Partida Rol por web

Resurgir o morir

La ultima batalla: acorralados

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15/11/2013, 00:29
(DW) - Castor Machen

Si los recién llegados no parecían suficientemente extraños resultaba que uno de ellos pertenecía a una de las legiones que se habitan pasado al caos, no solo eso, encima era uno de los Mil Hijos, hechiceros proscritos por el mismisimo Emperador en tiempos de la Gran Cruzada...

- ¡El enemigo está entre nosotros!
- dijo levantando lentamente el bolter y apuntando al Mil Hijo - Tu mismo reconoces ser de una antigua legión proscrita por el mismísimo Emperador en vida. No eres el ultimo de Próspero, tus hermanos, herejes y renegados, todavía campan por este universo. - La indignación y el odio se apoderaban de su alma. En su cabeza resoban las historias contadas en su capítulo - Encima apareces aquí y usas tu sucia brujería. ¡Eres una afrenta para el Imperio! ¡Un hereje, un brujo, un renegado!

Notas de juego

Personaje un tanto radical y extremo + Capítulo con odio mortal a los psíquicos + odio a todo bicho viviente + un Mil Hijo = Problemas

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15/11/2013, 13:34
(GI)- Ava Butcher

Miré a la extraña discusión con cara de excepticismo, la mitad de las cosas que decian no las entendia; esa gerga de Marine Espacial debía de ser de muy alto nivel... por supuesto. No obstante esperaba que toda esa palabrería no nos arrastara a un infierno aún más porfundo... pero sabía como funcionaban las cosas, para ellos no eramos más que peones dispuestos a sacrificarse... en ocasiones se les olvidaba que ellos habían sido como nosotros.

-Klauss, se acabaron las celebraciones,tengo la impresión que esto a sido solo una pausa... engrasa a Lucil, repón munición, y traeme algo de alcohol joder... tengo la boca seca.

Mientras terminaba de hablar saqué la pistola de la funda y tiré del percutor para poder observar la bala en la recamara, a la vez que veía como discutian esas servolatas.

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18/11/2013, 08:15
(DW-UM) - Ariarkus

Ariarkus se quedo sin habla, la descripción de aquel extraño y su claro reconocimiento a un capitulo hereje, le habían dejado sorprendido. Más aun, este Hechicero de los Mil Hijos viajaba en compañía de otros hermanos leales al Emperador.

Dirigió su mirada a Borael y le lanzo la pregunta que muchos deberían estar haciéndose.

- Lord Borael, ¿Qué sucede aquí? – dijo mirando al Ultramarine y luego al Mil Hijo, claramente la pregunta tenia su origen. Tratando de recordar algo sobre la pregunta que había echo el hechicero. Sin darle respuesta aun hasta saber que tenían que decir el resto de Leales presentes. Pues habían descendido juntos y combatían juntos, o eso parecía.

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18/11/2013, 12:33
(DW) Laocastus Ardite Signatum

Laocastus colocó el arma en posición vertical, con el cañón apuntando al cielo.- Es nuestro deber para con el Emperador permanecer siempre vigilantes, hermano Lorfig.- Devolvió el saludo al mismo, para de nuevo apuntar el arma hacia el último de nocturne.- Para evitar, por ejemplo, la presencia de un miembro de las Legiones traidoras en nuestro seno. - El cañón de fusión empezó a zumbar, deseoso de liberar su carga.- Por deferencia a vuestro rango, hermano Lorfig, os daré la oportunidad de explicar vuestra asociación con un Traidor declarado.

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18/11/2013, 15:56
(GI) Norragh "Arrasador Tronchahuesos"

El Ogro se rascó la cabeza mientras veía como todo el mundo se juntaba alrededor de esas cinco figuras esplendorosas, rodeadas de un aura de poder casi palpable, veía como los soldados les miraban con devoción y respesto. Él envidiaba esas bonitas y relucientes armaduras, siempre había querido una.....

Uno de los Marines, el del color blanco bonito, apuntaba con su arma a otro de los grandes guerreros con armadura, uno que flotaba a ras de suelo, no entendía los rituales de los enormes guerreros, pero aquel parecía divertido......Norragh, observando el espacio que quedaba entre el suelo y el marine, se preguntaba cómo haría eso mientras farfullaba una de las palabras que había dicho ese ser.... "artanotía......pachanología....archanotelomía......entonces...eerrr...entonces.......¿ya no enemigos pa'archanostiarlos a todos?" le preguntó a Pía con voz inocente, que estaba a su lado.

