Comienzas a consumir todo lo que veías, notas por su aroma y sabor que eran manjares deliciosos, comestibles agradables a un paladar que estaba acostumbrado a comer pan podrido y ron; sobre la roca y en relucientes bandejas, habían patas de cerdo ahumado, filetes de jabalí frito, cerveza de arroz bien fría, leche de cabra, panes dulces y algunas mermeladas de los más variados sabores y colores, todo dispuesto para tu deleite.
- Somos guerreros que cayeron en la Guerra de la Isla de Fendorah, un lugar oculto de Karjian, y estamos aquí en busca de una segunda oportunidad para volver junto a nuestros seres queridos allá en Fendorah…nuestra guerra es conocida por esta tierra como la Guerra Secreta, ya ha durado unos siglos y al parecer no tiene fin inmediato, sin embargo el capitán Davy Jones, nos ha rescatado del juicio de Azrael para unirnos en unas tropas que deberían ser comandadas por un general apto para el cargo y me imagino que será usted -
Escuchas mientras comes con una velocidad poco acorde a tu peso y tamaño.
- Somos una fuerza implacable compuesta por varios clanes de samuráis, jinetes, brujos y ogros, nuestros números superan fácilmente la milésima de guerreros, pertenecemos actualmente a las tropas de Davy Jones y portamos su estandarte de guerra, la de Los Cráneos Olvidados…del Rey Atormentado no sabemos mucho señora, pero tratare de contactar con uno de los brujos líderes -
El guerrero cuyos ojos no se percibían, solo su boca repleta de una aguda serie de dientes peligrosos, se aleja y desaparece tras el linde de la entrada de la cueva, los otros dos comandantes, casi idénticos al que se había ausentado, se quedaron callados, sentados sobre sus propias rodillas, inmóviles cuan estatuas.
Tras unos minutos, el comandante y líder de todo aquel conjunto de hombres, vuelve con un extraño hombre, vestido con indumentarias oscuras y una máscara que imitaba a alguna especie de ave, con sus respectivas plumas rodeándole el cuello. Un cuervo iba en su hombro y se sostenía por un báculo rupestre sin casi trabajo o tallado encima, solo sus brazos eran visibles y estos indicaban que era aún joven o al menos, no superaba la treintena, eso en caso de ser humano.
- El Rey Atormentado no busca aliados mi señora… - su voz sonaba opaca debido a la máscara que llevaba encima - …ese ser es la encarnación de la corrupción, sus sirvientes se propagan con el tacto, como si de una plaga se trataran, los enemigos del rey Atormentado no mueren, se levantan y sirven a su señor, ir junto a él sería un suicidio colectivo mi señora y me temo que la compañía de brujos de los Cráneos Olvidados, no se prestara ante semejante empresa -
Su tono se tornó tajante, los demás comandantes lo observaron pero no dijeron nada, solo esperaron a tus palabras.
Hacía mucho teipo que no comía tan gustosamente, la verdad, había empezado mal la experiencia pero eso estaba mejorando con la comida.
Seguí comiendo mientras aquél tipo me explicaba sobre ellos, la Guerra Secreta, Fendorah, demasiadas cosas desconocidas, pero sonaban muy interesantes.
-Interesante vuestra historia, y ene efecto, yo soy esa general que esperabais. Pero ahora ve y busca a ese brujo.
Los siguientes minutos pasaron en silencio, tan solo el masticar y las flamas sonaban en la cueva, los dos comandantes y yo nos quedamos mirandonos fijamente sin decir palabra hasta que por la cueva volvió a asomar el otro comandante junto a un tipo bastante extraño, vestido de oscuro y con una máscara de algún pajarraco y rodeado de plumas, debía ser el brujo, además, un cuervo lo acompañaba y portaba un báculo.
Esperé a que terminase de hablar, sonaba tajante, indoblegable y tras unos segundo pensando que decir, terminé de comer, me limpié la boca, di un ultimo trago y me puse de pie, mirándolos.
