Partida Rol por web

Era de media tarde. El sol no estaba en su puesta, pero tampoco estaba lejos del horizonte. 

Un amplio escenario circular de madera había sido montado por partes. La madera de su superficie se veía tan pulida que casi brillaba. 

Lámpara de aceite que Drake había acondicionado para la ocasión tomaban el rol de reflectores, mientras eran sostenidos arriba de uno de los palos. Con el propio niño en cubierta controlando su dirección usando unas cuerdas y poleas.

Enfrente del escenario había asientos, todos en primera fila para el espectáculo. 

Antes Wanta y Nyagara, con un poco de ayuda de Daiki, se habían organizado para hacer un espectáculo digno de la situación, con todas las cosas que habían pasado, algunas alegres, otras preocupantes, y complicadas cuestiones que podían o no ser malas noticias, todo esto, sumado a la oportunidad de contribuir la amabilidad y aceptación de la tripulación habían llevado a las minks a organizar este evento. Que con algo de suerte brindaría un pizca de alegría, de emoción y asombro, subiendo un poco los ánimos a todos en el barco.

Tras poner todas cosas en el barco a modo de escenario y tratando de no centrarme en el publico sino en mis compañeros para no temblar demasiado, miré a Daiki y Nyagara para asentir cuando todo estaba listo. En ese momento no tenía el arco, solo la mandolina a la espalda y la flauta colgando en el cinturón. Justo en ese entonces respiré hondo como solía hacer en las actuaciones mientras veía a mis compañeros alejándose para prepararse por sus lados. - Es el momento Wanta... Vamos, respira y calma. Les gustará - Y fue tras aquel pensamiento que traje la Mandolina a mi frente y ajusté los trastes para afinarla bien antes de empezar a tocar la primera nota:

Al son pues de aquella balada tranquila a la cual también se podría llamar Nana, me acerqué más a los espectadores muy lentamente y con movimientos suaves, con ojos cerrados dejándome dominar prácticamente por la música que creaba en ese momento y como buena barda que era, empecé a hablar - A la luz de la luna estamos reunidos, personas con un duro pasado atrás. Huyendo lejos de el, combatiéndolo o simplemente dejándolo atrás, a todos nos unió una misma razón. No lamernos las heridas, sino buscar en quien apoyar nuestras almas, para viajar a su lado en pos de encontrar de nuevo una sonrisa, un nuevo brillo en nuestra densa oscuridad... Más esta noche os ruego, no echéis la vista atrás, mirad adelante y a vuestros lados más bien... Mirad pues, lo que acabáis de hallar- y con el último acorde miré al publico dejando que mi cola fuese de un lado a otro, acompasando la música cual vara de director de música al tiempo que de mi boca salían aquellas últimas palabras

Dejando así el acorda resonar, con suavidad me aparté la mandolina atrás sonriente - Esperamos que puedan sonreir y disfrutar del espectaculo - y sacando así pues la flauta de mi cinturón me la llevé a los labios buscando las primeras notas mientras daba un par de pasos atrás para dejar el escenario a mi nueva compañera, la cual aparecería al empezar a sonar el siguiente son:

Con movimientos suaves de mi cuerpo en general y de nuevo comenzando con los ojos cerrados, empecé a tocar con intensidad dejando así paso a que el baile de Nyagara tomara protagonismo en el escenario. Me movería apartándome hacia un lado en caso de que lo necesitase para no estar molestando y la miraría en todo momento para hacer que las notas fueran al son de su baile hasta que finalmente empecé a aflojar en ritmo la música al ver como ella misma pausaba sus ritmos mirandola con cierta curiosidad y confusión ante sus movimientos, sus intenciones y el como estaba acercandose tanto marcando sus acciones, hasta que finalmente soplé de mara manera en la última nota de ritmo lento de mala manera produciendo un chirrido sin querer con la flauta. 

Al mismo tiempo mi nariz sangraba y eso me llevó a dar la vuelta para taparla con cuidado y mucha vergüenza, pues estaba realmente ardiendo y rojo, aunque no se me viera por el pelaje. Pero agité mi cabeza limpiándome la sangre y metiendo un pequeño trozo de tela en el orificio para darme la vuelta rápida y sonriente y seguir tocando de nuevo a ritmo rápido para que mi compañera gatuna pudiera seguir explayándose hasta que al final acabó la canción de sopetón, lo cual me dió tiempo por si había una ovación a cambiar de instrumento de nuevo

Ahora si me apartaría un poco más pues no solo quería apreciar lo que iba a ocurrir, sino que sabía que era un poco peligroso, y así simplemente me mantuve esta vez, como un mero espectador, acompañando claro, con la música.

