►Katy Perry - I Kissed A Girl
Pues aquí estaba ella de nuevo, estrenando curso nuevo en las mismas paredes que el año pasado y el anterior y el anterior a ese. Con todos los idiotas y alelados de siempre. Bueno, habían cambiado los que terminaron el año pasado por los freshmen de este curso. -¡Ahora soy una de los seniors!- pensó. ¿Debería hacerle sentir eso especial o más poderosa frente a los demás alumnos? Lo único que le había traído llegar al ultimo escalón habían sido comentarios del estilo "no te confíes en la beca deportiva y saca buenas notas". ¿Pero quería ir a la universidad realmente? No tenia claro que iba a ser "de mayor"
Entonces vio a Candy salir del aula de informática. De inmediato una sonrisa iluminó su rostro. Se acercó a su amiga por detrás y la abrazó por sorpresa. -Ayer le dije a una tía mía que entre el high school y la universidad me iba a tomar un año sabático recorriendo Perú de mochileo. Lo dije solo por joder y asustar. Pero quizá sea la mejor idea que se me ha ocurrido nunca. ¿Te Apuntas?
La soltó para dejarle guirarse. -¿Que tal estás? ¿Lo pasaste ayer bien?- Le pregunto esto con un guiño pues había visto los vídeos y fotos de la pelirroja en las redes sociales y sabia que su amiga había estado con el malote misterioso.
Entre ellas flotaba una suave y sutil nube del perfume que Candy le había regalado por su último cumpleaños.
Tanto si había descubierto el apocalipsis del universo como si no se trataba de nada con aquellos videos, lo olvidó todo despues de sentir, tras el- Ah -del susto inicial, la calidez y el perfume de la única chica que en su subconscientemente evocaba todo cuanto iba contra su naturaleza del momento. La pelirroja tenía una gran capacidad para el amor, para enamorarse de cualquier persona que tuviese enfrente, tanto como de la vida misma, como una adorable niña obsesionada con todo lo que atraía su atención del entorno y de quienes conocía. Con la morena, cada instante juntas rubricaba algo más y se anteponía ante cualquier otro, esos en los que no había más deseos ni responsabilidades salvo aquellos que la incluían a ella.
Escuchaba con una sonrisa cándida, absorta en su aroma, con la cabeza echada hacia atras apoyada en su hombro, hasta donde su mochila se lo permitía- Que tiemble Perú, que allá vamos -reía, aunque no tenía ni idea de donde estaba eso, sólo que era hacia el sur del continente, entre México y Argentina; lo buscaría en google maps luego.
Se quedó apoyada en ella incluso cuando dejó de abrazarla, hasta que le hizo la pregunta y volteando hacia ella respondió sin pensar, porque se lo había estado guardando y estaba deseando hablarlo con ella- Horrible, en serio... Ah, con Al -porque su cerebro si captaba todavía la insinuación de aquel guiño- Se tumbó y me dejó montármelo a mi aire, así que... Estuvo bien -incluso cuando el sexo había sido normal a ella le divertía, casi nunca se quejaba o arrepentía de nada- ¿Quieres detalles? -preguntó con picardía, aunque no esperaba que a una lesbiana le fuera a interesar mucho el sexo hetero, salvo por curiosidad- Te los cuento de camino a casa... ¿Tú acabaste aquí? Quería hablar contigo de algo que sucedió ayer, tú ¿Sentiste algo extraño como, que no tuviese sentido o de haber olvidado...? No se -si Vanessa no tenía nada más que hacer en la high school la abandonaría con ella, preferiblemente rumbo a su propia casa.
-Te tomo la palabra. En cuanto tiremos los birretes al aire, salimos corriendo para el aeropuerto.- Perú era solo un nomre que le habia venido a la mente en aquel momento, pero podría ser divertido tomarse un año entre el instituto y la universidad. Para encontrarse a si misma y descubrir cosas nuevas. Tenía que pensar en ello como una opción real.
-Oh no por favor. No quiero detalles, acabo de comer algo en la cafetería.- Dijo con una mueca de asco. Por su puesto su desagrado era finguido. No tenia ningún interés en los chicos, pero tampoco iba a vomitar por pensar en uno.