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18/11/2013, 22:30
(DW)-Jaden Kolis

Jaden aun sin habla se quedó mirando la escena. Por supuesto que la aparición del alguien de los Mil Hijos le había impresionado, pero el poder ver a alguien del Ala del Cuervo era también algo impresionante:

-Primera compañia...-murmuró, alguien que conocía la historia al completo del capitulo. Jaden no se hacía ilusiones, sabía que por el simple hecho de pertenecer al adeptus mechanicus nunca sabría todos los secretos del capitulo. Pero no era tonto, sabía hacer conexiones y había escuchado las historias que se contaban en el seno del capitulo. Podía intuir que pasaba con los caídos. Se acercó al exterminador e hincó una rodilla y abrió un canal privado con el:

-Es agradable ver a alguien mas del capitulo aquí-dijo con sinceridad-Jaden Kolis, tecnomarine asignado a la Deatwatch, abatimos a varios caídos en un combate cercano, hice una inspección rápida de sus armaduras pero nada mas. Su líder, Estellios- mas que pronunciar el nombre lo escupió- escapó a través de la disformidad- al acabar el informe a su superior cambió a un canal general y respondió a Beset, alguien que viajaba con un Ala del Cuervo no podía ser un traidor- es posible que cambiara de color cuando entró en contacto con los necrones, empezó a brillar con un color verde aunque tal vez fuese el color propio de las maquinas hereticas. No puedo asegurar nada

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19/11/2013, 16:37
(GI) Pia Worth

- Archeotecnologia. Ayudó la doctora al ogrete, pronunciando lo impronunciable en la lengua de trapo torpona del enorme soldado. Cosas muy viejas y poderosas. Le aclaró, consciente de que el pobre estaría comprendiendo incluso menos que ella de la situación. Parece que no hay más enemigos, Norragh. Le respondió Pía, aunque había algo en su mirada que decía que no estaba del todo segura.

Los astartes parecían entenderse solo entre ellos, como si el resto de los soldados fuesen poco menos que hormigas correteando entre sus gigantescas piernas, pero sus acciones eran tan caóticas como inexplicables. Dos de los marines que habían luchado a su vera habían amenazado a uno de los guardianes de la esfera, mientras que otros se había postrado ante las imponente figuras de los recién llegados, en absoluta devoción y silencio.

¿Prospero? ¿Acaso no había sido una batalla donde los traidores habían caído masacrados por los hijos de Russ? Desde la distancia, Pía analizó la armadura en un vano intento de hallar alguna pista. ¿Que haría un traidor con todo un grupo de leales marines, al parecer, de alto rango?

La doctora no alcanzaba a comprender la magnitud de aquello y, aunque cada vez dudaba más que aquello fuese una señal de su muerte, seguía sin entender.

- Pero sujeta el arma por si acaso. Le acabo recomendando al ogrete en un gesto de atrevimiento pese a no ser del mando de la escuadra. Si varios de los marines desconfiaban del psíquico... A lo mejor te necesitamos para un par de disparos más, ¿vale?

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25/11/2013, 01:14
(DW) - Numaios Véntor

     Los ojos de Numaios se abrieron de par en par al escuchar las palabras del tal Beset y reparar en su heráldica. Porqué reconocía con tal naturalidad su pertenencia a aquella legión maldita y porqué los otros veteranos, aparentemente de capítulos leales lo toleraban era algo que se le escapaba totalmente. Compartía la aprensión de Castor y no pudo evitar que su espada saltara a su mano y comenzara a zumbar. Aunque daría el beneficio de la duda por el momento por deferencia a aquellos venerables héroes del Imperio, no volvería a envainar su arma hasta no recibir una explicación convincente... MUY convincente de lo contrario. Los autosentidos de su casco fijaron como blanco al hechicero mientras de su gorgera surgía su voz con tono serio y metálico. - Al igual que mis hermanos exijo una explicación. No toleraré a un hijo del Cíclope Rojo en mi presencia sin aclaraciones exhaustivas. Nuestra misión como miembros de la Deathwath es asegurar esa esfera y no pienso entregarla así como así a unos recién llegados por muy ilustres que sean , sin órdenes precisas al respecto. Mas si cabe si portan semejante bagaje... completó la frase haciendo un gesto con su casco hacia el hechicero de Próspero.