Así pues el siguiente en incorporarse fue Daiki el cual salió haciendo sus malabares mientras Nyagara bailaba un tanto más alrededor. Ahora a mi, aunque con un trozo se tela, se me podía ver un tanto disfrutando de los malabares de Daiki y de la danza de Nyagara casi como el resto, no obstante no todo acababa allí, pues cuando realizaron la sorpresa que aguardaba sin duda el espectáculo mejoró haciendo que hasta yo dijera un - Wow - Y es que planear aquello había sido un autentico goce, pero jamás pensaría que interpretarlo fuera incluso más... Haciendo tantas veces números solos o con Nyagara, el ahora pertenecer incluso a un grupo mayor hizo que sonriera de verdad por un recuerdo que jamás lo haría, como dije al inicio, pues con mi compañera gatuna ya sonreía mucho.

Fue al último momento cuando les vi hacerme una seña que trastabilleé un poco al no reaccionar rápido pero empecé a andar hacia delante cambiando la melodía en el proceso.

-Como les dije señores y señoritas - mencionaba mientras daba los primeros acordes - Hoy estamos aquí para hacerlos sonreir, y para hacer brillar la luna y este barco, tanto como el sol - y entonces empecé a ir más allá motivada por todo el conjunto y tocando con una enorme sonrisa e incluso moviendome con mis otros dos compañeros de escenario al mismo son. Mi cola por aquel momento ya incluso iba a su propio ritmo, el de la felicidad. Hasta que teniamos que ir acabando y lo sabía porque Daiki se agachó para ponernos las manos y aunque estaba un tanto temerosa, no dejé de tocar mientras nos alzaba por encima de su cabeza tocando así pues los acordes finales de aquella canción para al final del último acorde estirar la pata hacia Nyagara junto a mi cola para entrelazar tanto nuestras patas como nuestras colas en lo alto de el Gyojin, esperando ya así pues a la ovación final.

Tras todas las emociones que se desencadenaron en el barco, algo como un espectáculo era necesario al menos desde la perspectiva de artistas que tenían las mink, cosa que fue compartida por el gyojin y terminó en una planeación muy inesperada pero prometedora sugerida nada más y nada menos que por Wanta. Dado que consiguieron permiso de la capitana e incluso su ayuda reflejada en las preparaciones que hizo Drake*, quedaba ya como único pendiente dar una presentación que valiera tantas preparaciones, pero por suerte eso era la especialidad de las que se acompañaban mutuamente y la parecer también del grandote.

Llegado el momento de la verdad, pues, la albina se quedó detrás de la trovadora dejando que esta abriera. La elección de Wanta fuera la vanguardia en su “ataque artístico” era obvia pues, aunque la perrita solía dejarse dominar por los nervios, al tomar su mandolina o la flauta dada por la gata y permitir salir a sus sentimientos brillaba con luz propia, cosa que solía transmitirse a través de sus adorables discursos.

Por su parte Nyagara esperó a que su par terminara con la introducción, esto con los ojos cerrados y una sonrisa en su rostro gatuno, concentrada en escuchar y dejarse envolver por la música mientras que su cuerpo se iba preparando instintivamente. Antes, la felina se habría vestido para la ocasión, pero desde que escaparon del circo solo poseía la ropa que llevaba, así que su acto dependería mucho más de lo que pudiera transmitir con sus movimientos que de su sola apariencia “adorable”. Al final y hasta podría ser mejor para ella.

Conforme la perrita avanzaba la sonrisa de la “acrógata” se fue ensanchando, y ya en cuanto la melodía de la flauta ajena dio la señal, una calidez que parecía estallar desde su más recóndito interior impulso a la albina para que “saliera” al escenario. Desde el primer momento sus pasos estuvieron llena de gracia y agilidad, así como ritmo acorde con la canción para ella, “el baile de la luna”. Al pasar junto a su compañera le sonrió y le guiñó el ojo, pero esto solo duró un momento ya que pronto pasó a su despliegue usando el espacio disponible.

