Partida Rol por web

Dainn no tardó en ofrecer una alternativa a las ya planteadas por Dunkan. Dividir el grupo podía resultar arriesgado pero al mismo tiempo entendía el punto de minimizar el riesgo de ser detectados. Barich no tenía muy claro si sería la opción más adecuada pero trató de pensar en esa posibilidad ya que no dependía de él la elección, así que tan solo podía aportar ideas. -De dividirnos, creo que el grupo que tome el desvío debería ir preparado para repeler a una posible patrulla. Con la mula resultaría muy complicado reaccionar si los toman por sorpresa.- Trató de razonar. -Por otra parte, el que tome el camino directo tendría que ser móvil y resuelto a la hora de evitar al enemigo en caso de que nos detecten. Dicho de otra manera, tendríamos que esta seguros de poder escapar.- Así es como lo veía en el caso de tener que separarse.

Dunkan también decidió intervenir pero esta vez en su lengua. Esta vez fue Girolamo el que tuvo el detalle de ejercer de traductor. El experimentado guía no dudó en expresar los inconvenientes de dividir el grupo dadas las rutas que debían tomar para llegar su destino. Ya no era una cuestión de presencia enemiga, si no la propia geografía hacía que resultase complicado un punto de encuentro. -Ese problema de tiempos lo tendríamos igualmente y está claro que el terreno juega en nuestra contra. Pero lo más sensato sería que el grupo que tomó el camino directo esperase por el que tomó el desvío.- Respondió a Dunkan en la lengua de comercio. -Aunque la diferencia no tendría que ser tanta. El tener que evitar un mayor número de patrullas puede ralentizar al grupo que pase cerca de la aldea. Y eso contando con que todo vaya bien y haya ningún otro imprevisto.- Aquel matiz era importante. Una ruta era más larga pero más segura mientras que la otra era justamente lo contrario. De modo que sería el propio destino el que determinaría cual se podría realizar en menos tiempo. -De todos modos, si tomamos el desvío todos juntos, se podría priorizar el trabajo de evitar patrullas y que una avanzadilla asegure el camino. De esta manera también podemos evitar encuentros indeseados a pesar de ser muchos.- Planteó finalmente para también contemplar la opción de no separarse. Era consciente de que la decisión final no dependía de él pero esperaba poder aportar soluciones fuese cual fuese el camino que Gror decidiese tomar.

- Si, lo de separarnos no parece una buena idea pero... - tras pensarlo un momento Wendell observó a Dainn tratando de ver si podía explicarse - Quizás no sea malo que marchemos en dos grupos. Sea que atravesemos el poblado o lo rodeemos, eso nos daría una ventaja si alguno de los grupos es sorprendido - intentó explicarse.

- Obviamente lo mejor es que eso no pase, pero si sucede, el grupo descubierto puede tratar de hacerse fuerte mientras el otro grupo sorprende a quienes los hayan sorprendido atacándolos por la espalda - El mismo queda confundido unos momentos ante el juego de palabras que ha utilizado, pero insiste con su idea - Después de todo es cierto que somos muchos. Es mas fácil que dos grupos pequeños pasen desapercibidos que uno tan grande. Y así no habría problemas en encontrarnos, dado que iríamos por el mismo lugar, solo que separados entre nosotros por unos pocos minutos -

Antes de que Gror entre a valorar mis palabras interviene Dainn con un plan que no me acaba de gustar. Pero el y yo somos los consejeros de Gror, no le vamos a dar mucha confianza si nos dedicamos a contradecirnos entre nosotros.

Algunos mas intervienen, a favor o en contra de dividirnos. Pero los que hablan a favor parecen esperar que Gror se esforzará en evitar las patrullas en vez de meter al grupo directo de cabeza en una pelea con la mitad de los efectivos.

Dunkan dudando pregunta cuales fueron exactamente las ordenes del Durith. Esta vez abandono el tono mas diplomático y conciliador y me armo de determinación

-La misión que nos encargo el Durith fue viajar a las cataratas Kurgun, recoger a unos viajeros y llevarlos a salvo a la Roca. Si al ir nos metemos en lios al volver nos encontraremos con muchos mas lios. La mejor manera de cumplir con esta misión es dar un rodeo y mantenernos unidos. Si os preocupan los viveres yo puedo ocuparme de eso, no pasaremos hambre. Pero por favor no estropeeis la misión por vuestros sueños de gloria-

Y lo siento por los que no entiendan el enano antiguo, pero ahora he de dejarselo claro a Gror

Después de escuchar una buena sarta de palabras incomprensibles, y la posterior traducción de algunas, le había quedado algo claro a Pel: Lo que había relatado sobre permanecer unidos y que la división haría que el Enemigo pudiera encontrarnos de pocos en pocos para una derrota más aplastante, era algo que no había cuajado.

