Partida Rol por web

La Compañía Negra 3: Tierra de Sombras.

Pelotón de Infantería.

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28/03/2020, 16:40
Infantería: Soldado Novato Romo.

SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 8, DÍA DEL SOL.

HORA: ANTES DEL OCASO. DESPUÉS DE CENAR - TIEMPO: DÍA HÚMEDO.

Romo escucho las palabras del Cabo Barril y el reparto de los hombres en las nuevas misiones que iba a tener la Compañía. En esta al menos el guerrero le tocaba quedarse cuidar el "fuerte". Quizás esperaba que su nombre hubiera estado entre el grupo de expedición, pero no iba a quejarse de su suerte. Tendría un papel que desempeñar hasta que sus compañeros volvieran del éxito de su misión. Mientras tanto, Romo se pondría a las órdenes de Cielo y Piojillo y les ayudaría en todo lo que estuvieran en su mano.

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28/03/2020, 16:51
Infantería: Soldado Nueva Derviche.

SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 8, DÍA DEL SOL.

HORA: ANTES DEL OCASO. DESPUÉS DE CENAR - TIEMPO: DÍA HÚMEDO.


Apoyada en una esquina, la escudilla llena de burbujeante cerveza de la cual iba tomando sorbos con fruición, Derviche escuchaba. No iba a intervenir, no tenía preguntas.

No, tenía ganas.

Ganas de partir, ganas de luchar, ganas de blandir de una vez sus Cimitarras y darles la dosis de sangre que sus armas estaban ya reclamando, intensamente. Demasiado tiempo secas, sobrias. La locura no era, después de todo, sólo una característica de la fanática. No, sus armas tenían su propia alma. Y sus exigencias...

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28/03/2020, 17:23
[RIP] Compañía: Infantería: Matador.

SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 8, DÍA DEL SOL.

HORA: ANTES DEL OCASO. DESPUÉS DE CENAR - TIEMPO: DÍA HÚMEDO.


Matador acudió, arrebujado en su capa, junto al resto de la Escuadra a la reunión concertada por el Cabo.

Tenía su escudilla llena, y le daba pequeños sorbos. Parecía algo ensimismado en sus pensamientos mientras el Cabo soltaba su perorata sobre la repartición de las responsabilidades, hasta que fue mencionado por Barril en su propio grupo de misión junto a Lagrimita. Miró de reojo al infante Oscuro e hizo un leve asentimiento de cabeza. Podían tacharle de mariquita todo lo que quisieran, pero había probado su valía miles de veces en su vida, y sus enemigos habían probado su acero.

Hablando de acero... 

Se quedó en silencio, mientras todos tomaban su turno de palabra, haciendo las preguntas pertinentes. Él esperaría al final para hablar con el Cabo Barril.

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29/03/2020, 03:28
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 8, DÍA DEL SOL.

HORA: ANTES DEL OCASO. DESPUÉS DE CENAR - TIEMPO: DÍA HÚMEDO.



 

El orondo Oscuro tomó nota de las preguntas de sus hombres y trató de responderlas en el orden en el que se las habían lanzado. Ambas era cuestiones en las que convenía ahondar.

— Sobre tu pregunta, Grito. Parece que había un pueblo de leñadores llamado Rocasone a cierta distancia de aquí. Hace un tiempo se desató una especie de plaga o maldición allí que empezó a afectar a los del pueblo, pero sólo a los adultos. Pronto toda la población mayor de edad desapareció, y sólo quedaron un puñado de niños. Los de Verdín se apiadaron y les dieron refugio y comida, pero estos niños, nadie sabe porqué eran conflictivos y peligrosos. Hubo incidentes y lo último que se hizo por ellos antes de expulsarlos es que las mujeres del pueblo les tejieron unas capas rojas, de ahí su nombre. Los ahora jóvenes bandidos se dedican a dar quebraderos de cabeza a los de Verdín, roban, hacen destrozos, su última actuación fue matar a un buhonero y violar a la hija del curtidor, ese que hizo la armadura que Dolor lleva puesta. Se cree que tienen su guarida en Rocasone o sus alrededores. Y hasta ahí sé. —

Barril había visto bastante y creía que ni los buenos eran tan buenos, ni los malos lo eran tanto. No habían podido acercarse a la supuesta chica forzada, y sólo contaban con la versión de los de Verdín sobre el asunto. Sin embargo había sido suficiente para la plana mayor de la Compañía, que habían aceptado la misión, y órdenes eran órdenes. No convenía buscar tres pies al gato, así que el mastodóntico Oscuro callaba sus impresiones personales del asunto. Luego se volvió hacia Lagrimita.

— Los Harapientos, me preguntas; bueno, aparentemente fueron unos mercenarios contratados por los Druidas del Bosque Sombrío para acabar con su principal grupo rival, las Brujas de la Cábala. Parece que fueron rechazados y sus filas reducidas, acabando como un grupo más de los bandidos que azotan este bosque. Su nombre no habla de una buena situación, pero nunca se sabe.

En cuanto a la caravana, sí, pasan por aquí. Los de Verdín tienen interés en que lleguen porque les abastecen de bienes a los que normalmente no tienen acceso, por eso nos contratan para que nos aseguremos de que no son asaltados, y así lleguen de una pieza al pueblo. Sobre el asunto de la seguridad, sé tanto como tú. Puede que Analista tenga algo más de información, pero no es mi caso. Por suerte él está incluido en la misión, así que si tiene algo que decirnos, tiempo tendrá para ello. —

Barril hizo una pausa, dedicando a Cielo una inclinación de cabeza en silencioso reconocimiento a sus palabras. Luego esperó un poco más por si había alguna cosa más que debiera ver la luz, pero se veía que tenía ganas de brindar por el éxito de las misiones y mandar a cada uno a su catre.

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31/03/2020, 00:48
[RIP] Compañía: Infantería: Matador.

SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 8, DÍA DEL SOL.

HORA: ANTES DEL OCASO. DESPUÉS DE CENAR - TIEMPO: DÍA HÚMEDO.


Así que se enfrentaban a otro cuerpo de mercenarios venidos a menos. Matador pensó con ironía que no había mucha diferencia entre los Harapientos y la misma Compañía Negra; y que tal vez de no haber tenido la escasa suerte que estaban teniendo con sus nuevos patrones de Verdín, tal vez ellos mismos habrían acabado como ese grupo de bandidos.

Asintió a las palabras del Cabo mientras daba sorbos a la cerveza. Le encantaba aquella bebida: las pocas veces que sentía la Rabia alejarse de la superficie eran cuando fumaba hierbas o tomaba cerveza en cantidades moderadas. Nunca había llegado a emborracharse del todo, y tampoco estaba dispuesto a ver qué sucedía, pues había comprobado con sus propios ojos que los borrachos podían ser muy pendencieros. 

Cuando llegó el turno de brindar, lo hizo con ligero entusiasmo, y luego de que todos los miembros se fueron a dormir, se acercó al Cabo para intercambiar algunas palabras.

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23/06/2020, 18:07
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA. TRAS ROMPER FILAS. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. MAÑANA GÉLIDA.


Nada más Barril dio la orden, Lagrimita comenzó a buscar a todos y cada uno de sus compañeros de escuadra y conforme fue viendo a estos les saludó en primer lugar, transmitiendo la orden encomendaba. - Recuerda, a la hora de comer, por la zona del granero. - Fue lo que repitió a todos y cada uno. Pertrechado aún con todo el equipo transportado, el oscuro se excusó ante cualquier amago de prolongar la charla más allá de eso, señalando el edificio principal. - Voy a dejar todo esto, necesito asearme un poco, nos veremos durante los entrenamientos supongo. - Poco más añadió, era evidente que tenía unas ganas tremendas de soltar lastre.

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23/06/2020, 19:16
Hostigadores: Soldado Novato Indómito.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA. TRAS ROMPER FILAS. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. MAÑANA GÉLIDA.


 Indómito se limitó a asentir ante el aviso de Lagrimita y fue directo hacia su camastro, ya que necesitaba poner sus pensamientos en orden antes de comenzar el entrenamiento del día, comer y buscar leña.

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26/06/2020, 12:05
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: UNA HORA Y MEDIA DESPUÉS DE LA PRIMERA COMIDA.



 

A pesar del largo viaje había comido sin mucho apetito, tras lo cual se había recostado unos minutos en su catre bajo el edificio principal de la granja del tal Samuel. Que el espíritu del vilipendiado personaje ahora habitara o lo hubiera hecho en el cuerpo de Piojillo era algo a lo que el fornido Cabo daba vueltas sin poder quitárselo de la cabeza. Puede que fuera necesaria una ejecución después de todo.

Sin que el sueño llegara a él, se presentó en las inmediaciones del granero algo antes de la hora acordada, y fue saludando a los Infantes que acudían a la reunión convocada. Se le hacía extraño el pensar que hacía unos días se habían despedido en aquel mismo lugar brindando con una jarra de cerveza por el éxito de las diferentes misiones que la Infantería iba a acometer. La imagen de Matador alzando su jarra y bebiendo volvió a su mente, parecía que podía verle ahí de pie, pero no, era Dolor que se acercaba con paso firme.

— ¡Saludos a todos! En un gusto veros aquí de nuevo más o menos enteros. — Algunos soldados exhibían cicatrices o vendajes recientes, lo cual hablaba de una lucha cercana en el tiempo. El propio Barril aún se movía con cuidado cuando giraba el cuerpo, lo cual hablaba de algún tipo de herida en la zona del plexo solar. — Hace días nos separamos para acometer diferentes misiones según las órdenes recibidas y es hora de dar parte de lo ocurrido. Como sabéis dejé a Cielo a cargo de los Infantes del Campamento, y a Grito como responsable de la misión de los Capas Rojas. Cualquiera de los dos podéis empezar con vuestros respectivos partes, pero antes debo hablar de un tema que todos tenéis en la cabeza: Hemos perdido a Matador.

Todos sabéis que el pasado de Matador está teñido de la sangre de los Hermanos, cuando la niebla roja de la batalla cayó sobre él y atacó a muchos de los nuestros ya hace mucho tiempo. Siempre he creído que su destino sería ser decapitado en un cadalso, ya que esos episodios son algo que quedan enterrados, y esperan el momento peor para surgir. En las luchas que hemos sostenido, siempre he procurado tácticamente que Matador participara en el frente de manera activa, pero tratando de que esa niebla no volviera a caer sobre él. En esta misión desoyó mis ordenes por varias veces cuando le pedía retroceder o protegerse, con el resultado de que acabó cayendo gravemente herido y esos momentos de rabia y furia son cuando la niebla roja vuelve con fuerza renovada.

Alzó su arma dispuesto a usarla contra nosotros en un momento crítico en el cual estábamos heridos en nuestra mayoría y eramos acosados por unas fuerzas más de tres veces nuestro número, momento en el cual apelé a su alma de guerrero y conseguí traerle de vuelta de las garras de la niebla roja el tiempo suficiente como para que pudiera decidir por sí mismo que antes de derramar la de sus Hermanos. En ese momento como hombre libre decidió poner fin a su vida. Un guerrero tiene derecho a tomar esa decisión por sí mismo, cosa que Matador hizo cortándose la garganta con su hacha. Por eso su memoria tiene mi respeto. —

El grueso Oscuro hizo una breve pausa, tras lo cual dio pie a Grito y Cielo para que dieran parte.

— Creí que en eso no debía haceros esperar, el resto de la historia de nuestra misión, tras la vuestra. Adelante Infantes, dad las novedades de vuestras misiones. —

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26/06/2020, 13:21
Infantería: Soldado Novato Cielo.

