Partida Rol por web

Pel recibió las palabras de Valtarn con una media sonrisa y un encogimiento de hombros. Era verdad que ahora dedicaba sus esfuerzos en otros asuntos de naturaleza arcana, pero había pasado media vida aprendiendo de la que consideraba la mejor exploradora que había conocido. Literalmente su vida había dependido de sus conocimientos y se había esforzado en ser verdaderamente bueno en lo esos aspectos. No conocía las habilidades de sus compañeros, pero si tuviera que apostar diría que al menos era tan bueno como ellos, puede que incluso mejor rastreando, seguramente. Pero el movimiento se demuestra andando, así que el arcano decidió que sería más apropiado demostrar sus habilidades dado el caso, que hablar de ellas.

— Gracias por las indicaciones, Valtarn. —  Comentó al líder de la Compañía del Trueno mientras cuando éste se retiraba. Las explicaciones del Enano habían sido las adecuadas, sin embargo o desconocía la naturaleza de lo que iban a buscar, o se hacía eco del secreto con el que el Dorith manejaba el asunto. No era mala idea después de todo, como ya se había comentado, el Enemigo tenía ojos y oídos en todas partes. Se acercó a Michani, si bien lo dijo para que cualquiera que lo oyera, por si otros más podían querer ayudar

— Quizás podrías acompañarme a ese almacén donde se almacenan los mapas. O cualquier otro interesado, lamentablemente no sé una palabra de Enano Antiguo y sí quisiera echar un vistazo a esos mapas. Tengo buenas nociones de geografía y un apoyo visual es siembre bienvenido. —

Miró al llamado Dainn de refilón. Estaba claro que el tipo tenía malas pulgas, así que irle con una petición era como querer coger un pedo en una botella, algo complicado. Si salía de él mismo, eso sería otra cuestión.

Luego llegó la "sugerencia" del hasta ahora convaleciente Arvin. Parecía que las ideas que tenía eran algo retorcidas, si bien Pel era un recién llegado a la Compañía, y no conocía de nada a aquel hombre de aspecto escurridizo.

— Errr.... ya sé que soy nuevo y todo eso, pero para bien o para mal Gror y sus guardias estarán con nosotros en la misión. Cuanto antes comprobemos de qué pasta están hechos y qué podemos esperar de ellos, mejor para todos será. No se trata de ganar o perder nada, se trata de salvar el pellejo, y ese es un asunto serio. —

Adam había estado callado y escuchando atentamente, solía ser lo mejor para aprender y no hacerse notar demasiado, incluso cuando Valtarn se marchó tan solo asintió. Pero cuando el llamado Alvin habló no pudo evitar la mirada adusta en su cara.

Dejame ver si te he entendido bien.
Lo que quieres decir es que nosotros, que al contrario de tí hemos prometido llevar a cabo está misión, atenetmos contra un miembro de la comitivia que va a realizarla. Y para más inri es el hijo de quién nos la ha encargado, un poderoso lider enano que es el que nos está dando cobijo y sustento. ¿Es eso?

Sus palabras eran un tanto despectivas y no lo ocultaba. La mujer llamada Keg también le había increpado de manera similar, y lejos de recular había acusado a los otros compañeros con los que ya había luchado de cobardes, entre otras cosas. Eso le gustó aún menos. No es que desconfiara de que lo que dijera no fuera cierto, y en verdad venía bien saberlo, pero la manera que había hablado no le había gustado lo más mínimo.

Osea que porque esos de los que hablan hayan cometido actos poco dignos ya es excusa para que lo que estás sugiriendo esté bien.
Te diré algo. Lo único que impide que te acuse ahora mismo a Valtarn, o al propio Gror, es solamente porque se supone que eres un compañero de la misión al igual que quien va a ser nuestro jefe. Que sea bueno o malo se verá, no lo conozco todavía y de ser cierto lidiaré con ello cuando sea necesario.
Pero te lo advierto, y te lo puedes tomar como una amenaza porque lo es, si cualquiera de nosotros, incluído Gror, estornuda siquiera, no digamos un dolor de barriga inusual o cualquier cosa parecida, contaré a todos lo que has dicho aquí y ahora. De hecho si alguno quiere ir a acusarte ahora lo acompañarécon gusto. Si eres capaz de ser así con gente que ya has combatido, qué serás capaz de hacer con la que acabas de conocer como nosotros.

