Ante cada palabra dicha en el lenguaje común, una hembra de menor tamaño, hablaba bajo y con palabras guturales, traducía el contenido de tus frases al gran oso de la tribu, este te observa atento, te analiza sentando sobre un suelo purulento repleto de restos cadavéricos y desechos malolientes.
El gran oso, habla con rugidos y bramidos, cada nuevo sonido era más intimidante que el anterior y la osa te hablaba traduciéndote.
- El Patriarca dice que el mundo ha olvidado a los sakhtrul y que los sakhtrul han olvidado al mundo, pestes y cazadores han sido siempre la mayor amenaza de nuestro pueblo y nosotros apenas hemos podido mantenernos ocultos de ustedes, los principales cazadores…hoy y ahora, los cazadores por fin serán cazados y por fin recibirán el castigo que se merecen, se dan cuenta que ser presa no es fácil y comienzan a llorar pidiendo ayuda a quienes por generaciones han traído muerte y miedo…¿Por qué deberíamos ayudarlos a ustedes y no a los dragones? - dijo la osa haciendo énfasis a la última palabra -
Los demás guerreros, caminaba erguidos o en cuatro patas, haciendo una danza circular y amenazante, la cual se centraba en ustedes, los extraños de la tribu.
Por ese mes compartido con el elfo, podes seleccionar una leccion transmitida, la cual puede ser:
Solo podes escoger uno y solo tenes una tirada en caso de escoger alguno que conlleve una tirada.
*Si no tenes puntaje en Lenguas, es automaticamente 1, puesto que si o si sabes hablar el idioma comun.
¿El Patriarca necesita la ayuda de los conejos cuando sale a cazar? - respondió a la pregunta del patriarca sobre porque no deberían ayudar a los dragones. - De todas formas no puedo negar que tenéis razón. Los humanos han cazado a las razas más salvajes como si de animales se tratase. Mi tribu entera fue arrasada hace apenas dos lunas por unos cazadores. - dijo el joven antes de guardar un momento de silencio. - Pero ha llegado el momento de cambiar, de luchar juntos para construir un futuro en el que podamos vivir en paz sin la preocupación de que cualquiera puede matarte por tu piel. Un mundo en que todas las razas puedan convivir. Donde los Sakthrul salgan de sus escondites en los bosques y recuperen la gloria que tenían antaño. Porque si no acudís ahora en nuestra ayuda puede que en el futuro, cuando los dragones traigan la guerra a vuestras puertas, no quede nadie a quien podáis pedir ayuda.
Jo'kar hablaba mirando al jefe pero hacía movimientos con las manos envolviendo a todos los miembros de la aldea. Su mensaje no era para el Patriarca y cualquier hombre-oso que quisiese unirse a sus filas sería bien recibido.
La osa traduce cada palabra tuya, con ese conjunto de sonidos guturales y carrasposos, el patriarca, aun sentado, coloca sus brazos sobre sus rodillas, haciendo colgar sus garras filosas al aire y con un tono amenazante, habla nuevamente.
- No es la primera vez que al Patriarca piden ayuda y al Patriarca le han ofrecido una ciudad completa, medicinas y armas para sus guerreros…tu hombre gato… ¿Qué tienes para ofrecernos? - termino la osa -
Los guerreros roncaban excitados, preparados para destrozar cuanto obstáculo encuentren a su paso.
Akenathor se te acerca y te susurra:
- Recuerda que el Consejo no puede ofrecer una ciudad completa a un grupo de mercenarios como ellos, sin embargo, si no le damos una buena oferta, aquí mismo moriremos…ten cuidado con lo que digas… - calla, pareciera que una luz traza su mente y una idea le recorre la lengua, hasta que dice: - …Alharan está vivo -
La osa traduce eso, tan solo tres palabras, el Patriarca enloquece, lanza cuanta basura ve en el suelo y ruge alocado, dispuesto a matar, a demoler y a mutilar.
Ruge y la osa habla:
- El patriarca desea un duelo a muerte contra Alharan, si el Patriarca vive, nuestra gente se apoderara de los bienes de Alharan y ayudaremos a los dragones…si Alharan vive, Alharan será el dueño de los sakhtrul y será él quien decida qué hacer con nuestra gente…llévennos hasta Alharan y nuestra promesa será cumplida -
- Que así sea - dijo Akenathor -
Los guerreros bajaron la guardia, eran más de cien hombres oso visibles, todos y cada uno formaban maquinas de matar salvajes, hechos de músculos y pelaje, tremebundos y peligrosos, pero ahora, estaban enfocados en un nuevo objetivo, por lo que sus ojos ya no brillaban desprecio hacia ti, sino hacia un ser mas, uno cuyo paradero era imposible de asegurar.
