-Gra… Gracias capitana, sabia que en el fondo te gus… agradaba- menciono y trato rápidamente de incorporarme, pero mi vista no puede evitar desviarse hacia la doctora en el suelo y corro a ayudarla, tomo mi abrigo e improviso un vendaje para su cuello.
Una vez que hubo recargado gracias a la ayuda de aquellos compañeros piratas; Malva Indaco se dispuso a continuar y a terminar con la pelea de una buena vez; alzando aquel rifle, la joven pirata no dudó en disparar en la cabeza a aquella bestia Mink que antaño fue un ciudadano más de su misma ciudad.
-¡Muerete!. -Exclamó tras dar el disparo, con lágrimas en el rostro- ¡Para ya! ¡Detente! ¡Por favor!.
Aquel disparo entre ceja y ceja, o lo equivalente que tuvieran los cerdos, fue más que suficiente y en apariencia necesario como para que esta criatura cayera hacia atrás y de ahí, dejara de moverse de una vez. Al parecer aquella enfermedad, o enajenación mental transitoria o lo que fuera que le pasara, terminó con un simple disparo en la cabeza.
Tan solo emitió unos últimos sonidos antes de quedarse en completo silencio.
Afffff...- dejaba escapar un suspiro un fuerte suspiro una vez nuestro antiguo compañero deja al fin de mostrar signos de vida, pues aunque está idea mental fuera de lo más horrible, como actual capitana necesitaba considerar lo mejor para el grueso de mis camaradas.
Le acompaño en su pésame señorita Indaco - mentaba mientras contemplaba totalmente apenada al cuerpo del porcino - pues fue en vida un buen hombre... Y un amigo, quien nos demuestra el por qué a estas aguas se le conoce como el Octágono de la muerte... - Tras ello miraría hacia Koumori quien se le veía contemplando a nuestra malherida doctora - cómo está Fucsia ?, temo por si esto fuera una enfermedad en realidad, pero tampoco me gustaría saber que por miedo la estamos dejando a su suerte.
Niego con la cabeza -Poco podemos hacer por ella aquí en medio de la jungla y no soy precisamente una eminencia en cuanto a la medicina- informe a la capitana, aunque muy en el fondo sabía que era cuestión de minutos para que la mujer falleciere.
Me acerco mientras hablan al aparato volador, ya terminado el asunto, igual había algo interesante.
Sin embargo me alejo del cerdo y de la herida. Como me salgan orejas de gorrino lo voy a odiar, y quien sabe si se transmite.
Ryu apretó las manos impotente por no haber podido hacer mas.
-En mi barco no tengo nada para ayudarla, si teneis medicinas en el vuestro os ayudare a llevarla hasta alli, cada segundo cuenta.
Comento suspirando.
-Ire solo y os prometo que no os pondré en problemas, pero dejadme ayudaros si asi podemos tener la oportunidad de salvar su vida.
Por desgracia Ryu tampoco tenia grandes conocimientos de medicina, con lo que poco podia ayudar mas alla de cargar con la mujer.
Por un momento me quede pensativa por las palabras del capitán Marine, solo para entonces mirar a mi Malherida compañera, meditar un momento mas y dar mi veredicto.
La misma Fucsia en su mejor estado fue incapaz de ver mas haya de un estado de muerte natural - comentaba manteniendo del apenado semblante - y dado el comportamiento de "animal con rabia" como comento la señorita Indaco, lo mas seguro que estemos tratando con algo mas que solo un caso aislado... mas en estas tierras malditas - mirando por unos momentos a cada uno de los presentes, para entonces respirar hondo y comentar - Antes que sufra mas, démosle una muerte piadosa, pues nadie merece tener sufrir los peores dolores en sus últimos momentos de vida... o que jueguen como quieran con tus restos - mientras me apretaba muy fuerte el antebrazo recordando cierta abominación y lo que estuvo haciendo con uno de mis compañeros.
Saliendo al paso de aquella pequeña aventura, Kabi Airi se acercó mientras el resto hablan acerca del aparato volador, ya terminado el asunto, pues igual había algo interesante. Eso sí, se mantuvo a una distancia prudencial del cerdo y de la herida. A fin de cuentas, lo que estaba pasando allí parecía ser peligroso.
