A Jeanette se la notaba bastante a gusto en brazos de André, tras disparar aquel cacharro, se sintió aliviada de tenerle para parar aquel retroceso bestial. Supuso que si algun dia se hacia con esa tecnología, debería adaptarla para algun rifle de gran calibre que tuviera que disparar tumbada, como aquellos que podían perforar el blindaje de tanques incluso.
Apenas tuvo tiempo de recuperar su cámara de fotos antes de la aparición del jefe del estado español, Jeanette se giró en redondo y le escuchó algo pasmada; el tipo tenía su porte y había citado a un héroe español, comparándolo con ella y los demás. Durante un breve momento se puso más rígida que un palo, intentando que no se le notase el acento al hablar, cosa que aun la costaba un poco pese a todos los años que llevaba en España.
Se presentó el dueño de DURANSA, que era la empresa del chispitas que habían dejado tumbado más atrás, y le sonrió pese a los nerviosismos que presentaba. Marcos le rechazo el saludo e hizo lo posible por desentenderse del tema tras soltar unas cuantas frases bien afiladas…Pero claro les acababan de nombrar héroes así como así, saltándose las pruebas, y Jeanette miró a los compañeros de andanzas con una ceja alzada, pensando que desde luego no era mala idea.
Por su parte, la francesa si estrechó la mano de aquel hombre, y tras observar a Abascal hacer de las suyas frente al populacho, escuchó a Irati.
-Tranquila…-Miró a André, que estaba ya moviéndose para hacer de foco para la prensa.- Nosotros te cubrimos.- Volvió la vista a Duran tras aquello.- Mucho gusto.- Aunque le dejó partir para que pudieran tratar con el los demás. No sabía que motivos tenía la pelirroja para querer desaparecer, pero si alguien sabia posar para una cámara aparte de dispararlas, esa era Jeanette; se acercó a André y le pegó un repaso visual cuando se lo quitó casi todo…
Se aclaró la garganta y como si de un dúo heroico se tratase, se emperchó de uno de esos brazacos y posó como mejor sabia. Mano coqueta al pelo, pierna flexionada, hasta guió a André mientras este respondía a la prensa en nuevas poses que explotaban su potencial como “ese tipo grande y fuerte que ha reventado un robot”. Por ahora la rubia había intentado no abrir esa boquita, para que no reconocerían su acento francés, si es que este decidía salirle, pero si la preguntaban no se iba a cortar mucho; al fin y al cabo ya llevaba un tiempo nacionalizada como española.
Marraxo y Jeanette se muestran en su ambiente, sobre todo Marraxo que demuestra que posar delante de una cámara es algo que no le disguste, y a la francesa no le importa ser abrazada por el gallego así que ambos son el foco de las cámaras.
Antes el presidente de DURANSA le susurró a Marraxo que no había ningún problema en hablar en un sitio más tranquilo. Luego se aleja de las cámaras que se centran en dos de los nuevos héroes. Marco e Irati se separan del grupo y se mezclan con el resto de "finalistas". Bram y los suyos los tapan para que la prensa no los detecte. El presidente Abascal se saca unas fotos con los dos héroes pero al poco tiempo se aleja con las cámaras.
En cambio Antonio Durán se mantiene pensativo y examina los restos de uno de los robots caídos. Lo notáis perplejo, Marcos se le acerca y le pregunta si pueden revisar los restos de los robots. Él responde:
- No hay problema en que los revisen, aunque también lo harán nuestros ingenieros...los diseñamos para que no fueran pirateados...algo tuvo que salir mal, algo ha pasado mientras estuvieron aquí... - dice examinando los restos, en ese momento saca un chip con conexión wifi y os lo enseña - Esta pieza no forma parte del robot. La programación se mete manualmente en un terminal del propio robot, no debería recibir instrucciones desde fuera.
Parece que alguien ha pirateado los robots, ahora os queda a vosotros hacer más preguntas o investigar lo que podáis.
Por suerte, pues no me apetecía quedarme descolgado completamente del grupo, Jeanette decidió no dejarme sólo con los periodistas gráficos. Bueno, suponía que podían ser llamados periodistas, dado el carácter serio y con contenido político del evento. Cabía suponer que con el tiempo serían más bien paparazzis los que querrían instantáneas nuestras, ahora que el presidente nos había convertido, en una maniobra más populista que eficiente y responsable, en una especie de celebridades. Pero en aquel momento eran periodistas, fotógrafos y cámaras pretendiendo tomar capturas para sus diarios o para el informativo de la noche, y ya que parte de mis compañeros preferían, a saber por qué razón, evitarlos, pues... trabajo en equipo.
