Partida Rol por web

El coche se detuvo frente a la casa de Candy. Las dos amigas habían abandonado la playa en la primera oleada. Habían llegado en lancha, pero para la vuelta habían tenido que optar por un coche, ya que el chico que se apellidaba como un presidente había desaparecido en cuanto empezaron los problemas. Ellas tampoco habían hecho mucho esfuerzo por buscarlo. No les había costado mucho que alguien les hiciese una plaza en su coche. ¡Candy conocía a casi todo el mundo!

El sentimiento de pánico ante la idea de que Vanessa, o cualquiera, descubriera que algo no funcionaba bien con ella desde el eclipse no había menguado ni un ápice. Estaba deseando llegar a casa y en soledad mirarse al espejo o medirse el pulso o buscar en internet sus sintomas o algo así.

-En cuanto llegue a casa te llamo- Le dijo a la pelirroja desde la ventanilla cuando esta se bajó. Luego se volvió al conductor. -¡Quieto parado! No nos movemos hasta que haya entrado en su portal.

En cuanto abrió la puerta pudo escuchar algo de ruido en el salón. Su padre biológico estaba en casa. Aquel día parecía que no iba a dejarle pasar de puntillas hasta su cuarto como hacían siempre el uno con el otro sino que la interceptó. De hecho parecía que la habia estado esperando. El hombre vestía totalmente de negro, pantalones y camisa, que resaltaba sus accesorios de plata (un reloj, un collar y varios anillos).

-¿Todo bien en la fiesta?- Dijo con especial retintín. -¿Ha pasado?- preguntó mirándola de arriba a abajo -Ya sabes a que me refiero, ¿no?- Se llevó los índices a la boca caricaturizando los colmillos de un vampiro.

Sabía que no tendría que preocuparse de cruzar la isla de una punta a otra porque no le faltaría quien quisiera acercarla a casa, tratándose de ella y en topless, sólo tuvo que preguntar y ya estaba hecho, alejando a Vanessa del peligro. Luego acabó poniéndose el top del bikini, no por pudor sino porque era más cómodo que ir llevándolo en la mano, tampoco quería distraer demasiado al conductor y tener un accidente, no le apetecía morir aquella noche... Eh, espera... ehm... Olvídalo.

El trayecto se le hizo más llevadero por la presencia de Vanessa, no dejaba de pensar en su madre y en las cajas del sótano que nunca quiso husmear, pero al menos echar un vistazo a la morena la hacía sentirse más relajada. Se despidió de ella como siempre con todos, dándole un abrazo, aunque, quizá el beso que le dio no se lo daría a cualquiera, tenía algo en la forma de mirarla, como si sus ojos la sacaran de ese mal viaje por el que estaba pasando.

Al entrar a casa se encontró con Aidan vestido todo de negro y- ¿Quien se...? -ah, claro, Kelly. Luego se puso a hacer la morsa y le preguntó aquello...

En cualquier otra circustancia bromearía con que era cosa de la pubertad y que llegaba tarde para darle "la charla", pero aquello era serio y encima todo iba encajando; estar muerta, el dolor de antes en la boca, colmillos- Esto es... -apagó la luz de la sala de estar donde la estaba esperando y la encendió otra vez, repitió el proceso alguna vez más, lo suficiente como para sacar de quicio a alguien impaciente, pero es que cada vez que todo se quedaba oscuras ¡Ella seguía viéndolo todo perfectamente! Le venía pasando desde que se desmayó en la playa.

Había estado bebiendo bastante cerveza y fumando hierba, pero eso no lo explicaba- Ha pasado... ¿Como sabes que ha pasado? -se asustó, esperaba no estar muriéndose de veras, igual la había visto más pálida. Dejó el bolso y se fue a la nevera a por otra una cerveza, no tenía ni que salir del campo visual de Aidan, y volvió enseguida para sentarse en el sofá- ¿De que va esto? He visto a mamá, Kelly está muerta y... -hizo el gesto de la morsa como él antes, con los índices, aunque la expresión de su rostro era más bien una interrogante.

