Notas que tus hechizos surtieron efecto de manera correcta por lo que tu concentración se enfocó en buscar la entrada a la tumba de aquel ser y tras un corto periodo de tiempo te topas con una extraña acumulación de rocas no muy lejos de donde te encontrabas.
Se lo notificas a Akenathor quien rápidamente se acerca a ellas y tras unas frases en un idioma bastante parecido al draconiano, las rocas levitan dando acceso a unas escaleras que descendían hacia una zona oscura y accidentada de paredes rocosas y suelo repleto de canopes funerarios.
- Lo vi hace casi quince días aquí, me imaginaba que ya no estaría, pero busco alguna pista de su paradero…o en todo caso, algo como eso… - señala hacia la nada y luego dice - …muéstrate sombra, necesito información de tu amo -
De la oscuridad, se materializo una sombra amorfa, de contornos indefinidos y de ojos blancos y estáticos.
La criatura hace un ademan digno de los mayordomos más educados y luego responde:
- Salutaciones señor Akenathor Leröiner y señor Jo´kar Zarpamullida, este humilde siervo ha llegado solo para informarles que Alharan se encuentra camino al Caleuche, para restaurar ese navío y retomar los tesoros que en él reposan -
- Interesante - fue todo lo que dejo escapar Akenathor quien te mira y con una sonrisa te dice - es hora de otro viaje en dragón - se voltea a la criatura y le agradece la información, una vez hecho eso, la sombra vuelve a fusionarse con la nada y el elfo te dice - no es correcto desgastarnos en viajes, ya sabemos la próxima parada del lupino y tenemos el tiempo a nuestro favor, salgamos a acampar por esta noche y comamos algo, tras los primeros rayos de sol, nos dirigiremos hacia el sur, muy cerca al Fortín Glon´kha, puesto que es ahí donde Alharan buscara su navío…aunque… - se queda pensativo mientras sale al exterior, para sentarse en una roca cercana - …como bien dije, el tiempo está a nuestro favor, tenemos fácilmente diez días antes de llegar junto a Alharan, por lo que podemos ir a Verelen, mi reino, puesto que en la escuela de magia, existe una tropa de magos que pueden ayudar de gran manera en esta guerra, pero me preocupa que son aún muy niños algunos, por lo que aún no me decido completamente… ¿Qué dices Jo´kar, qué harías tú en mi caso? -
Unas pocas palabras por parte del elfo bastaron para que la roca se hiciese a un lado dejando a la vista unas escaleras por las que ambos bajaron. A una orden del elfo, una sombra comenzó a responder a sus preguntas. Aquello era todo muy extraño. Jo'kar no podía dejar de preguntarse cuan ilimitado era el poder de ese elfo o porqué aquella sombra sabía su nombre.
Cuando ambos salieron de la cueva, el elfo propuso acampar y luego le dio a elegir. Jo'kar permaneció un momento pensando en silencio en todos esos campesinos o soldados novatos que se iban a ver arrastrados a la muerte por no estar suficientemente preparados y como parecía que Akenathor quería evitar eso para sus magos. Era una persona sabia y Jo'kar deseó que hubiese más generales o gente con soldados a su cargo que fuese capaz de tomar ese tipo de decisiones. - Podemos hacer el viaje a Celeren y allí seleccionar a los que mejor preparados creamos que están. No podría mandar a la guerra a alguien que no esté preparado. - le dijo el joven proponiendo su solución. - Aunque si vamos a ir a Celeren sería mejor tomar una comida ligera ahora y comenzar el viaje ya. Seguro que descansaremos más tranquilos en la ciudad que en este bosque. - opinó el joven syrolutha. - Además, quien sabe si en Celeren podré aprender algún truco yo tambien. - dijo sonriente.