Esperó por si alguien quería ir a hablar directamente con Valtarn, o algún otro dirigente enano de la fortaleza.

Dain fue el que respondió a la petición de Barich aunque de una manera un tanto peculiar. El montaraz no sabía si no se había explicado bien con lo que estaba pidiendo pero no tardó en entender que quizás fuese la mejor manera de aprender lo que necesitaba sobre estas tierras. -Así lo haré.- Acompañó sus palabras asintiendo con la cabeza. Decidió no responder a las dudas que expresó su compañero sobre su valía pues realmente se acababan de conocer y pudo ser testigo del carácter de los enanos. Después de todo, era una misión importante y no tenía sentido expresar con palabras lo que debía ser demostrado con hechos. 

Por otra parte, Valtarn continuó respondiendo a las cuestiones que se le había formulado. Con mayor o menor disposición, su comandante daba las instrucciones que creía pertinentes a quienes de las pedía. En cuanto hubo terminado con eso, les pasó a explicar la agenda que tendrían al día siguiente. Era su momento de demostrar que eran aptos para el trabajo que se les había encomendado y nada menos que contra curtidos guerreros de Roca de Durgis. Aunque partían con ventaja numérica, algo le decía a Barich que no sería fácil pero ello no haría flaquear su voluntad. 

Una vez Valtarn dio por finalizada la reunión y abandonado la sala, otra persona tomó la palabra. Y nada menos que para proponer cierto cambio en el liderazgo de la misión. Keg fue la primera en exasperarse por tal sugerencia mientras Girolamo resultó más diplomático a lo hora de expresar su negativa. Pero Arvin tenía muy bien medidas sus palabras, dejando entrever que no era el único capaz de tomar decisiones sumarias. -No conozco a Gror, pero no pienso formar parte de ninguna artimaña para sacarlo de la misión. Si mañana no demuestra se competente quienes tienen que tomar la decisión de pasar el liderazgo a otra persona recae en el Dorith o en nuestro comandante.- Dijo con un tono calmado pero con mirada seria. -Por mi parte, hice un juramento y pienso cumplirlo. Y, por favor, te pediría que no metas cizaña sin necesidad cuando nos piden actuar como un grupo cohesionado.- Respondió a los comentarios que Arvin dedicó a Wendell y Girolamo. Lo que aquella persona contó ciertamente sonaba duro y hasta cierto punto desalmado, pero ninguno de los allí presentes, salvo los mencionados en la historia, sabían lo que realmente ocurrió y cual era la situación que les obligó a tomar tan duras decisiones. Eran tiempos difíciles y muchas veces, por duro que resultase, valía más la pena vivir para luchar un día más. 

Wendell meneó la cabeza ante la ida de Arvin, no era la primera vez que el sarcosano demostraba su iniciativa en planes que no tenían ningún tipo de ética. Sin embargo, cuando decidió envolverlos a el y a Girolamo en su extraña historia de traiciones decidió que ya había escuchado suficiente. 

- Quizás, dado que has decidido no jurar debas quedarte aquí - le propuso malhumorado - Sobre todo si vas a plantear algo tan descabellado - Moviendo su cabeza de un lado a otro se encaró con el resto de los presentes, reacio a que las sórdidas palabras de Arvin pudieran ser tomadas como ciertas - Lo que esta mala persona no está contando es que Hamil, ese que según el dejamos abandonado, no debía estar con nosotros. No tenía ni la experiencia ni la formación para enfrentar lo que tuvimos que enfrentar. Y por eso le pedimos más de una vez que no nos acompañara. Incluso cuando pese a nuestra oposición se agregó al grupo sin permiso, le propusimos que escoltara a un pequeño que rescatamos de unos caídos de nuevo hacia su pueblo. Pero decidió no hacerlo. Y le aclaramos, más de una vez, que si lo hacía no debía esperar que nos arriesgáramos por defender a quien no debía habérsenos unido - 

