Debbrunia se sorprendió al ver que Mikau tenía entre sus posesiones aquella esfera y queriendo confiar en su compañero se acercó y con sus enormes manos aparto a HoHo sin hacerle daño
-Lo siento goroave, por ahora nosotros la necesitamos ¿Qué no ves que Mikau está tratando de ayudar? Me molesta su actitud animales, si ustedes no quieren ayudarnos lo mínimo que pueden hacer es no obstaculizar nuestros avances...
-Darnos las reliquias y obtendréis algo a cambio ¡HOHO! -Las sabias palabras de los animales, les pesarían mas si no las escucharan a tiempo.
-¡Dadle las reliquias al búho, hacedle caso! -La ardilla saltó al hombro de Délano-. ¡Él regresará y volverá a matar a alguien esta noche, y cada vez quedaréis menos! ¡La única forma de que podáis salir vivos de este lugar es que renunciéis a las reliquias!
El ambiente comenzaba a tomar una oscuridad intensa, aún podían ver las siluetas de los que se encontraban allí reunidos y el viento había parado pero la lluvia continuaba sin retraso. Una risa macabra se entonó en cada rincón de la aldea, sabían que iba atacar, sabían que era el asesino acechando como un tigre a su presa.
*UUUUUUIIIIII HHGGF HHGGF* La reliquia será tu perdición y la de todos vosotros. Pertenecen al bosque. El bosque está intranquilo.
Por fin Mikau se hubo puesto a actuar, pero por eso no me quitó la intranquilidad, más bien la aumentó. Tanto como él, mi compañero cazatesoros, no me había dado cuenta que la reliquia sólo podía curar a una persona a la vez. Me costé decir lo que tenía que decir: “Creo, Mikau, por el momento tendrás que elegir entre quién curar, a Goronleone o Zejin. Pero a él quien no curarás, nosotros nos pondremos como un círculo protector en su alrededor, de manera que los ataques nos hieran antes de que puedan herir él.”
- Así que tu has sido el que ha robado la reliquia. - mi tono ya no era tan burlesco como el que había sido hasta este momento - te doy dos opciones, Zora. La primera es que nos devuelvas la reliquia, a cambio te diré quien es el asesino, pero necesitamos todas las reliquias. - quería dejar esto bien claro. Si veía algún tipo de duda sobre si pensaban en volver a coger las reliquias después de que todo esto terminase no les diría nada. - La otra es ganarte enemistad con la naturaleza, con nosotros los animales. Asegúrate de dormir protegido esta noche, porque si dejas tu garganta al descubierto seré yo mismo el que acabe contigo. Esta noche no te tendrás que preocupar por los del clan Yiga.
Akino estaba empezando a cansarse de la situación. Como granjero amaba y creía entender a los animales, por lo que decidió dar un paso adelante.
-Amigos igual debemos de entregar las reliquias, nos están ofreciendo el nombre del asesino y a cambio de unas reliquias. En el caso de que no lo hagan siempre podemos recuperarlas hasta por la fuerza si es necesario. -añadió.
-Igualmente debemos de empezar a pensar en quien creemos que es el último Yiga. En mi caso si Mikau se opone a entregar la reliquia, él pasaría a ser mi candidato.
“Akino, de dos cosas una: sea que eres muy despistado, sea que tú mismo eres el último Yiga. Porque haz un poco de memoria, por favor! Tras el cambio de los roles, Mikau fue atacado por los Yiga – entonces aún había dos – y si uno de nosotros, la bruja, no le hubiera salvado la vida, ahora sería tan muerto como muchos otros de nuestros compañeros ya lo son...”, del tono de reprimenda mi tono se desvaneció en un hilo de tristeza.
Weirton no digo que Mikau sea del clan Yiga, lo que digo es que sino entregamos todas las reliquias a los animales, y dado que él tiene una pasará a ser mi candidato. quiero comprobar si lo que dicen los animales es verdad. Nada más que eso. -dijo Akino con calma.
-Por lo tanto mi manera de actuar es: a) Ir diciendo quienes pensamos que es el Yiga que falta. y b) Que le entreguemos las reliquias a los animales para que nos ayuden. En ningún momento digo que Mikau sea Yiga, obviamente si fue atacado...pero si que tiene una reliquia sino me equivoco.
- Siempre ha podido hacerse una herida el mismo para aparentar que lo han atacado – dije observando cómo discutían los no-animales e intentando darle la razón a el que se había ofrecido a darnos las reliquias. – No sé qué tan listo será el asesino, pero un “no puedo ser yo porque estoy herido, me han atacado” no creo que sea la mayor de las escusas, sobre todo si sabe que hay una reliquia capaz de curar.