Partida Rol por web

Las fuerzas me flaqueaban y notaba el viento dando me justo en las tripas ya que se encontraban casi fuera de mi cuerpo, estaba detrás de la joven la cual por lo visto aún no se había percatado de mí y las voces continuaban en mi cabeza: "Matanza..., Sangre..." así que alcé mi cuchillo como acción prácticamente involuntaria y cuando estaba a punto de asestar el golpe de gracia escuché unas palabras de Noah con las cuales sin siquiera pensarlo me detuve unos segundos y las ideas invadieron mi cabeza, dejando de lado mi sed de sangre y por lo visto mi cuerpo y mi mente ya no deseaban tanta violencia y mis ojos volvieron a su forma y colores normales, parece que ya podía razonar y decidí, como había hecho pocas veces en mi vida, tragarme mi orgullo y bajar el cuchillo ensangrentado hasta que cayese al suelo y abrir mis brazos hacia los lados mientras desvelé la posición de mi persona saliendo de entre las sombras y dije:

-Muy bien..., tu ganas Noah, me considero vencido... -Y adelante mis brazos hacia adelante y me puse de rodillas en el suelo cabizbajo más que nada para no sobre esforzarme y morir allí mismo  -Soy tu merecido prisionero. 

Para su sorpresa una vez hubieron puesto en evidencia la posicion de crat este se rindio sin rechistar soltando el cuchillo que habia agarrado mientras hacia su mejor esfuerzo por mantenerse conciente y no desangrarse hasta morir mientras el antiguo compañero del capitan corria a buscar un sanador, si bien Gerald habia bajado la ballesta para demostrar que ya no iba a atacarlo aun la conservaba firmemente tensada en sus manos como una medida de seguridad-al parecer lo unico que necesitaba era pelear un poco para que se le bajara la sangre de la cabeza-dijo mientras miraba sorprendido a crat por aquel cambio de actitud al tiempo que alternaba su mirada entre el y zu-tol para asegurarse que el oso no intentara terminar la faena en algun descuido de ellos.

El capitán ordena la separación de aquellos quienes se estaban enfrentando a muerte en pleno muelle, a plena luz del día, frente a cientos de personas  que los observaban, entre ellos la tripulación recién contratada, quienes miraban con recelo todo el espectáculo.

Naheni yacía en el suelo, en medio de un pequeño charco de sangre, Zu´tol rápidamente se acerca a ella y a pesar de los esfuerzos de varios hombres, ni uno logro quitarlo de su posición.

La agarra con ambos brazos, gruesos como troncos y la lleva con ambas patas traseras hacia el pueblo, caminando muy torpemente.

El oso gira y mira al capitán.

- Ese arco es una reliquia antigua, vale más que todo tu barco…considéralo una paga por nuestra libertad, si tu o alguno de tus hombres se acerca a mi o a mi hermana, juro que no seré tan amable como lo fui con ese asesino - señala a Crat, mientras  dejaba de entonar palabras con la tonalidad de su voz áspera y gutural -

Más de uno se sorprende por la capacidad de expresarse en la lengua común del sakhtrul, quien sin más palabras, se pierde entre los edificios y la gente de Ta´klab.

- ¿Ordenes capitán? - dijo uno de los tripulantes que había tratado de separar al oso de su hermana -

Mientras que en el suelo descansaba brillante el aparentemente poderoso arco.

Bastante perplejo por la sorprendente e inesperada capacidad comunicativa del oso, Noah se limitó a alzar una ceja y dejarlo marchar. Atribuiría la estupidez de aquellas amenazas a la rabia contenida por lo sucedido con su hermana y el dolor de ver a un ser querido en ese estado, una explicación razonable para hablar así en aquellas circunstancias. En un gesto de compasión sin anunciar, el pirata lo vio irse sin respuesta o represalia de su parte, esperando sinceramente lo mejor para ellos.

Se agachó y tomó el arco, en justo pago de la libertad de Naheni y su hermano. La maniobra había resultado perfectamente.

Que algún médico se encargue del asesino antes que muera desangrado. Prepárense para partir. Levantamos ancla en cuanto lo hayan vendado. 

Miró al Lobo, aún en guardia. 

Ven, quiero hablar contigo - dice, para luego ir hacia su despacho.

Para su sorpresa una vez hubo neutralizado a crat el oso se regreso sobre sus pasos llevandose a la herida natani mientras arrojaba su arco a los pies del capitan. Un oso parlante al parecer suponia que era algo de esperarse del compañero animal de una elfa, mientras el capitan repartia sus ordenes Gerald no podia evitar estudiar el arco que sostenia en sus manos,los arcos elficos eran conocidos por la prescicion y potencia que podian desarollar y aquel en particular podria contener alguna capacidad magica de la que no estuveran al corriente por lo que si la situacion lo permitia tendrian que llevarlo a algun mago que pudiera decirles si aquello era mas que un simple arco.