- Otro pequeño detalle que se olvido de contar es que sus propios compañeros, aquellos con los que viajaba antes de intentar unirse a nosotros eran sirvientes de la sombra y nos atacaron junto con una manada de orcos y un legado. Es posible que solo hubiera elegido malos compañeros de viaje, pero es difícil confiar en alguien así. No, no me arrepiento de sospechar de el -

Tras una pausa agregó - Así como también es difícil confiar en alguien que pretende herir por la espalda a quien debe ser nuestro jefe de misión. No. Creo que es mejor que ni siquiera intentes acompañarnos. Solo por que se que combates a la sombra no te acusaré en este momento por lo que acabas de hacer. Pero mejor búscate una excusa para permanecer aquí, o para irte, es tu decisión. En caso contrario seré yo mismo el que le explique a Valtarn lo que acabas de proponer. Y creo que hay suficiente testigos de tu palabras como para que creas que podrás evitar la acusación. Ya lo sabes. No eres bienvenido -

Las palabras de Arvin son el claro ejemplo de lo que nadie quiere escuchar. Sus argucias y supuesto plan para sacar a Gror del camino es probablemente la más efectiva forma de hacer que todo el mundo pierda la poca confianza que tienen sobre nosotros. Unos recién llegados que se unen a la Compañía del Trueno sin tener ninguna referencia y ahora quieren envenenar al heredero de la Roca de Durgis. Nada bueno.

Niego con la cabeza mientras otros discuten con Arvin y le respondo, a pesar de que no me ha interpelado a mí:

 - "Es muy distinto dejar atrás a alguien que sabía los riesgos y no puede continuar, para salvar a muchos inocentes que hacer algo para que alguien no pueda seguir. Lo primero es priorizar el deber, por cruel que sea, y lo segundo es traición."

Cuando conocimos a Arvin ya me parecía alguien torcido y sin honor, disfrazándose de Legado para tener libre paso. No escuché que jurase en la reunión, por lo que supongo que el tipo de lucha contra la Sombra que hacemos acá no es el tipo para el cual él existe. Su forma, porque me consta que odia a la Sombra, es probablemente más acorde con otro tipo de células de resistencia.

Pero no me molesto especialmente. En el tiempo que le conocemos, siempre dice o hace estupideces, pero al final igual aporta en la lucha, siguiendo a la mayoría. Solo espero que si no le gusta la forma de lucha que haremos acá, mejor decida irse por sí mismo.

Pel escuchaba las diferentes intervenciones de los compañeros de misión con respecto al asunto que había propuesto el tal Arvin. ¿Qué sabía Pel de ese hombre enjuto y de mirada avispada? Poco o nada, supuestamente enfermo, no había acudido a la reunión con el Dorith, y por ende no había jurado aceptación alguna de la misión. Misión a la que parecía haberse sumado, al menos en teoría, si teníamos en cuenta su asistencia a la reunión convocada por Valtarn. Su presencia no había sido cuestionada por el líder de la Compañía del Trueno al menos.

Algo se agitaba en la mente de Pel. Si acababas de formar un grupo con gente desconocida, con la idea de combatir a la Sombra, ¿qué mejor manera de medir la oscuridad en el interior de ellos que lanzando como cebo una proposición no demasiado honrosa? Las reacciones a la misma podían ser muy reveladoras, sobre todo viniendo de un supuesto reputado miembro de la Compañía. Qué duro debía ser para ese hombre mantener su fachada de facineroso, aún para sus propios compañeros de misión, que ya puede que ya no amigos debido a las acciones que debía tomar, y las palabras que debía decir, las cuales como en esta ocasión debían resultar hirientes para el resto. Pel no era muy bueno leyendo a la gente, y sin duda el tal Arvin tenía práctica en mantener una fachada de cara a los que le rodeaban, así que el arcano supuso que nunca saldría verdaderamente de dudas con respecto a el aparentemente taimado hombrecillo.