Suspiró dispuesto a acometer el plan que se fraguara finalmente; después de todo él no era más que un novato en la Compañía del Trueno y aquellos que ostentaban más veteranía tendrían más experiencia en esas lides. Pero se sirvió de comentar la situación.

- No sé si ver qué hay en ese sitio es tan importante, pensé que la misión era lo más importante. Y si nos han mandado y hemos entrenado todos juntos, por algo debería ser. Al menos eso querría creer. -

Adam no entendía la mitad de las conversaciones, salvo las que se traducían o se decían en comercial. Afortunadamente la de Dainn la dijo en un idioma que entendía.

-Ya me perdonaréis mis palabras, soy uno de los nuevos miembros y todo eso, pero el dividirnos es una idea aún más to...peligrosa que la de atacar a una patrulla de orcos como quiere Gror.
Ya no sólo por el hecho de que resultará dificil reunirnos otra vez, a menos que directamente decidamos reunirnos en las cataratas Kurgun, si no que los grupos serán mucho más debiles de cara a un encuentro con el enemigo y será más fácil morir.

-Al menos con la ventaja del número tenemos una oportunidad si hay enfrentamientos. De la otra fora sólo sobrevivirán los que corran más.

-Yo asumiría que nos vamos a encontrar patrullas, así que mejor estar preparado para eso. Y desde luego dividirse nunca es una opción.

Si sus palabras le parecían mal a alguien no le importaba. Se trataba de llevar a buen termino una misión, y de sobrevivir lo más posible.

La nueva jornada de marcha comienza con una conversación interesante acerca de los Espíritus que quedaron atrapados en este mundo luego de que el mil veces maldito Izrador se hizo con el poder. La idea de que una de estas criaturas nos aceche no es especialmente agradable pero en un mundo como este, no es lo peor que puede observarnos desde las sombras.

"Si fuéramos capaces de guiar esa ira contra el verdadero culpable, sería todo un ejército para derrotar al enemigo. Lamentable que la locura ha dominado la mayoría de esas mentes."

Entonces se plantea el tema de la ruta a seguir, si de entrar o no al pueblo y qué rodeo hacer. Muchos plantean la idea de realizar un rodeo moderado pero Gror interviene con que él no huirá de los orcos. Traduzco a mis compañeros todo lo que él menciona en el idioma del Clan Durgis y respondo cuando llega el momento, directamente en el dialecto del clan y mirando a los ojos a Gror:

 - "La misión es ir y traer el encargo. Matar orcos es agradable pero no debemos hacerlo si pone en peligro nuestro objetivo. No podemos fallarle al Dorith por demostrar un valor que todos saben que tenemos."

Luego hablo en la Lengua del Comercio, para el resto:

 - "Hacer un pequeño rodeo es lo más sabio pues no comprometemos el objetivo ni con alejarnos demasiado ni con exponernos en exceso. Separarnos es una mala idea pues aposta todo por el sigilo. Si falla, un grupo será exterminado. Todos juntos podemos intentar pasar desapercibido y podemos defendernos si eso falla."

Ambas intervenciones se las repito a Michani en Enano Antiguo, en voz más baja, pues creo haber oído que ninguna de las otras dos las maneja con soltura.

Para Keg, la noche había pasado sin nada memorable, ni siquiera durante las dos horas de guardia. Al parecer ese no había sido el caso para algunos de los otros, aunque la explicación que dio Pel sobre las criaturas que acechaban en las sombras era sin duda interesante. Se planteó volver a preguntarle mejor al respecto cuando llegara la noche, ya que era una historia que quería aprender para contar a los suyos al regresar.