Ella no se concentró en el público porque de tanto en tanto cerraba sus ojos, pues así confiaba la percepción a sus orejas y patas, ambas herramientas imprescindibles para su arte. Con las primeras la felina sentía la música como una sustancia material, “veía” a las notas y las seguía en consecuencia, adaptándose en tiempo real al despliegue de Wanta. Con sus extremidades, por otro lado, la gata se valía de su agilidad natural y de la destacable flexibilidad que tenía para hacer movimientos que muchas veces desafiaban las leyes físicas… y eso sin estar en las alturas. Dependiendo del momento, pues, la chica mink iba contra el viento o lo retaba con igual seguridad, hacía ondear su frondosa cola o acariciaba a la nada con sus enormes patas que para nada parecían estorbarle. Pasaba de la tranquilidad a lo efusivo según la canción, y en un momento dado inclusive se centró en la perrita para rodearla cual cazadora a su presa, sin embargo fue entonces que también abrió los ojos para mirarla de manera peculiar. Inesperadamente Nyagara le sonrió a su compañera con un aire que más de uno podría calificar como sensual, voluptuoso,  y enseguida una caricia fue dada bajo el mentón de la canina a modo de provocación.

¿Por eso la nariz de Wanta sangraba?

Hacia la parte final de la canción la que interpretaba a través del movimiento se dejó llevar volviendo a la intensidad tras ese pequeño juego, como si la “calma” de antes hubiese precedido a una tormenta cuyos relámpagos llegaban a través de fugaces líneas blancas, estelas que dejaba Nyagara al girar o saltar. Inclusive añadió al sonido de Wanta su propia voz, esto marcando “¡hey!” unas cuantas veces antes del abrupto final, pues claro, todavía no podía mostrar todo.

Con el cambio de canción y sin perder la gracia ella retrocedió para seguir bailando al lado de Wanta pero manteniendo un perfil bajo, pues tocaba el turno al tritón.

Durante la exposición de Daiki, la gata sí que mantuvo abiertos los ojos pues quería ver de primera mano el espectáculo malabarístico del susodicho; ante la destreza ajena la mink parecía cachorra emocionada y expectante, nada demasiado lejos de su realidad salvo quizás por la edad que en verdad tenía. Por lo mismo, cuando el grandote de olor apetecible le dio la señal, Nyagara no dudó en saltar hacia él dando un giro en el aire.

Con ello la gata no aterrizo en la cubierta, sino encima de las manos ajenas, y como parte de los utensilios de Daiki se dejó impulsar para hacer diferentes suertes en pleno aire que iban desde giros “simples” hasta verdaderos pasos de baile que casi daban la impresión de que la gata podía volar. Pero todo era una ilusión, parte de la “magia” del espectáculo.

Quienes estuvieron en el Sakkaku cuando se dio la lucha contra el barco de la marina podrían relacionar el despliegue actual con el raro proceder de entonces, ya que la mañosa felina inclusive tomó una de las cuerdas en el mástil con su cola con el solo propósito de aumentar su tiempo desafiando a la gravedad con soltura.

No hace falta mencionar que durante toda su intervención la albina mantuvo una sonrisa de lo más amplia y pura, casi enternecedora, pues aunque llevaba mucho tiempo ansiando poder actuar con Wanta sin temer ni poseer obligación de hacerlo, ya fuera por dinero o simple miedo, jamás creyó que lo conseguirían tan pronto, y menos ayudados por un compañero como Daiki, ante un público que había logrado apreciar durante el poco tiempo que llevaban juntos. ¿Llegarían a alguno de ellos los sentimientos de las mink y el gyojin?

Cuando llegó la señal del malabarista ella se dejó caer cual pluma llevada por el viento, aterrizando, pues, con suavidad sobre las palmas ajenas de ahí al piso. Al poco tiempo, sin embargo, volvió a subir junto a Wanta en perfecta coordinación pese a sus diferencias físicas, y solo entonces entrelazaron patas y colas. Para ese momento la ilusión que reflejaba su rostro había alcanzado el punto máximo, pues por primera vez en mucho tiempo Nyagara se había expresado de forma completamente abierta y sin preocupaciones. Incluso tenía los ojos brillosos y apretaba fuerte la patita de su cómplice…

Con la amena tonada de la canción de apertura y sinceras palabras recitadas como poema de una barda, Wanta había captado la atención de sus nuevas compañeras, pues Ladovia y Rufa aplaudieron en sus asientos apenas escucharon esa primera melodía de la bandolina.

En el evento de una flauta sonando con energía y la gata haciendo su interpretación de animado baile, Ladovia sonriente aplaudía con ganas al ritmo de la música, mientras que Rufa abiertamente se levantó de su asiento y empezó a bailar dejándose guiar por la música y contagiándose de la danza. 
Helena no parecía hacer mucho, sentada ahí, con los brazos cruzados, sin embargo, quien pusiera atención podría notar que movía su pie siguiendo el compás de los acordes de esa mandolina.

Tras la actuación de Nyagara, el gyojin fortachón se subió al escenario cargando con dos grandes cajas de madera llenas hasta el borde en agua, una caja sobre cada hombro. Llegó al centro del escenario y colocó las dos cajas a ambos lados. 

