VIGÉSIMO OCTAVO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.
AÑO: 4715 RA.
MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).
DÍA: 1, DÍA DEL SOL.
HORA: POR LA MAÑANA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. TEMPERATURA FRESCA.
Mientras comenzaba la marcha, Barril echó un vistazo a lo que dejaban atrás. Por un lado, el camino que llevaba hasta el Lago Verde, donde habían llegado a este país llamado Nidal. Más adelante, las granjas, una de las cuales habían reclamado como lugar de descanso, la Granja Maldita de Samuel. Algo habían tomado y algo se habían llevado, pensó mirando de reojo a Piojillo allá atrás en la formación. La empalizada del pueblo les observaba muda, ocultando a los pocos que se atrevían a espiar su partida por las grietas de la misma. Sólo habían ganado el recelo de estas gentes, a pesar de haberles liberado de aquellos que les robaban y mataban. El cuerpo podrido del difunto alcalde les vigilaba mudo y ciego, como sombrío testigo de su partida.
Lo único que evocó del grueso Oscuro algún sentimiento, en este caso de despedida y camaradería fue la tumba de Uro, en la que se recordaba también al difunto Matador. Saludó en su dirección una última vez antes de empezar a mover pesadamente un pie detrás de otro. Un nuevo camino se abría delante de la Compañía, y la Oscuridad les seguía.