El hombre suspiró mirando a su hija de arriba a abajo. Quizá fue la primera vez en su vida que Candy pudo ver algo de afecto por su parte. Aunque había un matiz triste en su expresión. La emoción que transmitía era "no sé si darte la enhorabuena o el pesame".

Se acercó a ella y le dio un beso en la frente. -Has salido a tu madre, como era de esperar.-Hizo una pequeña pausa. Que hubiese preparado esta conversación muchas veces no le impedía estar totalmente perdido, sin saber por donde empezar. Tal vez porque había dos datos demoledores que no había esperado. -¿Que la has visto? ¿Alguna visión al convertirte? ¿Flashbacks de su vida? Por qué no la has visto de ver en realidad ¿no?- Hablaba con ansiedad, nadie podría decir si la idea de que su examante siguiese en el mundo era algo que le alegraba o asustaba, pero en cualquier caso no lo dejaba indiferente.

Se encaminó al surtido mueblebar y preparado dos copas de lo que él que creia que era la mezcla favorita de la joven. -Vamos a tomarnos algo y te cuento lo poco que sé al respecto.

Al sentarse en uno de los sillones, el resto de la información llegó a su mente: -¿Cómo que Kelly está muerta? Pobre Cameron...-mDe repente una idea pasó por su cabeza y se sobresaltó. -oh joder. Dime que no te la has...- pronunció la ultima palabra en un susurro: -...bebido.

La mente del hombre se fue al trastero del sótano, donde sabia que tenían palas y algún otro objeto que una familia normal no debería tener, entre otros sosa cáustica para fabricar jabones artesanales por hobby. Suficiente como para fabricar una cantidad de jabones equivalente al tamaño de un par de adultos estándar. "más que suficiente para Kelly"

Aquella noche estaba resultando más sobrenatural incluso que la anterior, seres del vacío incluidos. Aidan era ese parásito que vivía a costa del dinero que algún día sería suyo, nunca había mostrado afecto ni la había besado así- Creo que era su fantasma, sólo yo la vi... bueno, la primera vez Roland también la vió, ayer, estábamos en un fotomatón y se nos apareció en una de las fotos, pero luego volvió a desaparecer como si nada y hubo sucedieron otras cosas extrañas, Al me dijo que eran monstruos del vacío aunque... yo no llegué a verlos, ni siquiera aparecen en los videos de seguridad -cualquier otra adolescente se hubiera mordido la lengua con aquello, pero Candy estaba consentida y Aidan nunca había ejercido de padre así que incluso si deducía como los había obtenido no se esperaba un castigo, y aunque lo intentara, la pelirroja no haría ni caso.

Empezó a dudar que aquel fuera Aidan, el mismo hombre que no le había hecho ni caso en su vida, que no iba a sus funciones escolares ni la acompañaba al hospital, de repente sabía cual era su bebida favorita. Se sentó al sofá y se quedó con el bikini, no sólo porque no quería despegarse del sofá para escuchar lo que Aidan tuviera que explicarle sino porque al contrario que otras noches en las que iba a ponerse algo más, en aquella para nada sentía frío ni calor, estaba cómoda- Pues desde que se soltó la melena había pensado en comerle algo, pero nunca en bebérmela -si intentaba cuadrar todo aquello sólo se podía imaginar historias de vampiros bebiendo sangre, y estaba muerta, encajaba, pero incluso si eso tenía sentido sólo conseguía tener mil preguntas más- Aidan, cuéntamelo ya, quiero saber que está pasando.

El hombre hizo una mueca de resignación. Aunque llegase el fin de los tiempos y los cuatro jinetes del Apocalipsis empezasen su paseo, su hija seguiría haciendo esa clase de chistes y comentarios. Tampoco podía decirle nada porque él a su edad era igual o peor.