De un lado, Wanta tocaba su mandolina con destreza como una movida música digna del espectáculo, mientras que Nyagara bailaba cerca de esta, con movimientos más moderados, mientras que las luces de las lámparas se enfocaban principalmente en el gyojin.

Daiki señaló con el dedo al pequeño Drake, a un lado del escenario, y este sin titubear arrojó un cuchillo y luego otro y otro, sucesivamente, sin embargo, cada cuchillo era desviado en el aire apenas se acercaba la mano del gyojin, impulsando cada uno hacia arriba hasta que empezó a hacer unos malabares con seis cuchillos.

Con una señal de cabeza, Drake arrojó unos anchos barriles sin vacíos, los cuales hábilmente llevó Daiki a hacer girar en el cielo, formando una rueda donde iba haciendo los malabares entre los cuchillos y ahora los barriles. Y sería menos que un segundo en que impulsó uno de los barriles hacia arriba, que tomó sus dos sables y golpeó las dos cajas a su lado con estos con el mango. Enseguida, el agua de las cajas se elevó a chorro como si se trataran de dos mangueras, y toda esa agua cayó justo dentro de cada uno de los barriles en el aire llenándolos del todos. Fue así que sigo haciendo los malabares, con seis cuchillos y tres barriles llenos de agua.

Llegado el momento, señaló con la mano a la mink gato, y esta saltó con una pirueta logrando llegar a las manos de Daiki y dando saltos mientras se unía a la rueda de malabares. La gata hacía sus suertes, con ligereza dando giros y hasta elegantes pasos de baile que la hacían ver como que caminaba por los aires, incluso balanceándose por las cuerdas del mástil para luego volver a unirse al ciclo de los malabares, todo en perfecto equilibrio, pues ninguno de los cuchillos pasó siquiera rozando a Nyagara y ni una gota de agua se derramó de lo barriles.

Asintiendo hacia la mink haciendo suerte el cielo, Daiki colocó uno a uno los barriles detrás de él apenas tocaban sus manos de vuelta, y aunque con gracia Nyagara se paró en las manos del gyojin para después bajar, Daiki mantuvo los cuchillo en el aire solo un segundo más, para después lanzar dos cuchillos sobre cada barril en repentina movida, provocando que toda el agua de los barriles saliera a presión, haciendo un gran charco en el suelo bajo este. El gyojin de nuevo se hizo con sus sables y golpeando el suelo una vez, el agua del charco se elevó sorpresivamente creando una especie de fuente de agua detrás de Daiki, momento en el que extendió los brazos hacia arriba, en una pose típica de un artista al terminar su acto.

Terminada la actuación, la mink perro se encargó de dar melodioso cierre al evento, con una tonada animosa y una gran sonrisa, se reunió en el centro junto con sus compañeros artistas.
Daiki elevó a las mink desde los pies, una en cada mano, y cuando estuvieron arriba, estos hicieron una acrobática pose juntando sus manos y colas en el centro mientras se estiraban a los lados en gimnástico despliegue, dando así por terminado el espectáculo.

Los aplausos sobraron de parte de Drake a un lado del escenario, de Rufa y Ladovia en el público. Y hasta Helena les dedicó un solo aplauso, pero viniendo de ella, eso ya era un mérito en sí.

Tras volver Daiki de enterrar la parte pertinente para las otras bandas, Nya, Wan y el mismo gyojin empezaron a montar un escenario para una pequeña puesta en escena, al parecer querían hacernos pasar un buen rato y animarnos como preambulo a la Grand Line. Me senté ilusionada en primera fila y saqué el pescado acaramelado que MewPaw me regaló y empecé a saborearlo cuando empezó Wan a tocar con la mandolina, una melodía realmente preciosa para un inicio, además de la pequeña historia que contaba, me emocionaban sus palabras y para cuando terminó ese preámbulo empecé a aplaudir como una niña pequeña. 

Acto seguido Wan sacó una flauta y entró en escena Nya y me pareció lo más bonito que había visto en mucho tiempo y seguí comiendome el pescado y acabé derramando lágrimas de felicidad mientras observaba los movimientos de Nya, acompañados por las melodías de Wan. En cuanto salió Daiki a escena ya me había terminado el pescado y empecé a aplaudir y silbar dando ánimos a los actores. Los tres estaban haciendo una gran actuación y me estaba encantando. 