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25/11/2013, 11:14
Franz Biggs

Franz asintió a su doctora y aunque tenía el rifle láser cargado y listo para disparar no estaba muy seguro de su capacidad destructiva, pero como no, ahí estaba Franz para amenizar la velada - yo te diría, mi amada doctora - dijo con fingida sonrisa - que si usamos la bayoneta, o incluso si les escupimos tendremos más posibilidades - la miró con fijeza y asintió varias veces totalmente convencido de lo que acababa de soltar por la boca - que si, no me mires así, te lo digo yo, esos tiparracos, si los hieres en el orgullo se ven derrotados y no hay nada mejor que un buen gargajo - soltó una austera carcajada y comprobó por cuarta vez, que el mecanismo de disparo estuviera bien

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25/11/2013, 11:20
Klauss

Klauss negó con la cabeza queriendo disentir, pero no dijo nada, con el rostro tapado por la mascara de gas se quedó mirando al imponente grupo de marines espaciales y deseo con todas sus fuerzas que no se enfrentaran... aquello no tenía demasiado sentido para él, no entendía muy bien de lo que hablaban.

Se removió en donde estaba y el tintineo de los proyectiles pesados del bolter que llevaba lo despertó de su ensoñación y se puso alerta... 

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25/11/2013, 11:22
Capitán Mihael

Mihael no tardó en reunirse con los otros marines de la deathwatch. Tanto el capitán de los Ángeles Sangrientos como los hombres que le seguían iban con las armaduras sucias, llenas de restos orgánicos de los odiados tiranidos e iban con las armas listas pero apuntando al suelo, con extrema cautela.

Mihael se puso cerca de Castor y miró con los ojos abiertos de par en par al héroe de su capítulo - no puede ser verdad... - masculló con incredulidad reconociendo la figura que se alzaba ante él, a unos cincuenta metros, donde estaba la pequeña esfera y los cinco marines espaciales.

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25/11/2013, 11:25
Capitán Vehuel

Tan pronto como apareció Mihael, Vehuel, su superior aunque igual en rango apareció con más ángeles sangrientos. Bajó de su thunderhawk, pintada de dorado y rojo sangre, con la heráldica de su capítulo y una representación de sanguinius caído, con las alas flexionadas sobre si, como si fuera un manto protector en su ultimo combate. Las toberas del poderoso transporte soltaron sus vapores con fuerza e iban derritiendo lo poco de nieve sucia que quedaba a su al rededor.

Era. sin duda, un marine imponente; más alto que la mayoría con una armadura artesanal de exquisita manufactura. Se notaba que había luchado ya que el imponente mandoble de energía que llevaba cruzado a la espalda iba soltando a olor ozono, el propio de los campos de energía, esa reminiscencia que quedaba tras un uso prolongado.

Miró con seguridad a los cinco marines y luego a los de la deathwatch - Bajad las armas, no hay motivo - dijo con confianza - pero yo también necesito una explicación... una explicación de porque uno de los más ilustres héroes de los ángeles sangrientos esta aquí y vivo... - su mirada se centró en quien miraba Mihael... 

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25/11/2013, 11:37
Sacerdote Gabriel

