podría formar parte del grupo de deportistas y si me esfuerzo podría obtener una beca desde adentro....aunque tampoco es que la necesite- Holly ignoraba en cierta forma que todo aquello implicaría separarse de Roland, pero era como si aun no se diera cuenta de lo que había cambiado entre ellos.
-Mmmm.. ¿y si vamos a acampar el fin de semana?, invitamos a Jesse y Kelly...- tomo su móvil y busco unas fotografías... -encontré esa foto en el instagram de un turista, me encanta, quiero verlo con mis propios ojos..-
-Podríamos hacer algo que a ti te gustara también... mmm ... ¿que hobbies tienes Plissken?- mirando hacia arriba en dirección al rostro del Rey.
-Media hora antes suena bien -le dijo Roland a la chica, acariciándole el cabello con dulzura-. Va a ser divertido que Candy nos vea llegar juntos. Espero que no se lo tome a mal -Se mordió levemente el labio, antes de aclarar-: Ella y yo... bueno, supongo que lo sabrás. Entre relación y relación, he tenido algunas aventuras con ella. Nunca nada serio, no es ese tipo de chica. Y tampoco hay un vínculo de aprecio más allá del sexo. -El rey del instituto recordó lo afectada que se había mostrado Candy al ver una de las fotografías del fotomatón, donde aparecía aquella mujer fantasmal que para Roland era una completa desconocida-. Ayer, cuando nos tomamos unas fotos en un fotomatón del centro comercial, pasó una cosa extrañísima con las imágenes... No sé si ella te lo habrá contado.
El rey del instituto escuchó a Holly mencionar que le gustaría viajar con una ONG y le preguntaba acerca de si él iría si le invitaran. Arqueó una ceja.
-Bueno, supongo que esto te resultará sorprendente, pero siempre he sido bastante combativo con ciertos temas: maltrato animal, contaminación ambiental, pobreza infantil -comenzó a explicar Roland, en un tono más serio que antes-. No son el tipo de cosas de las que sueles hablar con una chica cuando sales con ella o estás divirtiéndote con tus amigos, y siempre me he cuidado de dar mis opiniones sobre muchos temas abiertamente. Pero supongo que el hecho de que sea amigo de Jesse y compañero en el periódico ha tenido mucho que ver en mi modo de ver el mundo. -Suspiró, pensando en que Holly merecía saber de su faceta apoyando al activista-. No soy de los que se cuelan en los laboratorios para liberar a un pobre mono como hace Jesse, pero simpatizo mucho con lo que Shepard y otros activistas hacen.
Roland se mordió el labio, pensativo, al oír a Holly proponerle ir de acampada el fin de semana. La idea le gustaba y la fotografía que la chica le había mostrado era hermosa.
-Me gusta mucho esa idea -dijo el rey del instituto, y aprovechó para darle un suave beso a Holly en la mejilla-. Además, creo que a Jesse le gusta Kelly. Quizá nos lo agradeciera y todo. -Holly le pregunta sobre sus hobbies y Roland permanece en silencio un instante antes de responder-. Pues además de ir al gimnasio, me gusta mucho el boxeo. Ah... y esto te va a sonar raro, pero también me gusta la Astronomía. No todos los que miran por los telescopios son nerds con miopía.
Hasta ahora le puso atención a lo que tendría Roland con Candy, en el centro comercial el Rey había mostrado interés en su amiga y haciéndola sentir que sobraba, ademas Candy le había contado de algunas aventuras, pero ahora ¿que pasaría con ello?, Holly no sabia muy bien como reaccionaria Candy y lo mas probable era que no le importara, después de todo siempre estaba Al para animarla en todo. -Pues no suena muy bien eso...es cierto que mi amiga es muy liberal y solo le gusta pasarlo bien, pero no me gusta eso de encontrar a un chico nuevo cada día cuando voy a su casa...mmm...¿por que crees que Candy no es de ese tipo de chicas?...creo que no la conoces del todo- se sentó y miro a Roland -no puedo juzgarte por algo así, pero si ahora eso llegase a pasar, pues... creo que no me gustaría...- comento algo desanimada, ella protegía a Candy mucho y no le gustaba que hablaran de ella y como era, pero poco podía hacer si la misma Candy actuaba como la juerguista que todos conocían, pero mas mal le sabría ver si ella y Roland seguían con esos encuentros, después de hoy.
-No, aun no, desde anoche que no hablo con ella mas allá de un par de mensajes ramdon...-*
Cuando el Rey comienza a hablar de su lado activista y protector de causas injustas a Holly le brillaron los ojos y su mirada con mas interés, jamas imagino que el chico mas popular del Instituto fuese así, con un lado mas humano y no tan de dios como todo el mundo lo hacia ver y aquello le gusto mucho. -Mira tu, de las cosas que uno no se entera cuando solo llegas a un "hola y chao"- lo cierto es que jamas había visto a roland tratar mal a alguien o en alguna actitud hostil con algún outsider y ahora comprendía el por que, ella también era de defender al que no podía hacerlo, conocida era en el instituto por aquello no solo por ser la deportista.