-Está bien, acepto tus sabias palabras. Pero no estamos aquí para disfrutar de la nieve, nuestra misión es buscar fuertes aliados para enfrentar y derrotar a fuertes enemigos como lo pueden ser los dragones, los demonios o ese Rey Atormentado. Soy consciente de que usted tiene conocimientos de los que carezco, pero no es esa mi especialidad, así que díganme, ¿por donde sugieren empezar a buscar fuertes aliados? Tal vez podamos aprovechar el que estamos aquí en este continente para reclutar a alguien, pero solo conozco la ciudad de Fadarag, en la cual solo hay unos pocos enanos.
Suspiré y aguardé impaciente su respuesta.
El brujo se te acerca con esas contorsiones características de las personas muy afiliadas a las artes arcanas, como en un trance constante y en un baile desquiciado su cuervo suelta algunas plumas que son sostenidas por el hechicero, quien las esparce en el aire y te hace ver una visión.
- La oscuridad se cierne sobre este mundo, hay muchas criaturas poderosas que bañan la tierra de sangre, esto no es una guerra, es una competencia por ver quien trae más caos…una diosa sonriente…aliados y enemigos desconocidos, esta tierra helada no da nada más que muerte y hambre…en las arenas debemos ir, una batalla se acerca sobre esas tierras ardientes, un hombre poderoso se reirá de un líder, el oro no será necesario, la vida es lo importante…un muro, un ataque, cientos de muertos, unir fuerzas es lo único que queda…Het´jala…HET´JALA es nuestro destino, al Dajir debemos hablar y a la batalla debemos acudir -
El trance termina, la visión aunque confusa en su mayor parte, al final te deja claro tu destino, Het´jala, la tierra del Dajir y de la Legión, de los syroluthas y de los desiertos.
- Sus órdenes, mi general - fue todo lo que dijo el comandante principal, con su espada en mano y listo para acatar los mandatos que le fueran dados -
Aquel brujo, hechicero o lo que fuese, se acercó un poco y tras unos extraños movimientos y plumas de su cuervo, una extraña visión o alucinación apareció ante mi, en ella, claramente me hacía ver que debíamos ir hacia Het'jala, pero, ¿Sería verdad o era alguna especie de truco?
Bueno, no tenía a donde ir, o por donde empezar, así que no parecía que tuviese otra opción.
-Está bien-Respondí al comandante-¿Pero como se supone que iremos hasta allí? ¿Llamaremos a Davy para que nos lleve o ayude? Además, hay una cosa que quiero pediros, me gustan los tigres* esos que he visto ahí fuera, me gustaría aprender a montar en ellos, creo que me vería bien en uno. Así que adelante, esas tenemos un largo viaje por delante, ¡preparaos!
Creo que eran tigres no? Cuando pusiste las tropas que ahora no lo veo supongo lo has quitado.
Quiero que me enseñen a montar en ello y me den uno :3
En el navío cálido de Sirius, llegan a un puerto improvisado, donde varios barcos legendarios habían atracado, todos los piratas más temidos estaban ahí, el maloliente Barba Roja, la casi angélica Ma´ath, Zalazar gran enemigo de Sirius, quienes cruzaron miradas en un tenso momento que fue interrumpido por una espada que corto el aire que separaba a ambos capitanes.
- No es necesario hacerse el chulito ahora niños…vinimos a negociar y a ver que tiene para ofrecernos este tipo - dijo la capitana Meresankh, cuya belleza filosa y amenazante podía hacer temblar a más de uno -
- Yo solo quiero putas, y cientos de ellas - indicó Sinmar, con su típica sonrisa, mientras bajaba por una cuerda de su navío El Vagabundo -
- ¿Para qué niño...para tratar de vestir como ellas? - expresó Barba Roja mientras soltaba una sonora carcajada -
- Todos hemos venido sin saber para qué, es mejor que adoptemos una posición seria ante esta situación poco ortodoxa - las dulces palabras entonadas por Ma´ath calmaron un poco el ambiente, mientras se encaminaba con su bastón colgado en la espalda - esto no me gusta damas y caballeros, si Alharan se entera que estamos reuniéndonos con uno de los representantes de su viejo enemigo, nos dará caza a cada uno de nosotros… - mira hacia Noah - ¿y tu…que haces aquí? No eres de la compañía -
- Me temo que si señorita…soy un pirata y capitán como cada uno de ustedes, así que tengo el mismo derecho de saber que tiene por ofrecer este general -
- Veo que eres el enviado del Consejo…otra simple marioneta del Conclave…siento pena por ti muchacho - dijo Barba Roja mientras tomaba grandes bocanadas de ron -
Un jinete se acerca al puerto, iba montado en un tigre blanco de fauces peligrosas, portaba un estandarte con dos cráneos en el, de diseño con blanca textura y de lienzo un fondo castaño.
