En la base de la torre verde se encuentran los jardines y pequeños zoológicos con animales tanto comunes como exóticos.Muchos alumnos gustan de pasear por los tranquilos jardines que dan la sensación de encontrarse lejos de una gran ciudad
Bajais y ante ti se abre un hermoso jardín repleto de árboles y vegetación que apenas logras reconocer.El trinar de algunos pájaros y el rumor del agua llega hasta tus oídos.Parece que has entrado en otro lugar,un mundo totalmente ajeno a la ciudad que hay más arriba
Paseando o leyendo sentado en la hierba o en bancos de piedra dispuestos para ello ves a estudiantes y magísteres.Liv sonríe al mirarte
-"Espero que te guste.Te voy a dejar por aquí pues yo debo marchar a clase.Espero que lo disfrutes"-tras un saludo se aleja en dirección a las escaleras
Acompañó a Liv todo el trayecto hasta el jardín de la torre verde, una vez allí quedó maravillado, el olor, los sonidos, lo que tenía delante era más o menos casi igual que lo que había tenido en sus 20 años de vida, esa mujer acababa de devolverle algo que sabía que iba a echar en falta durante mucho tiempo, había conseguido sacarle una de las mayores sonrisas que su rostro mostraba en estos 8 meses fuera de su bosque.
Miró a Liv y sin palabras le trasmitió su gran felicidad, no sabía como expresarse, así que dejó que la mujer diera unos paso al despedirse, cuando la cogió de la mano para llamar su atención, luego sin que pudiera hacer nada le dio un beso en la mejilla. - Gracias, me habéis devuelto algo que añoraba. Contad conmigo para lo que necesitéis. Volvió a sonreirle y soltó la mano de la mujer.
La chica se sorprendió ante tu gesto mas no dijo nada ni tampoco rechazó el beso.Cuando se repuso de la sorpresa inicial te sonrió y asintió
-"De nada,estaba segura de que te gustaría.Si vas por aquel camino seguramente te encuentres con una zona donde hay tigres.Son preciosos y no pueden hacerte nada así que tranquilo"-sin decirte nada más la chica se aleja en dirección a las escaleras por las que desaparece
Se despidió de Liv - Hasta Luego Liv y se dirigió a la zona que le había dicho, Tigres!, ¿habrá Lobos también?, se paseó por el jardín y se adentró en el. Observó animales y a quienes se encontraban en el jardín, que hacían como se comportaban y si había visto a alguno antes.
Ni siquiera llegais a salir de la Cromería pues al parecer el jardín del que te habla se encuentra en el interior de la Torre Verde, en la zona inferior.
Bajais y ante ti se abre un hermoso jardín repleto de árboles y vegetación que apenas logras reconocer.El trinar de algunos pájaros y el rumor del agua llega hasta tus oídos.Parece que has entrado en otro lugar,un mundo totalmente ajeno a la ciudad que hay más arriba
Paseando o leyendo sentado en la hierba o en bancos de piedra dispuestos para ello ves a estudiantes y magísteres.
-"¿Con los subrojos?No pasa nada,simplemente que soléis se estériles y que al parecer eso está relacionado con vuestra forma de cantar.La gran mayoría tenéis muy buena voz"-te dice tu mentor mientras paseáis tranquilamente por aquel paraje que parece imposible que se halle bajo tierra
Un poco más adelante ves a Elric,tu compañero para la prueba del salón
¿Estériles? ¿Quien demonios le había dicho eso!
-¡Hey que no todos lo somos! ¿O sí? Grrroooaa, aaahhhh... -comencé a hacer ruiditos de distintas frecuencias forzando las cuerdas vocales -¡De buena voz nada!- Aunque no había forma de comprobar, aun que no fuera estéril
El pensamiento me deprimió un poco, y me distraje mirando al rededor. El canto de los pajaros era como un arrullo. Podría dormir aquí todos los días de la vida con una hamaca colgada en alguna de las columnas.
Y más adelante estaba Elric, ¿qué hacía paseando por acá? No era asunto mio, y aun así decidí saludarlo con la mano.
-¡Elric!- grito - Es un compañero de clases- le explico a Ceolan - Está en concurso conmigo y mí hermano.
Mientras se acercaba a uno de los gemelos le sonrió. iba acompañado por otro chico, no recordaba haberlo visto antes. -Buenas. saludó a ambos. Tendió la mano a Ceolan. - Mi nombre es Elric, encantado.
-¿Habéis visto a los tigres? parecen criados aquí dentro. Parecía no estar conforme con lo que veía pero a su vez sus ojos decían que se sentía como en casa.
¿Tigres? ¿Que es un tigre? No había visto ninguno. Eché un vistazo a los animales en la jaulas. Ninguno tenía pinta de parecer un tigre.
-No, los he visto. Acabamos de llegar- expliqué- ¿Como es posible que todo esto esté bajo tierra? -pregunto para mí mismo en voz alta.
-¿Y eso que das un paseo por la torre verde? Yo vengo de paseo antes de hacer otras cosas en el gran jaspe.