Pese a las heridas sufridas por parte de aquel Capitán Pirata del Barco-Volador, la médica del grupo lentamente empezó a levantarse del suelo, al parecer estaba mejor de lo que en un primer lugar uno pudiera imaginar, pues no solo se hubo levantado por su propio pie, sino que además, se estaba acercando con los brazos extendidos hacia aquellos compañeros.
-. . .
No decía nada al respecto, pese a que tenía la boca abierta.
:0 - con asombro miraba a la doctora levantarse, la cual en cualquier otra circunstancia le hubiera agradecido a todos los dioses por lo que estaba viendo, pero sabiendo que estaba ocurriendo aquí simplemente exclame - Señorita Indaco, por favor... dispare - a la vez que levantaba mi escudo en señal de que iba a plaquear a la recien levantada Fucsia - Pues no solo estamos velando por el bienestar de nosotros, si no a futuro... pues sea lo que sea esa maldición, pareciera que no a acabado solo con lo que alguna vez fue Buta - comentaba en un tono de lo mas glorioso, buscando que todos los presentes entendieran que si o si, habia que detener este problema de raiz.
Al ver a mi compañera levantarse como si nada di un salto tras la capitana, sea lo que fuere que estuviera pasando no tenia una buena pinta, agudice mis oídos en búsqueda de cualquier sonido raro a nuestro alrededor y roce “accidentalmente” con mi mano las caderas de la señorita Deepsea, mientras le susurraba al oído.
El Capitan dio un par de pasos atrás mientras tomaba una postura defensiva, no estaba dispuesto a dejar que aquella mujer atacase a otro de los suyos.
-Vi una especie de partículas moradas flotando en la cabina, no había visto nada así antes, pero creo que es lo que hizo que su amigo se transformase en eso, al parecer es contagioso, tened cuidado.
Comento mientras calculaba distancias.
-Se que es duro pero como dice vuestra capitana, lo mejor seria abatirla, antes de que dañe a alguien mas.
Si aquella criatura se atrevía a acercarse no duraría en defenderse con uñas y dientes.
La pirata miró con los ojos abiertos como platos a su Capitana, no comprendía qué era lo que estaba diciendo; probablemente ante la falta de existencia de películas de temática Zombie en un mundo de piratería, pero eso ya eran meras especulaciones; especulaciones que, por otra parte eran lo único que la Capitana tenía para dar esa orden.
-P-pero... p-pero... -Tartamudeó, tratando de quejarse ante aquella orden para que, al final, actuando casi por instinto más que con su propia cabeza y voluntad, jaló el gatillo- ¡NO!.
Fue demasiado tarde, aquel grito ahogado no evitó que esta terminara por volarle los sesos a su compañera de piratería y único médico del grupo. Terminando por dejarla a ella en el suelo, sollozando también.
La debilidad emocional de la señorita Indaco… debía ser bien aprovechada, sin mas me lanzo al suelo junto a ella y le ofrezco mi hombro para llorar -No te culpes, has hecho algo duro, pero era necesario, yo misma vi la herida de nuestra compañera, ninguno de nosotros podía tratarle, debemos ser fuertes por ella- dichas mis palabras le envuelvo en un abrazo.
Yo me voy alejando, si el avión está maldito, nada bueno puede salir de aquí. No sé ni por qué he venido
La joven pirata seguía sollozando, aunque con un tono bastante mas bajo que antaño, claramente esta se encontraba asustada por todo lo que había pasado, así como algo traumada por haber sido ella la que tuvo que disparar contra dos de sus conocidos y amigos.
-¿P-Podemos irnos?. -Pidió, casi suplicante a su Capitana- Vámonos al barco... no quiero estar más en esta isla... y seguro que ella ya volvió al barco por su cuenta antes...
El Log Pose aún no había cargado, aún faltaban varias horas más para ello; pero al menos en el barco estarían a salvo de barcos-voladores con sorpresas desagradables. O al menos, eso era lo que ella pensaba.