La marcha junto a Cuhrin estaba siendo divertida. Veía los esfuerzos del enano en comunicarse a través de la lengua del comercio, finalmente Keg decidió intervenir para explicarle que ella también entendía el idioma de los enanos del Clan Durgis. -Pero si quieres seguirlo practicando, ¡adelante!- Dijo dando una alegre palmada al "gemelo bueno", antes de bajar la voz. -Nuestro líder debería de tomar tu ejemplo, buen Cuhrin. Es más fácil hacer un esfuerzo y tratar de aprender la lengua que la mayoría conoce, como están haciendo Michani y tú, que esperar que la mayoría aprenda tu idioma. O mejor, que entre todos intentáramos aprender la lengua de unos y de otros.- Escuchó con atención la historia que Cuhrin relataba sobre él y su hermano, y como compensación Keg le habló de su propio pasado, de la muerte de su padre y la destrucción de su aldea, y de cómo encontró una nueva familia en una tribu de nómadas.

Hubo un momento en que hubo que detenerse. De un lado y de otro se iba dando una conversación que debía ser repetida por aquellos que entendían la lengua del Clan Durgis y la Lengua del comercio. Aunque también estaban usando el enano antiguo, por lo que había algunas cosas que la ereña no comprendía al principio pero aclaraban luego. Decidió intervenir, primero hablando en la lengua del clan Durgis para mostrar cierto nivel de respeto hacia Gror, aunque ella seguía sintiendo que ese respeto debía ganárselo. -La situación para la que nos hicieron entrenar fue para una situación extrema, no es lo que se espera de nosotros. En esa pelea también usted, Jefe Gror, se planteó ir de frente, un plan valiente y arriesgado que costó la "vida" de casi todo el grupo, incluyendo usted.- Sabía que no estaba diciendo nada nuevo, y que seguramente no la escucharía a ella más de lo que escuchaba a sus consejeros, pero si aquel enano quería ser un buen líder iba a tener que aprender a escucharlos a todos. -El plan que plantea es igual. Muy osado, muy valiente, pero que de fallar acabará con la gran mayoría de nosotros muertos. Y si han enviado a una comitiva tan grande debe haber una razón. No podemos pedir a la mula que nos lleve el paso, y más si según Dunkan las patrullas son más frecuentes hacia el final del camino, cuando ya estaremos más cansados. Sé que esto no es por votación, pero de todas formas opino como muchos de los que se han ya declarado: tomemos el rodeo. Cumplamos lo que se nos ha mandado.- Repitió luego esas mismas palabras en la lengua del Comercio al resto de sus compañeros.

Volvió su atención a Gror, tras dejar que la amplia mayoría se expresase. Cruzo los brazos y le miro a los ojos fijamente. Incluso se tomo la molestia de bajar un poco su tono para no sonar tan hosco como de costumbre, hablando en enano antiguo.

-Ya has escuchado la opinión de tus hombres, Gror. +dijo, enfatizando una palabra en particular+ Las ideas que han propuesto en general tienen sus méritos; así que no las repetiré. Pero eres tu quien decide. Todos te seguiremos, líder.

Finalizo con un deje leve y un cabeceo incitador. A ver si la charla de la noche anterior hacia mella. Dainn sabia muy bien como se daban estas cosas si no había unidad en un grupo y en otra circunstancia simplemente habría asumido el mando o tomado medidas mas drásticas. Por ende, el tener al hijo del Dorit le forzaba a sacar al frente trucos que en muchas décadas no había practicado.

*Era tan difícil, tío?

Mañana del 17° de Obares (El arco del Otoño) del año 101 de la edad oscura   [Turno 6]

Gror escuchó a mi Michani con atención, sabía que su padre la respeta y ya conocía algo de su historia por lo que hacia bien en poner atención a lo que ésta le decía. – Consideraré tus palabras Michani – dijo en la lengua de los enanos mientras otros más dirigían palabras a él, todos en contra de sus órdenes iniciales.

Todos daban opiniones, los montaraces, con Dunkan por delante, el nada simpático gnomo que ya empezaba a hartarle, el humano ereño llamado Wendell que solo había demostrado hasta ahora ser un pésimo combatiente. Y así muchos más. Tuvo que ser Michani quien pusiera orden, aquella enana empezaba a ganarse el respeto del bárbaro heredero de la Roca. Así, una vez que Ulfrin, Keg y finalmente Dain dieron palabras finales, el jefe de la misión, quien realmente daba las órdenes se manifestó de nuevo, buscando estar a la altura de su padre.