Eché otro vistazo a las jaulas. Sería bueno venir y aprender a dibujar. Mirá por el pasillo por el cual vinimos y traté de recorrer el camino desde la torre roja. Me fue imposible, pero siempre podía pedirle a Ceolan que me trajera o me diera indicaciones rápidas.
El joven te estrecha la mano con firmeza
-"Yo soy Ceolan,su mentor.He oído hablar de ti,no es muy común un albino ¿eres daltónico?"-te pregunta con interés.Cuando le respondes asiente y continúa hablando-"Los tigres son animales exóticos pero no están en jaulas sino en libertad aunque no pueden atacarnos.Vamos,os los mostraré"-dice señalando una camino lateral flanqueado de arbustos repletos de florecillas extrañas parecidas a campanillas rojas-"¿Cómo lleváis la preparación a la fiesta?"-os pregunta con interés
Poco después llegáis a un lugar donde varios estudiantes se asoman a una especie de foso profundo con ramas y rocas donde los tigres descansan perezosos con los ojos semicerrados aunque notáis que sus cuerpos,a pesar de la relajación, están alertas dispuestos a moverse en cualquier momento si a alguien se le ocurriera bajar hasta allí.
Tras coger algo de comer y saludar a los que estuvieran allí se encaminó con un par de filetes envueltos. Por el pasillo hasta la torre verde no dijo nada, Naya le había dado paso para que le siguiera y con un gesto le indicó el camino.
Entrando en la torre verde empezó a bajar hasta llegar al jardín.
Al entrar en este aspiró fuertemente el aire que procedía de aquel maravilloso lugar.
Dejó pasar a Naya primero, al entrar pudo observar como era el jardín del que Elric no se separaba últimamente, rodeado de arboles y vegetación muy variada, pájaros volando de un lado para otro canturreando ayudando a ese rumor de fondo de agua cayendo que invitaba a relajarse. A medida que adentraban en el por un pequeño camino que se iba hacíando cada vez más ancho, pudo ver como había bancos de piedra dispuestos para que pudieran sentarse los estudiantes en zonas donde la hierba te invitaba a tumbarte en ella y disfrutar de su frescor, pero el siguió andando, justo paró en donde se sentía más cómodo, donde podía ver a los tigres, se habían cruzado con algún que otro animal más pero esas bestias eran de lo más exquisitas para la vista.
Se sentó al borde, limpió el suelo para que se sentase y le acompañara. - Cuando no me encuentres por ningún lado, ven aquí, pues seguro que estaré aquí.
Naya había metido unas salchichas dentro de un pan y algo de fruta. El entrenamiento daba bastante hambre así que lamentó que no le cabiese más comida en las manos pero no dijo nada en voz alta. Siguió confiada al muchacho y al entrar a aquel lugar se quedó maravillada ante cada detalle que percibían sus sentidos. Aquel lugar no se parecia a ningún otro lado que hubiera visto de la Cromería.
Se acomodó en el borde junto a Elric. Asintió despacio a las palabras de su amigo mientras apoyaba las manos en el borde y se inclinaba muy ligeramente con la atención fijada en aquellas bestias. Tras unos segundos giró el rostro para mirarlo.
- ¿Crees que Asha llegó a estar aquí? - su rostro seguía endurecido pero sus ojos brillaban ligeramente antes de volver a desviarlos hacia abajo como si no esperase respuesta realmente.
Dejando sus filetes a la vista de la mujer encima de la servilleta que había cogido para enrollarlos, cogió uno de estos y tras olerlo lo mordió, miró a Naya cuando le habló y asintió, tragó para hablar pues fue una de las cosas en las que insistió kilyan en enseñarle. - Seguramente, es un buen lugar para que paseen parejas o para despejarse de los días malos. Habrá disfrutado de todo esto seguro.
Miró a los tigres mientras masticaba nuevamente un trozo recién mordido. -Si te conforta puedes traer algo de ella aquí, así siempre estará en este jardín, cuando murió el lobo más viejo de la manada se fue a un claro donde había un lago al sur del bosque, allí cada luna íbamos a visitar su espíritu, al menos yo lo entendía así, no es que me comunicase con los lobos como contigo ahora.
Miró a Naya para evaluar sus gestos y entenderla.
- Si. Seguro que Cameron la trajo - musitó con una sonrisa triste.
- Ella siempre va a estar conmigo. Eso me conforta. Pero me enfada que le arrebataran la oportunidad de pelear por su vida - sus ojos se iban empañando mientras su cuerpo comenzaba a temblar de rabia - Pero lo que más me cabrea de todo es no haber podido protegerla. No haberla salvado para poder hacerle ver que por ella haría todo lo que me pidiera, aunque no fuese de mi agrado - en ese momento se volvió hacia Elric con las lágrimas bañando sus mejillas y empapando sus ropas blancas.
- Murió sin entender que había pasado. Preguntandose porque yo no había hecho nada...- dio un puñetazo en el suelo descargando todo lo que llevaba dentro - Murió pensando que no apoyaba su decisión de casarse - su voz había ido menguando a la par que su rabia y fue entonces cuando se abrazó a su amigo.
