Partida Rol por web

OAS: Pánico en el Bernabéu

La base

Cargando editor
01/03/2024, 21:06
Irati Sagastume

La seriedad, y quizás también tensión, en la que había terminado envuelta, se disipó ante las posteriores intervenciones de mis compañeros. Marcos, a quien no dejaba de resultarme curioso verle en plan fan, tan sólo se pronunciaba para pedir algo de comer y beber; mientras que André no tardaba en bromear con que pidiera agua con toda la que habíamos tenido alrededor. La sonrisa que mostré ante sus ocurrencias no tardó en convertirse en una suave risa. Ambos eran muy diferentes, pero además de un buen dúo cómico, hacían buen equipo a la hora de combatir.

Los tres hacemos un buen equipo.

Sin dejar de sonreír, me giré hacia Cosme, quien se encontraba ya dando órdenes y poniendo en marcha lo necesario para cumplir con nuestras peticiones.

- Yo también comería uno de eso sándwiches. – dije alzando algo la voz para asegurarme de que me oyera, escuchando el sorprendido murmullo de Sansón. – Tampoco tan fácil, que casi nos matan. – bromeé con el atlante en voz baja, sabiendo perfectamente a qué se refería.

El que parecía ser Maestro Arcano terminó acercándose a nosotros, dándonos la enhorabuena, así como las gracias, además de ofrecernos una disculpa. Eran aquellas palabras que agradecía, pero que me resultaban innecesarias más allá de la cordialidad, sobre todo porque no tenía ni la más remota idea de quién era ese tío y por qué tenía que darnos las gracias o pedir perdón. No dije nada a ese respecto, volviendo a presenciar cómo al atlante le molestaba bastante cómo había resultado todo, y sorprendiéndome ante parte de lo que aquel mago decía sobre nosotros.

- En mi caso te has confundido de nombre. – le hice saber tras la réplica de André, quien no tenía claro si de verdad tendría sangre noble o no, y es que el modo en el que Maestro Arcano nos había mirado le permitió saber que él era un atlante, Marcos un mago, yo hija de una diosa, ¿así que por qué no que él además procedía de algún linaje importante? - ¡Oh, gracias! – añadí aún más sorprendida cuando el Maestro Arcano hizo aparecer lo necesario para que pudiéramos comer algo y descansar.

Estábamos más que invitados tanto a ello como a conversar, algo que resultaba importante con todo lo que había pasado, aunque había más cosas que quería preguntar que no estaban directamente relacionadas con lo sucedido con Kasser. ¿Tendría oportunidad de formular aquellas otras preguntas? Esperaba que así fuera, pero de momento debía aguardar.

Sansón, que ya había intentado llevar la conversación hacia donde verdaderamente nos interesaba, terminó preguntando por la manera de enfrentar a Ksser; aunque antes de ello había retirado también una silla para mí, agradeciéndole el gesto con una pequeña sonrisa antes de sentarme, algo que me di cuenta de que él no hizo hasta que yo me acomodé.

- Nos ha dado recuerdos para ti. – le dije a Maestro Arcano tras preguntar André, queriendo comer algo yo también, pero sosteniendo aún el sándwich entre mis manos. - ¿De qué le conoces? ¿Realmente es tan poderoso como parece? – pregunté acto seguido, aunque tenía pocas esperanzas de que aquella última pregunta tuviera una respuesta negativa.

A la espera de respuestas y más posibles preguntas, le di un bocado a aquel emparedado que parecía ser de jamón y queso y que intuía que me duraría poco tiempo.

Cargando editor
06/03/2024, 22:33
Marcos Corso

La verdad es que sí... quizás sería mejor un vaso de leche tibia, pero la lactosa me sienta mal. Si la hay sin o de soja lo agradecería —murmuró ante el comentario de André.

Enfrentarse a Ksser era una forma muy positiva de ver lo que había sido aquel encuentro. No se habían enfrentado a él porque no habían logrado hacerle frente, pero no iba a decirle él eso a Maestro Arcano cambiando la idea del relato. Además la historia con términos mayúsculos se construía mediante pequeñas mentiras.

Miró con sorpresa a sus compañeros al escuchar su procedencia: un noble atlante, la hija de una deidad y luego estaba él, él hijo de un ferretero. Resopló, pero estaba demasiado cansado para decir algo ingenioso, así que se limitó a guardar silencio y a pensar en la problemática de la clase obrera hasta en el mundo superheróico.

Soy algo así como un autodidacta, es largo de contar —dijo encogiéndose de hombros y sin querer matizar mucho más.

Marcos comenzó a comer con algo de ansia, pues el hambre le apretaba el estómago. No tardó mucho en terminar un par de los bocadillos que Maestro Arcano había puesto sobre la mesa. Lo que más le intrigaba era si la mesa estaba preparada en otro lugar y él había usado su magia para trasladarla o si había generado esa comida con la magia. No tomó la leche, por temor a la lactosa.

No hemos logrado saber para que servía la resina de todo y el motivo de que Ksser la quisiera, si pudieras explicarlo yo al menos te lo agradecería. Hay que detener a Ksser, tener a un mago de ese poder entrando y saliendo de este plano sin preocuparse es un riesgo muy alto. El problema es que ahora mismo su poder es superior al nuestro. ¿No debería haber un sistema de comunicación entre magos por si percibimos una amenaza así avisarnos?

