Partida Rol por web

Hanns se lanza al ataque llevándose por delante a todo lo que se le interponga. Los talaveras no entienden nada cuando ven al caballo y a un eiseno poseido por los diablos abalanzarse encima de ellos. Tres caen al suelo, mientras un cuarto es alcanzado por el ataque de Hanns. Los otros tres se alejan asustados mientras el caballo del eiseno se encabrita y gira de un lado a otro, amenazante.

-Laufen kanalratten, laufen! Damned Soldaten ohne Mut!- Grita entre carcajadas el Eiseno.

No tuve muy claro qué estuve haciendo en el tiempo que tardó Hanns en espolear a su caballo y salir disparado hacia aquellos guardias, pero para cuando quise reaccionar ya estaba viendo como aquellos guardias salían corriendo en la dirección contraria a donde estaba nuestro compañero.

- La verdad es que algo de miedo sí que da.

Ahora con más calma hice que mi animal pinto fuera en la dirección en la que había ido él.

- Hay que ser bruto para asustar a tanta gente a la vez. Eso o muy feo...

Me estaba metiendo con él, pero porque la situación había sido bastante cómica y eso, que no tenía en qué carajo había estado pensando para no darme cuenta de nada.

Busco al que portaba la antorcha y si sigue en pie le disparo con mi pistola si ya ha caido me centro en proteger flancos y retaguardia de mis compañeros por si alguno de ellos trata de llevarse a alguno por delante en vez de huir.

El disparo de Fiora da en el blanco, aunque no es tan preciso como para matar al soldado, solo lo hiere y le hace botar la antorcha.

No obstante, a pesar del alocado ataque de Hanns y de las chanzas de Gabriela, esos no son cualquier cosa, sino soldados profesionales y se pueden recuperar rápido de la primera impresión. Los que han caido al suelo vuelven a ponerse de pie y los que se desperdigaron vuelven a enfrentarse a ustedes. Ya la sorpresa no está de si lado.

Uno de los soldados que se no cae saca la pistola que lleva al cinto y apunta al que les atacó en un principio, Hanss. Por lo visto era muy buen tirador, ya que alcanza al eiseno en el brazo, haciendo que de paso el caballo de éste se encabrite.

Era difícil mantenerse sólo observando la escena, así que cuando vi cómo aquel disparo impactaba directamente en el brazo de mi compañero negué con la cabeza.

- No sé si se esperaba otra cosa siendo tan temerario..

Yo era de las que prefería pillar por la espalda a sus adversarios, por mucho que fuera menos honorable, lo que verdaderamente me daba un poco igual, pero ahora mismo, lo mejor era evitar que el siguiente tiro le diera en la cabeza.

- Eisenos... siempre más tercos que una mula... - Eso lo dije murmurando para mí misma mientras sacaba el arma y disparaba, tratando de cubrirle.

De todas maneras tras mi intento empecé a buscar donde poder colarme para irme a la retaguardia de aquella gente. Quizás, perdiéndome por un balcón, tejado... seguro que había un hueco... 

Al ver la reacción de Gabriela, quien con su disparo había alcanzado al que logró darle a Hanns, el otro que se encontraba en pie hace uso de su arma.

El balazo cruzo el hobro de la chica castellana, saliendo por la parte de atrás. Era una herida bastante fea.

El eiseno desmonta rápidamente de su caballo y se abalanza al soldado que ha disparado a Gabriela.

-Eh tu! No te distraigas con el publico!- Grita con su espada siguiendo sus palabras de cerca y cortando carne con facilidad.

Los soldados responden al ataque más rápido de lo que esperaban, yo centro mis disparos en proteger el flanco y espada del alocado eiseno mientras me acerco a la posición de Gabriela para comprobar su estado