La voz del capitan finalmente lo saco de sus cavilaciones y mientras guardaba su ballesta lo acompaño hacia su despacho-de que necesita hablar capitan-dijo mientras caminaban sobre la plancha hacia el barco.

Mantuvo el silencio hasta que entraron y cerró la puerta. No importaba las circunstancias, nunca había apreciado demasiado a los espías (ni voluntarios ni involuntarios). Tranquilo, se sienta en una silla e invita al Lobo a sentarse en otra con un cordial gesto de la mano.

Seré sincero, como siempre - parte por decir, sonriendo - y te mostraré mis cartas. Hoy, aquí, no soy nadie. - continuo con sinceridad, recordando aquella humildad necesaria para el cargo si no se quería perder la vida tan pronto como se había ganado el barco - Solo la cabeza que sostiene el sombrero y la mano que aguanta las monedas... pero ese podrías ser tú, sin demasiado esfuerzo. - reconoció - Lo que valoro de ti es que, quien sabe si lo ambicionas o no, eres leal primero. Y quiero premiarte. No por lo de hoy, pues creo que puedo ver más allá de eventos puntuales, sino por lo que serás. Quiero que elijas que hacer en este barco, independiente del puesto que yo te había designado. 

Se levanta y paseandose, mira los anillos en su mano, cerrando el puño.

Un hombre inteligente, fuerte y leal no se encuentra en todas partes, así que como podrás imaginar, no solo te QUIERO aquí, sino también te NECESITO. - remarcó mirándolo a los ojos y deteniendo su paso - Ahora bien, quiero lo mismo para ti. Ya estás aquí porque quieres, pero eso no es suficiente. Quiero que obtengas algo de aquí que no podrías obtener de otro lugar. Y a un buen hombre como tu, quien podría ser un formidable aliado, no me parece bien hacerle un encerrón para dejarme como su única opción. Te debo más que eso, es solo justo. Entonces dime, ¿Que te haría necesitarme?

Luego del tiempo que había pasado en el barco del capitán noah había llegado a esperar casi cualquier cosa de él pero incluso así no pudo evitar la expresión de sorpesa cuando le soltó aquel discurso-me conmueve que tenga tan alta opinión de mi capitán -dijo con una sonrisa sarcástica mientras la sorpresa aún bailaba en sus ojos por un segundo más antes de desvanecerse-me gustaría poder tranquilizarlo y decirle que hay un precio que puede pagar para que yo lo acompañe pero me temo que no es así-dijo mientras soltaba un suspiro y ponía sus manos en los apoyabrazos-como bien sabe soy un hombre sin memoria ni hogar,en tanto sus velas sigan zarpando hacia nuevos horizontes y yo siga sin tener respuestas aquí estaré hasta que encuentre lo que estoy buscando-dijo con un tono neutral no como alguien que promete o jura si no simplemente afirmando lo que era verdad-además una aventura como verlo a usted intentando unir a todos los capitanes piratas,no creo que vuelva a ver algo así en toda mi vida-dijo mientras volvía a sonreír está vez con algo que tal vez era diversión.

En medio de la reunión, uno de los médicos de la tripulación ingresa fugazmente, interrumpiendo toda conversación solo para exclamar:

- ¡Capitán, el asesino… - traga saliva, respira una gran bocanada de aire y continua - …el asesino…se ha escapado! -

Era algo imposible de creer, con semejante herida y contra todo pronóstico, el hombre logro huir a pesar de tus esfuerzos para que no lo logre.

Los vientos hacían tambalear levemente al navío, tu nuevo contramaestre ingresa y con la cabeza apenas visible dice:

- Capitán…estamos listos para partir -

Le sonríe al Lobo, quien había respondido exactamente lo que esperaba. No lo que él hubiese dicho, por supuesto. Le había ofrecido incluso el cargo de capitán y el había optado por mantenerse al servicio de él, sin siquiera cobrarle un mayor porcentaje de las ganancias por sus servicios. Pero era aquello lo que lo hacía un buen hombre. Sus objetivos estaban claros y no dependian del dinero o la fama.

Cuando iba a contestar, fueron interrumpidos por un médico anunciando algo que ya se veía venir, aunque estaba seguro de que había tomado medidas para prevenirlo.