-Pues no he tenido mucha cercanía con Shepard, pero si contigo me he llevado una sorpresa, creo que al ser tu amigo también me la llevare una- se frota el hombro como si algún bichito le hubiese molestado -si encuentro información de alguna fundación te la paso, quizás si te animas terminamos yéndonos de viaje...peeeroooo falta mucho para eso- se recostó a su lado, esta vez usando el brazo de Roland como almohada.
-¿En plan de cita doble, Plissken?- Holly se lo pensaba, que resultaría de algo así o si Jesse y Kelly se sentirían cómodos con ella ahí, no eran muy cercanos y pues una invitación así, no se si les gustaría, pero con intentarlo no perderían nada... -me gusta la idea, pero se lo dices tu, que a mi de seguro me dicen que no-
-Eres toda una caja de sorpresas, jamas pensé que tendrías intereses así...quizás tengamos mucho mas en común que el deporte- se acomodo con un gesto muy cariñoso cruzando su brazo por sobre el torso... -¿nos podemos quedar así un rato mas?...debo juntarme con Candy mas tarde, pero no quiero volver a casa aun- todo fluía muy bien entre ellos y Holly lo disfrutaba mucho.
*: Si le comento de la foto, peroooooo en la escena que viene después de esta.
-No lo sé con seguridad, pero Candy... cambió mucho después de la muerte de su madre -indicó Roland, respondiendo a la pregunta de Holly-. Antes era una niña que solía ir mucho a la iglesia, muy distinta ahora. Cuando volvimos a coincidir en el instituto, hace unos tres años, ya era la Candy que todos conocemos. Supongo que lo que viviera en esos años le hizo cambiar su modo de ver la vida. -razonó el rey del instituto, pensativo. No conocía demasiado a Candy, por lo que no podía teorizar sobre qué había hecho que se convirtiera en una juerguista que no quería tener relación formal alguna con ningún chico.
Roland acarició el rojizo cabello de Holly mientras permanecían tumbados sobre la hierba, mientras la escuchaba hablar sobre Jesse Shepard y, durante un instante, se preguntó qué es lo que habían visto realmente el activista, Langford y él mismo cuando brotaron unos seres luminosos del interior del grupo de gordos.
-Claro, si encuentras algo sobre una fundación, dímelo -asintió el chico, pensando en que no estaría nada mal pasar su siguiente verano en compañía de Holly Bain, trabajando como voluntarios para alguna ONG-. Sobre la cita doble... Podría decírselo yo a los dos por el grupo de Whatsapp. Con suerte no sospecharán que les citamos para que se hagan pareja. Se rió, divertido por la idea.
Holly le preguntó entonces si podían quedar juntos un rato más. Él asintió, conforme. Aún quedaba tiempo para que él tuviera que regresar a casa y dirigirse al instituto, por lo que podían permitirse un rato más. Le gustaba sentir aquella comodidad de tener a Holly junto a él y, con dulzura, decidió besarla de nuevo, esta vez tras la oreja. Sabía que era la primera pareja que tenía la chica y quería hacerla sentirse querida.
-La perdida de su madre le afecto demasiado, el incendio de aquella noche no solo cambio la vida de Candy, creo que parte también la de Daring, las circunstancias de todo y que Candy tuviese que asimilar que su madre no volvería o que no podría despedirla de la forma correcta, desato en ella lo que es hoy y con un padre ausente que cree que con dinero reemplaza el nulo cariño que le da, pues no me extraña que sea así, he intentado que cambie, pero...- guarda silencio un momento pensando en su amiga y en los momentos tristes que han tenido o en los divertidos y como sin ella la propia vida de Holly habría sido diferente -... no puedo hacer mas que entregarle el cariño que necesita, la adoro como si fuera mi hermana y se que cuando madure dejara de actuar así o no...solo quiero que este bien y yo estaré ahí para ella siempre...- Roland sintió como Holly le abrazo aun mas, por un instante sintió cierta fragilidad en la deportista.
Roland se mostró nuevamente mas cariñoso y la beso, ella simplemente se dejo llevar, respondiendo a sus besos, sus manos se movían inseguras tocando al Rey, quien tenia mas experiencia, sabia bien que hacer, pero Holly no, así que con inseguridad sus manos recorrían tímidas el pecho del chico, sintió el beso tras la oreja y su piel completa se erizo y un escalofrió provoco que su cuerpo de estremeciera en un suave temblor, Roland lo noto de inmediato y ella busco la mirada del chico, avergonzada apenas pudo mirarlo a los ojos un segundo, sentía su corazón latir mas rápido, si no fuera por los sonidos del bosque el Rey podría escuchar el sonido de su corazón latiendo rápidamente.