Habían sido días difíciles; aparentemente, no era de esperar recibir un ataque en el propio campamento, y de hecho, habían sufrido dos, aunque de naturalezas distintas. En eso iba pensando cuando se dirigía hacia la reunión a la que habían sido convocados todos los miembros de Infantería.

Primero habló el Cabo Barril, contando el final de Matador. Escuchó en profundo silencio. Aquí, en la Granja, también había encontrado la muerte otro de los camaradas... Uro.

-Contaré lo que ha pasado en fechas recientes; si os parece, primero contaré lo que pasó cuando estábamos solos, a las órdenes de Piojillo. Como todos sabéis, esta granja era de un tal Tío Samuel. Se trataba de alguien que se dedicaba a buscar el poder a través de ritos y sacrificios humanos. Parece ser que estaba, por ello, enfrentado a las gentes del pueblo, que también hacen sacrificios en honor del Señor de Medianoche, como llaman aquí al Señor del Dolor... No se los detalles, pero el caso es que esa enemistad sigue aún, tras la muerte del Tío Samuel.

-... Una noche, el Tío Samuel se adueñó del cuerpo, o de la voluntad, de Piojillo, llevándole a matar... a sacrificar, a un niño del pueblo. Si alguna vez véis a Piojillo con los ojos especialmente rojos, o intentando realizar un acto de crueldad, es que está bajo el influjo de aquel, pero eso aún no lo sabíamos. El caso es que los lugareños, tras descubrir el cadáver, vinieron a contárnoslo, y a buscar algún tipo de ayuda o protección. Sabíamos que no debíamos relacionarnos con ellos, pero fueron ellos precisamente los que nos buscaron, y de hecho, nos llevaron a dos de nosotros para ver lo sucedido. Pudimos ver que el niño había sido muerto por un arma del tipo daga. Cuando Tío Samuel posee a Piojillo, precisamente, puede convocar un arma de ese tipo a ... este plano, si es que se dice así, al menos temporalmente.

-Salvo recomendarles mantener la vigilancia y quedarse en sus casas, poco más podíamos hacer, pues no sabíamos lo del Tío Samuel y Piojillo. Lo siguiente sucedió esa noche... Nos atacaron; por lo que pudimos saber... era un explorador del Señor del Dolor, que busca nuestro rastro. Llegó aquí y levantó de las tumbas del cementerio del pueblo a unos cuantos esqueletos para que nos atacasen. Nuestra intención, y la orden de Piojillo iba en ese sentido, era luchar agrupados, formar un frente contra el que se estrellasen, pero... Uro se lanzó al ataque, y a su vez, los esqueletos se dividieron en dos alas, para atacarnos desde dos direcciones distintas; en ese momento cambió el plan de batalla. Mientras unos íbamos a hacer frente a uno de los grupos, el otro iba en apoyo de Uro, pero ... terminó muriendo en combate. Los demás pudimos dar cuenta de los esqueletos.

-... Pero quedaba ese ser, el explorador. Nuestras armas resultaban de poca utilidad... El tío Samuel se volvió a adueñar de Piojillo para venir en nuestra ayuda; de algún modo bloqueó la energía de... bueno, no se explicarlo, el caso es que el Señor del Dolor tardará un año más o menos en saber que estamos justo aquí, si lo que oí es correcto. El explorador de Zon-Kuthon deseaba nuestra sangre, corazones, vísceras... quizá para algún rito, no lo se. Carecía de brazos, y en su lugar, látigos con cuchillas cortaban la carne. Quien acabó con él, finalmente, fué Piojillo.. El tío Samuel materializó una daga de plata... supongo que la misma con la que mató al crío, y con ese arma sí que pudo hacerle daño, desterrándole a un lugar donde tardará en poder ir a informar a su amo.

-Tras la batalla, debo decir a favor de Piojillo que, siendo consciente de lo que le estaba pasando, pidió ayuda, y que cada orden que diese fuese supervisada, no fuese que estuviese impartiéndola bajo el influjo de Tío Samuel..., siempre sediento de sangre y de causar dolor... De hecho, durante la batalla, Desastre también rompió la disciplina de la formación... y Piojillo, influenciado, quiso aplicarle un castigo desproporcionado. Se quedó en nada, pues Desastre ya había pagado con heridas su error, pero el jefe de los Campamenteros, en ese momento, había cedido ante el espíritu del otro. No fué a más, y el asunto quedó zanjado, pero creo que mientras sigamos en este lugar, si es que el Tío está anclado a él, Piojillo, y espero que nadie más... está en peligro de posesión.

-Una de las noches, volviendo de guardia, oí algo en el establo. Me acerqué a ver si estaba en orden, y era Piojillo, poseído por Tío Samuel, devorando crudo un conejo. Allí pude hablar con ese espíritu, que me confirmó que la plata hace daño a los enviados de Zon-Kuthon, y que él es enemigo del Señor del Dolor, además de estar enfrentado a las gentes del pueblo, porque de hecho, le condenaron ... Ahora que lo pienso,... espero que no tenga nada contra... ¿como se llama? ¿Carapo... digoo... Gobaldet? También hay otro detalle... podría ser que intente tener otro huesped; mientras estemos aquí, no hay que bajar la guardia.

... Se había extendido, y mucho, pero prefería dar cuantos más detalles, mejor.

-Cuando terminó la batalla, por cierto, solo quedaron los huesos de los esqueletos, que los lugareños reconocieron como procedentes de su cementerio. Tal vez pensaron que los habíamos robado... De todos modos, enviaron a la esposa del ahora difunto alcalde, la curandera, a que nos ayudase, pero evitando hablar de nada más que de nuestras heridas.

Miró a los demás compañeros que estaban esos días allí, hasta la vuelta del contingente que venía de la acción contra los Capas Rojas...