La rubia se desenvolvía bien, de un modo que parecía ciertamente profesional. Yo me las apañaba bien ante las cámaras por puro descaro, era natural porque me importaban más bien poco. Mi hermana decía que tenía más cara que espalda ante una cámara, y eso era decir mucho con la espalda que me gastaba. Pero Jeanette sabía moverse, adoptaba las mejores poses para quedar realmente bien, y hasta sabía guiarme para hacer yo lo mismo. Gracias a ella no parecía simplemente un caradura que sabía posar con desparpajo, sino que aparentábamos ser un par de modelos profesionales.
Tú ésto ya lo has hecho antes, ¿verdad, galopina? -Pregunté a la mujer en un momento dado, de forma disimulada, y con una sonrisa llena de picardía.
Finalmente, el "presi" se acercó a por la foto que todo político quiere, que no es otra que aquella que le haga ganar protagonismo. Supuse que esa sería la que abriría los telediarios y las portadas de los periódicos, y que el resto se las quedarían en su bando de imágenes para otro momento. Posamos junto a Abascal, y gracias a él nos libramos de la prensa, a la que se ocupó personalmente de llevárselos de allí.
Bueno, se acabó la fiesta... -Bromeé con Jeanette, recuperando mi chaleco y, tras ponérmelo, tomando mi tridente para acudir a reunirnos con los otros. Se encontraban ya con el presidente de DURANSA, que ya antes me había confirmado que no habría problema en hablar del asunto, y era lo que parecía que estaba haciendo ya con Irati y Marcos. Apenas alcancé a oír unas pocas de sus últimas palabras, algo sobre una pieza que no debía estar allí. Cabía suponer que investigar aquella pieza era un punto de partida, pero sobre todo que aquellos dos ya estarían sopesándolo solitos- ¡Ya estamos aquí! Que sepáis que no vais a poder libraros siempre, un tal Jorge Javier está negociando con el "presi" llevarnos a los cuatro a un programa llamado Sálvame Deluxe, o algo así... -Bromeé de forma evidente, dándole un suave codazo a Jeanette- ¿Qué tenemos? ¿Lo habéis resuelto ya? ¿Puedo echar un vistazo a esa pieza? -No es que fuera un experto en la materia, pero tal vez pudiera ver algún tipo de distintivo que me sonase...
Galopín: Una de las formas gallegas de decir chaval, chico o mozo. Tiene un punto de picardía, de chico avispado o trasto. Presupongo que existe la forma femenina, pero si no me la acabo de inventar :P
Con el poco tiempo que tenía, no pude explicarle bien a André qué era lo que pretendía realmente, pero su opción de distraer a la prensa mientras me escabullía también podía funcionar. En seguida se desprendió de su chaleco y empezó a posar ante los fotógrafos como si llevara toda la vida haciéndolo. Me distraje unos segundos ante la imagen de aquella melena cayendo sobre su ancha espalda desnuda y… bueno, todo lo demás. Aquel tío parecía de otro mundo, demasiado perfecto. Era simpático, inteligente, y estaba como un queso.
Antes de comenzar a alejarme, escuché a Jeanette dirigirse a mí, aceptando también cubrir mi retirada. Le sonreí y empecé a retroceder, tratando de buscar un lugar discreto desde el cual poder llamar a mi aita, pero de repente me vi rodeada de otros de los participantes de las oposiciones, quienes terminaron guiándome hacia donde se encontraba el dueño de Duransa.
Maldije para mis adentro al tener que posponer aquella llamada, y presté atención a lo que aquel hombre le decía a Marcos.
- ¿Me deja verlo? – pregunté mientras le quitaba aquella pieza de las manos a Durán y la observaba con detenimiento, preguntándome si Mikel sabría lo que era, después de todo era un genio con los ordenadores.
Casi al mismo tiempo, André y Jeanette regresaban, habiendo podido apreciar con alguna mirada que pude dirigirles lo bien que se desenvolvía también la fotógrafa frente a las cámaras; estaba claro que dominaba la fotografía en más de un ámbito.
Reí ante la broma del melenudo sobre aquel programa del corazón, y tras sus preguntas le extendí la pieza que había arrebatado al científico.
- No te preocupes, la próxima vez te haré compañía. – le dije con una sonrisa que en seguida se difuminó ante la cara de circunstancias que adopté. – Si no fuera porque mi familia no sabe que he venido a hacer las oposiciones no habría tenido problema, pero como mi aita se entere así me mata... – tras ello me dirigí tanto a André como a Janette. – Gracias por la ayuda. – señalé con una amplia sonrisa.