El aludido dio un paso - solo será un instante Hermano Beset - le indicó al marine de los Mil Hijos con gesto tranquilo y conciliador. Llevaba un cáliz colgado de su cinto, un cáliz de oro puro, con una iconografia majestuosa por todos sus rebordes. Una copa ancha que se iba estrechando hasta formar un mango ancho y grande, ideal para las grandes manos de un astartes. Los dibujos en releive reflejaban la caída del ángel Sanguinius, la calavera, el águila bicefala y la gota de sangre, era una reliquia en si misma, una reliquia antiquísima, un objeto de culto que debería estar expuesto en una vitrina donde los feligreses y peregrinos que llegaran a Baal pudieran verla y venerarla - No conozco ninguno de vuestros nombres hermanos pequeños, pero yo soy Gabriel... Sacerdote Sangriento Gabriel... - se presentó con calma, su voz sonaba realmente apaciguadora, destilaba carisma y simpatía - mi historia, nuestra historia - recorrió con su brazo derecho a los otros cuatro marines de leyenda - es algo larga y ardua de explicar, pero viendo vuestra animosidad, sobre de todo de aquellos aferrados al odio por lo que desconocen - fue una alusión clara hacía el que se había mostrado más belicoso, Castor - deberemos explicar algunas cosas - asintió con calma - todos morimos en cierto momento de nuestra existencia, hace ya milenios de aquello... y entended muerte como por algo vago ya que devolver un cuerpo a la vida es algo imposible, al menos no consagrando el alma de uno a los poderes ruinosos - se tomó un instante para flexionar los dedos de su armadura - Yo combatí junto a Sanguinius y junto al propio Emperador durante siglos, yo vi como el Imperio entraba en guerra civil cuando el más amado por todos, cayó... en ese lapso de la historia nadie conocía a las mentes que moraban en el espacio disforme, aquello era impensable... solo los Mil Hijos conocían aquello, solo Magnus El Rojo, el traidor - subrayo esa palabra tratando de dejar claro que para él era un traidor tan odiado como lo pudo ser Horus, Angron, Fulgrim... - fueron años de guerra sin fin, años de perdidas, años de lamentos... hasta que llegó la ultima y gran batalla, la lucha por Terra, la lucha en la que nos jugamos el destino y nuestra propia supervivencia como Imperio... no digo que me gustará luchar contra mis hermanos caídos, pero fue algo que debió hacer... desconocemos muchas cosas de esta época, solo sabemos lo elemental... el ojo del terror, que los traidores siguen con vida, que el Emperador murió y no murió... - negó con la cabeza - yo no vi morir a nuestro padre ni a nuestro abuelo... pero todos lo sentimos... todos amábamos tanto a Sanguinus que enloquecimos... fui de los primeros sacerdotes que hubo - sentenció con solemnidad - pero fui herido de muerte en una campaña, tratando de liberar un mundo fortaleza, en el sistema de Mordian... no voy a decir que comprendí lo que pasó, pero se formó un grupo secreto con tecnología arcana y si, poderes psíquicos, se fueron reuniendo a los que teníamos una huella mental muy característica que nos hacía compatibles con dicha tecnología... héroes de antaño que fuimos mantenidos con vida para ser liberados en momentos de crisis extrema... somos el ultimo grupo que queda, de los otros, según hemos sabido se han ido perdiendo uno a uno... ni si quiera tuvieron la oportunidad de luchar por una ultima vez por el Imperio... - se calló de pronto y fue Beset quien retomó la conversación

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25/11/2013, 11:54
Beset, el último de Prospero

Entre las filas de los ángeles sangrientos se iban escuchando asentimientos aprobadores, voces que se mostraron del lado de Gabriel, Vehuel y Mihael sonrieron animados, alegres por semejante honor, pero fue Beset, el que aterrizó sobre el suelo y avanzó un único paso - Yo - empezó - no soy mi padre - era una realidad, estaba claro, pero era algo en lo que nadie solía pensar cuando se enfrentaba a un hijo de un padre traidor - yo, hace milenios, juré lealtad y obediencia a mi padre, juré lealtad por el Imperio y sobre todas las cosas, sobre el gran padre, El Emperador. Mi legión estuvo marcada desde el inicio, marcada y mal vista por el resto de legiones... nuestras artes resultaban y resultan extrañas... muchos, como tú, apotecario, creen que por usarlas ya somos traidores, peligrosos... pero eso no es cierto... el Inmaterium es un arma más, es como tú espada sierra o tu bolter, no importa el arma que uses, importa el corazón, la mente y el espíritu de quien la empuña... sus objetivos, sus fines... no soy un traidor - sentenció - que mi padre lo fuera, que toda mi contaminada legión lo hiciera no me hace a mi un traidor - se quitó el casco dejando ver su rostro, un hombre de tez morena, unos ojos azules de una intensidad atemorizante pero a la vez resultaban bellos y cautivadores... llevaba una barba bien recortada y de su cabeza colgaban cuentas de colores con iconos desconocidos por todos. Lloraba. - aún lloro por su caída, por su derrota... aún lloró por su traición... Magnus fue un traidor y se nos pidió a todos mis hermanos que le siguiéramos en su camino... yo no lo hice, no podía dar la espalda ni al Imperio ni al Emperador, no podía llevar mi senda por el camino errado. Me vi obligado a luchar contra los míos, mis hermanos de sangre, me vi obligado a reservar mi poder para no caer bajo la mácula de mi legión - negó con la cabeza - al final, por azares del destino los lobos espaciales capturaron la nave en la que iba, debieron haberme matado pero no se que les hizo cambiar de parecer, me dejaron fuera de combate, me hirieron de gravedad pero me mantuvieron con vida... os puedo ser de ayuda y no soy un traidor, soy un hermano más