-Si no me he dejado ningún detalle interesante... quizá lo mejor, para tener ordenado cronológicamente lo que pasó, sería que contáseis lo que pasó en le Expedición de los Capas Rojas, pues el siguiente combate, para nosotros, tuvo lugar justo cuando volvíais de ella.

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26/06/2020, 14:03
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: UNA HORA Y MEDIA DESPUÉS DE LA PRIMERA COMIDA.


Con la panza llena, había tenido buen apetito durante el almuerzo, acudió Lagrimita a la reunión solicitada. Se molestó en recordarla fugazmente a todos y cada uno de sus compañeros antes de llegar al granero, no quería que nadie se rindiese a la morriña típica que entra tras almorzar. Barril entró en escena puntual, encontrándole perfectamente uniformado además de limpio. Había pasado las primeras horas de la mañana limpiando escrupulosamente el equipo transportado para luego cumplir con el nuevo y exigente plan de entrenamientos ordenado por Capitán. Saludó a cada uno de los que iban llegando como siempre solía hacer, escudado por una sonrisa y armado con buenas palabras. Era cierto que en esa ocasión, la sonrisa lucía algo apagada y sus palabras no transmitían la calidez y cercanía de siempre. Para aquellos más perceptivos a las emociones humanas, era evidente la preocupación y la pena en el rostro del oscuro.

Escuchó atentamente cada palabra, cerrando los ojos y miró al cielo gris cuando el nombre de Matador apareció a mitad de discurso, chasqueando la lengua para unos cinco segundos después menear la cabeza de lado a lado con lentitud. Barril había omitido un detalle, uno que deslucía un poco el último gesto de su difunto compañero pero que, francamente, le daba igual a esas alturas. Era positivo para ellos recordarle así, no había ganancia alguna en relatar los hechos al pie de la letra, no al menos en aquel caso.

Al terminar, miró de soslayo a Cielo y Grito, justo a su izquierda. No podía negar que tenía ganas de saber que había ocurrido durante la corta ausencia de la expedición en la que participó y no había tenido tiempo de averiguar nada debido a sus tareas y obligaciones.

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26/06/2020, 14:14
Infantería: Soldado Novato Grito, Segundo de Infantería.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: UNA HORA Y MEDIA DESPUÉS DE LA PRIMERA COMIDA.

Allí estaban de nuevo, se repetía la misma escena que precedió a las misiones y a la separación de la infantería.  Ya con el trabajo hecho era el momento de informar sobre las misiones, pero había algo distinto y aquello era la ausencia de un compañero que sin duda dejaba un agujero en la moral de la infantería.

Tras el relato del Cabo y Cielo fue el turno de Grito quien tomó la palabra para relatar lo acontecido con los capas rojas.

Intentare ser breve, en nuestro caso tomamos rumbo a Rocasone y no fueron pocos los infortunios del camino.  Primero fue una bestia quien puso en alarma a toda la comitiva, no llegamos a verla con claridad pues se movía entre la espesura del bosque que se abría paso a ambos lados del camino.  Algunos compañeros lo definieron como un oso con cabeza de búho, nos alejamos del lugar con tanta cautela como pudimos pues no era nuestro objetivo y aquel combate no podía más que debilitar al grupo.

Pero sin duda fue el segundo encuentro el que marcaría nuestro camino.  Los capas rojas nos estaban esperando, un nutrido grupo comenzó a dispararnos desde las copas de los árboles, sin duda tenían una situación ventajosa desde el alto de los árboles, el combate no se hizo esperar y a pesar de no llegar al contacto cuerpo a cuerpo los capas rojas se vieron obligados a huir entre las copas de los árboles con tres bajas por ninguna nuestra.

El combate se saldó con varios heridos entre nuestras filas, el más grave el maltrecho tobillo del cabo Ponzoña que le jugó una mala pasada.  Tras aquel encuentro y como precaución por si nos seguían emboscando Dolor y yo nos adelantamos campo a través furtivamente hasta Rocasone,  una vez encontrado el asentamiento pudimos hacernos una idea de la disposición del terreno y las construcciones.  Una vez recogida la información volvió junto al resto y trazamos un plan de ataque.

La idea era acampar en las inmediaciones del asentamiento para qué pensarán que atacaríamos al alba, cuando en realidad lo haríamos al cobijo de la noche.  La infantería se encargaría de hacer la primera incursión para neutralizar a los guardias y que el resto del grupo pudiera avanzar lo máximo posible antes de ser descubiertos.

Derviche, Dolor y yo nos adentramos a la primera de las construcciones.  Eliminamos a dos de los guardias no sin que consiguieran dar la voz de alarma.  Con el campamento alertado el combate se precipitó rápidamente, el grueso de la compañía avanzaba por la parte oeste mientras nosotros después de eliminar a los dos guardias dábamos un pequeño rodeo para caer por el norte sobre sus posiciones.

Al ver que nos alejábamos un poco, los capas rojas se centraron en repeler el grupo más numeroso que se acercaba desde el este, cuando ambos grupos llegaron al cuerpo a cuerpo la infantería tomo la retaguardia rodeándoles y pronto sucumbieron uno a uno sin ninguna oportunidad.

Tan solo el jefe de los capas rojas cobró cara su vida, hiriendo a varios hermanos e incluso haciendo caer a Pelagatos aunque por suerte Capitán pudo mantenerlo con vida.

Sin duda eran muchos los detalles que se pasaban por alto al contar lo sucedió, pero era lo suficiente para hacerse una buena idea de lo sucedió.

Creo que hicimos un buen equipo y la infantería tuvo un lugar destacado en la misión.  Con el trabajo hecho la vuelta nos trajo la última sorpresa al llegar al campamento como bien apunta Cielo.