-eh...mmm...yo- y guardo silencio, que podría decir, nada o no se le ocurría nada, nuevamente su cuerpo se estremeció con un temblor y era normal, jamas había sentido tal cercanía con un chico y su cuerpo reaccionaba al tacto de Roland con temor, pero no uno de miedo, si no aquel que provocaba el no reconocer aquel gesto, el que despierta sensaciones agradables, ese descubrimiento ante el tacto de alguien querido, que no hace mas que dejar una huella en tu piel y ella sin saber muy bien que hacer, solo desvió la mirada, las mejillas de Holly se tornaron mas rosadas, estaba avergonzada.
-¿Incendio? No sabía nada de un incendio -Plissken realizó un gesto de negación a las palabras de Holly. Tal vez fuera porque Candy nunca había tenido confianza con él para hablar del tema-. No sabía cómo murió la madre de Candy, la verdad...
En esos momentos, se sintió como un auténtico idiota. Conocía a Candy desde niños. Pero, ¿de verdad la conocía? Incluso cuando le había ofrecido su ayuda al ver la cara que había puesto la tarde anterior al divisar al supuesto espectro de la foto, ella le había ignorado por completo por el resto de la noche. Para la juerguista, él había pasado a tener la misma relevancia que el Rey de Burger King. Después, había agarrado a una mareada Holly y había huido a través del centro comercial.
-No va a cambiar -opinó Roland, con un gesto de negación-. Aunque tampoco me preocuparía por ello, Holly. Candy es así, y no tiene nada de malo. Tal vez necesite cambiar por sí misma. -Se mordió el labio, pensativo-. No estaba seguro de decirte esto, pero creo que necesitas saberlo. Como te decía, ayer, cuando nos echamos unas fotos en el fotomatón, en una de las imágenes apareció claramente una mujer detrás de nosotros, mirando a Candy casi con cariño. La vimos con total claridad, pero después desapareció de la propia foto. Como si fuera un fantasma. -El tono del rey del instituto era demasiado serio como para que estuviese bromeando-. Candy se puso muy inquieta, me dijo que se quedaría las fotos y no tuve ocasión de preguntarle nada más. Después de lo de los gordos, el arameo y los insectos, un espíritu casi que se me hace algo normal... En su momento, le intenté dar una explicación racional, antes de que todo en el centro comercial se desmadrara...
Envueltos en ese idílico abrazo, Roland había continuado besando a la pelirroja. Notaba cómo después del beso tras la oreja, la piel de Holly se erizaba y sus mejillas adoptaba un tono rosado. El rey del instituto la observó con un brillo de emoción en sus ojos. Cuanto más pasaba junto a Holly, más adorable le resultaba.
-Estás preciosa cuando te ruborizas, Holly -le aseguró, en tono bajo, dándole otro dulce beso, esta vez en el cuello. No sabía cómo se tomaría la pelirroja ese cumplido, si se ruborizaría aún más o se mostraría más segura de sí misma.
No sabia si había cometido un error al contar lo de la madre de Candy, después de todo era algo muy intimo, pero todo el mundo sabia lo del incendio, no le dio mas vueltas al tema y prefirió obviar y hablar de otra cosa.
Para que Candy le afectaran esas cosas debió haber visto algo realmente importante en aquella fotografía. -De verdad me cuesta creer que todo eso pasara anoche, por mas que intento recordar algo, no lo hago...- parecía desanimada, era como si se hubiese perdido algo realmente importante.
Roland volvió a capturarla en un beso y poco a poco Holly se acostumbraba a esas sensaciones y poco a poco su cuerpo también se acostumbraba a esos nuevos roces, el beso en el cuello le causo algo de cosquillas -espe...espera...- todo su cuerpo se puso alerta a esas cosquillas, y era como si la tocaran cualquier sitio y mas cosquillas, empujo un poco a Roland pero con amabilidad...y es que su piel estaba demasiado receptiva y con cada toque del Rey su piel se erizaba, necesitaba un respiro.
El sol se había movido indicando que el tiempo avanzaba, Holly había acordado reunirse con Al y Candy, y si a pesar de querer quedarse ahí, no podía.
-Creo que debemos volver...y la caminata es mas larga que correr, no quiero sobre exigirte, es claro que no estas en forma- se burlo, se movió para sentarse, dio un respiro largo, estiro los brazos por sobre su cabeza y toda su espalda se marco con sus tonificados músculos y el top que llevaba se subió dejando a la vista el sujetador deportivo que llevaba y abdomen también tonificado, se acomodo con la intensión de ponerse de pie.