-¿Estás bien? ¿Qué pasó? No, ayer fue un día normal. terminé la noche viendo series. La verdad que no me acuerdo de mucho, pero creo que es que debí dormir más que prestar atención.- La chica hizo un amago de recordar que había visto. Netflix, sin duda. Y la serie... No era "Orange is the new black", de eso se acordaría. Por algún motivo había decidido ver alguna sugerencia nueva y no le había entretenido mucho. De hecho no se acordaba ni del titulo. Aunque si que se acordaba de haber perdido horas en el sofá. Hasta se había hecho unas palomitas.
-Yo terminé aquí. Podemos ir yendonos.
Mensajes en el movil:
Hola. Los archivos que me mandastes están muy corruptos.
Diría que es un fallo del disco duro, algo físico. Pero se pixela justo en zonas muy concretas, tapando algo.
Yo vi también cosas muy raras ayer, así que no creo que sea casualidad. Voy a probar un par de cosas que he encontrado buscando muy en el fondo de internet. Tengo el ordenador trabajando con algoritmo muy raro, lleva media hora y está al 1% aún. El tipo que me lo ha pasado me ha dicho que es un "tecnochaman" no se si es una broma o nos estamos volviendo todos locos.
Mañana en la fiesta te digo lo que he averiguado.
¿Crees que fliparan mucho cuando me vean en la playa y no en la montaña?
El día de la graduación aun se veía como algo lejano, el fin de su etapa estudiantil, tal vez el momento en el que los demás empezarían a madurar... ¿Ella? Posiblemente seguiría igual, porque cuando Vanessa le hablaba de birretes, ella se la imaginaba con él puesto, y nada más. Tal vez una corbata. Por el camino fue respondiendo a Kelly, dándole las gracias y diciéndole que estaba deseando verla allí, lo cual era verdad, de aquí a un tiempo la chica había mejorado mucho su imagen.
Al llegar a su casa fue hasta su dormitorio para dejar la ropa que había comprado, la mochila con los aparatos electrónicos del centro comercial, la pelota fosforescente y todo lo demás. Su amiga Vanessa podía seguirla, irse a esperarla en la sala multiusos de Candy o moverse como quisiera por aquella casa, ya había confianza de más y la chica era muy echada para delante, a diferencia de Holly o Al, que todavía tenían como cierto reparo por si estaba su parásito biológico por allí.
Si no se había tomado la libertad de ir a la nevera ella misma, le ofrecería algo de beber, incluso de picar, si tenía por allí dulces, golosinas de sobra de la mañana o cualquier otra cosa. La idea era acabar juntas en el sofá cheslong de su sala-para-todo donde poder contarle con calma lo sucedido la tarde noche anterior.
Cuando pasó por el dormitorio había aprovechado para ponerse más cómoda, al igual que la noche pasada con Al y otras tantas antes, así iba escasa de prendas; las bragas y un top que marcaba su pecho sin sostén- Anoche ya te dije por teléfono, fui al centro comercial con Holly y allí nos encontramos con Al y Roland, igual viste mi instagram. Pues tienes que ver esto... -fue a por el portátil y por algo de la hierba que guardaba en casa antes de dejarse caer junto a su amiga. Le buscó las grabaciones y cuando las empezó a reproducir dejó la laptop sobre los muslos de ella mientras la pelirroja se ponía a liarse la maría. Vistas desde fuera tampoco daban una imagen tan diferente a la de otras veces, cuando decidían ver una peli juntas, aunque en aquella ocasión iba de terror.
