El beso de Liandra había sido lo más maravilloso que había ocurrido en su vida. Tenía ganas de reír, de llorar, de saltar y de arrancarle la ropa y cubrir de besos cada centímetro de su piel magullada, cubierta cruelmente de cicatrices. Era todo por lo que había luchado, por lo que había quitado y dado vidas, todo era por ese momento, por esa mano en su rostro, por esos labios.
Flit abrió los ojos y la contempló, la mujer más bella del mundo estaba sobre él, sonriendo mientras se acercaba a su oído para susurrarle. Flit escuchó con atención lo que le decía pero antes de que pudiera contestar un hombre de 50 años se la llevó a curarle definitivamente la herida, quedándose él con sus pensamientos.
Lo que está diciendo Liandra es traición, la matarían si alguien la escuchara....tenemos que tener cuidado. Somos esclavos y siempre serviremos, siempre servimos de una manera u otra, a golpes, bajo las ordenes de un guardia negro o de un Lord, siempre servimos y nunca tenemos la capacidad de elegir..... Es cambiar un amo por otro...siempre seremos esclavos. Me queda poco, he trazado casi hasta mi límite y pronto moriré, lo único que quiero es estar junto a Liandra, las batallas de los grandes señores me dan igual, me da igual si Liandra es una espía o si es sincera. El poco tiempo que me queda quiero ser todo lo feliz que me dejen....yo ya he cumplido mi parte.
Os veo muy aleg.... UY...alegres después de lo que hemos pasado.
El pecho me dolía horrores y me costaba incluso hablar.
Creo que tendré que reposar durante unos cuantos días antes de que esto cicatrice en condiciones.
El ambiente entre los demás parecía bastante relajado e incluso algunos pensaban en emborracharse para olvidar lo que habíamos dejado atrás en Garriston.
Mis pensamientos volaron en ese momento hacia la Cromería y hacia Eda que la había dejado atrás allí.
¿Cómo estará pasando ella estos días? Supongo que no le llegaran noticias ni sabrá nada del ataque ni de como ha ido. Solo espero que esté bien y que no vuelva a sufrir más maltratos en mi ausencia.
Me quedé allí tumbado, mirando al techo del barco mientras los demás asaltaban la despensa de alcohol.
Y tras la cura de Threkor los besos de amor se sucedieron,aunque también otros hechos que tanto Secse como Flit reconocieron: Naya había curado a Elric usando el rojo
Liv abofeteó a Secse antes de gritarle unas palabras
-"¡Podíamos haber muerto! ¿Cómo se te ocurrió decirle aquello a Lord Omnícromo?"-tras eso besó al chico para después separarse de él y alejarse casi corriendo
Mescía y Garret se besaron también antes de que él la alzara en brazos y se alejara con ella buscando algún rincón más íntimo,si allí había alguno porque el barco estaba atestado de gente
Liandra se acercó a Flit al que también besó antes de que un hombre,un normalo,se la llevara para curarle la herida.Y entre tanto beso Puño de Hierro se acercó hacia vosotros cortando el paso a Garret y Mescía y haciendo un gesto a Naya y Elric para que se acercaran también
-"Naya siento no haber podido traer a tu padre de vuelta conmigo y aunque en nuestra huida le dispararon la bala no le mató y ese monstruo,el tal Omnícromo no le dejará morir,tu padre es demasiado valioso"-el hombre pone una mano en el hombro de Naya para reconfortarla-"Tarde o temprano le traeremos de vuelta"-os mira de arriba a abajo valorando vuestras heridas-"Hoy habéis luchado bien,enhorabuena.Me alegro que todos estéis vivos aunque algunos casi no lo pueden contar,espero que esta batalla os haya enseñado lo que no se aprende en el patio de entrenamiento.Y ahora descansad,lo necesitáis"-alguien le llama y el hombre se aleja en dirección a una Guardia Negra
Mientras Puño se aleja veis que Kip echa a correr hacia donde se encuentra Gavin y embiste a un chico que está tras él con una daga levantada que clava en la espalda del Prisma.El golpe es tan fuerte que ambos caen por la borda,saliendo a la superficie entre bocanadas.El otro chico comenzó a nadar hacia el muelle dejando un reguero de sangre en el agua mientras alguien lanzaba a Kip una cuerda que cogió con dificultad.En cuanto el chico estuvo en cubierta se desmayó soltando una caja alargada de palisandro que Puño de Hierro se apresura a recoger mientras Gavin coge a Kip y se dirigen a un camarote y vosotros os dejáis caer en cubierta completamente agotados mientras que alguien se acerca a vosotros para curaros las heridas superficiales.