-No pasa nada porque no recuerdes lo de anoche -le aseguró Roland, en tono comprensivo, intentando restarle importancia. Recordaba a una Holly totalmente silenciosa y apática a la que Candy prácticamente había movido de un lado a otro. No sabía qué le había sucedido a la pelirroja, pero sin duda la prefería a como era ahora-. Mejor así. La verdad es que no te perdiste mucho.
"Y lo que te perdiste no era demasiado agradable" se dijo para sus adentros el rey del instituto, a quien la imagen de los gordos y el tirillas gimnasio golpeando con sus puños la verja de la sección de supermercado se le había quedado grabada a fuego en la mente. Ahora más que nunca tenía motivos para acudir al gimnasio, hacer running y mantener la línea.
Roland percibió claramente que Holly estaba receptiva. Puede que aunque aquella fuera una nueva experiencia para ella, se hallaba bastante cómoda con los besos y caricias que el muchacho le daba. Para ella era una sensación nueva, y Roland quería que fuera un momento especial para Holly. La pelirroja se disponía a acomodarse con intención de ponerse en pie y volver a través del camino de regreso al pueblo.
-Espera -le dijo, rodeando su cintura con los brazos. El corazón de Roland latía acelerado. Puede que Holly sólo fuera una chica más de una larga lista, pero sentía que era especial, distinta al resto, y por ello quería que recordara esa mañana como algo especial-. Antes de que nos marchemos...
Roland aproximó de nuevo sus labios a los de Holly, besándola en ellos con suavidad. Podía percibir cómo se erizaba el vello de la joven, pero también percibía el latido de su propio corazón, latiendo acelerado. Mientras besaba a la chica, saboreando el tacto con sus labios húmedos, sus manos se posaron en sus caderas y recorrían su cintura, apegándola hacia sí mismo, cosquilleando con sus dedos por ella a la vez que sus cuerpos se atraían uno contra el otro. Entretanto, los labios de Roland se amoldaban con los de Holly, atrapando su labio inferior entre sus dientes y tirando levemente de él, sin hacerle daño. Luego continuó besándola, con más ganas. Sentía la respiración de Holly mientras se besaban por la cercanía de sus cuerpos. La deseaba. Quizá más de lo que había deseado hasta entonces a una chica y, por ello, cuando finalizó aquel beso la miró a los ojos para querer ver la expresión en ellos.
-Quería que este fuera especial -le dijo, apartando un mechón de cabello del rostro de la chica-. ¿Nos vamos ya? Creo que Candy te va a matar como llegues tarde.
Ya iba siendo hora de que regresaran, Holly miraba la altura del sol y sabía que de no partir pronto llegaría tarde a su reunión con Al y Candy, aunque en el fondo prefería quedarse junto al Rey un rato mas o toda la mañana, ese día muchas cosas habían cambiado, no solo en la forma en que se relacionaría con el chico mas popular del instituto, también en ella misma, había besado a alguien por primera vez y se sentía atraída por un chico formalmente, aquellas miradas a algunos que encontraba guapos había quedado atrás, ahora solo tenia ojos para Roland Plissken.
-Eh?…- alcanzo a decir antes de que Roland la envolviera en un abrazo intenso besándola como si fuese la ultima vez, ella respondió entre su inexperiencia la intensidad de aquel beso y dejos que Roland fuese un poco mas allá, explorando con sus manos caricias que ella jamás había recibido antes, no al menos de esa forma y en su curiosidad le dio libertad al Rey, pero a pesar de ese deseo inocente y primerizo de Holly por descubrir que mas le provocaba el chico del que se sentía profundamente atraída, sus labios se unían a los suyos casi fundiéndose, abrió los ojos cuando sintió el pequeño mordisco, aquel le encendió un fuego interior que recorría todo su cuerpo, estaba abrumada por la pasión de Roland y sorprendida por la propia, observo ruborizada y con la respiración rápida , a los ojos del Rey, sin decir nada unos largos segundos, dudando, preguntándose si deseaba más o no, sus palabras finales terminaron por volverla a la realidad -si…- solo eso dijo y se separó sintiendo como su cuerpo le reclamaba. -Volvamos…-
Retornaron por el mismo sendero, entre camina y trote tranquilo, ella dirigiéndose miradas cómplices y a ratos intercambiando alguna caricia con sus manos, incluso uno que otro beso, hasta que llegaron al inicio del sendero.
Con esto, creo que puedes cerrar esta escena Master.
No se si Roland quiera agregar algo, por mi esta finalizada.
Por mi parte lo mismo, creo que la escena queda bien así para cerrarla.