Lo que sí tenía era buen ojo para los detalles y descubrir cosas escondidas, así que se preguntó internamente si esta charla no estaría siendo vigilada por algún observador oculto, bien tras el mobiliario o algún pasadizo embebido en los muros. Dedicó unos momentos para explorar la sala en busca de algo que apuntara esa posibilidad, para luego comentar restando hierro al asunto.

— Bueno, ¿alguien que sepa Enano Antiguo se anima a venir a ver esos mapas de los que habló Valtarn? —

Al oir a Arvin niego con la cabeza, con una ligera sonrisa mientra negaba con la cabeza. La verdad es que no me sorprendía en absoluto. Sus métodos siempre habían sido poco ortodoxos y nada éticos para mi gusto, aunque con esta última maniobra se había lucido. Sin embargo, no le iba a dar el gusto de responderle, no señor, y más viendo cómo habían reaccionado ante esa idea, ¿cómo decirla? sucia, rastrera y poco honorable.

Sin embargo, Wendell saltó. Entendía al Ereño, no tan acostumbrado al uso de las palabras y a los juegos dialécticos, por lo que me acerqué a él no te molestes. Creo que él mismo se ha autodescartado y pocos de los aquí presentes se fiarán de alguien así.  digo poniendo una mano sobre el antebrazo del defensor dejemos que nuestro amigo luche contra la sombra con sus propias armas, que no son las mismas que las nuestras. 

Tras estas palabras, me voy hacia Pel, quien demandaba alguien que hablara el enano antiguo si te fías de mí, y no temes que te deje abandonado si se te cae una estantería encima, estaré encantado de ayudarte. Además de enano antiguo, conozco algo de la zona que quizás te pueda servir.

Pel asintió con una sonrisa al ofrecimiento del pequeño gnomo a la par que le tendía la mano en señal de acuerdo y agradecimiento.

— Agradezco tu ofrecimiento maese Girolamo. Espero no darte motivos para que me dejes debajo de una estantería. No creo que los Enanos me encontraran antes de la primavera de ser el caso.

Me has dejado intrigado  con eso que dices que sabes sobre la zona que puede ser de ayuda. Si lo deseas podemos ir hacia ese viejo almacén y me vas contando a qué te refieres. —

Parecía que bien Michani no se fiaba del ofrecimiento de Pel, o bien no era capaz de entender sus palabras correctamente por su dominio del idioma Comercial, ya que ni siquiera había tenido a bien el responder a la petición del arcano.

— Espero poder recompensar tu buena voluntad de alguna manera. — Pel hace un gesto hacia la salida, tras constatar que los asuntos a tratar allí habían acabado, ya que Valtarn se había retirado hacía unos momentos.

Haciendo un leve gesto de cabeza, agradeciendo el gesto de Pel, paso por su lado mientras comienzo a hablar, 

¿No te he hablado de mis tíos? Krommar e Idara. Idara es hermana de mi madre, y se casó con krommar, enano duro donde los haya. digo girando la cabeza para mirar a Pel

Tuvieron dos hijos. Korrigan, que se ha unido a los rebeldes, y Caerwyn, que se casó con otra mala bestia llamada Lodbrog. El caso es que, aunque menos veces de la que me gustaría, alguna he venido hasta las montañas, tanto para comerciar como para verles. Me gusta mantener el contacto con mi familia, y me entero de muchas de las cosas que pasan.

Casualmente, antes de que Aryth nos seleccionara para cumplir con nuestra misión en la vida y luchar contra los ejércitos de la sombra, me dirigía hacia aquí para hacerles una visita. 

Por eso comentaba que algo conocía de las montañas Kaladrun. Lo que no acabo de entender es lo que esperas encontrar en estos mapas de las montañas.

