Partida Rol por web

Los grumetes parecen no querer decirte nada, estan demasiado acojonados con tu fama como para querer colarte cualquier cosa. Todos caminaban tras de ti, que ibas marcando el paso casi de forma marcial. 

Tal como entras en el interior, te vas poniendo de mala leche. ¿Quién te mandaría meterte en algo así? De hecho ahora que tratas de recordar, no tienes ni idea de porqué está encaminandote a esa cita. 

La noche cae, y os pilla en el camino...en el mapa pone que a un rato hay una posada. 

Avanzo pensando en ello- ¿Realmente estoy haciendo lo que debería? Soy demasiado impulsiva, me han retado, o así lo interpreto, y acudo la encuentro, sola, porque estos dos inutiles no parece que vayan a servirme de mucho, ¿Y que? Puede que cuando llegue nos encontremos a toda una banda de asesinos, pero ¿Para que todo esto? Si quisieran ir a por mi, ya han tenido oportunidades, no soy de las que se esconden... -miro a los grumetes- ¡Eh! Iremos a esta posada, quizás allí podremos preguntar sobre a donde nos dirigimos -y eso hago, pongo dirección a la posada.

Cuando avanzas, ves que es una de esas posadas oscuras, hechas de piedra y tejado de paja con madera. Uno de esos antros con establos a un lado, mesas probablemente sucias con estofado de dos días atras, tabernero gordo y cerveza (o lo que quiera que beban) corriendo por todos lados. 

Pero podrás dormir. No es que no puedas dormir en otro lado, pero al menos podrás encontrar algo de información. 

Al entrar, todas las miradas se os vuelven. Sobre todo se os vuelven hacia ti. Una mujer llama mucho la atención. 

El posadero está limpiandose las manos con un trapo mugriento. 

- ¿Que desean? No somos ese tipo de establecimiento....

Sin esforzarme por ocultar mi acento extranjero, le respondo- ¿De que establecimiento estás hablando, si no es este de los que dan hospedaje? -observo a los presentes, buscando algo que llame mi atención, y haciendo recuento de cuantos van armados o supondrían una amenaza- ¿Pretendes que me quede a la intemperie? Más te valdría que no -me acerco a la barra si preveo que no habrá peligro, manteniendo una mano en la empuñadura, lista por si debiera desenvainar- Así que di, ¿Habrá suficiente hospedaje, alimento y bebida para mi y mis hombres?

Él vuelve a mirarte y niega con la cabeza para sí mismo. 

- Si, tenemos hospedaje, pensabamos que.... - suspira y deja el trapo sobre la barra rancia y pegajosa - Si, hay comida. ¿Cuántas habitaciones tomarán? 

Evidentemente, te había tomado por una mujer de la noche. Eso está más que claro, pero tu mirada intimidante le ha disuadido de volver a cometer ese error.