Partida Rol por web

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

Observó con orgullo cómo todo el grupo se ponía en marcha a las órdenes de su marido y su hermano. En medio de todo el revuelo llegó corriendo su primo, Lagrimita. Parecía que no hubieran atravesado un auténtico infierno y caído en mitad de un lago helado, a saber dónde... No obstante, se alegró de verle en tan buen estado y lo saludó con cariño.

—Mira que eres estirado a veces, primo. Está bien que quieras mantener la disciplina, pero relájate un poco anda... O te despeinaré hasta que lo hagas- le amonestó en medio de risas evocando los días en que, siendo pequeña la encantaba pillarlo desprevenido para revolverle el cabello y lo poco que le gustaba. A pesar de ser ella más pequeña y llevar las de perder.

Sus palabras la intrigaron y se quedó junto a su hermano mientras hacía señas a Ponzoña para que se acercara a escuchar.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. 

AÑO 202 DE KHATOVAR. 

MES DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO). 

DÍA QUINCE. TARDE. NUBLADO. 

Poco a poco el frío gélido había ido disminuyendo. Al lado de Khadesa y Campaña, el deforme guerrero tribal pudo recuperar el aliento y la compostura. Notaba, cerca de las llamas, una profunda intranquilidad. La convicción que el fuego, que había quemado el cadáver de Vieja Bruja, acabaría también con su vida, habitaba ahora en su mente, profundamente incrustada. A pesar de todo era capaz de razonar y, al escuchar a Ponzoña, procedió a devolverle yesca y pedernal. Tras ésto, ayudó a todos los presentes a ir subiendo los bártulos al carro. 

No hablaba demasiado, salvo en un momento en que miró a Guepardo recordando que antes se había acercado hasta él. 

- ¿Quieres algo, Guepardo? - preguntó en un tono que la inquietud mental de hacía unos segundos hacía parecer desabrido. 

Luego se quedó escuchando lo que Lagrimita tuviera que contarles. 

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. 

AÑO 202 DE KHATOVAR. 

MES DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO). 

DÍA QUINCE. TARDE. NUBLADO.

Guepardo, mientras aferraba un nuevo viaje de leños y los depositaba sobre el carro de la pitonisa, se detuvo un momento para observar cómo una figura lejana se acercaba desde las ruinas. Venía corriendo. Quizás algo iba mal. Por su andar y fisionomía o su armadura pesada, mejor dicho, solo podía tratarse de tres posibles personas que marcharan al edificio.

No lo suficientemente orondo para ser Barril. No lo suficientemente enjuta para ser Palomita. Es Lagrimita, dedujo mientras volvía a coger más leños cerca de la fogata y volvía a colocarlos en el carro. Por fin llegó el ruidoso oscuro, tintineando sonoramente con su armadura pesada, y se dirigió a Matagatos. No daba gritos ni estaba especialmente alterado, luego no parecía que algo grave ocurriera en el templo. Pero sí había cierta prisa. En un principio no oyó lo que decía al Capitán, pero lo que si vio es que la gente se estaba levantando.

Nos movemos de una vez, comprendió con simpleza. Y asintió con la cabeza conforme. El hostigador percibía las sombras en sus compañeros, pero la que más le inquietaba era la del propio paraje.

Advirtió que alguien le hablaba y se encontró con el nervioso y atribulado Caracabra, algo más compuesto aunque con sensible temor hacia el fuego aun. El jaguar abrió la boca intentando responder que pretendió ayudarlo y acercarlo a la hoguera, pero la cerró, dibujó una mueca parecida a una sonrisa y tras negar con la cabeza levemente, terminó por asentir.

- Ponzoña quiere su yesca y pedernal - comentó haciendo un gesto con la barbilla al bolso en el cinto del caimán -. Y a mi me vendría bien la ayuda de dos brazos fuertes para terminar de cargar la madera en el carro. Nos vamos en breve, Caracabra - le dijo escuetamente.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

Lagrimita regresó con noticias del grupo de exploración que había partido hacia la iglesia.

Mientras tanto, Frontera estaba bastante ocupado terminando de atar maderos y ramas en haces de tamaño manejable para poder cargarlos al carro o llevarlos a pulso. Continuó con dicha tarea mientras observaba a los demás moverse alrededor, algunos como pollos sin cabeza. Lombriz empezó a cargar mochilas en el carro, y comprobó que cargaba la suya.

Parece que nos marchamos... ya era hora -murmuró para si mismo.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

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MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

No se esperó a las órdenes pues quería largarse de aquel lugar cuanto antes, no le gustaba ese lago por motivos más que obvios así que decidió acercarse a sus caballos y disponerlos para la eventual marcha. Se acercó primero a Orgullo y comprobó que sus pertrechos estaban listos y dignamente colocados. Una ves su montura predilecta estuvo asegurada se acercó hacia Jerifalte, el imponente caballo que había heredado de su padre, palmeó el cuello de este con cariño, como si le estuviera pidiendo perdón por lo que iba a hacer.

—¿Quién se encuentra en peor estado y necesita ir montado? —preguntó alzando un poco la voz a la espera de recibir respuestas de los principales afectados.

Su plan era simple, tomar las riendas de Jerifalte y conducirlo en paralelo mientras él cabalgaba sobre Orgullo. No había muchos jinetes entre los presentes y prefería ser él, el que guiase a sus animales. Mientras ultimaba los detalles de sus monturas aprovechó para acercar la oreja a su primo Lagrimita y las novedades que traía para Matagatos.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

Cuando ya iba a sunir al carro de Khadesa, escucho a Pelagatos. Le miro, dudando, y finalmente alzo la voz.

¡Pelagatos! Yo estoy bastante mal. Iba a viajar en el carro de Khadesa, pero si ofreces tu caballo y no te importa...

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

Era evidente que el estado de muchos de los presentes se asemejaba al del no menos de la mitad de los compañeros que había dejado atrás, el calor de la hoguera habría hecho que unos pocos estuvieran con más ánimo de recolectar leña, como estaba apreciando.

Capitán parecía necesitar un buen cuenco de sopa caliente, un lujo en esos momentos, adoptó una posición de descanso al escucharlo. - El nivel superior ha sido asegurado, una gran hoguera os recibirá en el centro de ese templo en ruinas. La edificación tiene oquedades en casi toda su estructura, el viento se cuela aquí y allá pero pese a ello, es un lugar mucho mejor que la playa. En cuanto al nivel inferior, una cripta o similar, está siendo explorada mientras hablamos. - Recordó al instante cierta petición. - Cabo Barril ha solicitado un voluntario del pelotón de hostigadores para acompañarme de inmediato, alguien que pueda seguirme el ritmo de vuelta, eso sí. - Hizo una pausa, miro alrededor y se acercó a susurrar al oído al Capitán. - Cabo Barril insistió en esto: Según Serpiente y su opinión arcana, es imperativo que volvamos dentro cuanto antes, la noche puede resultar letal para todo lo que quede a su amparo. No se nada al respecto. - Volvió a su lugar como si nada.

Miró a la pitonisa, sonrió ante su cariñosa reprimenda y le guiñó un ojo cómplice. - Me alegra verte de buen humor. - Respondió, volviendo a atención a Matagatos. Tal vez tuviera razón, pero era algo que no merecía la pena poner a debatir.