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25/11/2013, 12:10
Borael, 1º Guardia de Honor

Borael se mantuvo firme, como los demás - No voy a contar ahora el por que de todo - dijo algo taciturno - pero todos vivimos algo así, heridos de muerte y rescatados por esa organización... - escueto y parco en palabra, era como un reflejo de Guilliman, un hombre austero en palabras que prefería que fueran sus actos los que hablaran por él - si el hermano Beset fuera un traidor, yo mismo acabaría con su vida

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25/11/2013, 12:13
Remiel, 1º Ala de la muerte

No si no me adelantó Borael - bromeó el venerable anciano Remiel - Esa tecnología a la que ha hecho mención nuestro querido Sacerdote nos ha mantenido durante todos estos miles de años unidos como uno solo... una mente común... - realmente se explicaba mal y fue consciente cuando detectó las miradas de sus hermanos - al diablo con ello - masculló malhumorado - estábamos dormidos pero podíamos hablar... no se explicarlo ¿vale? dejad de mirarme así - negó con la cabeza - mirad pequeños marines... y... guardias - fue el primero que hizo mención a Emil y sus hombres - mi intelecto no llega a comprender el "porque" de según que cosas, pero nos conocemos a un nivel tan profundo que hasta asusta... somos una unidad perfecta ya que hemos pasado varios milenios conociéndonos, sabiendo los secretos de cada uno, los temores, dolores... alegrías y orgullos... SABEMOS - de repente gritó aquella palabra como si fuera un profesor tratando de reclamar la atención de sus alumnos - que Beset es tan leal como tú, apotecario y por todo lo sagrado no queremos la esfera para nosotros, la queremos para el Imperio... y la defenderemos con nuestras vidas; así que haced el favor y apuntad a vuestros enemigos que son otros... además... Beset sabe más de la esfera que todos vosotros, y esa, es una realidad con la que debemos contar 

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26/11/2013, 11:48
(DW) - Castor Machen

- Perdóneme hermano capitán, pero tengo que negarme a su petición, - respondió a la petición de bajar el arma del ángel sangriento - la única autoridad que reconozco es el del mando de la Inquisición, representada por Lord Demeticus o, en su defecto el de mi propio capítulo, el mariscal Cehetel. Aquí delante tenemos un traidor a Imperio, igual que toda su legión mientras no se demuestre lo contrario.

Escuchó con atención las historias de los recién llegados. Herejías, organizaciones secretas, traidores pero lo más importante, la prueba palpable, ¡brujería!

- Hermanos, no os conozco ni os juzgo. Vuestra historia roza de lo increíble pero en este universo también hay cosas que lo son. Decís que el Mil Hijo no es un traidor pero yo mismo he visto como usaba, no ya los poderes psíquicos, si no la brujería contenida en ese grimorio que lleva y que ha recitado hace un momento. Si tan claro tiene que no es como los traidores de su legión, ¿Por qué usa sus métodos heréticos? ¿Por que sigue usando sus colores? Está claro que ha de ser la Inquisición quién juzgue la veracidad de lo aquí narrado...

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26/11/2013, 16:21
(GI) Pia Worth

Pía soltó una pequeña sonrisa ante la broma de Franz. Era más bien la capacidad de soltar bromas en momentos tan tensos como esos que el propio chiste lo que la sacó de su frío ensimismamiento, esa naturaleza tan valiente como odiosa. No entendía nada de lo que ocurría, nada de lo que estaba sucediendo: era como si el propio Franz se hubiese inventado alguna historieta pesada en un día malo.

