Partida Rol por web

La heladería estaba cerca del instituto. Hoy había hecho un buen negocio gracias a la libertad de los alumnos antes de tiempo. Ahora la tormenta había pasado y el local estaba de nuevo en calma. Una mujer atendía la barra, mientras un chico de edad parecida a la de nuestros protagonistas limpiaba las mesas vacías. Un puñado de chicos se repartían aquí y allá. En la mesa de la esquina, una señora elevaba la media de edad de la clientela. Mientras tomaba su granizado, pensaba que iba a plantar en la maceta en la que sus tulipanes habían muerto de manera irremediable. "Algo bonito pero que crezca solo y que no se muera si no estás siempre pendiente" pensó

Hay muchos modos de placar a alguien, pero los de Al no son precisamente discretos. Es por ello que en cuanto veo el rostro de la empollona que me olvido por un momento del granizado y salgo por la puerta para tomarla del brazo.

Eh, Kelly. Un helado.

Señalo con la cabeza hacia dentro antes de tirar de ella en algo que algunos podrían calificar con bastante precisión como un secuestro a plena luz.

Yo invito.

Termino, medio arrastrándola hasta la mesa. Y la miro, esperando ver su reacción antes de comenzar a avasallarla a preguntas.