Justo cuando llegábamos y antes de poder si quiera saludar a los que se quedaron, nos encontramos con un ataque sobre el campamento.  Tres jinetes, un señor y dos caballeros y como una docena de milicianos se abalanzaban sobre el campamento.  Al parecer todo se trataba de una confusión y aquellos hombres eran enviados para acabar con los capas rojas con los que nos habían confundido, a pesar de los esfuerzos por aclarar el error el combate no se pudo parar.

Fue un momento de confusión total, ya que Ponzoña ordeno esperar y Piojillo ordenó atacar al ver como Preocupado se había lanzado ya al ataque.  Finalmente, cuando el combate ya era imparable el cabo visiblemente enfadado, ordenó el ataque y pronto superamos a los milicianos con facilidad.  Tuvimos suerte de que fueran unos rivales débiles, no estuvimos a la altura como unidad y nos podía haber costado muy caro.

Sin duda aquella última parte es la más confusa y la que más cola traería pues el enfado de Capitán y Ponzoña fue más que evidente.

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26/06/2020, 17:18
Infantería: Soldado Nueva Derviche.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: UNA HORA Y MEDIA DESPUÉS DE LA PRIMERA COMIDA.


Recostada en uno de los muros del granero Derviche sorbía las palabras de cada uno de los que iban interviniendo. El relato de Barril acerca de la muerte de Matador no la sorprendió, aunque la apenó. Pero el hombre había finalmente asumido su responsabilidad de Hermano, y había acabado con su vida para favorecer un bien mayor. Era algo noble y valiente, fuera recordado como fuera.

El relato de Cielo sí que la sorprendió. No sabía qué diantres le había pasado a Piojillo, y eso que había hablado con el tipo acerca de Uro, pero lo de estar poseído... mal yuyu. ¿Una daga de plata? Pues eso ya era todo un dato. Posiblemente habría algún modo de hacerse con más armas de ese material. Y si con ello detenían los ataques de los esbirros del maldito Dios de lo que fuera, perfecto, a gastarse el dinero, que bien lo había recogido el chupatintas. Estaba visto que la Compañía estaba destinada a ser pobre, pero eso sí, con armas de lujo.

¿Había la posibilidad de que ese Tío Samuel poseyera a otro? ¿A quién? Debería necesitar una mente débil, un pobre de espíritu. La fanática hizo un repaso rápido de los miembros de la Compañía, había unos cuantos débiles de mollera. Y se estremeció. No, no quería ver a Campaña sometido a un fantasma que mataba niños...

Pero en ese momento le llegó el turno a Grito, y aguzó el oído. Era su parte, y estaba orgullosa de ella, y de su actuación. Por mucho que, probablemente sería castigada como siempre por su decisión. Cuando Grito acabó levantó la mano, para intervenir si Barril lo permitía. Y habló con la cabeza bien alta.

-Cabo, he de añadir algo. Preocupado empezó por su cuenta la batalla, es cierto, pero lo masacraban sin remedio, y los mandos, ni Capitán ni Ponzoña hacían nada por él. Al contrario, era la indecisión, la pasividad la que imperaba. Era como allá en Galdán... cuando lo de Sicofante. Y tú te rebelaste... pues algunos nos rebelamos aquí. Fuimos a ayudar a un Hermano. Lo pagaremos, pero no me arrepiento.

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26/06/2020, 20:27
Infantería: Soldado Novato Romo.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: UNA HORA Y MEDIA DESPUÉS DE LA PRIMERA COMIDA.

Escuchó los relatos tanto de Cielo como de Grito, este último de mayor interés para él dado que él no había participado en su expedición. Ya solo faltaba el relato del Cabo Barril. Lo que era evidente es que la escuadra de infantería se había comportado como era de esperarse de ellos.

Tras las palabras de Derviche, Romo levantó la mano:

Si se me permite, Cabo Barril. Es verdad que Preocupado atacó sin pensar, pero pensábamos que eran enemigos y no hacían nada para dar a entender otra cosa. La orden de Piojillo fue para ayudar a nuestro compañero y dando por hecho que estos eran nuevos enemigos. Una desgraciada confusión, pero aquellos hombres no hicieron nada para indicar que venían en son de paz, más bien al contrario. 

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27/06/2020, 00:50
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: UNA HORA Y MEDIA DESPUÉS DE LA PRIMERA COMIDA.



 

A pesar de que muchos le consideraban algo obtuso, Barril atendía las palabras que le dirigieron Cielo y Grito con especial cuidado. Asimismo, prestó la máxima atención a las intervenciones de Derviche y Romo, echando una mirada de soslayo a Dolor, por si apostillaba algo. Después de unos segundos, se dirigió a Lagrimita.

— ¿Crees que podrías explicar lo que aconteció en la misión que se nos dio por parte de la mujer-joya llamada Seldocha, Lagrimita? Los avatares del viaje anterior y posterior también estarían dentro del rango de la historia a relatar, me parece. Te echaré un cable en los aspectos que considere que deben ser ampliados, claro. —

Su primo había rebullido ante el relato que Barril había lanzado sobre el fin de Matador, así que a éste le parecía justo que fuera él quien pusiera al día sobre los acontecimientos que se habían sucedido a los miembros de la Escuadra. Si algún detalle debía ser ampliado, Barril se ocuparía de ello más delante.

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28/06/2020, 18:04
Infantería: Soldado Novato Preocupado.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: UNA HORA Y MEDIA DESPUÉS DE LA PRIMERA COMIDA.

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Tras la hora de comer, Preocupado asistió a la reunión de Infantería tal y como le habían indicado. Una vez allí se sentó junto a sus compañeros y escuchó atentamente los relatos que tenían que contar. Al descubrir lo que le había ocurrido a Matador no pudo evitar pensar en KeropisPiojillo y en él mismo, ya que los tres habían experimentado una especie de posesión que les había hecho perder el control de una forma o de otra. Los malos espíritus acechaban y eso le preocupaba, mucho.