- El campamento esta al norte de aquí, lady Kyara los espera - dijo el Jinete controlando al tigre que observa a cada uno de los presentes, llevaba una extraña indumentaria, como una armadura de un soldado cuyo ejército nunca antes fue observado -
El jinete sirvió de guía hasta un gran campamento conformado por razas variopintas, habían humanos, orcos, brujos tapados con mascaras que difícilmente daban acceso a la información sobre que raza pertenecían y… ¿ogros? O al menos, eran seres gigantes, de unos seis metros cada uno, con verdaderos troncos por armas en casos aislados, en su mayoría, se encontraban rodeados de grandes fogatas.
Era un espectáculo curioso y espectacular, con orcos por soldados, quienes entrenaban de una manera disciplinada, sin otro ropaje más que unos taparrabos y con espadas de finos diseños en sus hojas las cuales terminaban un una leve curvatura.
Llegan hasta una cueva en lo alto de una colina de hielo, donde perfectamente se pudo oir la pregunta de una mujer:
- ¿Pero cómo se supone que iremos hasta allí? ¿Llamaremos a Davy para que nos lleve o ayude? -
El comandante observa a Kyara y cuando se dispone a hablar, ingresa un grupo maltrecho en la cueva, conformado por varios hombres y mujeres de razas y aspectos variopintos.
- Nosotros podemos llevarla mi lady…pero que tiene para ofrecer a una vieja compañía de piratas - hablo el célebre capitán Sirius, con su rostro de aspecto bífido y porte petulante - me presento, soy el Capitan Sirius, también conocido como “El Rojo -
- Pero el verdadero Barba Roja aquí soy yo - se adelanto el soez Barba Roja mientras se dirigía al banquete que estaba ahí servido -
En la cueva, había aparte de la muchacha, tres guerreros de extraño aspecto, con un sombrero de punta pero de base circular, que impedían ver sus rostros, cada uno de ellos, reposaba con las piernas cruzadas y con sus espadas sobre estas.
Miraron a los nuevos invitados y uno de ellos solo dijo:
- Somos los tres comandantes de lady Kyara y ella es nuestro general y emisario de Davy Jones -
- Soy la capitana Ma´ath, señora de los mares de Verelen - las presentaciones continuaron con las palabras de la elfa maga -
- Zalazar, capitán del Orgullo -
- Sinmar, señor pirata del Vagabundo -
- Y yo soy Meresankh, señora de los mares de Bant´omun´quenat -
- Todos aquí somos leyendas vivientes y cada uno cuenta con una flota personal, juntos formamos la flota más temida de todos los mares, con más de 25 navíos de guerra y con 6 buques únicos en su especie, equiparables con el Holandés Errante, el Naglfar o el Caleuche, pero cada uno de los presentes tememos lo que pueda usted ofrecernos, lo que pueda usted querer hacer con nosotros y a que facción apoyar…debe tener en cuenta que somos discípulos de Alharan y sabemos que el actualmente apoya al Consejo, a pesar de su eterna rivalidad…por lo que estamos aquí mayormente por curiosidad, puesto que más de uno sabemos que debemos apoyar a nuestro viejo capitán, así que la oímos… - finiquito Zalazar -
Estaba esperando una contestación, cuando un grupo de lo mas variopinto aparece desde la entrada de la cueva. Me giro hacia ellos, observando. "¿Y estos?"
El primero en hablar se ofrece a llevarnos, Sirius, nada extraño verlo por aquí, pues supuestamente estos son sus dominios.
Entones me doy cuenta de quien son realmente esta gente, pues Barba Roja, el que dicen es el más antiguo de los más conocidos piratas "Já, que siga soñando con ello...".