La actuación era cada vez más temeraria y atrevida, los movimientos de los tres, era como si llevaran toda la vida haciendolo y era algo digno de ver. Caí en la cuenta que echaba de menos a Nanashi y que me habría encantado de que estuviera ahí para compartir esos momentos con él. Era mi mejor amigo y lo perdí por no ser lo suficientemente fuerte y con las lágrimas en los ojos, aplaudiendo hasta que se me pusieron las manos rojas y silbando ovacionando a los actores me decidí a no perder a nadie más. 

Escuchando el relato de Ladovia pude empezar a comprender como se sentía y porque le había afectado tanto la muerte de Elías, en cierto modo lo que ella había vivido con él era similar a lo que yo estaba experimentando con el resto de la tripulación. Correspondí a su historia con una amarga sonrisa, pensé que en este momento lo que necesitaba no era que la consolaran si no simplemente desahogarse. La dejé terminar sin decir nada y cuando calló me mordí el labio buscando convertir mis pensamientos en palabras.

- Está bien que quieras protegerlos a todos, estoy segura de que los demás tienen el mismo sentimiento, pero no te pierdas de vista a ti misma, si te apetece un pastel de fresa pídeselo a Ryuta, si quieres una mesilla de noche dile a Edward que te la fabrique y si se te antoja disfrutar de un espectáculo seguro que Wanta, Daiki y Nyagara están encantados de hacerte pasar un buen rato.- Posé mis manos sobre las suyas y le mostré una sonrisa exenta de cualquier tipo de tristeza.- Si  alguien puede permitirse anteponer los demás a uno mismo soy yo, que para eso soy la capitana y es mi deber.- Separé nuestras manos solo para extender mi mano frente a ella a modo de ofrecimiento. - Y lamento decirte que esta es mi tripulación y las norma es que debes ser un poco egoísta, si no estás dispuesta a cumplirla te dejaremos en la siguiente isla.- Mi mano se mantenía firme frente a ella como un salvavidas para que dejara atrás a su antigua yo y en sus palabras "aprendiese a vivir". - Ah, se me olvidaba decirte que si te quedas en esa forma quedas expuesta a que te revuelva el pelo sin previó aviso.- Añadí con una leve risa antes de mirarla a los ojos esperando su determinación final.

Había ayudado en lo posible a preparar el espectáculo sin que nadie más se enterase, no sería una sorpresa para mi pero lo hacía con la seguridad de que todo el mundo apreciaría y disfrutaría del gesto de las nuevas incorporaciones.

Comenzó con una melodía de la mandolina de Wanta, y pese a ser solo el preludio del espectáculo ya me había encandilado a mi y a algún otro, nunca había sido especial amante de la música pero podía apreciar que estaba haciendo un gran trabajo interpretando una canción tan bonita. Cambió el registro totalmente y su compañera se unió a ella danzando con movimientos que se me antojaban imposibles pero que tenían un encanto especial. Recordé la reacción de Wanta cuando vio mis poderes en la cueva y entendí su reacción al verlos, parecía que Nyagara pudiese encantar a cualquier persona que la viese bailar sin necesidad de ninguna fruta del diablo. El colofón final lo puso Daiki incorporando sus dotes con los malabares a las dos artistas y casi sin darme cuenta acabó la actuación y una amplia sonrisa se había instalado en mi rostro, sorpresa o no, había disfrutado del espectáculo como una niña pequeña.

Un poco antes de que se marchara Daiki a enterrar el cofre y con Ryuta habiendo terminado sus quehaceres en la cocina, nos alejamos del barco para practicar un poco de esgrima antes del espectáculo:-Bien, creo que por aquí no nos molestará nadie y podremos entrenar tranquilamente. Empezamos con un par de asaltos y ver qué puedes enseñarme?-le pregunto al cocinero y empiezo a estirar los músculos para calentarlos y cojo la llave inglesa y doy un par de golpes al aire y espero a que Ryuta se prepare. 

Por propia petición de Lux sobre aprovechar la isla para practicar un poco bajamos del barco un rato para hacer unos combates de prueba, la idea de hacer ese tipo de entrenamientos no acababa de gustarme y se lo había hecho hacer por el camino aunque finalmente ella me convenció para ceder. Aún así no iba a usar mis espadas contra ella, al menos no de normal, con un par de cuerdas cortas que pille en el barco ate las armas a sus fundas para asegurarme de poder usarlas sin que pudieran cortar a la chica.