Si serán idiotas... déjalo ir, que el barco parta ya. Traeme quienes lo custodiaban. - responde al médico y al contramaestre con hastío. - Con tu permiso, Lobo. Eres bienvenido de quedarte si quieres. - añade en tono mucho más amable al hombre a su lado.

Con las heridas que tiene no creo que pueda llegar muy lejos y menos aún aquí en el puerto, un hombre herido con algo de valor encima aquí tiene las mismas chances que una foca en medio de un grupo de tiburones -dijo suspirando con resignación al ver lo estúpido que era crat;por su libertad muy pronto perdería su vida y entonces quizás entendería el error que había cometido.

Una vez el capitán se retiró el se limitó a subir a la cubierta para observar al barco partir,en medio del tumulto de los últimos preparativos era fácil notar quienes eran marineros contratados y quienes prisioneros que jamás habían estado en un barco,sabía que un mendigo no podía ser exigente pero la perspectiva del trabajo que les esperaba para poder convertir a aquellas personas en marineros no era exactamente alentadora tampoco. 

- ¡Todos a bordo! - se oyó decir de uno de los tripulantes del Clipper -

Los vientos se mostraban favorables, el clima a pesar de ser uno bastante fresco, no impedía la buena navegación, se oía a los marineros correteando sobre la cubierta, atendiendo las ordenes básicas al zarpar, dictadas por el contramaestre.

En plena reunión, el oficial ingresa y con un porte regio solo dice:

- ¿Capitán, cual es el rumbo a tomar? -

Sabían que tenían una misión, la de tratar de dialogar con los grandes piratas de los mares karjianos, pero ¿Dónde empezar? Ese era el gran dilema, pero se te ocurre una idea, ir en busca del Rojo, mientras seguías la ruta del Vagabundo, de por ahí, quien sabe, contactabas con ambos en un solo viaje.

Tu oficial recibe sus órdenes y el a su vez las hace acatar al pie de la letra lo comunicado.

Tu camarote era una verdadera oficina, con su escritorio de caoba tallada y trabajada por los más diestros artesanos del Cónclave, ventanas que daban una vista perfecta en ambos lados, tanto a babor como a estribor; un armario del mismo material que tu escritorio y un vinero exclusivo, cargado con los líquidos tal vez no más finos, pero si bastantes exclusivos en comparación al ron amargo que servían de la bodega.

En el armario habían atuendos formales y elegantes, perfumes, talcos y maquillaje, el Cónclave tal vez no hacia buenos navíos, pero sabía cómo abarrotar de elementos que llenaban el libido básico de todo ser.

Frente a ti aún estaba El Lobo, quien observaba el lugar con su vista aguileña, admirando cada recoveco y analizando cada detalle.

El Clipper era veloz, se sentía en su andar, fácilmente estaban alcanzando los 18 nudos y eso que el viento no se encontraba en su cúspide de fuerza elemental.

Asintió resignado a El Lobo, justo a tiempo para ser interumpidos. Tendría que romper un par de dedos antes de que aprendieran a comportarse.

Al mar de Akerohype, vamos en busca de Sirius primero. - informó al oficial, buscando una alianza poderosa que no significara la mayor dificultad de todas, como probablemente sería lograr que "El Honrado" se uniera a él. Aquel golpeteo de pisadas en cubierta sonaba como melodía en sus oídos, anuncio de una pronta aventura y de miles de historias que algún día, cuando se retirara como su padre, contaría a su descendencia. 

Probablemente encontrarían al Sinmar en el camino, lo que les daría la ventaja de contar con un pirata que sabía vivir de la improvisación y crear leyendas a partir de la nada, acostumbrado a vivir sin rumbo ni destino. Además, aquello podría ayudarles a enseñar a su tripulación sobre estrategias y distintas formas de vida sobre el barco, quitándoles la marca de prisioneros de encima y transformándolos en marineros hechos y derechos. 

Se apoyo de espaldas a su escritorio, esperando a que todo se moviera, disfrutando de los sonidos que tanto lo cautivaban. Miró a su alrededor, El Lobo atento y analítico como siempre. 

¿Puedo ofrecerte una copa? - señala con el pulgar el vinero dispuesto para él. 

Los días sobre el navío fueron largos y monótonos, el viaje se había prolongado demasiado, los suministros comenzaron a escasear y la tripulación comenzó a sentirse incomoda con la misión de buscar a un pirata que nunca aparecía y más aún en las aguas gélidas que rodeaban un continente conformado completamente de hielo.