Asintió a Naya cuando hablo de Cameron y la siguió escuchando cuando empezó a hablar solo lo que no pudo hacer, estaba de acuerdo en que Asha no había podido combatir de una manera igual a la de su contrincante, por desgracia había sufrido un ataque por sorpresa y el golpe había hecho que muriera al instante, en parte algo bueno, no se fue desangrando hasta morir.
Iba a comenzar a hablar cuando de repente Naya se le abalanzó su instinto de supervivencia le indicó que la lanzase a los tigres pero al sentir el abrazo su cuerpo se puso rígido unos segundos para luego empezar a relajarse no le habían abrazado de esa manera nunca y menos una mujer llorando. No sabía que hacer. como consolarla, ¿le acarició el pelo?, ¿le doy golpecitos en la espalda como aquella madre a su niño?, esto no me lo explicó Kilyan. al final optó por responder a sus negativas.
Mientras pasaba el brazo por la espalda de Naya de una manera semejante a lo que podía haber visto por la ventana de la casa donde estuvo aprendiendo a comportarse, levantó con la mano derecha el rostro de su compañera. Ahora entiendo lo de prometidos, era que se iban a casar, claro, por eso le brillaban tanto los ojos de alegría a Asha y olía a flores, era feliz -Ella sabe perfectamente como eres al igual que tu sabes como es ella, escuché perfectamente como le decías que te te alegrabas por ella, no tienes por qué decir lo contrarío incluso querías brindar por ello.
Parecía atravesar a Naya con la mirada, como si buscase algo en ella, incluso sus orificios nasales se movieron un poco como si la olfateara. - Dices que siempre va a estar contigo, aprovecha todo lo que aprendiste de ella y haz que se sienta orgullosa. La muerte no significa perder a tu ser querido, la muerte es otro paso más, llegue antes o después, estoy de acuerdo en que podía no haber sucedido o incluso haberme pasado a mi mejor que a ella, pero ten presente que no morirá a menos que tu te olvides de ella. No dejó de abrazarla hasta que ella se retirase pues no sabía cuanto debía durar un abrazo o si era correcto o no apartarla, pero a su vez no se mostraba incomodo pues no se sentía así, intentaba hacer entender a su amiga que estaba allí para ayudarla.
- ¿Como iba a ser mejor que te pasara a ti? - preguntó mientras le devolvia su espacio personal a Elric. Evidentemente su hermana le dolía mucho más pero nunca habría deseado que le hubiera pasado a él. - Ahora mismo solo confio en dos personas y tu eres una de ellas - dijo limpiandose las lágrimas y sintiendose ridicula por haber expuesto sus sentimientos así, pero tanto tiempo intentando hacerse la fuerte había provocado que el dolor estallara de forma devastadora.
- ¿Cómo hacen los lobos para protegerse unos a otros? En la batalla que se avecina quiero ser una loba, no quiero ser la chica vencida que soy ahora. -
Como si no importara - A mi nadie me hubiera llorado, pero no podemos cambiarlo.
Miró extrañado un segundo a Naya cuando le dijo que confiaba en el, pero no dijo nada.
Asintió a su última pregunta. - Un lobo va en manada, se protege en manada, cosa que aquí no hay, siempre estan con la alerta baja, no vigilan, no atienden a los sonidos que puede traer un pájaro, si las aves huyen de una zona es por que algo las ha asustado, cosa que puede ser peligroso, así que eso indica que es hora de esconderse. La ciudad esta cegada ante todo lo que tiene a su alrededor por mucho que la naturaleza le avise no le hará caso. Movió las manos para señalar su alrededor y que ella viese de nuevo la maravillosa naturaleza que tenía alrededor. - Observa, todo bajo una torre, todo sin sentido, aunque a mi me recuerde a mi hogar y me alegre, a su vez en entristece ver que los animales no tienen libertad. Si estaba triste no lo mostraba en ningún momento, su rostro no producía ningún gesto que se pudiera intuir algún sentimiento.
Se incorporó. - Volviendo a tu pregunta, el macho es el que cuida a las crias y protege la casa, la hembra es la que sale de caza e intimida a los posibles peligros, también protegen al macho alfa, si hay dos alfas en disputa la hembra cubre el cuello del macho con sus cabeza para que el otro macho no pueda atacarle a la yugular, cosa que hace que el que no tiene el favor de la hembra desista de coger el liderazgo de la manada. Tal y como lo iba explicaba se puede ver que aunque sabe que es muy lioso lo intenta explicar despacio y detallado para que se entienda.
Golpeó el hombro de Naya con la rodilla sin hacer fuerza, solo para moverla un poco. - Eres fuerte, estabamos con la alerta baja y ocurrió algo que no se puede cambiar ya, no necesitas ser una loba para ir a la guerra, solo se tu y mejora lo que veas de ti que hay que mejorar, en mi caso coger un tenedor por ejemplo.