Me cruzo de brazos, sacando pecho, en pose de grandeza, pues había que dejar claro quién tenia el mando allí. Torcí la cabeza, esperando algo más que tuviesen que decir, pero entonces, uno de mis comandantes se adelantó, presentandome, más o menos debidamente, "Habrá que enseñarle un poco como tratarme aun..." pensé mientras lo miraba.
A continuación, el resto de capitanes allí presentes por lo visto, terminaron de presentarse, se ve que todo el resto era chusma que les cubría las espaldas, pues al fin y al cabo se habían metido de lleno en nuestro campamento.
Zalazar, haciendo honor a su apodo, con habladurías, se echó flores a lo que estos representaban, haciendo ver que habían venido aquí para verme y pedirme ayuda en esta guerra. "Qué tostón...no pueden encontrar al capitán y tienen que venir a mi.." Una mueca se dibujó en mis labios, pero luego, cerré los ojos y suspire para después abrirlos con una agradable sonrisa.
-Vaaaaaaaaaayaaaaa....-dejé salir mientras exhalaba el aire. "Y yo que quería quedarme observando como se mataban en las arenas...a menos que me ofrecieran algo, claro"-Así que venís todos vosotros hasta aquí....para...¿ofrecerme ayuda a cambio de algo?-Y con cara incrédula me llevé la mano a la cara.-Que gracioso...-Pero como siempre, reí y volví a sonreír, pasando mi mirada, de una forma entre traviesa y coqueta entre los capitanes.-No me creo eso, si venís aquí es por que los que necesitáis ayuda sois vosotros, la ayuda se busca.-Empecé a andar lentamente hacia Zalazar, deteniendome bastante cerca de el y colocando una mano sobre su pecho.-Venga...decidme, ¿Qué ofrecéis por la ayuda de Davy Jones y de Los Cráneos Olvidados?-Incliné la cabeza hacia abajo con humildad mientras lo miraba fijamente a los ojos y mordía mi labio inferior, deslizando mi mano poco a poco hacia arriba, pasando por su cuello hasta su nuca.
Voy por partes para que Noah diga algo si tiene que hacerlo y porque quiero esperar respuestas antes de seguir. :)
Motivo: INT+Labia
Tirada: 17d6
Resultado: 56
Motivo: INT+Labia
Tirada: 1d6
Resultado: 4(+17)=21
Motivo: CAR+Seducción
Tirada: 1d6
Resultado: 4(+14)=18
La primera me equivoqué.
INt+LAbia, para saber como hablar bien respecto a esto, y sacar buena negociación.
CAR+Seducción porque claramente, tiran más dos tetas que dos carretas, es decir, su arma mas fuerte es usar su atractivo para convencer, por eso los mira de esa forma y habla así, mostrandose coqueta y traviesa.
Todos se quedaron callados, casi impresionados, inclusive Barba Roja deja abierta la boca ante tus palabras, ninguno dijo nada hasta que se auscultó en el fondo el carraspear de una garganta, una ligera sonrisa y luego carcajadas, todos y cada uno de aquellos piratas comenzaron a reír a carcajadas, inclusive Sirius dejo soltar una leve mueca graciosa parecida a una sonrisa.
- ¿Tu…ayuda? - dijo Ma´ath mientras se recuperaba de la perdida de aire ocasionado por las constantes risotadas - niña...aunque ahora percibo que no eres humana, eres un vohnia intruso en el cuerpo de un ser viviente, un ser errático proveniente de un plano caótico que recibió un poder sin siquiera saber que debía hacer con susodicho poder…no querida, estas equivocándote…tu apenas eras el títere de Davy Jones, un mero puente entre sus guerreros y la tierra que solo puede pisar una vez cada 100 años…creo que no comprendes la magnitud de las cosas, veo que eres anciana de edad, pero en el fondo no eres más que una niña - finalizo la elfa -
-¿Acaso crees que somos simples piratas señorita? Todos y cada uno de nosotros tenemos flotas, navíos de guerra, hombres y mujeres dispuestos a morir por el oro y por el respeto a su capitán, tú has obtenido esta responsabilidad hace apenas un par de horas y ya te crees reina de Karjian…sin ningún sentido del compromiso hacia unos hombres que están ahí afuera, esperando aun a su verdadero líder…dime, solo por curiosidad… ¿Cuántos han llegado a presentar sus respetos o a ofrecerte ofrendas? Casi podría apostar y que me partan mil rayos… ¡Sinmar! Cien monedas de oro a que esta niña no recibió visita alguna - explayo Meresankh -
- Pero esta preciosa, imagino que alguno habrá venido para ver ese par de tetazas…acepto tu apuesta -
- Larguémonos de aquí señores…esto no nos conviene - dijo Barba Roja mientras tomaba la mayor cantidad de comida que podía en sus harapientos ropajes -
- Es tu decisión Noah…venir con nosotros o perder tu tiempo aquí - se dirigió Zalazar mientras seguía a sus camaradas quienes abandonaban la cueva entre risotadas y parodias de la vohnia -
Estar en medio de un nido de piratas sin dudas estaba siendo una experiencia mucho más ruidosa de lo que había esperado para una reunion supuestamente tan seria como aquella dónde se estaba discutiendo una alianza y cambios de bando que de llevarse a cabo seguramente cambiarían el equilibrio de poder en todo el mundo y dictarian el curso de la historia,sin mencionar la amenaza que parecía estar creciendo una vez más y era parte de la razón por la que habían terminado en aquel trozo de hielo olvidado por los dioses.