– Sabiamente han hablado hermanos del clan – inició Gror hablando de nuevo solo a los enanos y olvidando u omitiendo que la mayoría de hecho no eran enanos y que incluso no todos eran del clan. – He escuchado con atención todo lo que han dicho, y de las palabras de maestro Dain y de la sabía Michani, considero que lo correcto será dar una vuelta por el este, hacia aquella aldea, avanzando hacia las proximidades de las montañas.

Estaremos atentos a cualquier amenaza, pero no nos dividiremos. Y si encontramos enemigos y no podemos evitarlos, pelearemos – resaltó Gror con firmeza en sus palabras, esperando que no hubiese ya discusión al respecto. – Dain necesitaré que prepares un plan para tener una emboscada improvisada ante cualquier amenaza que detectemos y no podemos evitar. Pongámonos en marcha y no perdamos más el tiempo-. Y tras sus palabras, aún algunos no tan convencidos de esto, optaron por continuar la marcha, al menos ya no se lanzaban al peligro con los tapados.

Pel se acerca a Girolamo, al que pide una traducción del Enano de lo que se ha comentado entre Gror y Michani. A pesar de que entendía ya algunas palabras sueltas en Enano, ni de lejos podía seguir los matices de una conversación. La actitud de Gror parecía como de cierta contención después de la charla con la canalizadora, pero prefería saber qué se había dicho con respecto al asunto de la ruta y la posible división del grupo.

- Pssss, oye Girolamo, ¿qué ha ordenado Gror finalmente? -

Al oir a Pel, me retraso un poco, dejando que pasen los primeros para poder comentar la conversación, pero esta vez en el lenguaje del comercio

Michani le ha plantado cara y le ha dicho que la misión que nos encargo el Durith fue viajar a las cataratas Kurgun, recoger a unos viajeros y llevarlos a salvo a la Roca.

También le ha dicho que si nos metemos en lios al ir, al volver nos encontraremos con muchos mas lios, y que, bueno, la mejor manera de cumplir con esta misión es dar un rodeo y mantenernos unidos. 

Por extraño que te parezca, Gror los ha hecho caso al final, y vamos a dar un rodeo le digo al que va a ir por detrás, vigilando el no toparnos con patrullas orcas.

- Por suerte entró en razón - asevera Wendell, también en voz baja, tras escuchar la traducción de Girolamo. Si bien el defensor había entendido a grandes rasgos el cambio de planes, el escucharlo de boca del gnomo le dio más tranquilidad - Es bueno que Michani haya sido capaz de influir en él. Quizás así tengamos más posibilidades de sobrevivir - añadió algo más tranquilo al darse cuenta que el peligro de lanzarse al medio de la población sin tomar ningún racaudo había pasado.

- Y esperemos que no nos encontremos ninguna patrulla. Los orcos probablemente no sean tan duros como los enanos - comentó pensando en el entrenamiento de práctica - Pero son capaces de matar a cualquiera de nosotros si les damos la oportunidad -

De rezar a algún dios, Dainn lo habría hecho, o por lo menos agradecido en tono bajo. Al parecer,  la conversación había dado frutos….por lo menos esta vez. Sin embargo oculto su satisfacción bajando el rostro con una ligera reverencia a Gror por su decisión, para acto seguido encarar al resto. Si bien sentía cierto orgullo porque su discípulo hubiera tomado la decisión sensata, no tenía tiempo de regodearse en ello. Primero se explicó en lengua de comercio, que dominaban la mayoría; luego repasaría para el resto en enano.

-Bien, está claro que en el viaje de ida, es mejor evitar los combates. Los cuerpos o la mera ausencia de los orcos pueden llamar la atención de otras patrullas y complicarnos el regreso...  Al estar de vuelta, será otro asunto. Pero en todo caso, hay que precaverse.

Acompaño su explicación con un rápido trazado en el suelo con una ramita,  marcando líneas en torno a un par de rectas que simulaban un sendero.