Allí había gente de la época de la Herejía: incluso un hijo de un capítulo traidor...que clamaba no serlo, defendido por sus compañeros. Uno de los marines, que parecía ser la voz de la razón, clamaba que no se fiaría de nada que no autorizasen sus jefes inquisitoriales. Una cosa muy sensata, supuso la guardia, porque tenía la sensación de que los inquisidores eran la versión temida y adornada de sus comisarios. Y tenían suerte de que no hubiese ningún comisario cerca, o más de uno y de dos de los presentes tendrían la tapa de los sesos fuera de las bisagras.

O al menos un par de cicatrices en su cráneo de Mil Hijo.

- Dicen que están interesados en la esfera...añadió la joven doctora, ignorando las reprimendas que se había llevado Castor, y comenzó a avanzar hacia el grupo de los marines recién aparecidos. ¿Por qué? la voz de Pía resonó por el lugar, reverberando de una manera fantasmal, mucho más pobre que el torrente de voz de Remiel. Les pregunté porqué todos la perseguíamos, y mi voz se ignoró. Por mi tamaño, supongo. Increíblemente la mujer sonaba tranquila. Calmada. No dejaba de ser un escupitajo. Sonrió recordando las palabras de Franz. Una gran energía que proviene del océano no suena a motivo para sacrificar cientos de tropas de astartes.

Imperiales si, por supuesto. Era una verdad que tenía claramente asumida.

- Además, usted ha dicho.- se giró a Gabriel.-que es una mezcla de tecnología arcana y poderes psíquicos lo que les mantiene vivos incluso en la muerte. La doctora sonaba terriblemente horrorizada. ¿Quiere decir que ustedes no pueden morir, que se les ha privado de tal derecho?

Así era Krieg, el hogar de los Dragones de Arena: el único lugar donde la muerte es un derecho que se anhela, y no un terrible final. Pero la doctora no había acabado. Se había levantado la tapa de la caja de Pandora y Pía pensaba aprovechar la que quizás fuese su última oportunidad de hablar para decir todo lo que pensaba.

Que no era poco.

- No soy una experta, y supongo que haría falta un gran mentiroso para tener engañados a tantos hermanos, pero.. se volvió hacía Beset, centrándose en ignorar las lagrimas que caían por su rostro gigantesco. ¿Si jurasteis lealtad al Emperador, hasta el punto de dejar atrás a vuestra Legión, porqué ignoráis su prohibición sobre la hechicería? Incluso si sois suficientemente hábil para controlarla...¿no son los caminos del Emperador inescrutables? Es un desafío que mancha lo que de ser cierto es una historia de increíble lealtad, Beset de Próspero. 

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26/11/2013, 17:58
Capitán Vehuel

Vehuel miró a Castor largamente - Te habla un capitán de una compañía de Astartes - lo dijo como si fuera algo normal, algo poco importante, una minucia - debería tener en cuenta su posición apotecario y quien le ha dado una orden - respiró con tranquilidad - pero no es momento para tratar su insubordinación - deshecho la idea de cualquier discusión al respecto y se mantuvo alerta, a la espera... 

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26/11/2013, 18:02
Sacerdote Gabriel

Usa lo que usted, apotecario, llama "métodos heréticos" por qué es su arte - empezó a defender Gabriel - usa ese arte por que es su instrumento para acabar con los enemigos del Imperio... usa esos poderes o dones porque puede... ¿acaso un psíquico no canaliza la energía de la disformidad para hacer aquello en lo que esta entrenado? - varió la postura de su pierna derecha con gesto sereno - Si Beset fuera una amenaza para el Imperio ya estaríamos todos enfrentándonos a él. Me entristece esa falta... - no acabó la frase, sencillamente dejó estarlo, entonces reparó en la voz de la mujer, de la que portaba el emblema del cuerpo médico - Mi Señora - dijo con sumo respeto - disculpe sino respondimos en cuanto formuló sus dudas, pero tenemos aquí a suficientes hermanos con sus armas dispuestas para atacarnos - se permitió aquella pequeña chanza y era fácil imaginarse una sonrisa en los labios del ángel sangriento - No somos Inmortales, en absoluto... moriremos después de esta misión, es nuestro destino... mantenidos con vida durante milenios para ser desplegados en un momento de máxima necesidad como este... me temo que todo tiene un fin