Cargando editor
07/03/2024, 11:24
Director

El mago sonríe y pide disculpas por haberse equivocado:

- Puede que me haya equivocado, los años no perdonan a los ancianos...ni a su ojo clínico... disculpad si os he ofendido... - se disculpa con una sonrisa amable, pero en el fondo creéis que parece saber algo que vosotros no - Ksser y yo somos viejos conocidos. Digamos que nos enfrentamos en varias ocasiones en este plano y en Terra, el plano que habita actualmente. Si vuelve poco podéis hacer, su poder es inmenso aunque no creo que regrese en mucho tiempo...si ha traído a sus siervos demoniacos en buen número... ha gastado una gran cantidad de energía mágica. - parece que el mago está haciendo cábalas sobre cuando podría regresar - No lo veremos en un tiempo, meses quizá o puede que años. Realmente su intención es controlar Terra y conseguir el poder mágico que alberga esa dimensión. 

Hace una pausa y se sirve un poco de té, escucha la petición de Marcos y hace aparecer leche de soja. Sobre el sistema de comunicación entre magos, saca un viejo medallón con una gema negra y os lo da. 

- Con esto podréis avisarme, si aparece Ksser y lo veis, me llegará el aviso de manera inmediata. Sin necesidad de llamar. - hace una pausa y continúa con la pregunta de Irati -  Lo conozco desde que era un aprendiz de un nigromante. Es natural de la Tierra, y durante un tiempo caminó por el buen camino pero luego se torció y cuando íbamos a castigarlo escapó a otra dimensión. A partir de ahí aumentó su poder de una manera inexplicable, creo que pactó con dioses oscuros y se fortaleció. Desde aquella intentó hacerse con objetos y materiales que le proporcionases una ventaja y la resina parece ser una de ellas. Pero no sé cuál es su propósito final. No conozco las propiedades de dicha resina y solo puedo hacer ciertas conjeturas, pero podría absorber energía mágica y servir para alimentar un ritual poderoso... pero tendré que investigar más a fondo...pero eso será mañana. - bebe un buen sorbo de té y os pregunta - ¿Qué sabéis de su aprendiz? ¿Cuál era su plan?

 

Cargando editor
07/03/2024, 14:39
André Mariño "Marraxo"

La actitud condescendiente del anciano mago al pedir disculpas por haberse equivocado tanto con los orígenes de Irati como con los míos no me dejó del todo tranquilo. El mago parecía estar escurriendo el bulto pero saber algo, aunque eso me parecía casi imposible. ¿Por qué nadie sabría nada así sobre alguien con tan sólo mirarlo? Aunque qué sabría yo de magia... Lo más probable era que me hubiera confundido con algún otro, con algún atlante que sí fuera de sangre noble y hubiera tenido contacto con los humanos de la superficie. No conocía a ninguno que abandonase las profundidades, pero no significaba que no existieran.

Aún así, no podía evitar pensar en la posibilidad de que aquel anciano supiera algo...

Nos centramos en Ksser, después de todo. Era lo que realmente importaba, y lo que nos había juntado en aquel lugar, así que masticando un sándwich fui enterándome un poco más de quién y qué era aquel cabrón. Me sorprendió que una vez hubiera sido un hombre, de nuestro plano además, huido a otro mundo más mágico y convertido allí en nigromante de gran poder. Y yo que creía que era una especie de demonio, o alguna mierda así. Aunque eso poco importaba, lo que sí lo hacía era saber que tardaría en regresar y que, si lo hacía, poco podríamos hacer salvo avisar a ese Maestro Arcano.

- Las cosas mágicas son lo tuyo, Marcos. -Indiqué a nuestro mago de cabecera, señalando el colgante que el anciano nos ofrecía- Quédatelo tú.

El viejo no tenía clara la finalidad de la resina cuyo robo había causado todo aquel lío, aunque podía hacer conjeturas. Todos podíamos hacerlas, yo había hecho unas cuantas en medio de la misión, pero seguramente las suyas tendrían una mayor base. Aún así, preguntó por Durán y sus planes, lo que me llevó a rascarme la nuca desenredándome un poco el pelo húmedo.

- Lo cierto es que, al menos yo, no lo tengo del todo claro. -Reconocí con molestia- Había repartido la resina entre diversos artefactos y los había dispuesto por todo el estadio. Asumimos que se trataba de bombas, ya que la resina tiene un gran potencial explosivo cuando se sobrecalienta. En teoría, podría haber echado el Bernabéu abajo fácilmente, y no haber dejado más que escombros y polvo. Y si lo hubiera hecho durante el partido que se iba a celebrar en breve... una carnicería al nivel de las Torres Gemelas. -Expliqué, frunciendo el ceño mientras mantenía la mirada en la mesa, pensativo- Pero también hablaba como si creyera ir a hacerse con el control del país, no se muy bien cómo ni por qué. Un atentado así, en un partido internacional, habría sido todo un conflicto diplomático, supongo, y habría puesto en un brete al actual gobierno. Tal vez pensaba aprovechar el caos para alzarse como una especie de salvador de la patria, o alguna mierda así. Se me hace extraño pensar que hoy en día se dieran las condiciones para que un tipo bajito se convierta en caudillo de España, carallo, que estamos en el siglo veintiuno. Aunque vete tú a saber. -Resoplé encogiéndome de hombros. Lejos de más agua o de la leche que no era leche que había pedido Marcos, lo que yo necesitaba era una birra- También, antes de que lo resolviéramos a hostias, hubo un momento en que parecía estar actuando. No se si pretendía cargarnos a nosotros el mochuelo, fingir que todo había sido cosa nuestra y pretender que él era el salvador que nos había parado los pies. Pero lo mismo ese no era su plan inicial, y sólo estaba improvisando. -Conjeturé con cara de circunstancias, dando un nuevo bocado al sándwich- Hm, si no es mucha molestia, ¿sería posible una guiness? -Le pedí al mago, antes de añadir algo más, algo que me estaba reconcomiendo por dentro- ¿Por qué...? ¿Por qué ha creído que yo era de sangre noble?