-Si nos topamos con una patrulla que no podamos evitar, retrocederemos un poco para ganar tiempo a prepararnos y adoptaremos una maniobra de pinza. Nos ocultaremos a los lados del camino. Avanzada, frente, derecha y Michani, a la derecha. Retaguardia, fondo, izquierda, Girolamo y su mula, a la izquierda.  Esperaremos a que el enemigo esté al alcance de tiro de los dos grupos y si es posible, directamente entre ambos… Pel y Michani deben tratar de cerrar los extremos del campo de batalla con sus conjuros. Los que ataquen a distancia comenzaran a disparar mientras los luchadores cuerpo a cuerpo esperan a que el enemigo reaccione para decidir. Si se defienden o huyen cargaran sobre ellos, empezando por los heridos. Si nos atacan, defenderán a los tiradores hasta causar suficiente daño para tomar la ventaja. No puede escapar ninguno… +gruño, al terminar. Y había un eco muy sentido en estas palabras.

Justo cuando acabé de contarle la conversación a Pel, Dainn empezó a hablar nuevamente, intentando indicar cómo reaccionar ante una posible patrulla que nos detectase.

Lo cierto es que todo dependería de la zona en concreto. Sus palabras no estaban carentes de sentido, aunque personalmente, mientras se avanzaba, se debería de observar posibles puntos para el combate. De esta forma, en caso de toparnos con una patrulla, sabríamos hasta dónde deberíamos de retroceder para tener el terreno a nuestro favor.

Escuché atento para saber cuál sería mi posición en un posible enfrentamiento, aunque lo tenía claro, al menos lo que haría, tampoco quería ser ni un obstáculo ni ir por libre. Nunca negaría mis nulas aptitudes para el combate, y por ello, mis enfrentamientos se podían contar con los dedos de la mano.

Una vez solucionado el tema de la ruta me retiro un poco para calmarme. Había demasiada tensión en el ambiente y demasiadas cosas podrían haber ido mal.

Dainn esboza un plan de batalla para el caso de que nos tropecemos con alguna patrulla, atiendo sin hacer comentarios. Se ve lógico y práctico. Solo espero no tener que discutir con Gror la conveniencia de retroceder un poco frente a una carga directa, eso se lo dejaré a Dainn

Wendell asintió a las palabras de Dainn. Gror, por lo menos en este caso, había elegido bien a quien delegar la tarea de la posible emboscada

- Entendido - respondió mientras pensaba en su nueva honda y la forma de sacarle provecho - Retroceder, esconderse a la izquierda del camino y luego ataque a distancia y si hace falta cuero a cuerpo - murmuró, tratando de internalizar las instrucciones - Por cierto, la izquierda, o la derecha, según avanzamos, no? O según retrocedemos? -  

Con Dainn y Pel trabajando como montaraces al frente y en la retaguardia respectivamente, el grupo de héroes pudo evitar con eficiencia a cualquier patrulla orca, aunque en palabras de estos, no habían visto nada sobre saliente, salvo quizá alguno que otro rastro de alguna criatura de gran tamaño y posiblemente peligrosa de la que fuese mejor alejarse. Y es que desde que la sombra dominase eredane, hasta los más tranquilos animales se habían vuelto oscuros, y aún en los valles se corría un riesgo mortal en todo momento. Y si se consideraba que aquella zona estaba prácticamente abandonada por la guerra, sería incluso posible encontrarse a algún caído.

En cierto momento de la marcha, cuando el grupo ya tenía cerca de seis horas desde que habían iniciado su jornada, una extensa y alta columna de humo fue divisada a lo lejos hacia el sursuroeste. En palabras de Dunkan, desde donde provenía el fuego debería haber una pequeña aldea que había sido abandonada hacia muchos años. Aunque el enano igualmente recalcó, que hacia muchos años que no avanzaba tanto en el valle.

Barich fue el encargado de inspeccionar lo que había más adelante pues quizá, ante alguna amenaza inesperada, tendrían que alejarse aún más del camino; lo cual podría costarles otras 4 horas de viaje. Barich era el que tenía mejor visión entre los montaraces, y quizá el más ágil y el de mejor reacción, lo cual motivo que se le ordenase avanzar a toda prisa hasta allí, mientras que el resto del grupo reduciría la marcha manteniéndose alertas ante cualquier amenaza.

Así, el grupo avanzando por el valle, alejados del camino y aún mas del bosque, se detuvo cuando repentinamente Dainn les hizo el alto, algo había escuchado a la distancia. De pronto, a lo lejos surgió una extraña criatura, de forma humanoide y de baja altura. Tenía ojos grandes y brillantes, con una piel de color amarillo pálido. Su cabeza, ligeramente más grande lo habitual para un ser de ese tamaño, se tambaleaba al final de un delgado cuello a medida que corría frente a ellos. La contextura corporal de aquel ser le hacia verse como si estuviese desnutrido, con retazos de colgando de sus piernas y brazos. Sus vestiduras eran simples ropas holgadas que parecían ser tejidas con retazos de distintos materiales.