Poco a poco los disparos dejan de escucharse y en cambio oís gritos de triunfo desde tierra pues el ejército del rey Garadul ha conquistado la ciudad y ha ganado la batalla mientras vuestros barcos vuelven a los Jaspes,a la Cromería,derrotados pero vivos y un poco más sabios.Sabéis que aquello no ha hecho más que comenzar y que probablemente tendréis que enfrentaros a aquel ejército de nuevo pero seguramente para entonces ya seréis Guardias Negros o al menos estaréis un paso más cerca de serlo
Pero eso queda lejos aún,por ahora dormiréis pues os lo habéis ganado,ya habrá tiempo para pensar en nuevas batallas y enfrentamientos,en amores y desamores,en reencuentros muy deseados y en rescates bien ejecutados.Ahora lo que toca es descansar
FIN
Naya río con suavidad ante la broma de Elric. Seguramente él no lo había dicho con la intención de que lo fuera, pero era gracioso igualmente.
Se incorporó y al mirar alrededor vio que todos parecían felices. Incluso Flit. No había podido cumplir su tarea de liberarlo, pero si tenia a Liandra seguro que eso le bastaría. De momento.
Se acercó ante la petición de Puño de Hierro. Sintió el calor de su piel a través de la mano del hombre sobre su hombro. Era tan sereno, tan calculado y perfecto ..
Y Elric era todo lo contrario. Intuitivo. Visceral. Animal.
Y ambos tiraban de ella como dos imanes. Aunque eso daba igual pues uno era su comandante y el otro no le devolvió el beso. Mejor así. Mejor no tener que elegir y centrarse en lo que de verdad importaba. Ser Guardia Negro y recuperar a su padre
Elric le devolvió la sonrisa a Naya cuando esta rió ante su frase, había intentado bromear y parecía que le había salido bien, era un aspecto que no salio muy bien la primera vez. El azul le hacía muy frío ante todo pero en sí lo prefería, no se hubiera imaginado pudiendo trazar el rojo, seguro que a más de alguno le hubiera saltado al cuello para mordérselo, aunque por lo que había visto y aprendido el rojo servía para curar. Volvió a recordar la sensación que le produjo sentir el rojo y un escalofrío recorrió su cuerpo, pero no era una sensación que recordase desagradable, fue muy extraña y a la vez placentera, tendrá que hablar con Naya cuando estén tranquilos y no tan cansados.
Junto a los gritos de victoria que se escuchaban de fondo, estaban los jadeos y lamentos por las perdidas que se mezclaban con las pequeñas risas de supervivencia del barco, había ocurrido el altercado del intento de asesinato hacia el Prisma y pensó en trazar para coger al hombre que huía pero estaba cansado y no conseguiría nada seguramente.
Naya se incorporó para acercarse a Puño de Hierro, algo que le hizo gruñir levemente y que se sentara luego, no sabía por qué había gruñido pues la hembra elige, lo averiguaría más adelante, comenzó a apoyar la espalda en algún lugar que la cubierta le permitiera estar cómodo y cerró los ojos, pensaba en todo lo que había ocurrido desde que salió del bosque a la vez que toqueteaba el colgante que llevaba al cuello.
La regañina esperada no se hace esperar. Pero tampoco espera el hecho de que no me den tiempo a responder y me callen con un beso como si fuese algún tipo de respuesta universal. Abro los ojos y lo que pasa a mi alrededor, incluso el magnífico hecho de que una trazadora roja sin experiencia ni formación en el bonito arte de curar haya obrado una especie de milagro, queda en un segundo plano. Comienzo una lista:
- ¿Se han peleado? No que yo sepa.
- ¿Me está tomando el pelo? No que yo sepa.
- ¿He trazado algún tipo de halo irresistible? No que yo sepa. Nota mental: ¿eso se puede hacer?
- ¿La he curado? No que yo sepa.
- ¿He perdido la cabeza? Posible, pero no lo creo.
Sin más soluciones en mi cabeza, el inminente hecho de estar en una situación de peligro me devuelve a la realidad y decido investigar más tarde qué acababa de pasar, pero estaba algo claro: me había perdido algo. Una mirada rápida cuando el Comandante menciona al padre de Naya, pero no digo nada. Eso será mejor hacerlo por partes.