- Si, a esta distancia no deberíamos tener problema... -secunde con un tono algo cansado- Primero enséñame lo que sabes, quiero ver como te desenvuelves en un combate para saber que centrarnos en mejorar -fui soltando una de las fundas de mi cinturón para poder usarla, por ahora solo empuñaba una espada y mantenía una postura relajada esperando que me atacara ella, desde luego parecía que no la veía como un peligro, dudaba de que pudiera golpearme siquiera... o al menos eso aparentaba en un inicio

.-Bien. Hissatsu: Saidoburô.-y me lancé a toda velocidad a por Ryuta yendo golpear su costado izquierdo pero fue un fracaso, Ryuta estaba mejor adiestrado en el combate que yo y tan sólo pude acercarme lo suficiente para ver cómo detenía mi ataque. 

Vi como la muchacha se lanzaba a por mi con movimientos mas lentos que los marines que había destrozado en aquella base, tal y como me imaginaba la diferencia entre ambos era notable. Precisamente se hizo notoria cuando me mantuve en el sitio quieto viendo como se acercaba para en el último momento dar tan solo un paso hacia el lado saliendo por completo de la dirección en la que golpeaba. Acto seguido mi mano libre se lanzó hacia ella, parecía que iba a golpearla pero nuevamente en el último segundo la mano se detuvo para tan solo tocarle la sien con un dedo empujando levemente. De un salto tomé distancia nuevamente de ella- Marcas mucho tus movimientos, cualquiera puede ver que vas a hacer mucho antes de que lo hagas... Te falta entrenamiento físico como para poder simplemente superar en velocidad a tus rivales así que lo mejor que puedes hacer es engañarlos lo máximo posible. Piensa durante las peleas, no dejes que tu cuerpo se mueva solo, ese es tu punto fuerte... Aprovéchalo -le explique y al acabar le hice un gesto para que viniera a por mi nuevamente

Ahora Lux podía entenderlo, esta era la fuerza que había cultivado desde que nos conocíamos, esta era la fuerza para derrotar a Sadler. Ahora podría entender porque esta vez solo pudo dejarme una cicatriz en el hombro en lugar de un capitán muerto.

Al ver que Ryuta desaparecía de mi campo de visión y acto seguido noté su dedo en mi sien. Giré la cabeza y vi cómo se alejaba de un salto:-Lo entiendo. Pero aún así pude vencer a tres marines.-dije recuperando un instante el aliento tras la carrera. 

Me tomo un momento para pensar y vuelvo a la carga. Esta vez intentaría alcanzar a Ryuta usando mi entorno, lancé un ataque descendente pero como estaba seguro que me esquivaría mi ataque seguiría la trayectoria e impactaría contra el suelo, generando una nube de polvo. Aprovecho el breve instante de confusión para lanzar un puñetazo que atravesaría la nube de polvo con la esperanza de alcanzar a Ryuta con un golpe que no viera. 

Estaba segura de que se movería así que me moví por el lado contrario e intenté un último ataque con la llave hacia el costado de Ryuta. 

La chica en cama abrió los ojos para verte, mientras hablabas, su ojos se abrieron con sorpresa, como si de verdad no hubiera considerado nada de eso como posible.

En el momento en el que colocaste tus manos sobre las de la chica, tan heridas, con vendas y yeso, los ojos de Ladovia se pusieron vidriosos, mientras se mantenía su expresión de asombro. Y para cuando extendiste tu mano hacia ella en ese ofrecimiento, una lágrima solitaria ya resbalaba por su mejilla.

La joven pirata empezó a mover su mano hacia la tuya muy lentamente, esta temblaba bastante, pero podías adivinar que no se trataba debido a su estado de salud. 
Ladovia veía a tu mano con preocupación, incluso la notabas un poco más pálida. Por la forma en que veía tu mano extendida, parecía que estaba frente a la decisión más importante de su vida. Su respiración empezaba a agitarse, la mano de la chica yendo cada vez más lento, hasta que de pronto se detuvo, justo en el momento en que hiciste ese último comentario, tomándola desprevenida del todo, llevando una sonrisa a su rostro. -Comprendo. Si tener el pelo revuelto es el precio a pagar por lo que quiero, entonces estoy dispuesta a hacer ese sacrificio -Enseguida estrechó su mano a la tuya. Aún se veía un tanto pálida, su mano todavía temblaba, pero su rostro era uno sonriente con lágrimas incontenibles saliendo del rabillo del ojo-. Estoy a su cuidado, capitana -dijo Ladovia con convicción, si bien ya antes había jurado hacer lo que sea para cumplir tu sueño, en este momento hacía algo que probablemente no había nunca en su vida, estaba confiando en ti para apoyarla con su sueño, permitiéndose ser aunque fuese solo un poco egoísta.