-¿Monstruos del vacío? De eso no tengo ni idea, no voy a ser una gran ayuda. Yo solo conozco el mundo de los vampiros y tangencialmente. En ese ámbito yo solo era la mascota de una vampiresa poderosa...- Hizo una pequeña pausa para que asimilase que estaba hablando de su madre.

-Todos los que son sobrenaturales o estamos tocados por lo sobrenatural tenemos pánico ante la idea de que los "normales" descubran la realidad. Por lo que sé hay una especie de barrera o fuerza que hace que tengamos ese pavor, incluso hace que las fotos se pierdan los libros se emborronen. Imagino que por eso mismo tus monstruos del vacío no salen en los vídeos. Esa fuerza se llama "la niebla".

-Pero mejor empezamos por el principio, ¿no?- dio un trago generoso de su vaso. -Nací en un pueblo pequeño de Irlanda. En mi vida normal fui un muchacho idiota y soñador, solo me interesaban las chicas guapas y luchar por ideas bobas en las que creía. Frecuente compañías equivocadas e hice un par de tonterías muy graves. Cuando me di cuenta de donde me había metido, decidí que lo mejor era emigrar.

Conocí a tu madre en una taberna de Boston al poco de llegar a los Estados Unidos. Tu madre era... wow. Cuando entraba en un lugar todo empezaba a girar a su alrededor. Pero de manera natural, sin que ella lo provocase con trucos de Miss, era simplemente una fuerza de la naturaleza. Le invite a una cerveza, hablamos, nos reímos,... Le hice gracia. O quizá solo quería mi sangre... El caso es que nos volvimos a encontrar varias veces. Ella me confesó después que en aquellos encuentros había bebido de mi pero que yo no recordaba nada por la niebla. Creo que nuestra afinidad surgió de que ambos huíamos de algo.

Pero, por lo visto, no fui el gran amor de su vida. Al menos no lo suficiente para convertirme en uno de ellos... de vosotros. Lo que hizo de mi fue los que los vampiros modernos llaman "compañero de día" y los más honestos "esclavo". Ella me dio de beber su sangre y gracias a ello no envejecí ni un solo día. Pero a cambio perdí mi fuerza de voluntad frente a ella. Cada año que pasábamos juntos ella tenía más control sobe mi. Sí, me dio la inmortalidad, pero no como un igual. Fui una especie de chofer o recadero.

Si que sé algunas cosas. Sé que tu madre se había fugado de Daring para escapar de su madre, que era una bruja. En el sentido literal. Los Lynch tenéis o teníais una afinidad con la magia pero a la vez algún tipo de maldición. -Alzo las manos antes de que Candy preguntase al respeto de es asunto del que no sabia practicamente nada. -Sé que en el pasado estabais en el bando de los malos y que al pasaros al de "los buenos" teníais que enfrentar las deudas y desaires con vuestros antiguos compañeros de bando. Ya sabes, algún tipo de pecado que purgar o error a enmendar. Las cartas de la abuela eran quemadas por tu madre y a mi nadie me explico nada. Para mi la vida era ir de fiesta en fiesta acompañando a tu madre y cumpliendo sus caprichos.

Por lo que escuché aquí y allá creo que tu madre pensó que al convencer a un vampiro de que la transformase y dejar atrás sus poderes de bruja se libraba de ese pasado. Nunca me hablo directamente de Daring ni de su familia. Nuestra atención estaba puesta en Boston y sus intrigas nocturnas. Tu madre llego a obtener un reconocimiento inaudito para su juventud entre los demás vampiros.  La reina de la corte Gris en Boston la nombro su regente.

Y luego llegaste tú. Que un vampiro conciba ocurre muy excepcionalmente y se considera que su hijo o hija va a ser alguien muy importante para la estirpe. He de reconocerte que mi estatus cambió de "la mascota de la regente" a "una mascota muy útil e interesante que voy a intentar robarle a la regente"

Todo se vino abajo cuando tu abuela la palmó. Tu madre vino al funeral y ocuparse de los tramites en la isla. Pero algo cambió. Me dejó en Boston intentando mantener su presencia viva para que sus enemigos no la diesen por desaparecida mientras ellas se involucraba en, cito textualmente, "un asunto serio, más serio de lo que creía. Ojala hubiese prestado más atención a mi madre"

El resto de la historia ya la sabes. Murió en el incendio y para sorpresa de todos me pedía en su testamento que me ocupase de ti y el dinero familiar. -El padre reacomodó sus piernas y acabó su trago. Preparándose para las eventuales preguntas.