Cargando editor
10/03/2024, 15:31
Irati Sagastume

Maestro Arcano parecía no haber dado una, o casi, y es que Marcos sí era mago pero al parecer no había contado con un mentor. ¿Había aprendido todo aquello él solo? Realmente resultaba impresionante, o así me pareció en un inicio, pues poco era lo que sabía sobre la magia; aun llegando a emplear esta a través de mi espada y mi anillo.

Todos formulamos finalmente preguntas, preguntas que el veterano mago no tardaría en comenzar a responder, aunque antes de eso nos ofreció una disculpa por sus “equivocaciones”, y es que no me dio la impresión de que realmente pensara que se había equivocado; eso, o había algo más que nos ocultaba, puede que ambas cosas. Tuve que ahogar un suspiro, comenzando a corroerme por dentro la posibilidad de que el mago hubiera estado en lo cierto. ¿Era Mari mi madre? Si así era, ¿por qué no me lo había dicho cuando nos conocimos? ¡Pero si a punto había estado de echarme a patadas de Anboto! Y había sido ella quien me dio el nombre de mi madre… Tampoco me había dicho nada en nuestro último encuentro, cuando verdaderamente hablamos como madre e hija… Mentiras y más mentiras. ¿Era eso lo que pasaba?

¿Es una diosa de la naturaleza o del puto engaño?

Me había empezado a calentar yo sola pensando en todo aquello, teniendo que esforzarme en no estallar mientras me terminaba el sándwich de mala hostia y escuchaba las explicaciones del viejo mago. Al parecer Ksser y él se conocían desde que el primero era un aprendiz, y se había convertido en una especie de némesis para él, dejándonos claro que no podríamos enfrentarnos a él si regresaba; algo que no parecía poder suceder pronto, lo que hizo que algo regresara a mi memoria. Al cedernos un medallón con el que poder comunicarnos con él, André en seguida le dijo a Marcos que se lo quedara, ante lo que callé al parecerme lo más oportuno. Entre la rabia que me procuraba la posibilidad de que mi madre me hubiera mentido a la cara tantas veces, y el que no parecíamos poder hacer nada contra Ksser, terminé poniéndome bastante nerviosa; comenzando a repiquetear con mis dedos sobre la mesa casi sin darme cuenta.

Maestro Arcano también nos habló del poder de Ksser y de sus planes y propósitos, al menos hasta donde sabía, haciéndome mostrar una irónica sonrisa el que aquel desgraciado pareciera haber obtenido su poder de los dioses.

Los malditos dioses siempre jodiendo.

Tenía que tranquilizarme, y terminé soltando un profundo suspiro al tiempo que el mago nos hablaba acerca del trabajo que tenía por delante y nos preguntaba por lo que nosotros sabíamos acerca de Durán y sus planes. Sansón volvió entonces a ejercer de portavoz, explicando todo de manera tan amplia y detallada que realmente no veía qué más podía añadir yo. Además, tal y como señaló, yo tampoco terminaba de tener claro qué pretendía el tecno-mago con todo lo que había montado.

- Puede que ni él mismo supiera bien lo que hacía. – terminé por decir, encogiéndome de hombros y dando el tema por finalizado por mi parte, a menos que Maestro Arcano tuviera algo más concreto que preguntarnos.

Fue entonces cuando André cambió de tema, preguntando por su posible origen tras pedir una cerveza, pronunciándome yo inmediatamente después.

- ¿Y por qué has dicho que Mari era mi madre? – añadí en un tono un tanto molesto que traté de relajar, después de todo si así era, aquel hombre no tenía la culpa de nada. – Y no sé si quizás tendría que haber preguntado esto en privado, pero qué más da… - comenté con resignación. - ¿Podrías decirme si sabes algo sobre Nigalión? ¿Hay alguna manera de ayudar a un dios a sanar a parte de con la fe? – terminé por preguntar, siendo evidente que aquellas cuestiones me preocupaban, aunque trataba de que no resultara muy evidente.

Cargando editor
11/03/2024, 13:23
Marcos Corso

Ante las palabras de Maestro Arcano, Marcos no pudo resistir la necesidad de apostillar algunas cosas y dar su opinión. Lo hizo tras engullir otro cigarrillo y beber un poco de leche de soja, gesto que le había agradecido al mago veterano.

Yo es que soy de naturaleza positiva, quizás porque soy mago, pero creo que con tiempo y planificación se pueden hacer grandes cosas. Ahora mismo tenemos tiempo y planificación para preparar un segundo enfrentamiento contra Ksser. Vencimos a su aprendiz y a muchos de sus demonios, es verdad que él jugó con nosotros como si fuéramos muñecos pero... seguimos aquí y vivos. Tenemos tiempo y capacidad de planificar un segundo encuentro, incluso llevar la confrontación a su mundo.

Marcos recogió el medallón y lo observó con curiosidad unos instantes, jugueteó con él entre sus dedos y luego lo guardó en uno de sus bolsillos de la gabardina, para tenerlo a buen recaudo. Palmeó el bolsillo para asegurarse y continuó con su cantinela.