Relaje algo mas mi postura al escuchar esa réplica suya- Yo no he dicho que seas débil... Pero no puedes depender de tu físico si no destacas con el contra rivales fuertes -el mejor ejemplo de ello es Shire, vi como volvía a cargar de frente contra mi, aunque se había tomado el tiempo de pensar... Aún así no podía saber que planeaba así que tocaba improvisar.

Cuando su primer golpe cayo sobre mi al igual que antes me aparte de su dirección son un paso pero esta vez parecía contar con ello porque apuntaba al suelo levantando toda la arena y tierra con el impacto. Entre esta nube sería difícil verla y contaba con el factor sorpresa de que un ataque así despistaría a su rival. Apenas pude ver una silueta acercándose hacia mi por lo que puse en medio mi espada bloqueando lo que pude identificar como un puñetazo cuando impacto. Acto seguido volvió a desaparecer en la nube... Pero esta vez mis sentidos e instinto fueron suficientes como para notar el ataque por mi espalda. En un rápido movimiento saldría de su trayectoria desapareciendo por un instante de su visión por completo.

- Torikaminaryu... -sonó mi voz por encima de su cabeza, acto seguido apenas un pitido agudo lleno el ambiente después y de repente la nube de polvo que había usado Lux se partió por la mitad sin dañarla a ella a pesar de estar en medio, ahora que el aire estaba limpio pudo verme en el aire cayendo cerca de donde estaba antes... Había saltado para esquivarla- Inteligente, este es tu camino... o al menos el que de forma natural mas provecho puedes sacar. Si quieres seguir luchando así o buscar otro estilo es cosa tuya pero así es la forma mas efectiva que tienes para luchar ahora -le explique un poco mas- Antes de empezar quería dejarte eso claro... Ahora ¿que te parece si practicamos lo básico? Sin importar el camino que elijas siempre te vendrá bien un cuerpo fuerte, sigue golpeándome que yo me dedicare a bloquear tus ataques. Práctica tu técnica a la hora de asestar el golpe, golpear con un arma no es simplemente zarandearla de la forma correcta, debes entender como usarla... Quiero que practiques eso, vamos -ahora si que parecía mostrar una postura mas seria y claramente defensiva con la espada por delante, el cuerpo mas tenso y los sentidos agudizados.

Al ser casi cortada entendí que debía ser más consciente de qué podía hacer y qué no:-Entendido.-dije mientras veía cómo Ryuta se preparaba para recibir mis ataques:-Así que ataques inteligentes?-y empecé a observar la postura de Ryuta:-Vale creo que lo tengo.-y me puse en posición de combate, con la pierna izquierda adelantada y la llave inglesa por delante y fui acercándome poco a poco. Como sabía que iba a bloquear mi ataque tenía la intención de provocar alguna reacción en su defensa. Al intentar el segundo ataque, no sé bien qué hizo Ryuta que acabe tumbada en la arena y sin saber cómo había llegado allí:-Vale creo que me he equivocado en algo, no?-y me incorporé, sacudí la cabeza y me levanté:-Quería intentar desestabilizar tu defensa con esos dos golpes pero me ha salido mal la jugada.-comenté a continuación. 

Me mantuve completamente inmóvil con la vista clavada en ella, esperando a su movimiento sin yo hacer ni el mas mínimo. No había rastro alguno de agresión desde mi parte, se me notaba que ahora mismo solo buscaba que practicara los movimientos mas básicas y por tanto solo me iba a dedicar a mantener la postura defensiva. Con su primer ataque solo interpuse mi espada entre su ataque y yo, pude notar la fuerza... No hacía mucho yo peleaba como ella, este choque me servía también a mi para ser plenamente de cuanto había crecido en tan poco tiempo.

La cosa fue que con el segundo le di un leve empujón cuando nuestras armas conectaron y debido a su mala postura cayo al suelo por no esperarse ese tipo de respuesta por mi parte- ¿Estas bien? -le tendí una mano para ayudarla a ponerse en pie sintiéndome un poco culpable, incluso mire por detrás su ropa- Se te ha llenado todo de arena, si quieres luego te la limpio para compensarte... -hablaba un poco mas rápido de lo habitual, con un notable tono de culpa por lo sucedido y no fue hasta que ella misma menciono cuales fueron tus intenciones con ese ataque que volví a centrarme- Bueno, veamos el problema fue tu postura que era demasiado abierta y no estabas teniendo en cuenta tu centro de gravedad. Deberías probar a reducir un poco tu altura, de esta manera... -flexioné levemente las rodillas- Esto ayuda a mantener el equilibrio, normalmente no hace falta pero en ciertas situaciones puede salvarte de no acabar en el suelo -me rasque la nuca un poco, se notaba que no estaba acostumbrado a enseñar a otras personas y menos aún sobre como pelear, algo que para mi era relativamente nuevo incluso pesé a lo bien que lo hacía- Pero ¿que te parece si por ahora te olvidas de intentar usar el cerebro? Concéntrate únicamente en darme golpes, al menos hasta que golpear con tu llave te resulte natural, así cada vez que quieras golpear a alguien con ella no tendrás que pensar en como hacerlo, tu cuerpo simplemente se dejara llevar. Luego podemos centrarnos en que busques hueco constantemente en la defensa de los demás y ya por último el tema de las estrategias -le propuse para encaminar un poco este entrenamiento que estaba siendo en realidad mas caótico de lo que me gustaría