La embajadora del viejo fantasma para su sorpresa parecía más una golfa delos altos estratos que una emisaria y sus palabras tan desafortunadas no estaban ayudando a mejorar su imagen exactamente, aún así los señores piratas parecían estar de buen humor por lo que varios se retiraron entre carcajadas sin un solo apuñalamiento o trifulca lo cual era lo más increíble de todo aquello -no soy político pero voy a asumir que esa no era la reacción que esperaba-le dijo al capitán Noah viendo que aquello se estaba perfilando rápidamente para ser una colosal pérdida de tiempo.
Y las 10 piezas de 8 dónde están las 10 piezas de 8 :v
Estaba de más decir que los nervios y el miedo no le sentaba bien a un pirata, mucho menos a un capitán. Y sin embargo, ahí estaba esa tropa de vagos cobardes, muertos de miedo y fingiendo ser importantes. Cualquier pirata que se sintiera orgulloso de llamarse tal sabría que no hay tal cosa como un pirata importante. En la realidad, sin importar si tenían magia o una flota que ocupaba el mar entero, eran solo vagos que merodeaban los mares. Nada importante. Y por otra parte estaba la muchacha de pelo claro y vestimenta característica.
Era una buena forma de pasar el tiempo el mirarla, claro que sí. La pregunta era si sería una buena compañera en armas. Que había muchas mujeres que lo eran, pero también habían otras que no podía sostener siquiera una tijera para clavarla cuando era necesario. La dama en cuestión, era, cuando menos, arrogante. Molesta, burlesca, narcisista. Pero, y esto era muy importante, si había llegado ahí debía ser por algo más que por lo profundo de su garganta. No era un puesto que se cediera por un par de gracias. Fue por lo mismo que, la respuesta automática del resto de los piratas le pareció tan imprudente y estúpida que tuvo que contenerse de no golpearse la cara. Estaban dejando que el orgullo se llevara lo mejor de ellos, rechazando una alianza que podría ser épica.
Creo que voy a perder el tiempo un rato más – contestó a Zalazar, ignorando las burlas sobre la mujer. Miró a Gerard y negó con la cabeza – No lo creo, Lobo, no lo creo…
Por último, camina hacia ella, tomando una distancia mucho más personal, de conversación informal.
Capitán Noah – le ofrece la mano para estrecharla. No la insultaría saludándola como una señorita de alta cuna. Si ella se lo permite, se la estrecharía y luego sonreiría tranquilo. De no ser así, quitaría la mano tras un rato y alzaría una ceja. – No creo que esté todo perdido. – fue directo al grano - Son unos idiotas orgullosos, pero tú también lo fuiste. Y con decirte esto sé que no ocupo todos mis encantos, preciosa. Solo intento decir que la culpa fue de ambos bandos. Pero creo que, con algo de esfuerzo, podemos convencerlos. Eso si aún te interesa unirte, claro… Siempre puedes ir conmigo, que te aseguro soy más sensato que esos imbéciles arrogantes que llamo colegas. Muy buenos piratas serán, pero sus habilidades sociales… - sonrió divertido, consciente de que él tampoco estaba dejando el mejor ejemplo – Lo siento. Por mi impertinencia y por la de ellos… Pero sabes que, si queremos acabar con lo que se nos viene encima, nos necesitamos mutuamente. Aunque Davy Jones y Alharan no sean mejores amigos, tendrán que aprender a trabajar juntos, tal cual como nosotros.