- Debemos averiguar el paradero de Alharan, la última vez que lo vi fue en su tumba, muy cerca a Varag…son más de 1.500 kilómetros de aquí al norte…no nos queda de otra, debemos montar a Rotgran - decía el elfo mientras apresuraba el paso, agitándose cada vez más con cada palabra, hasta llegar a los bosques donde el caballo descansaba, a quien suelta y con unas palabras de bajo tonalidad, lo libera de su tarea -
Caminaron cada vez más hacia una colina cercana, dejando atrás a la tribu de los hombres oso y una vez ahí, Akenathor comenzó a hablar en el lenguaje dracónido que había aprendido de su compañero dragón, mas no obtuvo respuesta alguna.
Las palabras del felino habían conseguido que el oso se interesase y preguntase que iba a ofrecerle de recompensa. Jo'kar no tuvo tiempo de pensar o decir algo pues el elfo habló y ofreció algo que el oso no tardó en aceptar.
Jo'kar no tenía muy claro como iban a ofrecer aquello pero no dijo nada. El elfo se alejó hacia el dragón y Jo'kar, tras mirar alrededor, no tardó en seguirle. Debían buscar a un tal Alharan que estaba en una tumba a miles de kilometros. - ¿Quien es Alharan y como vamos a conseguir que acepte un duelo contra el jefe de la tribu? - preguntó el joven syrolutha susurrando al elfo.
El elfo aun trataba de comunicarse con Rotgran cuando comenzó a hablarte de manera apresurada.
- ¡Oh! mi buen Jo´kar, se nota que el mundo está cambiando de manera brusca…la paz de los últimos veinte años se ha finiquitado con la llegada de los dragones y ahora con Alharan por ahí, no sabemos que nos deparara…por suerte lo tenemos de nuestro lado y podemos conversar con él, el problema ahora mismo es saber dónde está… - dijo casi sin prestarte atención, cuando de pronto, la imponente figura de más de treinta metros de largor, con colmillos tan grandes y más afilados de las espadas más peligrosas, comienza a revolotear sobre sus cabezas, haciendo círculos en el cielo - Alharan mi buen amigo, es el rey de todos los Licántropos, el ultimo lupino de la historia quien lideraba una flotilla de navíos tan poderosos que hasta el Cónclave casi perdió contra él, se salvaron simplemente gracias a trucos muy bajos, Alharan era despiadado contra sus enemigos, pero suave de corazón, puesto que había criado a dos niños, dos orcos, Fragarot y Amur Darokha, antiguo general de las tropas del consejo y actualmente ocupa el cargo de nuevo consejero orco, el primero en mil años - Rotgran desciende con una gracia digna de una coreografía orquestada por un maestro de naturaleza divina, haciendo revolotear arbustos y hierbajos bajo sus poderosas alas, agacha la cabeza y permite a Akenathor montarlo y este a su vez, te extiende la mano para que subas -
El dragón te observa con esos ojos brillantes, de una fuerte tonalidad naranja y de contornos castaños, con un iris alargado, de puntas negras y centro rojizo, era como mirar directamente a los ojos de una muerte furiosa.
- Tranquilo Rotgran, solo esta vez te pido este favor, ya luego nunca más sucederá - el gran lagarto levanta la mirada, atendiendo las palabras del elfo y luego centra su vista hacia ti, dejando que subas también - es muy malhumorado, pero con el tiempo, te acostumbraras a su forma de ser - dijo sonriente Akenathor mientras comenzaron a elevarse hacia el infinito cielo de ocre y de estrellas brillantes - la Tumba de Alharan queda relativamente cerca - dijo con mucha dificultad el elfo, puesto que el viento gélido en su cara apenas permitía transmitir algún sonido proveniente de su garganta -
El viaje fue corto, de apenas dos horas, pero la incomodidad, el temor de observar hacia abajo, con un viento tan fuerte que en momentos te hacia tambalear y temer a la caída, pareciera que duro aún mucho más, bajan de la criatura, sientes como tus piernas tiemblan, no te responden correctamente y caes al bajar del lomo del dragón.
Akenathor te facilita su brazo y con una amplia sonrisa te dice:
- Créeme, he vivido más de mil años y a pesar de ser experto en algunas cosas, hasta ahora caigo de Rotgran -
Rotgran levanta el vuelo, mientras los deja a orillas de un profundo barranco de piedras filosas, la caída era fácilmente de unos 40 metros de altura, resbalar y dirigirse hacia ahí era simplemente el equivalente a la muerte.
Caminan un trecho hasta un bosque realmente oscuro, Akenathor te observa y notas que sus ojos de lechuza brillaban tenuemente en la oscuridad, ambos gozaban de la visión nocturna, él tal vez por magia, tú por naturaleza.