Si ahora está debilitado y con menos demonios ir a buscarle no sería un mal movimiento, algo audaz, pero mejor que sentarnos a esperar a que vuelva y robe otro objeto mágico de increíble poder ¿no? Eso o empezar a trabajar en un plan de contención.

Bebió el vaso de leche hasta el final y suspiró lleno y tranquilo. La magia le cansaba, había usado en el último día más que en muchos meses. Calculaba que podía dormir una semana entera sin despertarse, pero sabía que si quería estar preparado en un futuro contra Ksser o lo que fuera, no podía relajarse.

Su aprendiz era Durán, de industrias Durán que usaba el nombre en clave de Dran, creo que simplemente era un títere. Imagino que a Ksser le era más simple operar aquí mediante un esbirro.

Respondida la pregunta del mago, se centró en sus intereses. Como él no tenía dudas de su pasado, ser hijo de un ferretero no dejaba mucho lugar a sorpresas, prefirió encaminarse hacia el futuro.

Maestro Arcano, podemos luego tener una charla puramente sobre magia. No es que me ofenda que un mago ultrapoderoso de Terra sea más poderoso que yo, pero creo que estoy en un buen momento para ampliar mis conocimientos y capacidades mágicas.

Cargando editor
11/03/2024, 17:02
Director

Al mago se le abrían muchos frentes. Respiro hondo para intentar abarcarlos todos, el más urgente parecía ser el de Irati. 

- Digamos que todos los hijos... digamos que especiales tenéis un aire... y un color de aura. Tu color es similar al de ella, aunque claro todos los dioses de la naturaleza tienen auras similares. Al llamarte Irati, simplemente deduje... normalmente acierto pero se ve que hoy no... - hace una leve reverencia y te pide disculpas - Te pido disculpas, veo que esto te alteró. - hace una pausa y añade - Los dioses buscan Fe, y solo los mortales pueden dársela. Esa Fe es como la energía mágica que yo controlo, cuantos más les recen, mayor será su poder... Pero hay otras formas, que son los rituales. Los dioses antiguos ansiaban sacrificios, y no siempre de sangre. Las ofrendas a una Diosa de la naturaleza son sencillas.

El primer frente parece haberlo contestado, pero toca el segundo: el Atlante.

- Lo mismo pensé de ti André, tienes un aura especial. Puede que no conozcas a tus padres, pero eso no indica que corra por tus venas sangre noble. Además escuché antes, que preguntaste por cierto artefacto... puede que cuando lo tengas en tus manos, muchas de tus preguntas obtengan respuesta. 

El segundo frente lo aborda y pasa al tercero:

- Hoy no creo que pueda reunirme contigo mucho tiempo Marcos, pero sí que te pondré en contacto con alguien que podrá ayudarte. Fue mi aprendiz durante un tiempo y podrá ayudarte mucho mejor de lo que yo podría. Luego te paso la forma de contactar con ella. Se enfrentó también a Ksser en una ocasión, aunque casi pierde la vida. Os será de mucha ayuda. 

Suspira y bebe otro sorbo de té.

- Lo que me contáis me hace pensar que Durán no seguía los planes de Ksser, y que solamente vino a salvarlo porque le interesaba la resina para sus fines. Durán no estaba en mi radar, ocultó bien sus capacidades si estuvo cerca mía en alguna ocasión. Normalmente suelo detectar a los magos rápido, aunque bueno...con la edad es posible que no tan bien como antaño visto lo de esta tarde... 

Os mira a los tres y vuelve a parecer que pide disculpas con su mirada. Aunque pueda que se lamente por no haberse dado cuenta de la trama de Durán. 

- Lo de Nigalión me preocupa. Es el plano donde el dios de la Demencia gobierna y a veces se le llama así a dicho dios, si Ksser está interesado en dicho plano o en dicho dios... Trama algo muy grande y peligroso. - media medio minuto y añade - Un viaje al plano de Terra a luchar contra él no es aconsejable, a pesar de que esté debilitado sigue siendo muy poderoso y allí su poder se multiplica porque el plano exuda energía mágica. Además, tiene aliados poderosos que podría enviar a combatiros... Lo mejor que podemos hacer ahora, es recopilar información e intentar averiguar que trama. 

Os mira y pregunta:

- ¿Algo que me queráis preguntar más antes de irme? Aunque disfruto de esta charla, me habéis preocupado con lo que me habéis contado y me gustaría ponerme a investigar lo antes posible. También si necesitáis ir a algún sitio podría acercaros, no sé si queréis continuar hablando con el señor Cosme y compañía...

Cargando editor
14/03/2024, 12:50
André Mariño "Marraxo"

El viejo mago se vio obligado a dividirse entre los distintos frentes que había abierto en cada uno de nosotros, cada uno de índole personal, aunque algunas cosas resultaban comunes. Después de todo, acabábamos de enfrentarnos junto a ese capullo de Kseer, o más bien a sus minions del carallo.

Por mi parte, y sin querer entrar demasiado en asuntos de mis compañeros que no me competían, la aclaración de Maestro Arcano me dejó un desagradable sabor de boca. Era un puto huérfano, nunca había conocido a mis padres biológicos, pero él parecía sentir esa sangre noble que decía correr por mis venas. Si mis padres eran nobles, ¿por qué carallo me habían abandonado, como si tal cosa? ¿Por qué me habían dejado en la costa, tirado como un perro? Un padre no hacía eso, a no ser que fuera un auténtico hijo de puta o... no le quedase más remedio. Fruncí mi ceño, recordando cómo yo mismo había sido desterrado de Atlantis por algo tan nimio como tener una aventura con una atlante de noble cuna.