Pel asintió a las explicaciones sobre su al parecer extenso árbol genealógico que el locuaz gnomo le lanzaba. Parecía una de esas personas que tenía un tío o primo más o menos lejano en los pueblos por donde pasaba. Alguien así estaría acostumbrado a desenvolverse en el trato con la gente, una asignatura a la que el arcano no había podido dedicar demasiado tiempo debido a las particularidades de su vida.

— Vaya, una familia numerosa realmente. Es bueno enterarse de lo que acontece y tener noticias frescas, así como un techo o una mano amiga de la que echar mano cuando se viaja. Mi viaje dese el lejano bosque de Erethor ha sido largo, y pocas veces he podido disfrutar de ese lujo.

En cuanto al asunto de los mapas, bueno, es fácil de entender. Para ti esto debe ser terreno familiar, al menos en parte, como comentas. Yo vengo de tierras lejanas y en mi oficio de guía, el poder echar un vistazo a un plano, más o menos aproximado del terreno a cubrir es un inesperado lujo. Tengo una buena base de orientación, supervivencia y rastreo; además soy muy capaz de seguir una ruta. Pero si sé a donde llevan mis pasos antes  de mover los pies, pues eso que llevaré por delante, ¿no te parece? Como decía mi madre, "la vela de adelante es la que alumbra". —

Una sonrisa y un encogimiento de hombros finalizan las palabras de Pel a ese respecto.

Tras mi breve exposición de mis habilidades parece que el humano Wendel queda encantado, lo cual es comprensible ya que la sanación es un don muy escaso hoy día y asiento a sus palabras con una sonrisa amable, sobretodo cuando intneta hablar en enano. Pel ha dicho que necesita mejorar su enano y que yo necesito mejorar mi comercial, supongo que eso también podría valer para Wendell, me pregunto si querrían que practicaramos juntos, siempre avanzaríamos mas de ese modo.

También es el mismo Pel el que me dice que debería estudiar los mapas eso mismo había pensado yo y de nuevo me quedo con la impresión de que el humano quiere algo mas, ¿tal vez me está ofreciendo su ayuda?

Estoy a punto de preguntarle cuando habla un tal Arvin en quien no me había fijado aun. Sus palabras me hacen mirarle con incredulidad "ahora si que no lo he entendido, he de mejorar mi conocimiento de Comercial"

Sin embargo las respuestas de los otros indican que si he entendido lo importante, está hablando de traición y sus siguientes palabras parece que son para acusar a Girolamo y Wendel de crueldad. Mientras se cruzan acusaciones y explicaciones me siento cada vez mas confundida. Es solo cuando la cosa parece clara y, creo, que nadie apoya al taimado humano, que intervengo

-Gror fama cabeza caliente, no piensa. Mas razón para entrenar con el. El es futuro señor de Roca Durgis, padre quiere que el aprenda, yo esfuerzo por educar el en el viaje, liderazgo tambien enseña el. Peligroso seguir jefe inexperto, mas peligroso que jefe sea inexperto siempre-

Dicho esto me giro agotada de tanto usar el comercial, Pel y Girolamo están hablando, creo que algo de los mapas, y me dirijo al gnomo en enano antiguo

-querría acompañaros a ver esos mapas, ¿lees enano antiguo? No es algo muy habitual fuera de mi raza. ¿Le puedes decir también a Pel que tal vez deberiamos estudiar idiomas juntos? iremos mas rápido si yo le enseño enano y el me enseña comercial-

en enano antiguo

-querría acompañaros a ver esos mapas, ¿lees enano antiguo? No es algo muy habitual fuera de mi raza. ¿Le puedes decir también a Pel que tal vez deberiamos estudiar idiomas juntos? iremos mas rápido si yo le enseño enano y el me enseña comercial-

Al oir hablar en enano antiguo, me giro, moviendo la cabeza para mirar por detrás de Pel, poniendome de puntillas hasta comprobar que el la enana tan venerada llamada Michani 

Claro, claro contesto en enano antiguo domino múltiples formas de comunicación, entre las que está el enano antiguo, el orco, ereño, cortesano.....no he logrado aprender elfo, pero incluso se algo de Danisil. Ven, ven, seis ojos ven más que cuatro digo retrasandome un poco y ponerme junto a Michani

Pel, cambio de nuevo al idioma del comercio Michani estaría interesada en estudiar y aprender la lengua de comercio contigo, mientras ella te enseña enano antiguo.