- Ese es el que grabé con la cámara del móvil, y esos de las de seguridad de allí -sonrió negando y elevando ligeramente la vista en un “mejor no hagas preguntas”- Va en serio, allí había algo, Al dice que eran seres del vacío, y no tiene nada que ver con esto -dijo meneando el porro antes de encendérselo- Igual que esos chicos del almacén, o porque hubo todo ese caos y luego todos lo olvidaron -y aunque Candy sabía de tecnología y podría manipular así un vídeo, el esfuerzo y tiempo que requeriría distorsionar tantos... sería una broma excesivamente elaborada para el resultado que iba a obtener- Y vas a alucinar, vi a mi madre, se nos apareció en plan fantasma del fotomatón, le puedes preguntar a Roland, estaba allí conmigo -metió una buena calada y luego se lo pasó a ella, aprovechó también para mostrarle el mensaje de Kelly, para demostrarle que había más gente, y eso del “tecnochamán”, y que en definitiva, había demasiada gente involucrada para ser una broma aquello- Se que todo esto suena muy sobrenatural pero, literalmente, lo es, y estoy acojonada.
La invitada conocía la casa a la perfección y no tenia reparos en asaltar la nevera. Al fin y al cabo quien pagaba todo era la difunta madre de Candy, no el madurito mujeriego que vagaba por allí y al que la atleta no tenía respeto ni temor alguno. Cuando Candy volvió más cómoda y provocadora, la chica había preparado un plato con rebanadas de queso, tomate y una mezcla rápida de aceite vinagre y algunas especias cuyas proporciones jamas revelaría. La esperaba en el sofá con una sonrisa y le lanzó una mirada descarada de arriba a abajo.
La chica levanto una ceja conforme la sucesión de los acontecimientos llegaba a su mente. Quizá uno solo habría sido creíble, pero todos juntos... Miró una vez más la pantalla, en efecto se veía que había algo distorsionado, pero ¿el qué?
-Pero igual bebisteis algo más fuerte de lo normal... o algún cabrón os echó algo en la bebida. Se pueden tener alucinaciones compartidas. Igual es todo una broma de mal gusto. Piénsalo. En una noche fantasmas, roqueros de los ochenta en el sótano, cosas negras de otra dimensión volando por el super. Y solo unos pocos lo recordáis. ¿Tienes los videos anteriores? Quizá el imbécil que os drogó modificó los vídeos donde sabia que visteis algo pero olvidó borrarse a si mismo echándoos algo en el vaso. Yo creo que viste todo lo que viste... Pero no puedo simplemente creerlo así sin más. ¡Es una locura!
-Pero no te preocupes.- La abrazó con dulzura. -Yo te protejo de todo lo sobrenatural. Hasta que encuentre a quien te ha hecho esta broma y le parta los morros.
Su crush amiga intentaba darle una explicación con sentido y la pelirroja ya la habría interrumpido unas cuantas veces de no ser ella, a medias por respeto y porque le encantaba tenerla cerca y observarla mientras hacía cualquier cosa, aunque sólo fuera abrazarla así mientras le soltaba a la cara lo loca que sonaba- Sin mi ni se te ocurra meterte en líos -no quería verla buscando un culpable donde no lo había, o peor, envuelta en todo aquel rollo sobrenatural- Los únicos morros que a ti tienen que preocuparte son estos -le devolvió el abrazo, dulce, pero más sinuosa, buscando sus labios.
Apagó el porro tras unas últimas caladas y se unió a Vanessa comiendo de esa especie de ensalada que había preparado- Se que es dificil de creer pero no fue una broma, ya he tenido unos cuantos viajes y se cuando tengo uno, y sólo bebí un granizado. De verdad que he pensado todo eso, anoche me quedé hasta las tantas viendo los videos -incluso por si encontraba al causante, pero sólo averiguó que el melonazo del chico de seguridad pudo no ser accidental- Además soy yo quien te lo está contando. Nunca te mentiría con algo tan serio, ni voy a fingir otra cosa para no parecer que estoy hablando de locuras. Contigo no. Entiendo que dudes, pero necesito que una parte de ti me crea, aunque te diga que tiene que ver con fantasmas -quería zanjar aquel tema con seriedad aunque aguantarse las ganas de ir más lejos con ella le estaba costando, por más que no dejaba de mirarla fascinada y ya había empezado a acariciar su piel bajo el top y no tardaría en quitárselo.