Mas, en el día número 22, una pequeña flota liderada por el inconfundible Fuego Escarlata, con su estructura de tamaño loable y sus vapores que lo rodeaban debido a la alta temperatura de su casco, fue vislumbrado en el horizonte.

Los piratas han sido y son bandidos de temer, pero aun entre ellos, existen protocolos que deben acatarse para mantener una relativa paz entre unos y otros capitanes, por lo que al ser tú el que debes ir a hablar con Sirius, tu bote salvavidas es alistado y encaminado hacia el otro navío, cuya temperatura era notoriamente distinta a los mares helados de Akerohype.

Sus tripulantes, a diferencia de los tuyos, no requerían de ropajes pesados para poder trabajar libremente en esas áreas tan peligrosamente heladas.

Sirius sale de su camarote, a paso confiado y con su gran espada en la espalda, sus ropajes eran impecables, su cutis estaba limpia de mugre típica acumulada por días, meses y años inclusive en alta mar, te percatas que hasta su tripulación presentaba esa pulcritud solo equiparable con los navíos más estrictos del Consejo.

El rostro de Sirius era serio, de pocos amigos, con el cejo fruncido  y con las manos entrelazadas tras su espalda, analizándote a ti y al Lobo que decidió acompañarte en esta charla.

- En que puedo ayudarte Noah - fue todo lo que dijo el Capitán del Fuego - 

A medida que el sol salía y se ponía, Noah podía sentir la cada vez más creciente inquietud de sus subordinados. Se preguntó quienes serían los primeros en ceder, si los ambiciosos piratas o los indisciplinados prisioneros que habían sido añadidos de una manera tan forzosa a su tripulación. Y mientras las aguas empezaban a tornarse cada vez más frías y despiadadas con los pobres incautos que caían a ellas, los ánimos se caldeaban cada vez más, provocando un par de escarmientos ejemplares y una que otra lección de sumisión de parte del Capitán.

Cuando por fin el vapor apareció ante los ojos del pirata mientras su estómago rugía, buscó de inmediato al Lobo, llevándolo a su lado en el bote con el que se acercaría a la imponente flota. Le parecía increíble que los hombres de aquel barco no necesitaran de enormes abrigos para protegerse del frío que congelaba, pero una vez hubo llegado a la cubierta entendió por que. Era como un pedazo de selva, húmedo y caluroso, y pronto sus ropajes empezaron a sentirse molestos, pegándose a su cuerpo. Incómodo, se quitó uno de los abrigos pesados que llevaba, y el segundo, el que usaba verano e invierno, se lo pasó a uno de los tripulantes de su barco que lo había acompañado. Así, en simple camisa, podía respirar un poco mejor. 

Observó con atención la irregular higiene del El Rojo, que claramente contrastaba con su propia peste. Aunque claro, el capitán con el que se encontraba podía tener una tina caliente todos los días si se le daba la jodida gana. Sonrió, extendiendo los brazos como quién saluda a un viejo amigo.

¡Sirius! ¡Tanto tiempo sin cruzarnos! - saludó de buen humor, ignorando la pregunta del capitán por unos segundos. Baja los brazos y lo mira, sonrisa intacta aún - ¿Prefieres que hablemos aquí o en tu despacho? Es hora de negocios.

El rostro de Sirius era petulante como de costumbre, casi no deseando tenerte en su presencia, pero sin embargo dijo:

- Sígueme por favor - mientras se explayaba, lanzo un ademan educado de invitación, indicándote el camino hasta la puerta de su camarote privado -

Una vez ahí adentro, pudiste notar que los lujos eran apenas la parte menos llamativa del conjunto de elementos que conformaban ese pedazo de habitación, siendo la mesa la más interesante, no por su forma ni tallado fino, sino por un mapa que llevaba encima, uno de forma circular, que indicaba la ubicación exacta del “Fuego Escarlata” y que se movía de acuerdo a la posición que iba adoptando, habían nubes con tormentas lejanas en dicho mapa y varios otros navios marcados por pequeños nombres que sobresalían de su figura, el “Caleuche” se encontraba inmóvil en el sur de Wroth: el “Holandés Errante” estaba llegando a los confines más lejanos entre Akerohype y Emok´hatosh, acercándose peligrosamente al Circulo de los Relampagos; también estaba enmarcado el navío de Zalazar, el “Orgullo” inmóvil en las costas de Akerohype, bastante cerca de la posición del “Fuego Escarlata”, trataste de observar un poco más, pero Sirius se coloca frente al mapa, impidiendo poder observar mas.