Sacó una moneda de su bolsillo y jugó con ella entre los dedos, conjurando su suerte mientras lo hacía.
Te dejo a ti la decisión, guapa. – dijo mirando el objeto brillante en sus manos – Ya hablaremos de recompensas y compensación – añadió, con una sonrisa coqueta pero inofensiva.
La reacción de aquella gente era de esperar, pero la verdad fueron demasaido lejos, cuando vi por donde iban a ir los tiros, me di media vuelta hacia donde mis comandantes estaban sentados, ignorando por completo sus palabras, las cuales no me habían interesado desde un principio, y no me iban a interesar ahora. "¿Perros de Alharan?" No los necesitaba. Me incliné a mi comandante más hablador para susurrarle un par de cosas y luego volví a girarme hacia la escoria hasta que les dio por largarse.
-Gracias por la visita-Dije irónicamente tras un bostezo.-La próxima vez avisad y preparo una merienda.-Sonreí divertida, hasta que me fijé en que había cierta figura que no se movió del sitio. Empezó a acercarse a mi, extendiéndome la mano para que se la estrechase, cosa que no tenía muchas ganas. Pero no lo reconocía, ni por su cara ni por su nombre. Me llevé las manos a la cintura, cambiando el peso de pie y enarcando una cceja, esperando que continuase con lo que quería decir.
"¿Idiotas orgullosos, culpa de ambos bandos, imbéciles arrogantes?"
Siempre puedes ir conmigo, que te aseguro soy más sensato que esos imbéciles arrogantes que llamo colegas.
-Somos piratas, no esperaba una charla encantadora. Y mucho menos con esos perros de Alharan.¿Y tu?*
Cuando terminó de hablar, por fin dejando ver sus mismas intenciones suspiré.
-No, no pienso trabajar junto a esos. Pero dado que tu no eres uno de ellos, dejaré a un lado vuestra alianza y aceptaré tu oferta-Le devolví la sonrisa, con mirada incluida.-Pero solo será contigo. Y con los términos que has ofrecido.
Miré a mis comandantes y les hice una señal con la mano para que dejaran el asunto que les había susurrado estar.
-Bien, pongamos rumbo a las arenas.
*Obviaré que la respuesta es no.
El susurro era la orden de acabar con ellos en el momento que abandonasen la cueva, pues están ellos y fuera tengo un ejercito, pero como dijiste que no..pues lo soluciono así...
Humanos-dijo Gerald simplemente mientras se encogia de hombros -diría que siempre me asombra lo orgullosos que podeis ser para ser criaturas de vidas tan efímeras pero supongo que nosotros tuvimos parte de la culpa-dijo el simplemente con otro gesto que quería decir "así están las cosas"-de todos ellos habría esperado algo más de paciencia proveniendo de Ma'ath pero supongo que el agua salada se le ha subido a la cabeza-continuo mientras daba una última mirada al desierto salón sorprendido de que la muchacha todavía estuviera montada sobre su arrogancia luego del desastre que había causado con los otros señores piratas, si algo admiraba de Noah era su aparente amor por las causas pérdidas pero en aquel caso parecía que ni siquiera el sería capaz de transformar aquello en una victoria sacada del sombrero -lo siento mucho señorita pero el tiempo dónde podían darse el lujo de despreciar ayuda por vuestro orgullo ha pasado hace mucho,la amenaza a la cual os enfrentais no es una que pueda vencer un solo pirata sin importar quien sea,así que os sugiero que os trageis vuestras palabras y comenzeis a pensar en cómo vais a convencer a esos sujetos de unir fuerzas con vuestro jefe,o en su defecto como decirle a Jones que deje atrás sus riñas de niños y ayude al consejo-finalizó mientras miraba al capitán con una expresión que decía "las cosas en las que te metés por una cara bonita "
Gerald is not amused :p