.-Estoy bien.-dije asintiendo rápido, aunque muerta de vergüenza por dentro:-Te lo tendré en cuenta.-dije a continuación con respecto a limpieza de mi ropa, y escuché atentamente lo que dijo Ryuta acerca de mi postura:-Creo que lo entiendo.-dije al final a modo de respuesta. 

.-Vamos a probar con lo que me has dicho.-dije y me volví a colocar en posición de combate, pero esta vez, tenía la llave inglesa en la mano derecha y retrasada. En cuanto emprendí la acción de ataque, estaba trazando un arco con mi brazo, algo abierto debo añadir, para lanzar un ataque en diagonal descendente pero debía usar mucha fuerza en el brazo y poca en la mano que cuando llegué al final de la trazada, la llave inglesa salió disparada de mi mano y acabó estrellandose contra el suelo, levantando una pequeña nube de polvo. 

Cuando se despejó me quedé mirando a Ryuta y vi que mi mano estaba vacía. Me quedé un poco sorprendida y empecé a mirar a mi alrededor hasta que vi la llave clavada hasta la mitad en el suelo arenoso:-Estoooooo.......Guau.-es lo que pude decir antes de empezar a reírme tontamente a carcajada limpia:-Creo....creo.....que he utilizado poca fuerza en la mano, no?-pude decir entre carcajadas antes de calmarme un poco:-Creo que es hora de volver, no te parece?-le comenté a Ryuta mientras me agachaba para desclavar la llave inglesa del suelo. De un fuerte tirón, saqué la herramienta del suelo y trastabillé un poco pero pude recuperarme al dar un par de pasos hacia atrás:-creo que he entendido todo lo que me has explicado.-dije antes de girarme para ir hacia el barco pero volví a girarme:-Pero no hemos acabado, eh? En cuanto volvamos a entrenar, te alcanzaré.-le dije mientras le apuntaba con la llave inglesa y una sonrisa en la cara. Giré media vuelta, puse la llave en el hombro y emprendí la marcha de vuelta al barco a tiempo de ver el espectáculo de circo. 

Con su siguiente ataque volví a hacer lo mismo de antes, simplemente esperar en guardia a que llegara su ataque para bloquearle, vi la trayectoria, pude ver su error en la técnica, puse de por medio mi arma pero... el choque nunca llego, lo que si paso es que de repente otra nube de polvo nos envolvió a ambos un poco, cuando se disipo lo primero que me encontré fue la mirada de Lux. Mire su mano, que ahora estaba vacía a la vez que ella... ambos estábamos igual de extrañados por lo ocurrido y ambos vimos el porque al poco, su llave inglesa estaba estrellada contra el suelo a pocos metros nuestro, debía de habérsele escurrido en el último momento. Y obviamente ella empezó a reír con todas sus fuerzas, yo la seguía con una risa mucho mas controlada que la suya y una mano en mi cara mientras negaba- La próxima vez intenta no usar toda tu fuerza en el movimiento del brazo y guardar algo para el agarre... Al fin y al cabo tu arma es mas pesada que las mías -aunque le sorprendiera era cierto, sobretodo con las de sal que eran muy ligeras debido al material del que estaban hechas- Si, creo que mejor volver ya hemos visto un poco lo básico y sabes en que trabajar para seguir fortaleciéndote.

Antes de empezar a caminar de vuelta me lanzó una advertencia o mas bien un desafió de que la próxima vez no lo tendría tan fácil ¿así se sintió Cokket conmigo? Ayudar en el desarrollo de alguien con un gran talento y escuchar como le avisaba de que en su próxima encuentro sería mucho mas fuerte. Reí por lo bajo un poco mientras ella ya había comenzado a caminar- Tal vez en el próximo entrenamiento tenga que atacar yo también -bromeé siguiendo con su desafió y camine detrás de ella