- Eso de la sangre noble... ¿Implica que deban ser nobles ambos progenitores? ¿O sería posible que uno fuera noble y el otro no? -Consulté, tratando de hacerme una idea más o menos coherente de lo que podría haber sucedido. Si Ariel y yo hubiéramos concebido un hijo, ese hijo habría sido también desterrado. Claro que yo no lo habría dejado sólo, me habría ocupado de él, no lo habría abandonado. Pero ¿y si yo no estuviera? ¿Si hubiera muerto en cualquiera de nuestras aventuras, antes de poder encargarme de mi hijo? No quería hacerlo, pero podía imaginarme a aquella pelirroja arrogante abandonando a su propio hijo por no perder su estatus, del mismo modo en que había renegado de mí. ¿Era eso lo que habría pasado con mis padres?- ¿Y por qué ese artefacto, el tridente, tendría que darme ninguna respuesta? -Pregunté entonces- ¿Insinúa que está vinculado conmigo de algún modo?

Eso era algo que, si el mago no podía aclararme, los informes oficiales sí podrían. Si Cosme me los entregaba, era algo que podría comprobar. Aunque tan sólo fuera por una sencilla coincidencia de fechas entre la adquisición del artefacto y el momento en que mis padres adoptivos me encontraron, sería suficiente para establecer un vínculo. ¿Quién sabía? Lo mismo era el tridente de uno de mis padres...

- Yo no necesito ir a ninguna parte en concreto, ¿y vosotros? -Consulté a mis compañeros, buscando con la mirada a nuestro alrededor, pues el lugar estaba lleno de gente de un lado para el otro. Cosme tendría que darnos alguna respuesta a nuestras peticiones en algún momento. Hasta entonces, me conformaba con aquella guiness- Eso sí, si no es mucha molestia ¿podría mantenernos al tanto de los avances de su investigación? Y por supuesto, si hay cualquier cosa en que podamos ser de ayuda, no dude en decírnoslo...

Cargando editor
16/03/2024, 19:08
Irati Sagastume

A pesar de haberme tranquilizado algo, no logré hacerlo del todo, todo lo que mi situación me permitía, hasta que el mago terminó aclarando que su mención a Mari no había sido más que un error por una conclusión equivocada que había sacado por el origen de mi nombre. Me sentí tan avergonzada que no me atreví a decir nada durante sus explicaciones, maldiciendo para mis adentros al saberme sonrojada, aunque la alegría me invadió y llegó hasta mi rostro ante aquel nuevo modo con el que podría ayudar a Astarté; a mi madre.

Sonreí, de manera amplia, sincera, aunque aún había asuntos importantes que tratar; incluidos los referidos a mis compañeros, sorprendiéndome ante la preocupación que terminó por invadirme en cuanto a lo que a André se refería. Maestro Arcano parecía seguro sobre lo relativo a sus orígenes, sin poder ofrecerle grandes respuestas, pero sí la forma en que quizás las hallaría; causando que el atlante hiciera nuevas preguntas. Parecía bastante entero en realidad, pero no podía evitar preguntarme qué le estaría pasando por la cabeza, y sobre todo por el pecho; regresando a mi mente además la conversación que habíamos tenido tras aquella misión tiempo atrás. Por unos momentos había considerado desentenderme de todo aquel asunto y el tridente, después de todo este parecía ir a ser finalmente también algo personal para André, pero no, no podía hacerlo. Además de que quizás necesitáramos aquel tridente para combatir a Ksser, el gallego había logrado en aquel entonces confiarme algo que ni tan siquiera había compartido con su hermana, lo que seguramente le habría ayudado aunque fuera como desahogo; y si volvía a surgir una oportunidad en que pudiera ayudarle, quería hacerlo.

Con un mudo suspiro, continué escuchando, pareciendo haber buenas noticias para Marcos, al menos en parte, y pareciendo terminar de zanjarse lo relativo a Durán y Ksser. Poco podíamos hacer por el momento, a pesar del optimismo de mi compañero mago, algo que el mago veterano confirmó; pero no fue eso todo lo que dijo antes de proceder a despedirse ofreciéndonos su ayuda.

- No, no, no. – me apresuré a aclarar, algo nerviosa al respecto de la confusión y lo que se había revelado, pareciendo que Maestro Arcano había entendido que Nigalión tenía algo que ver con el tema de Ksser. – Lo de Nigalión… Lo preguntaba por una cuestión personal. - compartí algo incómoda, apretando mis labios un instante antes de proseguir. – Aunque aun así, supongo que todos deberíais saber que resulta una amenaza que algún día volverá, aunque no parece algo que vaya a suceder pronto.

Volví a suspirar, de manera sonora aquella vez. El Dios de la Demencia… Tenía sentido que se dedicara a tratar de romper el equilibrio siendo así. No pude evitar que la preocupación inundara mi rostro al pensar en la amenaza que podía llegar a suponer tan poderoso ser. A su lado, Ksser no era más que un principiante. Si una diosa llevaba más de veinte años tratando de recuperarse de sus heridas, no podía imaginar qué podía llegar a vencerle. Pasaría tiempo hasta que tuviera que enfrentarme a él, al menos si lograba vivir lo suficiente, pero no podía dormirme en los laureles.

