Partida Rol por web

Bien equipada con uno de los varios botiquines que se encontraba en los camarotes de la tripulación, Rin Flare se dispuso a marcharse, dejando a Darra Mael atrás, aunque algo le decía que dejarla atrás con el cangrejo gigante que tantos problemas les había dado en la cubierta no supondría un problema para ella... desde el golpe ahora era mucho más letal.

Lo primero que la pirata notó una vez que llegó al lugar fue el rastro de sangre que había por el suelo, probablemente de la batalla que habían tenido ahí abajo el cocinero, el herrero y el músico. Así como los restos de las bolsas de suministros alimenticios, los barriles rotos de comida, y las cajas aplastadas.

Por lo demás, no parecía haber ni un solo alma ahí abajo, y un cangrejo gigante asesino era difícil de esconderse. ¿Verdad?.

Fui hasta el final de la escalera que iba hasta la bodega y me puse a gritar desde allí a los que estaban arriba.

- ¡Eeeeeeeh! ¡Dejo un botiquín al lado de la escalera que va a la bodega! ¡Cogedlo, no hay peligro!

Y sin decir nada más volví para ayudar a Darra.

El grito de Rin Flare se pudo escuchar en las salas contiguas, y estas incluían evidentemente la Cubierta.

- ¡Eeeeeeeh! ¡Dejo un botiquín al lado de la escalera que va a la bodega! ¡Cogedlo, no hay peligro!

Desde la sala de al lado se pudo escuchar una voz, en concreto era una voz que pudieron reconocer como la voz de Kaze Aki, el músico pirata que había bajado golpeado por el cangrejo gigante.

BAJAAAD... NOSOTROS... TENER... FIESTA... HABER... PASTEL...

La pequeña y adorable Rin Flare decidió una vez que dejó allá el botiquín que había recuperado volver corriendo hacia la sala donde el cangrejo gigante se encontraba, esperando así poder terminar de una vez por todas con la criatura, buscar más botiquines o alguna otra cosa que el narrador no prevé que hará.

La bodega del Barco Pirata constaba de un montón de suministros de lo más variado, aunque por algún motivo había un gran excedente de pólvora (por culpa de la artillera) y de aceite de ballena (por culpa de la herrera). Así como el resto de suministros de comida del barco, y la zona de los camarotes de la tripulación...

Y como más reciente adquisición un cangrejo gigante de varias toneladas...

Subiendo las escaleras se puede acceder a la Cubierta.

Con lo que parecía ser una buena dosis de "Plot Armor" o "Amor de los Dados" Darra Mael logra evitar cualquier ataque de la criatura gigante que había dejado atrás en la sala anterior y llevando consigo lo que quería recoger de la sala previa, esta llegó a la zona principal de la Bodega.

Lo primero que la pirata notó una vez que llegó al lugar fue el rastro de sangre que había por el suelo, probablemente de la batalla que habían tenido ahí abajo el cocinero, el herrero y el músico. Así como los restos de las bolsas de suministros alimenticios, los barriles rotos de comida, y las cajas aplastadas.

Por lo demás, no parecía haber ni un solo alma ahí abajo, y un cangrejo gigante asesino era difícil de esconderse. ¿Verdad?.

En las escaleras había un botiquin.

La bodega del Barco Pirata constaba de un montón de suministros de lo más variado, aunque por algún motivo había un gran excedente de pólvora (por culpa de la artillera) y de aceite de ballena (por culpa de la herrera). Así como el resto de suministros de comida del barco, y la zona de los camarotes de la tripulación...

Y como más reciente adquisición un cangrejo gigante de varias toneladas...

Subiendo las escaleras se puede acceder a la Cubierta.

A veces la valía de una persona no es cuando se enfrenta a un amigo, tampoco es cuando se enfrenta a un monstruo sacado de un manual de Chuthulu, sino el cómo uno aparece en escena, y en este caso aparecer en escena saltando de la cubierta superior a la bodega usando el agujero del techo en forma de cangrejo gigante era una buena entrada.

Lo primero que la pirata notó una vez que llegó al lugar fue el rastro de sangre que había por el suelo, probablemente de la batalla que habían tenido ahí abajo el cocinero, el herrero y el músico. Así como los restos de las bolsas de suministros alimenticios, los barriles rotos de comida, y las cajas aplastadas.

Por lo demás, no parecía haber un cangrejo gigante asesino... y eso que para un cangrejo gigante asesino era difícil de esconderse. ¿Verdad?.

En las escaleras había un botiquin.

En aquella bodega se encontraba Darra Mael, esta timonel pirata se encontraba bastante cambiada primeramente porque al parecer su raza había hecho un giro de 10º, a fin de cuentas, no tener un ojo en la frente tampoco era un cambio taaaaaan grande. Por lo demás, estaba malherida.

A veces la valía de una persona no es cuando se enfrenta a un amigo, tampoco es cuando se enfrenta a un monstruo sacado de un manual de Chuthulu, sino el cómo uno aparece en escena, y en este caso aparecer en escena saltando de la cubierta superior a la bodega usando el agujero del techo en forma de cangrejo gigante era una buena entrada.

Y ni se rompió las pantorillas ni se cayó de culo... este tío era un experto en hacer buenas entradas...