Aunque algo nervioso, Preocupado continuó escuchando a sus compañeros. Al menos la misión de los capas rojas parecía haber sido todo un éxito. En ese momento escuchó cómo decían su nombre. Se puso tenso, ya que sabía que sus acciones iban a tener consecuencias ahora que todos estaban de vuelta.

— Antes de continuar, si me lo permiten, me gustaría añadir algo a mí también —. Intervino Preocupado. — En primer lugar, muchas gracias por vuestras palabras, Derviche y Romo, de verdad. Me gustaría disculparme por mis actos, sé que fue un error lanzarme así contra el enemigo. Me preocupaba que no nos escucharan y comenzaran el ataque, pero no pretendía lanzarme, ocurrió algo que no sé explicar.  De pronto sentí que perdía el control de mis actos y cuando me quise dar cuenta, estaba en el suelo malherido. Con esto no pretendo excusarme, solo quería que lo supierais y que si veis que algo raro me vuelve a pasar tratéis de detenerme antes de poner en peligro a la Compañía. No sé qué pasó, pero no soy el mismo desde que llegamos a este mundo. La falta de recuerdos fue el inicio y me preocupa que pueda ir a más. Que los espíritus bondadosos nos protejan.  Concluyó. 

Tras su intervención volvió a mantener silencio, esperando a escuchar cómo le había ido al tercer grupo. Las palabras del Cabo le inquietaban y, además, era el grupo en el que se encontraba Plumilla.

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28/06/2020, 23:36
Hostigadores: Soldado Nuevo Dolor.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: UNA HORA Y MEDIA DESPUÉS DE LA PRIMERA COMIDA.

La reunión a la que citó el Cabo Barril comienza y nos hablan acerca de lo que sucedió en su misión con la caravana. Cuenta de lo que sucedió y del final de Matador, lo que es triste pues era un buen soldado y murió por el resto de la Compañía Negra. Luego, quienes se quedaron acá cuentan lo que sucedió acá con el tal Tío Samuel. Todo eso me parece una cosa muy rara y rebuscada, pero sumamente preocupante.

"Así que han sido tiempos duros para toda la Compañía Negra. Bueno, supongo que entonces en nuestra misión contra los Capas Rojas fuimos los mejores parados."

Luego Grito relata lo sucedido en nuestra operación, con suficiente detalle para que el Cabo y los recién llegados sepan lo que vivimos allá. La verdad es que no me pareció un desafío demasiado importante pero si trae gloria y respeto a nuestra gente, no habrá sido en vano. Lamentablemente, no me queda demasiado claro de si a los nidaldeses les gustó lo que hicimos, pues el cuerpo del alcalde no parece ser precisamente una señal de felicidad.

Mantengo el silencio a la espera de que Lagrimita cuente acerca de lo vivido que menciona el Cabo, pues los detalles de su misión pueden ser muy interesantes para nosotros.

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29/06/2020, 16:09
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: UNA HORA Y MEDIA DESPUÉS DE LA PRIMERA COMIDA.


Lagrimita escuchó la petición de Barril y asintió, le pilló por sorpresa la verdad, pero dio tres pasos al frente y realizó un giro de ciento ochenta grados para encarar a sus compañeros. Miró a todos y cada uno de ellos antes de comenzar a hablar:

- Muy bien, como sabéis nuestra expedición partió con el contrato de proteger una caravana varisia que vendría hasta Verdín, por la zona había presencia de bandidos y nuestro cometido no era otro que asegurar su llegada. Nos internamos el bosque sombrío durante cinco fatigosos días hasta llegar a un gran claro de bosque cruzado por un arroyo de agua limpia, hicimos campamento con las guardias rutinarias como ya os podéis imaginar, la caravana no tendría que andar muy lejos. - Hizo una pausa. 

- Por la noche, durante la guardia de Analista, recibimos visita. Su sigilo fue tal, que a mi primo primero y luego a nosotros nos quedó claro que podrían habernos tomado por sorpresa uno a uno, pero no fue así. Así conocimos a Seldocha, una mujer que parecía hecha con gemas y materiales preciosos. Su piel ónice negro, sus ojos elaboradas joyas; Dijo ser agente de La Corte Umbral, con sus dos sirvientes... Augur y Sabueso, ese tipo extraño con los cojos cosidos que ya habréis visto. Quería contratarnos. - Volvió a detener su relato, un tropezón de la comida le molestaba entre los dientes y tuvo que apartarlo.

- Naturalmente, se le explicó que teníamos ya un contrato y que andábamos en ello, pero la charla con Analista dejó claro que esta mujer sabía demasiadas cosas, muchas se anticipan incluso, ella nos dijo que nuestro contrato se encontraban a cuatro días del lugar donde estábamos, atacados y muertos. Nos propuso un contrato, total, no se perdía nada por escuchar y los mandos deliberan junto con Serpiente. - Miró esta vez a Barril, quería saber si iba bien por el momento o si por contra, se andaba alargando mucho y luego continuó. - Se terminó aceptando, ofreció pago por adelantado y su favor, pero eso ya lo contará el cabo con más detalle si lo ve conveniente. - Colocó sus brazos juntos por detrás de la espalda.

- Nuestra nueva misión parecía ser piadosa, encontrar y eliminar a Adriana de Pangolais, una mujer que plebeya que antaño cuidase de nuestra patrona cuando estuvo enferma. Había sido secuestrada por una secta de druidas, gente radical y peligrosa, habitantes del bosque sombrío cuya lugar de operaciones se conoce como El Corazón de Sombras. - Resulta evidente para todos los espectadores la incomodidad del oscuro a recordar todos estos detalles, su rostro se fue tensando a medida que hablaba.