Si Ksser pudo hacerse más poderoso pactando con dioses, quizás yo podría…

Aquella era una posibilidad en la que tendría que pensar detenidamente, saliendo de mi ensimismamiento al escuchar a André preguntarnos a Marcos y a mí si necesitábamos ir a algún lado, pidiendo tras ello a Maestro Arcano que nos mantuviera al tanto de sus avances y contara con nosotros si le era necesario; ante lo que asentí antes de responder acerca del traslado.

- Tendremos que terminar de hablar con Cosme antes de irnos a ningún lado. - afirmé, mirando tras ello a mis compañeros, guardando más tiempo silencio del que sería normal; y es que no estaba segura de decir todo cuanto terminaría diciendo. – Hay que esperar a ver qué nos dice de ese tridente, y llegar al fondo del asunto, habrá que ver cuán al fondo… - desvié mi mirada hacia André, tanto por la relación del arma con los atlantes, como posiblemente con su familia. – Y también qué tiene que contarnos sobre lo demás, aunque Bora Bora…  Puede que tenga que esperar un poco. Sé que se acercan las Navidades, pero si una vez solucionemos lo del tridente tenéis algo de tiempo, quizás podríais veniros a Euskadi y ayudarme con un asunto. – terminé por pedir, aun sin gustarme el hacerlo, pero iba a necesitar ayuda; y no había mucha gente a quien pudiera pedirle que me ayudara a curar a mi madre.

Cargando editor
19/03/2024, 19:44
Marcos Corso

Levantó la mano después de que Maestro Arcano y sus compañeros hablaran y con algo de inocencia preguntó.

¿Y es posible ponernos en contacto con esos dioses y esos nobles atlantes? Perdonad que sea repetitivo, pero teniendo en cuenta que Ksser anda por ahí suelto, quizás su ayuda nos pueda ser útil de cara al futuro.

Tras esa breve acotación, Marcos centró su atención en el veterano mago. Procesó con rapidez la información que este le suministraba y asintió.

Por mi parte está bien. ¿Puedo saber el nombre de esa persona que va a ayudarme? No quiero ser demasiado insistente, pero me gustaría empezar cuanto antes. Que esto es España y nosotros funcionarios, al final vamos dejando las cosas para el futuro y nos pilla Ksser con la guardia baja.

Aprovechó el tiempo de respuesta entre sus palabras para tomar otro sandwich. Sentía el picor de su cuerpo pidiéndole más magia, pero no iba a concederle ese capricho. Necesitaba pasarse unos días desintoxicado de la práctica de la magia, aunque podía aprovechar esos días para sumergirse en unos buenos grimorios mágicos que le ayudaran a entender mejor las capacidades de su enemigo a futuro. Nunca se había considerado un mago perezoso, pero teniendo en cuenta su aprendizaje casi autodidacta, la falta de medios y su carácter disperso, no había estado todo lo centrado que debía en sus progresos mágicos. La vida había tenido a bien demostrárselo de forma empírica. Bebió algo de leche de soja para no abrumarse.

Pues habrá que conocer más cosas sobre Nigalión. —El conocimiento era lo primero que le había llevado a la magia, así que pese a que le quedaba un largo camino por delante la posibilidad de aprender multitud de cosas le agradaba enormemente. Sentía el picor de la curiosidad en su nuca y eso le mantenía animado, como un perro que ha descubierto un nuevo rastro.

Se sorprendió por la petición de Irati y la posibilidad de ir a buscar aquel tridente. Había visto lo que hacía el actual arma de André, otra más poderosa sería realmente útil para el equipo.

Yo si puedo llevar libros para ir estudiando por el camino, no tengo problemas en ir a lugares lejanos como Atlantis o Euskadi.

Todavía le hacía falta pulir algunos aspectos sociales en lo que tenía que ver con el compañerismo, pero su determinación en ayudar a sus nuevos compañeros era casi tan grande como la de detener al mago oscuro uqe había conocido tiempo atrás.

Hablando de libros, Maestro Arcano. ¿Tiene usted algunos tomos que pueda dejarme de su colección? Tipo préstamo bibliotecario, se los devolvería tras leerlos.

Cargando editor
26/03/2024, 08:52
Director

Maestro Arcano se ve de nuevo rodeado de preguntas, y con paciencia intenta responderlas. Aunque claramente está pensando en que era mejor haber abordado esto de uno en uno y con calma.

- Sobre la sangre noble, basta conque uno lo sea. - le responde a André. - El artefacto atlante fue construido para ser usado por los nobles atlantes. Por lo tanto es la respuesta a tus preguntas... 

André nota que parece callarse algo al decir esta última frase. Irati comenta que lo de Nigalión era por un tema personarl, y el mago parece intrigado, aunque no realiza ninguna pregunta hacia Irati y le ofrece una sonrisa sincera.

Marcos es el que más habla, lo que parece sorprendente ya que normalmente era de los más callados del grupo. Pero ahora parece estar en su salsa delante del mago. Éste le responde con calma y cierta alegría al ver que aún hay gente interesada en las complejas artes arcanas.

Saca una tarjeta de su manga y se la da a Marcos. La tarjeta contiene un correo electrónico y un nombre: Siete.

- Ponte en contacto con esta persona, ella te ayudará y te dará libros de sobra para leer. Si ves que alguno que te presta tiene mi nombre escrito... no se los devuelvas a ella. Le encanta acaparar... - dice con una sonrisa - Sobre si en caso de que Ksser ataque tendremos ayuda, es sí. Tiene muchos enemigos. Incluso los atlantes que prefieren no meterse en los asuntos mundanos de los humanos ayudarían. Y conozco a un par de dioses que les encantaría charlar con él acaloradamente.