Mientras el hombre hablaba el móvil de Candy vibró varias veces. La noticia de lo ocurrido con Kelly debía estar corriendo como la pólvora

Candy, ¿donde estas? tengo algo que mostrarte, es urgente.

Holly te busca. Parece que hay un muerto o algo así. ¿Estás bien?

Suspiró al oir aquello- _Vampiros... -y todavía tuvo que repetirlo en un susurro ella misma, habiendo necesitado escucharlo de Aidan antes de atreverse a pronunciar la palabra, pues todo encajaba pero sonaba increíble, incluso lo de la niebla, la había visto hacer lo suyo y todos habían olvidado. Luego ya cuando empezó a contarle su vida desde el origen de los tiempo resopló, le daba igual, no tenía un gran concepto de ese hombre, seguía persiguiendo faldas así que tanto no habría cambiado. Sacó el teléfono movil y mientras parecía estar prestando poca atención a la vida y obra de Aidan, activó la cámara para ver su reflejo lo primero aunque también por mirarse los colmillos o las encías, ver si estaban ahí o, si no estaban intentar si salían, o si podía controlarlo, porque en las series y pelis iba así.

Al escuchar hablar de convertir a otros le vino a la mente Vanessa, incluso Al, y hasta Holly, aunque estaba esa otra opción de darles sangre. Sea como fuere todo aquello era mucho que asimilar así que se acabó la copa y se levantó para ir a servirse otra y así tomarse un segundo para pensar. Tenía sentimientos encontrados, sus recuerdos de su madre no encajaban con lo que Aidan le contaba, no la parecía una mujer tan influyente en su entorno ni tan despiadada como para esclavizar a alguien, tampoco podía sentir lástima por él, ese parásito se había encargado del dinero familiar, claro, pero muy poco de ella. Si tanto le querían en Boston que se hubiera quedado allí haciendo de... semental de vampiros, o lo que fuera.

Volvió hasta donde Aidan, aunque se quedó de pie frente a él, inquieta o más bien conteniendo los nervios- Si alguien no ha olvidado lo que sucedió por la niebla ¿Significa que lo sobrenatural ya le ha tocado? -al principio Holly había perdido la memoria, puede que igual con Vanessa, sin embargo con Al y Roland no fue así- ¿Como es eso de convertir a alguien en vampiro? -fue dando tiempo a responder entre cada pregunta- ¿Voy a quedarme así para siempre? -no es que le molestase, eternamente joven y lo suficientemente mayor para pasar por adulta. Agitó la copa para mostrársela- Esto lo estoy notando, si estoy... como muerta ¿No debería? ¿Y que pasa por ejemplo con colocarse o... la píldora? -la pelirroja tenía prioridades en la información, al menos ya había entendido que podría seguir tomando el sol e ir a clase pero, quedarse sin hierba y sexo, sería una tragedia para su estilo de vida- Supongo que dejaré marca cuando muerdo... ¿Si decido no beber sangre que me ocurriría? ¿Y que es la corte gris? -el movil vibró, así que mientras le escuchaba respondía- ¿Y hay más como yo aquí en Daring... o tengo alguna forma de saber si hay otros? -ni se planteaba que alguien fuese a causarle problemas, si la quisieran fuera del mapa ya habían tenido unos cuantos años para intentar algo.

-Si, exacto. Puede que sea un sobrenatural o puede que simplemente que haya pasado por tantas experiencias sobrenaturales que la niebla ya no puede hacerle olvidar más. También hay gente que es inmune de manera natural, nadie sabe muy bien por qué. Los pobres suelen terminar en psiquiátricos.