- Sígueme mi buen amigo, la entrada esta levemente oculta y hay una gran manada de licántropos en estos lares, quédate cerca mío y no nos atacaran - su bastón irradia una luz innecesaria para ambos, pero no era para iluminar el camino, simplemente era una muestra de poder, una señal de advertencia para las bestias y para los humanoides hostiles - necesito que me ayudes a buscar la entrada muchacho -
Vista + Rastreo + 1d6 contra dificultad 12 para encontrar la entrada.
Te recuerdo que podes aprender algo por haber compartido un mes con Akenathor, fijate en unos posts mas arriba, si tras este mensaje no elegis nada, voy a dar como que nunca le pediste que te enseñe algo jaja.
Cuanto más oía hablar Jo'kar de aquel tipo al que tenían que buscar menos ganas tenía de acercarse. Para empezar era un lupino, una criatura que él creía se habían extinguido hacía tiempo, además era el único capitán que había puesto en jaque al consejo y para terminar era el padre de quien había empezado todo aquella guerra. Si la situación fuese otra, Jo'kar pondría rumbo en la dirección contraria a la que estuviese ese tipo. Pero la situación no era otra.
Jo'kar hizo lo posible para aguantar la mirada del dragón sin pestañear porque sabía que si lo hacía acabaría corriendo de miedo. Con agilidad felina subió tras el elfo cuando este se lo indicó murmurando un comentario agradecido a Rotgar antes de sentar tras el elfo e imitar el agarre que había hecho él. La emoción de estar montado sobre un dragón dejó paso al miedo en cuestión de segundos. Los pocos segundos que les costó a Rotgar elevar el vuelo hasta una altura donde mirar abajo era demasiado arriesgado. Por si las moscas.
Jo'kar se agarró clavando sus garras entre las escamas del dragón muerto de miedo durante la subida. Tan solo una vez se atrevió a mirar abajo y lo que vio casi le hace perder el equilibrio. El viento le pegaba en la cara despeinando su pelaje y jugando con sus bigotes a su antojo haciendo realmente incómodo mantenerse erguido así que el syrolutha pegó su cara al lomo del dragón y cerró los ojos deseando que el viaje acabase lo antes posible.
Si la subida había sido mala, la bajada fue todavía peor. Más rápida sin duda pero mucho peor. Jo'kar tuvo todo el rato la sensación de que su intestinos y su estómago tenían la malsana intención de abandonar su cuerpo saliendo por su boca de forma ordenada. Cuando por fin tocaron tierra Jo'kar pudo respirar tranquilo por primera vez desde que había montado a lomos de Rotgar. Se levantó siguiendo los movimientos del elfo y bajó a tierra para darse cuenta de que sus piernas no le respondían y dar de bruces en el suelo de piedra.
Un momento después, Jo'kar estaba de pie gracias a la ayuda del elfo. - Creo que los syroluthar no estamos hechos para volar. - dijo el joven mientras recuperaba el ritmo cardiaco normal. Ambos continuaron su camino internándose en un bosque oscuro.
El elfo le informó de que había una gran manada de licantropos en aquel lugar y que tendría que ayudarle a buscar la entrada. Así que el felino se puso a la tarea mientras pensaba que por fin había algo que se le daba bien. No tardó en ver los caminos que la naturaleza había ido formando por las zonas donde los licantropos habían pasado más veces así que tocó el hombro del elfo y le señaló en silencio lo que había visto.
Después, y antes de comenzar a caminar hacia allí, el syrolutha cogió las hojas de algunas planta que había en la zona y las restregó por su piel mientras en su mente recordaba los entrenamientos con su padre. De repente y como por arte de magia, el olor del syrolutha quedó perfectamente oculto entre la marabunta de olores que desprendía el bosque. Caminando con cuidado de no hacer ruido, el syrolutha siguió de cerca al elfo en dirección a la entrada.
Motivo: Vista+rastreo+2d6
Tirada: 2d6
Dificultad: 12+
Resultado: 4(+8)=12 (Exito)
Motivo: Camuflar olor (Magia FEP + Int + 4d6)
Tirada: 4d6
Resultado: 15(+13)=28
Motivo: Sigilo(Destreza+sigilo+4d6)
Tirada: 4d6
Resultado: 14(+16)=30
Motivo: Sigilo(Destreza+sigilo+4d6)
Tirada: 4d6
Resultado: 22(+16)=38
La tirada de sigilo se ha repetido así que la que quieras elegir ^^
Sobre lo que tengo que aprender me quedó con el elfico, el draconico me tienta pero no puedo sacar la tirada.
Sobre las tiradas de este post me pides que tire: Vista + Rastrear +1d6 pero por tener rastrear 3 me corresponden 2d6 a sido error tuyo o es error mío el haber tirado así?