No parecía ser una amenaza, pues su rostro mostraba miedo, el cual se amplió al girar y verlos, lo cual le motivo a correr aún más de prisa. A unos pocos segundos detrás corría una segunda criatura de la misma especie, aún más aterrada, cojeando y trastabillando. Y tras estas avanzaba un enceguecido enano ungral, un caído, probablemente hacia ya mucho tiempo pues ya mucha de su carne se había desprendido de sus cuerpos e incluso en sus brazos empezaba a alcanzarse a ver unos huesos gruesos. El caído no notó a los héroes y parecía estar centrado en hacerse con alguna de aquellas dos criaturas para alimentarse de ellas.

El que finalmente se decantaran por la solución de ir todos juntos y evitar las patrullas orcas decía mucho de las habilidades de Michani. Lo cual era bueno para ellos.

Pero claro, a pesar de que esquivaban las patrullas eso no quería decir que el camino estuviese falto de peligros. Sin ir más lejos el encuentro de unas criaturas siendo perseguidas por un...Caido!!!

Adam se envaró en cuanto lo vio, y a duras penas se aguantó el salir de su escondite a enfrentarse a aquella aberración. Empezó a mirar en la dirección de donde venía y trató de olfatear el aire.

Hay que tener cuidado. Esas cosas nunca van solas, donde hay un caido hay más.

Adam habló en la lengua del comercio, esperando que alguno de los otros que dominaban mejor el idioma de los enanos se lo tradujese.
Los que estaban cerca suyo podían notar como se estaba controlando para no cargar contra el muerto viviente.

Con el plan finalmente marcado y un Gror que parecía comenzar a templar su incandescente orgullo, el grupo reanudaba la marcha. Dunkan seguía en su papel de guía mientras que Barich servía de apoyo a Dainn asegurando la ruta por delante del grupo. El montaraz se encontraba en su elemento y confiaba en el enano pues ya pudo verlo moverse por estas tierras montañosas con la soltura de alguien experimentado. No obstante, se sentía seguro de sus propias habilidades pues ésto era lo que había hecho desde que tiene uso de razón. Aunque no desoía los consejos de Dainn en ningún momento.

Avanzaron sin ningún tipo de contratiempo durante varias horas, sin prisa pero sin pausa; pero, sobre todo, con prudencia. No fue hasta llevar algo más de media jornada que algo llamó la atención del grupo. Una columna de humo se levantaba en el aire. Dunkan decía que debería haber una aldea abandonada de donde provenía el humo, aunque tampoco ponía la mano en el fuego pues hacía mucho de la última vez que recorrió este camino. Si bien ya comenzaba a acostumbrarse a la falta de precisión del montaraz enano, también es cierto que hasta ahora no se había equivocado en lo que les había contado. 

Barich fue el encargado de adelantarse al grupo e inspeccionar lo que ocurría más adelante y, de haberlo, cercionarse de la clase de peligro que les esperaba. El joven montaraz avanzó rápidamente para ganar terreno y comenzó a moverse con más cuidado a medida que se acercaba a lugar del incidente. Buscó un lugar desde el que poder otear desde un lugar elevado y un distancia segura. Lo último que quería era ser descubierto por lo que fuera que hubiese causado el fuego. Pudo ver que, como había dicho Dunkan, era una aldea el foco del incendio. Pero no estaba deshabitada. -Esto no es bueno...- Susurró, hablando para sí. Una vez pudo comprender lo mejor posible la situación volvió realizando el mismo método pero a la inversa. Incluso se permitió apurar el paso a medida que se acercaba a sus compañeros. Cuando por fin se topó con el grupo, se tomó un segundo para recuperar el aliento. -Hay una aldea, pero no está deshabitada. He visto humanos y también me pareció ver algún enano.- Comenzó informar en la lengua de comercio. Intentó ser breve y conciso para que los menos hábiles con el idioma pudieran entender al menos lo esencial. -El fuego lo han causado orcos. Están atacando el poblado. He contado más de un docena, aunque puede que haya más.- Añadió enseguida. Pero parecía que el grupo tenía sus propias eventualidades que atender...