Parece que en la lucha contra el nigromante tendríais ayuda, pero todos entendéis que en caso de un gran conflicto sería una guerra propiamente dicha. Lo que esperáis que nunca llegue a ocurrir. 

Dicho esto, Maestro Arcano se levanta y amablemente se despide de vosotros.

- Es hora de irme, os dejo que habléis con Cosme. El hombre está asustado con todo esto. No seáis demasiado duros con él... o sedlo. Creo que os debe muchas disculpas... - dice con una sonrisa pícara - Cuidaros y me pasaré tras las fiestas por vuestra base a contaros lo que haya descubierto. A partir de ahora, tendréis noticias mías. 

Justo tras decir esto, y levantar la mano para decir adiós... desaparece de vuestra vista. Pero nadie a vuestro alrededor parece percatarse de ello. Cosme sigue nervioso, hablando con miembros de su equipo y de las fuerzas policiales. 

Cargando editor
26/03/2024, 15:36
André Mariño "Marraxo"

Aún sin saber de qué iba la propuesta que Irati nos extendía, aunque más que una propuesta parecía una petición, no vi motivo alguno para negárselo. Después de todo lo que habíamos pasado, e intuyendo lo que vendría después, ayudar a la vasca parecía lo único que me iba a brindar un atisbo de satisfacción, más allá de las propias Navidades.

- Mientras me de tiempo a pasar la Nochebuena con la familia, cuenta conmigo. -Accedí, sin demasiado espíritu.

Y es que tenía ya la mente en otros asuntos, algo mucho menos agradable y que me arrebataba la euforia de la presunta victoria que suponía quitarnos de encima los cargos que pensaban encasquetarnos, y que todos estuvieran volviendo a comportarse como si fuéramos héroes al servicio de la nación. Yo no me sentía así, después de que Kseer se hubiera largado con la resina y con Durán, pero no era eso lo que más me incomodaba. Lo hacía, pero no era lo que más.

La pregunta de Marcos fue como un jarro de agua fría para alguien que no fuera como yo. Suspiré pesadamente, sin saber qué decir. No sabía que posibilidades habría de obtener ayuda de dioses, pero ¿de los atlantes? Después de cómo había tenido que abandonar Atlantis, ya sería todo un milagro que me permitieran siquiera acceder a la ciudad sumergida, no hablemos de obtener audiencia para exponer el problema y obtener la ayuda del pueblo de las profundidades.

- Si depende de mí no será sencillo, Marcos. -Admití, no sin pesar- No estoy... lo que se dice "bien visto" allá abajo, las cosas no acabaron bien cuando nadaba con ellos. -Compartí, resoplando- Supongo que cuando eche mano a ese tridente tendré que intentar volver, pero... no se cómo puede acabar eso.

Suspiré, bajando la mirada. Al menos, echar mano al tridente ofrecerá alguna respuesta, como mínimo si uno de mis progenitores o los dos eran de sangre noble. Si era así, podía tratar de jugar esa carta y exigir el acceso para buscar mis orígenes. No les haría ni puta la gracia, sobre todo a la familia de Ariel, puede que incluso a ella misma. Las cosas eran chungas del carallo allá abajo, y por más que me pesara estaría totalmente sólo. Siempre, o casi siempre, lo había estado, pero ahora empezaba a cogerle el tranquillo a eso de trabajar en equipo. Iba a echar de menos a mi equipo si me sumergía hasta ese oscuro lugar.

El viejo mago se despidió, y nos quedamos en torno a aquella mesa esperando el regreso de un Cosme que no dejaba de trabajar yendo de acá para allá como pollo sin cabeza. incluso llegué a pensar que trataba de mantenerse ocupado para postergar lo más posible en tratar con nosotros directamente. Pero yo no tenía ya demasiadas ganas de discutir, tan sólo de comer sin ganas aquellos sándwiches y beberme la cerveza, a la espera de novedades.

Cargando editor
29/03/2024, 03:20
Irati Sagastume

Las preguntas, respuestas y aclaraciones continuaron sucediéndose, convirtiéndose lo que rodeaba a aquel misterioso tridente en lo más inmediato; algo que resultaría aún más así para André. Todo aquel asunto debía estar pesándole, como lo hizo la posibilidad de necesitar la ayuda de los atlantes, lo que demostró con aquel suspiro y sus posteriores palabras al respecto. Entendía su punto, pero con lo que Maestro Arcano había compartido, mi perspectiva era mucho más positiva.

- Si vuelves allí, o los atlantes acceden a enviar a alguien a la superficie para que podamos hablar con ellos, probablemente tengan que escucharte sí o sí. – comencé a decirle al gallego, encogiéndome de hombros. – Si resultas ser un noble, eso te dará algún tipo de privilegio allí abajo, ¿no? Como mínimo el derecho a ser oído. Además, ya habéis escuchado a Maestro Arcano, los atlantes ya han debido acceder antes a colaborar en asuntos que incumben a los humanos; y seguro que también quieren saber más de ese tridente. – hice entonces una pequeña pausa, recurriendo al humor un momento para ayudar a que el ambiente se relajara un poco. – Y si resulta que André no es un noble y pasan de escucharnos… Ya me encargaré yo de convencerles haciendo uso de mi arrolladora personalidad. – bromeé con una media sonrisa.