- Se nos proporcionó un método mágico para viajar directamente hacia allí, facilitando nuestra infiltración... - No pudo evitar mirar a Barril arqueando levemente la ceja, estaba claro que alguno de los presentes no se creería que lo lograse. - Consistían en unas piedras mágicas que se colocaban en el suelo de cierta manera, Sabueso nos acompañaría en la misión para guiarnos tanto por el camino al plano de las sombras que íbamos a cruzar como después, en la búsqueda de Adriana debido a extraordinario olfato y capacidades de rastreo. Voy a ahorraros lo que la mayoría vimos en ese viaje, no haría nada bueno, creedme, pero pasó sin problemas. Sin embargo, algo atacó el pie de Analista justo este estaba a punto de cruzar del todo al principio... Tendríamos a alguien esperándonos al salir, muy posiblemente. - Se aclaró la garganta, empezando a echar en falta un trago de agua al menos.

- Una vez en el corazón del corrompido bosque, donde años de sacrificios de sangre y magia se habían apoderado de la tierra, los troncos y las hojas sin olvidarnos a los animales, llegamos a nuestro destino y comenzamos a rastrear la presa. Nuestro primer encuentro fue con un puñado de leñadores furibundos de aspecto salvaje, entre diez y doce diría que fueron, a los que dimos muerte. Caracabra quedó gravemente herido e inconsciente, tuvimos que dale un par de pociones curativas que eran parte del pago. Aquel primer envite fue algo caótico y más de uno no atendió a las órdenes al pie de la letra. - Se mostró abierta y sinceramente crítico, meneando la cabeza.

- El siguiente encuentro llegó pronto, no habríamos caminado apenas media hora cuando tres de estos druidas de los que os he mencionado nos salieron al encuentro y comenzaron a convocar lobos hechos de sombra y oscuridad sobre nosotros. Posicionados en alto como estaban, tuvimos que rodearlos por la derecha y subir mientras otros hacían frente a esas bestias abajo con especial eficacia debo decir, apenas tuvieron éxito. Lo complicado fueron estos tipos, envueltos en pieles podridas de aspecto desagradable y cascos hechos con huesos de animales. Sin duda, la magia daba brío a sus músculos y les hacía más resistentes, nos la vimos crudas al principio pero terminamos por rodearlos, cobrándonos sus vidas. - Volvió a mirar al cabo. - Esa vez no nos desempeñamos tan mal tácticamente, si mal no recuerdo. ¿Continuo o quieres añadir algo cabo? - Preguntó.

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30/06/2020, 02:34
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: UNA HORA Y MEDIA DESPUÉS DE LA PRIMERA COMIDA.



 

Barril alzó una mano, aprovechando las dificultades de la boca seca de Lagrimita. Se adelantó y le tendió a su primo un odre que contenía agua, en orden de que aclarara su garganta y sus ideas.

— Lagrimita habla narrando bien lo ocurrido hasta ahora. Hay un par de cosas que me serviré de aclararos cuando haya terminado, asuntos como lo que sé de la naturaleza de esa Corte Umbral, y el porqué esos Druidas Sombríos hacen lo que hacen, que básicamente es dedicarse a hacer el hijoputa.

En esta historia hay que tener claro que mientras que todos están más o menos enredados con aquel que nos dio la dolorosa bienvenida a este mundo, el llamado por algunos el Señor de la Medianoche, hay algunos que le sirven de manera depravada mientras que otros lo hacen de manera más cabal o bien sirviendo sus propios interesas por encima de un fanatismo degenerado.

También conviene aclarar el asunto de Sabueso, de eso me encargaré yo, Lagrimita. Eso sí, cuando hayas acabado; continúa por favor. —

El grueso cabo recuperó el odre de las manos de su primo, destapándolo para dar un trago a su vez. Parece que la comida le había dejado con bastante sed.

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02/07/2020, 00:35
Infantería: Soldado Novato Cielo.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: UNA HORA Y MEDIA DESPUÉS DE LA PRIMERA COMIDA.


Había un detalle en lo que acababa de contarles Lagrimita que no dejaba de llamarle la atención...

-Por lo que decís... Seldocha sabía lo que le había pasado a la caravana... atados y muertos. Eso suena a ejecución... ¿No os dijo quienes habían sido los autores de la matanza?... ¿tenéis alguna sospecha al respecto?

Extraño... las gentes de la caravana, si hubiesen llegado a sospechar cual sería su fin, habrían luchado hasta la muerte, y no deberían haber terminado de ese modo. Tal vez, simplemente, hubiesen pecado de exceso de confianza, pero, de haber una banda de asaltantes que actuasen de este modo, sería raro que no hubiesen tomado precauciones. Salvo que fuese el primer asalto de este tipo a una caravana en esa zona... o que no fuesen realmente bandidos, sino... otro tipo de gentes.

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02/07/2020, 00:48
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: UNA HORA Y MEDIA DESPUÉS DE LA PRIMERA COMIDA.


El trago de agua le vino muy bien, tanto que se animó con otro y devolvió el pellejo a su dueño acompañado de un gesto cargado de gratitud. Con la aprobación de su oficial, se disponía a continuar cuando Cielo intervino.

- Para ser fiel a la verdad, fue el otro secuaz llamado Augur quien conocía estos detalles. Gracias a este ser de aspecto cadavérico y desagradable cuyos dones me son desconocidos, Seldocha sabía que la caravana había sido atacada tres días atrás... Oh, espera, ¿Dije cuatro antes no? No, tres y al parecer a unos cincuenta-sesenta kilómetros. En fin, conocía muchas cosas de la Compañía Negra y le interesaba contar con nuestras capacidades. - Quiso explicar a su compañero, encogiendo los hombros, signo de que poco más podía decirle.

