Partida Rol por web

... Parece que San Bruno no sabe nada...

Florian permanece oculto, quieto como una estatua, mirando con atención lo que ocurre al final del pasillo:

... Seguramente Hanns quiere volver a cambiar de bando...

Aunque los nervios empiezan a jugarle malas pasadas y el sudor se acumula en su frente, el cortesano, nada acostumbrado a ese tipo de situaciones, consigue mantener la calma pese a todo:

... Mejor será esperar a ver cómo termina esto... Por si acaso, mi pistola está preparada...

Me quedé totalmente sorprendida por el hecho de que supieran que era una mujer, aunque quizás me había perdido algo de lo que podía haber dicho Hanns o a saber, pero de todas formas, ahora mismo nosotros éramos más y jugábamos con esa ventaja.

- Antes de que puedas sacar el arma te habrán metido un tiro, que no creo que vaya a ser por falta de ganas el que no lo hagan y si se os ocurre gritar, os lo meterán también así que me parece que lo mejor es que no llamen mucho la atención. Quizás os apetezca visitar las celdas de dónde han salido ellos.. Estoy segura de que os resultarán muy cómodas..

Ya no había vuelta atrás ni ningún cambio posible.

- ¿ Los usamos para salir de aquí directamente? - Pregunté a mis compañeros, pues llevarnos rehenes siempre ayudaba, al menos, si uno era su jefe.

Me quedo mirando al eiseno mientras asiento a lo que dice Gabriela. Que nos saludara como mujeres deja atras el engaño así que su manera de actuar es la más correcta.

Encerramos a San Bruno pero el eiseno se viene con nosotros... quizá no le pase nada si nos lleva a  junta Rayen. Digo mientras espero a que los otros los apunten El y nosotros tenemos mucho de que hablar y el karma no puede quedar sin cerrar...

San Bruno se les queda mirando por un buen rato sin decir nada, con su cara de ave rapaz inexpresiva aunque en los ojos se adivina el desprecio que siente por todos ustedes. Después, sin demostrar ningun dejo de miedo en el timbre de su voz, les dice:

- ¿Realmente creen que porque me apuntan con esas armas me asustan? ¿Creen que les revelaré entre sollozos el lugar en el cual tengo oculta a esa perra india? Si quieren me pueden dejar encerrado y llevarse al señor Wilhelm y no obtendrán nada. Soy el único que sabe donde esta esa india. Si me matan, ella se va a morir de hambre y sed... y si quieren obligarme a hablar, pues en verdad van a tener que ser muy buenos para doblegarme.

San Bruno era arrogante y les desafiaba a que le mataran. La verdad es que al mirar a sus ojos podían saber que no le importaba morir.

Hanns se sitúa delante del Capitán San Bruno para protegerlo con su propio cuerpo.

A mi me parece mas bien un empate técnico ... si disparáis vuestra armas no las podréis cargar a tiempo antes de que la guardia se os eche encima.

Lo mejor, será que aprovechéis la situación y os larguéis. - Hanns no parecía muy preocupado por la posibilidad de que lo dispararan. Estaba bastante acostumbrado a la posibilidad.

Florian contemplaba la escena en silencio - Par Theus, no puedo permitir que estos rebeldes se salgan con la suya... Ahora que por fin habíamos encontrado un sitio más o menos civilizados, van y aparecen estos... Lo siento, señoritas, pero no me voy a quedar de brazos cruzados viendo como todo se va por la toilettes.