No resultaban asuntos tan inmediatos, pero también tenía mis propios temas con los que lidiar, y agradecí que ni mis compañeros ni el veterano mago dieran mucha importancia a que el interés que tenía en un enemigo mucho más poderoso que Ksser fuera por un asunto personal. Marcos pareció ser quien más se la dio, y tan sólo afirmó que habría que averiguar más cosas sobre el dios, siendo mucho mejor así. Sabía que el terreno en el que pensaba adentrarme era pantanoso, y no quería que un asunto que al menos por el momento no tenía nada que ver con mis compañeros, terminara salpicándoles.

Pero había algo más, las consecuencias del ataque de aquel poderoso ser, una en concreto para ser exactos; y para ayudar a que mi madre terminé pidiendo a mis compañeros su colaboración, una que no les supondría más que invertir parte de su tiempo libre. Ambos accedieron, aun sin saber qué tendrían que hacer, por lo que me sentí aún más agradecida.

Ya parecemos un equipo de verdad y todo.

- Os lo agradezco. Significa mucho para mí. – reconocí algo avergonzada.

Habiendo dicho Maestro Arcano cuanto tenía que decir, y prometiendo ir a vernos a la base tras las fiestas para compartir sus avances, el mago se despidió y terminó por desaparecer. Parecíamos ir a saber bastante de él a partir de ahora, algo que no estaba segura de si era bueno o malo. Suponía que lo primero, pues podría aportarnos valiosa información, sobre todo a Marcos; solo esperaba que no terminara pretendiendo ejercer de supervisor o algo parecido.

Cogí otro sándwich a la espera de que Cosme nos dijera algo, pero apenas terminé el emparedado decidí que ya habíamos esperado suficiente. Me llevé entonces los dedos índice y pulgar a la boca un instante y silbé con fuerza.

- ¡¿Nos puedes ir adelantando algo al menos?! – pregunté a Cosme cuando me miró, alzando la voz para asegurarme de que me escuchaba.

Cargando editor
31/03/2024, 19:28
Marcos Corso

Atrapó la tarjeta que Maestro Arcano le tendió con impaciencia y la leyó con velocidad. No sabía quién era aquella persona, pero pensaba ponerse en contacto con ella de forma inmediata. La idea de que le ayudara a aprender más sobre magia y le ofrecieran una nutrida biblioteca de tomos mágicos y grimorios le alegró bastante.

Claro, me pondré en contacto en seguida —dijo mientras levantaba la tarjeta con dos dedos y mostraba como se los guardaba.

Tras aceptar esa información se reclinó en la silla y mascó un sandwich mucho más calmado. Ya tenía un primer paso para poder prepararse para su futuro. Él no compartía la calma del anciano Maestro Arcano, sabía que eso era algo que le sucedía a los magos veteranos, a los veteranos en general. Él era más proactivo, había saboreado los diferentes niveles de poder mágico que existían hacía poco y quería dejar de estar en el vagón de cola de la magia.

Bueno, ya nos preocuparemos de negociar con atlantes cuando estemos con ellos, seguro que son más accesibles de lo que pensamos en la superficie.

Le quitó importancia con un gesto de la mano y una sonrisa al agradecimiento de Irati, no sabía que era lo que la preocupaba, pero después de lo que habían pasado estaba seguro que no era para tanto. ¿Qué podía haber peor que Ksser? Continuó comiendo en silencio, el uso tan prolongado de magia le había drenado las energías y estaba hambriento.

Cosme no le preocupaba demasiado, el tema burocrático y policial le importaba mucho menos que el tema mágico, así que después de conocer a Maestro Arcano y que este le recomendara una especie de tutor, un aburrido funcionario como Cosme no le resultaba nada estimulante. Esperó a que fuera el hombre el que les dijera algo mientras continuaba comiendo.

Cargando editor
08/04/2024, 10:41
Director

Cosme desde la lejanía contesta a lo preguntado por Irati hace un buen rato ya.

- ¿Sobre las mil disculpas que os debo o sobre la cesta? ¿Otras cosas que ya no recuerdo? - pregunta agobiado. - La cesta va en camino ya, por las molestias vamos a incluir muchas más cosas más... - escucháis que dice por teléfono - El ordenador también, el más alto de gana de los de la manzana esa... y añade otro Joselito por si acaso... Mírame de nuevo lo del tridente...

A su vez sigue dando instrucciones al resto de subordinados para que revisen bien el Santiago Bernabéu. Mientras seguís disfrutando de los sándwiches que ha dejado Maestro Arcano veis que ahora parece que todo está volviendo a su cauce, pero os preguntáis algo. ¿Dónde está Jeanette? Por medio del agente que alertó a todo el mundo tras pedírselo amablemente, sabéis que destruyó algunas cintas de vídeo y posteriormente tomó prestada una moto para ir hacia la base. ¿Una de las últimas cosas que el tecnomago os comentó era que alguien la había incluido en el grupo? ¿Un intento de sabotaje? Eso es algo que tendréis que averiguar...

Notas de juego

Ahora en vuestra escena, si queréis podéis indicarme qué queréis para el epílogo o si dejáis que os la líe antes de finalizar :) Tengo una idea para enlazar con la siguiente partida... podrían ser individuales si lo queréis o los tres en equipo recuperando el tridente, entrando en una biblioteca mágica, yendo de visita a ver a la "familia" (dicho con voz de Dom Toretto), capturando a Jeanette, etc...