Meditó un poco antes de responder: -No soy un experto, pero creo que hay que darle sangre de vampiro y matarlo. Si alguien se muere con sangre de vampiro en su interior, esta lo mantiene vivo y empieza a transformarlo.

-Lamento decirte que envejecerás- Su tono de voz no parecía demostrar mucha lamentación, pero en su defensa había que decir que mientras le abría su corazón a la adolescente, esta estaba enviándose whassaps con alguien. -Si te sientes más madura y responsable...- Casi tuvo que morderse la lengua para no añadir ningún comentario al decir esta frase. -...te volverás una señora de mediana edad. Cuando la vida te aburra y te sientas cansada aparentaras ser una anciana. Y si te ilusionas de nuevo por algo, rejuvenecerás a una adolescente. Algunos... de los tuyos se echan sientas de décadas y despiertan rejuvenecidos libres de traumas y algunos recuerdos molestos.

Sonrió divertido. -A más años tengas, más fuerte serás en todos los sentidos. Al principio necesitas respirar, con las décadas no. ahora mismo una gripe podría matarte como a cualquiera, en unos pocos años no tendrás que preocuparte por eso. Lo de la píldora no lo había pensado nunca.- Aquel tema pareció interesar al hombre que se perdió en especulaciones mentales sobre un tema del que no tenia mucha idea. -Yo en tu lugar usaría condones. Las drogas, por lo que sé de tu madre, depende de si te las tomas accidentalmente o de si deseas colocarte cuando las tomas.  Aun así vas a necesitar más cervezas para llegar al mismo punto de... alegría.

El hombre se aparto la ropa del cuello mostrando su piel intacta. -Mira, ni una sola marca y yo debería estar más perforado que un alfiletero. Solo tienes que lamer la herida y los agujeros se cerrarán. Y si no bebes sangre te entrará una sed cada vez más fuerte, hasta que pierdas la cabeza o te mueras de hambre, supongo.

-La corte Gris es una ideología vampírica. Son vampiros que opinan que las cosas no son negras ni blancas. Que no son humanos pero tampoco son unos monstruos que deban vivir escondidos en castillos lúgubres en la cima de una montaña en transilvania. Intentan mantener una vida normal integrados en la sociedad local a pesar de su secreto.

-Sé que hay cuatro o cinco más, pero no conozco a ninguno personalmente.- El hombre suspiró. -Puedo hacer unas llamadas a Boston a ver si averiguo el nombre de alguno. Pero no prometo nada, quizá la gente que yo conozco no esté más disponible. Desde que nos mudamos a Daring he intentado olvidar todo lo que tiene que ver con vampiros.

Cuando acabó de responder a sus preguntas le dijo- Mis amigos vienen de camino, estan asustados por lo de Kelly y quieren hablar conmigo -encogiéndose de hombros. No estaba preguntando, ni pidiendo permiso, simplemente le decía que ya estaban yendo hacia la casa. Luego además se acercó a él- Holly me acaba de pasar fotos de unas heridas extrañas que tiene Kelly. Si no te da reparo y quieres echarle un vistazo... -le dio la opción, y si aceptó ver las imágenes se las mostraría en el movil; heridas con forma de rombo y esas extrañas fibras plásticas- ¿Habías visto algo así antes?

El hombre no iba a escandalizarse por ver la foto de un cadáver. Por suerte su hija no tenía la menor idea de las cosas que había llegado a ver o hacer, incluso en su época anterior a saber de lo sobrenatural. Ojeó la pantalla con atención. -Me recuerda las marcas que deja en la piel dormir en una hamaca. ¿La sacasteis del agua con una red?

Tras apurar el vaso y hablar un poco más con la joven, el hombre fue a buscarse una prenda de abrigo del perchero -Voy a hacer esas llamadas y a dar un paseo. Todo esto me ha hecho recordar cosas. Os dejo la casa para vosotros. Mucha suerte con el misterio de Kelly, aunque no os metais en apuros, por favor.