La respuesta del gnomo me deja sorprendida, ¿o tal vez no me ha entendido del todo?, sigo hablando en enano ya que se desenvuelve bien en el pese a mis dudas

-pero, no puede ser que sepas leer y escribir en todos esos idiomas. Si es así debes ser un erudito digno de habitar en los salones de Calador-

Hago una pausa mientras explica la situación a Pel, pero sigo mirandole con duda, tal vez incluso esté tomandome el pelo

Niego con la cabeza a la vez que con las manos sonriendo no, no, no, nooooo. Perdona, perdona, la verdad es que no se leer enano antiguo digo sonriendo y encogiéndome de hombros, pero quería echar un vistazo a esos mapas y no dudaba de que tú vendrías, o al menos tenía esa esperanza jajajajajaja 

Bueno, parecía que finalmente a través del gnomo finalmente, había conseguido comunicarse con la respetada Enana que formaría parte del grupo. El que se hubiera ofrecido para acompañarles alegró a Pel, pero rápidamente se dio cuenta de que ninguno de los dos tenían nociones de leer el Enano Antiguo. - Nada es bueno si es fácil. - Le decía a menudo el viejo Pent. Aunque habló en idioma del Comercio, trató de hacerlo expresando conceptos simples para que Michani le entendiera.

— Vosotros no leer Enano. Bueno, tú Michani respeto enter los Enanos. Puedes habar con alguien Enano sabio para ayudar. ¿si? —

Luego se volvió para que Girolamo le entendiera mejor.

— A Michani la respetan mucho, seguro que puede dar con algún Enano que sepa leer y que nos quiera ayudar. En todo caso, puede que allí haya alguien a cargo del lugar que sepa hacerlo, y ella pueda hablar con él para convencerlo. Si vamos los tres, creo que tendremos más oportunidades, ¿Vamos? —

Pel era un tipo listo, y a través de las traducciones que Girolamo hacía a Michani de sus palabras empezaba a notar como algunas palabras empezaban a sonar familiares e su mente. Si trabajaba con Michani o con ambos, puede que pudiera aprender a chapurrear Enano en breve.

La intervención de Pel, si le he entendido bien, indica que cree que no se leer enano antiguo, así que le corrijo de nuevo en comercial

-no, no. Yo si leo enano. Nosotros vemos mapas, yo leo a vosotros.- Luego añado de nuevo en enano antiguo para Girolamo -pero leere en enano antiguo y ya lo traduces tu, el comercial me resulta agotador-

Las palabras de Michani en Comercial son suficientes como para que Pel casi arranque a bailar de alegría.

— ¡Estoy muy contento de oír eso, Michani! — El animado humano se vuelve hacia Girolamo.

— Soy afortunado de tenerte a mano Girolamo, sin duda podemos ayudarnos en estos aspectos de los idiomas, como es el caso de Michani y yo. Me alegra mucho que ella quiera intercambiar conocimientos en los idiomas que ambos dominamos mejor o peor. Y si estás interesado en aprender Elfo, es uno idioma que conozco bastante bien. —

Pel hace un gesto para que partan sin demora hacia el viejo almacén.