Con la pieza ya en manos del grandullón, añadí algo más.
- Al parecer han pirateado a los robots con esa cosa, recibía las instrucciones de ahí en lugar de desde la programación que se incluye en cada uno de ellos de manera manual. – informé a los compañeros que habían llegado algo más tarde. – Convendría averiguar de dónde se pueden sacar piezas de ese tipo, o qué instrucciones contenía exactamente. – añadí y me giré hacia Durán. - ¿Puedo sacarle fotos a la pieza?
Aita: Padre, papá.
Escuchó atento, como solía hacer, pese a que su mente trabaja en más de una cosa a la vez. Tardó un par de segundos en responder a Durán.
—Señor Durán, creo que lo más prudente será que sus ingenieros no revisen de forma inmediata sus artefactos. Si como parece indicar su robots han sido pirateados, no podemos descartar que alguno de los trabajadores de su empresa sean culpables. Intentemos restringir el acceso todo lo posible —dijo mirando al máximo responsable técnico de aquel fatal error.
—Permita que insista con mis preguntas señor Durán, pero ¿tiene algún enemigo? Alguien que esté resentido con usted: un antiguo trabajador al que despidió de malas maneras, una empresa del mismo sector a la que le arrebatara el suculento contrato de trabajar en robots para el estado ya sabe. ¿Hay algo de eso? —preguntó Marcos mientras permanecía más atento de las respuestas físicas que podía dar su interlocutor, que de las palabras que pudiera emitir.
—Sí, hazle una foto, nos vendrá bien —dijo a Irati, ignorando por un momento la posible autoridad que pudiera tener Durán sobre sus creaciones. Cuanta más información tuvieran, más sencillo sería rastrear al culpable de aquel pirateo por la zona.
—Señor Durán —dijo por tercera vez—, si tiene algún robot más en otra localización listo para ser usado estaría bien que nos facilitara la dirección. Una lista completa si son varios y si usted es tan amable.
Sonrió tras aquella lista de peticiones, lo hizo intentando sonar más amable y simpático, pero no era demasiado bueno en esas cosas, así que reflejó una mueca algo inquietante y nada más.
—No soy muy de relaciones públicas, si hay que ir a algún medio de comunicación seguro que vosotros lo haréis mejor que yo —dijo a André, cuando éste llegó—. Sí, intentemos sacar toda la información posible antes de que se contamine el lugar. Alguien ha saboteado los robots, nos falta saber quién y el porqué de dicho acto.
El brazo había dejado de temblarle, pero las ansias de un cigarro seguían siendo muy superiores a las habituales. Fumar uno tampoco podía ser tan malo, seguro que era capaz de dejarlo siempre que quisiera, seguro que sí, pero no debía arriesgarse.
—Tendríamos que revisar las cámaras de seguridad para ver si encontramos a nuestro saboteador y también saber qué personas con nombres y apellido tuvieron acceso a los robots.
-¿Yo?, no me pareces la clase de público objetivo de revistas de moda para mujeres, claro.-Se rió divertida, pese a no saber que significaba exactamente eso de galopina, todavía le faltaba por visitar algunos de los rincones de España y lo cierto es que ella ya había posado más de una vez, pero dudaba que precisamente el grandullón la hubiera visto antes.
Al acercarse al dueño de Duransa André hizo algún tipo de broma sobre un programa. Fuera lo que fuera el codazo le arrancó una risita nerviosa, le miró y luego miró a los demás, habiéndose recuperado ya de la aventura de posar para los medios, escuchó a Irati pedir una fotografía del aparato a lo cual la francesa respondió alzando ligeramente la cámara de fotos que llevaba al cuello, y cuando Marcos ya parecía de acuerdo con el asunto. Flash, la rubia ya había sacado una foto a la pieza a la mínima.
-Suena bien, depende de si nos dejan.- Comentó cuando Marcos pedía autorización para ver las cámaras. Jeanette se estaba cuidando muy mucho de que no se notase el acento, y siempre que escuchaba españoles imitarlo, exageraban mucho lo de la r cambiada por g, asi que evitó palabras que contuvieran dicha letra.
Aprovecho para decir que la historia de Jeanette ya está publica en la ficha, por si quereis cotillear :D
Las cámaras os rodean mientras los guardaespaldas del presidente apartan a Antonio Durán de vosotros, al parecer el hombre aún está en shock por todo lo sucedido.
-. FIN DE ESCENA .-