- Bueno, tras liquidar a los druidas avanzamos hasta llegar a nuestro objetivo, confinado en un fuerte-prisión que era a todos los efectos una cárcel para quienes esos malnacidos secuestraban. Allí habría también enemigos, rivales o a saber que otro tipo de inquilinos mucho peores. Cuando entramos el olor, que desde fuera era nauseabundo, se volvió mucho peor. Carcasas abiertas y aparentemente devoradas se veían por el suelo, montículos de restos desperdigados en el suelo cuyos orígenes creo que nadie hubiera querido saber. La que fue Adriana se encontraba a pocos metros de la entrada, en pie y en actitud desafiante, ya que nos habría percibido. Antes de entablar combate directo nos arrojó dos jabalinas sujetadas previamente por unas manos con forma de pinza de cangrejo. Su mandíbula parecía la de un insecto o una hormiga y en varias zonas del cuerpo se adivinaba una especie de caparazón o quitina... Ahí entendí que nuestra misión era una buena obra, además de un contrato. - Lagrimita asentía levemente, convencido de lo que estaba diciendo. - Se le sumó una especie de engendro humanoide con la carne infectada, inflada en algunas zonas donde aquí y allá, podían apreciase pústulas burbujeantes a punto de reventar. - Aquí el gesto se le torció en una mueca desagradable. - Por si fuera poco, juraría que fue Analista o Frontera quien divisó a lo lejos, por el camino que habíamos tomado hasta llegar allí, como la presencia de dos patrullas convergerían en nuestro destino de manera inminente. Tal vez nos estuvieran buscando, el caso es que había que actuar y rápido. - Observó los gestos y expresiones de sus compañeros, el relato se había tornada lo suficientemente desagradable como ver alguna cara de asco.

- Adriana era rápida, capaz de atacar a varios objetivos a la vez y su sangre quemaba como el ácido. Solo las armas de Guepardo, Matador y la mía conseguían resistir impunes los efectos de la corrosión. Podéis imaginar que pese a nuestra ventaja numérica inicial, el asunto no fue ni mucho menos fácil, ya que otras de estas criaturas humanoides se fueron sumando al combate a medida que los segundos transcurrían. Pero somos La Compañía Negra, la última de las doce de Khatovar, estaremos mermados pero no estamos muertos ni vencidos y a contra reloj conseguimos nuestro objetivo. Fue Matador quien consiguió dar muerte a nuestra presa, el resto de enemigos daban igual, comenzamos a replegarnos en cuando todos pudieron estar libres pero nuestro difunto compañero perdió el control de sus actos y atacó a Caracabra, fallando el golpe, Sabueso no tuvo la misma suerte. El enorme tajo en la espalda que tiene es un recuerdo de por vida. - Se hizo un silencio, el oscuro miró al suelo lamentándose visiblemente, la pérdida era aún reciente. - El cabo logró hacer que volviera en sí, pero fue demasiado tarde, estaba bastante herido y un fatídico golpe de una de las últimas criaturas que se iban sumando le condenó... Entonces, ocurrió lo que se os ha contado, se dio muerte a sí mismo. Sabía que no podíamos socorrerle, nos hubieran encajonado a todos y superado ampliamente en número, fue una huida de locos. Dedos estuvo a punto de no contarlo, pero para nuestra suerte los del fuerte-prisión y parte de estas patrullas se enzarzaron en una lucha que nos dio unos segundos valiosos. - Había llegado casi al final de todo lo sucedido, se detuvo un momento para recordar bien los próximos detalles a revelar y cuando estuvo seguro continuó.

- Habíamos atacado una especie de colmena, no me hagáis preguntas al respecto, fue Serpiente quien nos advirtió de que algo más peligroso despertó con la muerte de Adriana y pronto pudimos comprobar de que se trataba. Nos persiguió desde no sabemos donde, como parte de las patrullas compuestas por más salvajes y varios druidas, pero nunca le vimos hasta que lo tuvimos encima. Nos persiguió incluso al volver a cruzar por el camino de piedras, un cazador implacable con una sola misión; Darnos muerte a todos... Pero no contó con algo. - Por primera vez, Lagrimita sonrió levemente. - ¿Recordáis que os dije que algo atacó a Analista al ser el último en cruzar las piedras? Eran nada más y nada menos que diez desquiciados hombres harapientos armados con cotas de mallas viejas y espadas herrumbrosas, antaño mercenarios de cierta importancia según Sabueso nos dijo después, que se lanzaron al combate contra este ser despreciando toda táctica. Mantuvimos la línea, usamos nuestros proyectiles y dimos muerte a los dos o tres que se acercaron a nosotros mientras el resto, perecía uno a uno a golpe de garra, mordiscos y aguijón. Si Adriana os pareció desagradable, os ahorraré describiros detalles de este monstruo con apariencia de insecto verde, humanoide y de sangre también ácida. - Abandonó su pose de descanso para comenzar a describir la escena.

- Esa cosa era más rápida, más dura y muchísimo más letal que todo lo que haya visto hasta ahora. Las lanzas le rebotaban, su sangre devorada el acero herrumbroso como si fuera mantequilla al contacto con la olla donde Frontera nos cocina. Tuvimos suerte, de verdad, en el estado en el que algunos estaban no exagero si afirmo que podríamos haber lamentado alguna baja más de no ser por nuestros "amigos". Guepardo y un certero lanzazo terminaron con el cazador de la colmena, por así llamarlo, haciendo que este explotase en ácido y terminase por matar al último atacante. - Aguardó un momento y suspiró, - creedme, esos tipos ya me caen mejor aunque estén locos. - Afirmó.

- Recuperamos lo que pudimos, que no era mucha, de los cadáveres y acampamos esa noche y restañamos las heridas. A la mañana, el cabo mandó a un grupo a seguir el rastro con la creencia en que habría un campamento cercano de donde estos diez habrían tenido que salir, a juzgar por su ligero equipaje. En efecto, así fue, pero no se encontró gran cosa y cuando volvieron dimos inicio al retorno a Verdín sin más problemas, y eso es todo. Son todo tuyos, cabo. - Dijo finalmente al terminar, ocupando su lugar en la fila.