— Al resto os veremos pronto, supongo. ¿Para comer os parece bien? —

Arvin se encogió de hombros mostrando una descarada sonrisa – te tomas las cosas muy apecho Wendell. Ten cuidado con eso o podrías caer en agujero sin que te des cuenta de ello. Hay que pensar en las palabras antes de pronunciarlas, y hay que aprender a hablar antes de pensar en que palabras expresar – dijo sin que alguno entendiese la advertencia que había oculta en todo ello. – Si consideran que pueden hacer esto mejor sin mí y que pueden confiar plenamente en un líder que ni siquiera conocen y del que se hablan pestes, adelante. Aunque me encantaría poder haber estado allí, para ver sus expresiones cuando las cosas no les favorezcan, por el mero hecho de haber pensado en el honor – señaló mirando a la enana canalizadora. – el honor no gana guerras, el honor no alimenta a los hambrientos, el honor va a salvarles la vida. Olvidaos de eso mujer y quizá sobrevivan – dijo despidiéndose sarcásticamente con una exagerada reverencia noble, digna de un noble sarcossano.

Amparado en las sombras Arvin sonrió y luego desapareció para no decir más. Esa sería la última vez que los héroes le verían, al menos hasta el día trágico en que habrían de reencontrarse.

Amanecer del 13° de Obares (El arco del Otoño) del año 101 de la edad oscura [Turno 6]

A la mañana siguiente, los héroes fueron despertados por los guardias enanos de la fortaleza. Tenían que levantarse rápido y preparar sus cosas, para después ir a comer algo, el entrenamiento iniciaría en un par de horas. Los humanos no estaban cómodos del todo con estar bajo tierra, habían descansado bien, pero la oscuridad perpetua de las profundidades les hacia sentir que aún era de noche. Al menos pronto volverían a ver la luz del día, que por más que fuera un día en aquella época oscura, era mejor que vivir en las oscuras profundidades, donde se decía, que la era del enano ya había pasado, y ahora reinaba la era del orco.

El grupo desayunó bien, no de forma abundante, pero si lo suficiente para dar energía al cuerpo rumbo a la jornada que les esperaba. Así, con el estomago lleno y con sus armas preparadas, iniciaron la marcha hacia la puerta norte de la ciudad, lugar donde se encontraron con otros enanos, entre ellos Valtarn y Dunkan, los cuales les esperaban para marchar hacia el lugar que habían elegido para la batalla. Uno a uno, todos fueron llegando, todos salvo Arvin; de hecho, no había acudido a desayunar y nadie lo había visto desde la noche anterior cuando había discutido con Wendell y los otros. Aquello preocupaba a Valtarn, que, aunque nadie le había dicho aún nada de las palabras del sarcossano, ya sospechaba que había habido algún tipo de riña ante la poca preocupación que mostraban los héroes ante la desaparición de su compañero.

Ante la espera y la necesidad de no demorar el entrenamiento, Valtarn dio la orden a los guardias de que buscaran al escurridizo sarcossano mientras que ellos realizaban el entrenamiento. De algún modo el comandante esperaba que estuviese por allí perdiendo el tiempo y rehusando hacer las cosas tal y como se le indicaban.

Saliendo por la puerta norte, el grupo avanzó hacia las montañas al noreste, su destino debía estar no muy lejos al parecer pues Valtarn parecía tener prisa por empezar, y era poco probable que hubiese ideado una sesión de entrenamiento al otro lado del mundo. Sobre todo, considerando el peligro que suponía deambular por las montañas.

- No iremos lejos – dijo el enano cuyo nombre era Dunkan y que había sido designado como el guía que los llevará hasta las cataratas Kurgun. – Yo mismo aconsejé al comandante Valtarn sobre el lugar idóneo donde podrían ustedes tener su entrenamiento. De hecho, Gror ya debe estarnos esperando allí, estaba muy desesperado por iniciar esta mañana y partió sin siquiera comer – les contó al tiempo que aligeraba un poco el paso para ponerse en una posición que permitiese que todos les escuchasen. – Soy Dunkan. Su guía y experto en las cataratas Kurgun. Lugar al que solo he ido una vez y fue hace muchos años – Dunkan parecía hablar en serio al respecto, y aunque parecía ser un enano duro pero alegre, en aquellas palabras parecía haber más que nada cierta preocupación.