Me puse en alerta en cuanto escuché a Magrom.
-¡Mierda! ¿Desde dónde?
En efecto, había soltado una palabrota. Pensé en ello lo suficiente como para acabar olvidándolo y empecé a buscar con la mirada. Weirton y Goronleone estaban heridos. Sentía la necesidad de evitar que más miembros de la travesía acabasen en la misma situación.
AL escuchar la advertencia de Magrom Debbrunia se puso frente de Goronleone y Weirton ya que si bien habia que evitar que alguien más saliera herido, la prioridad sería proteger a los que ahora eran vulnerableds, no sabían que iba a pasar pero quería intentar proteger a sus compañeros
-Rápido, es mejor que estemos unidos, tal vez asi logremos defendernos o ver algo-
-¡Tengo goromiedo! -exclamó el goron, haciéndose de nuevo bolita para poder repeler mejor el ataque si sucedía. Los goron tenían buena capacidad de resistencia en su forma redondeada, y podían ser también temibles ante los enemigos de ese modo.
- Niño Sheikah, de nada me sirve decirlo ahora si sé que luego haréis lo que queráis. Ya confié una vez en un no animal y me costó caro. He aprendido que vosotros solo aprendéis con dolor y sufrimiento, y creo que no habéis tenido el suficiente. – comenté mientras me rascaba una oreja con la pata trasera.
- Si me demostraseis que puedo fiarme de vosotros sería otra cosa, pero la pregunta es como vais a conseguir eso.
Ya volvéis sobre el tema. Tanto tú como el buho. ¿Cómo os podéis fiar de nosotros? No lo hagáis si no queréis. Ahora mismo, según yo lo entiendo, vosotros queréis que nos vayamos y nosotros queremos irnos. Si no quisierais algo de nosotros no estaríais aquí. Así que una de dos, u os arresgáis y habláis claro u os largáis y nos dejáis morir en paz. Está la tercera opción, claro, que es que vosotros pongáis el precio a vuestra información, pero dado que no os fiáis de nosotros, deberá ser un precio que podamos pagar por adelantado.
- Creo que me has entendido mal - conteste al tipo grande - he dicho que quería que os marchaseis porque sabía que los no animales reaccionaríais de forma más agresiva si os dijese que lo que quiero son volver a colocar las reliquias en su lugar de procedencia. Me da igual que os marchéis o que muráis todos juntos.
- Lo que no entiendo es por que no se decide nadie a matar a todos sus compañeros y salir el de este sitio, los no animales os gusta eso de ir a la guerra con armas y mataros entre vosotros. Pensad que es lo mismo pero en menor número.
“Nuestro objetivo, señor lobo, es un único: acabar con la maldición. Como acaba de decirlo Malaqgoron aquí a mi lado, vosotros queréis que nos marchemos y nosotros queremos marcharnos. Pero no podemos hacerlo antes que no hayamos acabado con la maldición. Así que, díganos el nombre del poseído restante, denos razones fehacientes para comprobar su posesión, y luego nos marcharemos de aquí, por supuesto, dándole las reliquias que ahora hemos tenido que guardar para nuestra protección, porque sí tienen un poder de protección contra la maldición. ¿Qué ganaríamos guardando las reliquias y quedándonos aquí? Estamos harto de este lugar que sólo nos ha traído desgracias. Pero si usted no confía en nosotros, ¿cómo podríamos confiar en usted? Porque usted tiene razones válidas para poder confiar en nosotros, mientras que nosotros no tenemos ningunas para poder confiar en usted.”
Tras este discurso, se volvió a sus compañeros. “Creo que con esto no vamos a ninguna parte. Desde luego, ahora tenemos que decidirnos contra quién votar. Digo abiertamente que me confunda que Zejin no ha contestado aún a mi pregunta por las pistas que dice tener y que pueden llevarnos al poseído.”
- Nunca os he dicho que confiéis en mí, por la misma razón que yo nunca voy a confiar en vosotros. – respondí.
Tras escuchar lo de las votaciones me tumbé en el suelo y crucé una pata por encima de la otra mientras prestaba atención – Así que votaciones. ¿Cómo va eso? ¿El que menos aliados tiene muere y ya está? ¿Si yo ahora os dijese un nombre le botaríais todos sin ningún otro motivo? Me parece un poco absurdo, hay más probabilidades de matar a un inocente que a un culpable. Aunque a mí me vale igual, en cuanto muera le robaré la reliquia y la dejaré en su lugar. Cuantos menos supervivientes haya menos probabilidad de que volváis a venir por aquí. – mi cola empezó a moverse de lado a lado. – Búho, anímate tú también, parece divertido. ¿Hay muchos come-rocas, por qué no elegimos a uno? Ja ja ja ja Vamos, vosotros también, decir algo, no animales, si todos votáis a alguien distinto esto no tiene gracia.