- Así que el intrépido capitán Noah ha logrado huir de las garras del Consejo y ahora trabaja para ellos…créeme, las noticias vuelan camarada y ya me imagino a que habrás venido…pero por favor, cuéntame, deléitame, sedúceme con las promesas que el Consejo está dispuesto a brindar a cambio de mi flota -

Sabía que no iba a ser una tarea fácil pero aún así una parte de él había abrigado la esperanza de que al menos encontrarían a uno de los capitanes antes de que estallara un motín,a medida que pasaban los días y se adentraban aún más en las frías aguas los suministros parecían desaparecer de manera alarmante dado que cada vez tenían que depender más de ellos siendo que aquellas heladas aguas apenas si tenían algo que ofrecerles más allá de una muerte horrible. Cuando finalmente encontraron el barco que buscaban el alivio fue casi palpable en la tripulación,algo se soltó de repente como si fuera una cuerda extremadamente tensa que se soltaba de un momento a otro;luego de días vagando entre vientos y nevadas el calor húmedo de aquel barco era prácticamente insoportable haciéndolos sentir como carne en una olla de vapor. Aún así intento mantener un rostro impasible mientras se quitaba los pesados ropajes quedando solo en su armadura típica sabiendo que si mostraban debilidad ante algo tan nimio como el calor del barco aquella tripulación los despedazaria en un instante, mientras estaban en los aposentos del capitán no pudo evitar notar el plano que parecía mostrar la ubicación de todos los demás barcos,ahora tenía sentido del porque empezar con aquel capitán de todos.

Noah se acerca atrevidamente al escritorio donde se encontraba el mapa, examinando con detalle cada navío visible.

La “Puta Escarlata” no estaba muy lejos de ahí, la “Hija de Gaia” se dirigía hacia esos mares también, inclusive el “Vagabundo”.

- Si mi buen Noah, la vieja Compañía de Alharan se está reuniendo, los grandes piratas de Karjian se reunirán en Akerohype, por mandato de Davy Jones…el viejo capitán lupino ha sido resucitado y hay una especie de General de Davy Jones que se ha asentado en el continente congelado…todos hemos decidido ir para allá, a ver de qué va todo esto…el General no pertenece a facción alguna, pero me supongo que tanto tu como él nos pueden ofrecer algo para unirnos al Consejo a la facción de Davy Jones -

- El Consejo ha accedido a negociar con todos nosotros, el mundo se está yendo a la mierda mientras estamos hablando en este camarote querido camarada…no me ha tocado cruzarme con dragón alguno, gracias a los dioses, pero comentan que la cosa esta fea allá afuera -

- Es decir, vienes con confabulaciones sobre lo que posiblemente esté o no esté pasando más allá de estos mares y deseas que me una a tu causa -

- Exactamente -

- Veo que de negociaciones poco sabes aun Noah, llevo en esto desde mucho antes que tu nadaras en los huevos de tu padre…los piratas no somos mercenarios, nos interesa el oro, pero el honor nos importa una mierda y menos que eso -

- Pero hay algo más… -

- No tengo tu tiempo… -

- Ya lo sé, tal vez nadar mucho tiempo en los huevos de mi padre no me ayudaron a captar la esencia del tiempo de una persona ocupada como tu…pero dime Sirius…toda la antigua compañía de un viejo capitán esta reuniéndose para negociar la posible fusión bajo el mandato de un general que bien podría estar ayudando a los mismos dragones…si mal no recuerdo, Alharan era enemigo del Consejo, pero ahora se les unió para evitar la destrucción de Karjian, es decir…ha pensado las cosas un poco más que tu…sabe que tiene que vivir hoy y luchar mañana, así que dime…que pensara el viejo capitán lupino, el semidios, uno de los tres demonios marítimos, cuando se entere que los de la misma compañía, sus adeptos, sus discípulos, le dieron la espalda en la lucha contra los dragones, para seguir bajo el comando de una persona desconocida, un enviado de Davy Jones, quien es nada más y nada menos, un enemigo de Alharan…¿crees que estarás aquí, sentado, viendo como se mueven los barcos sobre tu escritorio? No señor…estarás allá afuera, huyendo de un ser cuya filosofía se basa en matar, comer el corazón de su enemigo caído y recién ahí comenzar a preguntar… - la lengua de Noah sonaba afilada y tajante, con los ojos fijos en los de Sirius, quien analizaba cada palabra, sin inmutarse en interrumpir a Noah - vayamos juntos a ver a este disque general, a ver que tiene para ofrecernos y ver que puede decirnos, será divertido oírlo, total, es la mismísima competencia del Consejo, que por poco no están dispuestos a abrir las piernas de la Consejala para salvarse ellos mismos los pellejos -