La joven trato de no preocuparse por su amiga o,al menos, no transmitirlo. Era posible que ella misma se diese cuenta de que todo había sido una mala pasada de su mente. Simplemente lo tenía todo muy fresco. Ella también había tenido momentos en los que estaba convencida de algo que más tarde había comprendido erróneo. Al contrario de lo que muchos esperaban de Candy, Vanessa sabia que era una chica cabal y con los pies en la tierra. A su manera.
-Muy bien. ¿Que te parece si lo dejamos en el beneficio de la duda? no le damos muchas vueltas y dentro de unos días, cuando la experiencia esté un poco menos fresca, lo analizamos más a fondo. ¿Quién sabe? Quizá los fantasmas son reales. El mundo está muy loco.
La chica empujó a Candy para tumbarla en el sofá y se sentó sobre ella rozando con su pulgar los labios ajenos. -¿Los únicos? ¿Me estás pidiendo monogamia? En cosas negras del espacio exterior puedo llegar a creer,... pero en eso... lo siento.. no. No estoy preparada para adoptar a una pequeña niña china y preocuparme de poder llevarla en nuestro monovolumen negro a la academia de música a practicar con el violín. Una tiene que poner límites en algún sitio.
Si le hubiesen preguntado un día antes habría estado sin duda segura de que no querría que los fantasmas existiesen, pero aquello ya no tenía sentido planteárselo porque los había visto con sus propios ojos, hasta se había probado ropa, charlado y bailado con ellos, al menos los que no eran seres del vacío. La cuestión ahora era que hacer con aquella revelación, si como Vanessa decía, no darle más vueltas y dejar que el tiempo le hiciera olvidarlo, seguir con su vida, porque la lógica le decía que no volvería a suceder, que aquello había sido una anormalidad, lo sobrenatural volvería a ocultarse y las probabilidades de que volviera a pasarle a ella eran ínfimas, le tocaría a otra persona, fin de la historia. Aunque en el fondo, más allá de la razón, su intuición la mantenía inquieta, cautelosa.
Decidió darle tregua a Vanessa, ya se había desahogado un poco contándoselo y seguir con ello no llevaba a nada, si acaso a molestarla o preocuparla, así que tras el empujón y ver como se le echaba encima se dejó llevar por la conversación- ¿De veras? Tenía tantas esperanzas... Y me pillas en bragas -refiriéndose a que no tenía plan B, aunque literalmente lo estaba, o casi; de momento llevó una mano al bajo del top y lo fue arrastrando para ir dejando al descubierto su vientre, hasta alcanzar la linea del pecho, deteniéndose antes de llegar a mostrar las aureolas. A pesar de la provocación mantenía una mirada a un lado, fingiendo estar pensativa, distraida- ¿Quizá la hermana de Jesse? ¿O que tal Kelly? Porque entonces tendré que empezar a buscarme a otra que también me haga ir en serio con lo de la monogamia -todavía aparentando estar distraida, volvió a colar las manos bajo las prendas, esta vez las de ella, para recorrerla y provocarle algún leve cosquilleo con sus dedos sobre el vientre y el costado. Aquellas opciones estaba claro que eran en broma, sólo mencionaba a otras chicas morenas que le venían a la mente y le parecían monas. Si estuviese hablando en serio mencionaría a...- ¿O... Al? -en ese instante ya si que la miró, pendiente de su reacción, porque si había alguien aparte de Vanessa que podía hacerla plantearse algo más serio era él. Estaba varios escalones por debajo de la morena, pero si se cruzaban unos cuantos planetas... era un "tal vez" interesante. Sin embargo se sintió mal en cierta forma, maliciosa, al pensar que podría hacerla sentir celosa. Los celos no iban con ella, ni sentirlos ni provocarlos, sólo quería tensar un poco aquel momento siendo honesta, y ver que pasaba, porque la morena no era de las que se achantaban- Supongo que si estuviera tan loca como este mundo y diera el paso de estar sólo con una persona y con nadie más... -con Vanessa aún sentada sobre ella, arqueó la espalda provocadora, echándose los brazos hacia atras a ambos lados de la cabeza y habiendo dejado el top como una tentación, al límite de mostrar sus pechos- Pero si ya has decidido que dirías que no a esto...