Los días pasaban sin noticias de tus padres. Nadie reinvindicaba ningún tipo de secuestro y la policía no estaba demasiado dispuesta a ayudar. Algunos sugerían que se habían marchado por su cuenta, otros te miraban con cara de aburrimiento pensando "a quien le importa" mientras fingían tomar notas.
No obstante tu instinto te decía que tenia que haber alguna pista en algún lugar. Tu padre no era tonto, si alguien le seguía o tenía enemigos debió dejar constancia en alguna parte.
Las horas pasaron mientras buscabas una pista a la que agarrarte cuando sonó el teléfono.
Ya había recorrido por lo menos unas cincuenta veces el camino, el camino por el que mis padres debían de haber pasado para llegar al restaurante aquella noche. No había ni una sola pista, ningún indicio de forcejeo, absolutamente nada.
La desesperación al ver la indiferencia de la policía se convertía en rabia, que se iba acumulando y no tardaría en explotar. Debía de controlarme y conservar la calma, tal como mi padre me enseñó. Pero él ya no esta, y esto hace que me cueste mucho más intentar controlarme. Pero tengo que hacerlo por ellos, si dejo que la desesperación me invada no podré encontrarlos.
El teléfono empezó a sonar, pero estaba inmerso en mis pensamientos, hasta el cuarto tonó no reaccioné.
- Casa de los Miller, ¿Dígame?
Max colgo el teléfono sin decir ni una sola palabra más o dejar a Will formular ninguna pregunta. En cualquier caso aquella llamada despues de 5 años, en ese preciso momento no podía ser una casualidad.
Los minutos pasaron despacio mientras el joven Will daba vueltas a su cabeza con un sin fin de posibilidades hasta que, justo 30 minutos despues de colgar, tocaron a su puerta.
Max llego a la dirección a la cual pertenecia el numero de teléfono. Se encontro delante de una tipica casita americana, en un buen vecindario, con una hermosa bandera presidiendo el jardin.
El estilo patriotico de William se hacia presente. Alrededor de la casa todo se mostraba normal, nada sospechoso.
Max toco la puerta y espero ver al hijo de su ex-compañero.
- ¿Que motivo tendría Max para querer hablar con mi padre después de cinco años? Que yo sepa no había tenido contacto con ninguno de los vigilantes desde la disolución del grupo. Espero que no tarde mucho en llegar, tengo que saber porqué quiere ponerse en contacto con mi padre. Al parecer no sabía nada de su desaparición, a si que no creo que no sepa nada de donde puede estar. - Will estuvo dándole vueltas a la cabeza, hasta que escuchó la puerta sonar. Se dirigió hacia ella y abrió sin mirar ni preguntar antes quien era, seguramente esperando que fuera Max el que estaba llamando.
No se si Max tiene que leer esto, lo he desmarcado por si acaso. Si debe de leerlo se edita y se vuelve a marcar.
Ok.
Esperando el post de max.
Echo una ojeada a los alrededores en lo que espero a que me abran la puerta. Busco instintivamente vecinos curiosos, alguien sentado en un coche que esté vigilando la casa, o cualquier cosa que me parezca fuera de lugar.
No me había tomado el aviso de la caja demasiado en serio hasta que escuché al hijo de Will. Si sus padres habían desaparecido quizá tenía algo que ver. Y en ese caso, todos estábamos en peligro.
//Quiero haber traído conmigo la caja y/o su contenido si es posible.
Will miro por la mirilla y vio a un hombre vestido con un traje elegante que portaba entre sus manos una caja de galletas antigua.
Reconocio al hombre y tambien la caja, era donde Sindy guardaba sus "tesoros" papeles brillantes, pelotas y cualquier cosa que le llamara la atención terminaba en esa caja.
Escucho un leve ruido al otro lado de la puerta y giro mi cabeza para mirar al frente. Supongo que será Will... el hijo claro.
- "¿Will?" - Pregunto. - "Soy yo, Max. Ábreme por favor. Tenemos que hablar y poco tiempo." -
Will abrió la puerta y allí estaba Max, con su traje elegante y una caja que ya conocía.
- Adelante Max, pasa. - Dijo mientras se apartaba y extendía el brazo invitándolo a entrar. - Perdona por el desorden, pero desde que desaparecieron mis padres, no he parado de buscarlos. - Tenía todo algo desordenado, con papeles y comida rápida por todos lados.
Una vez a entrado Max, cierra la puerta y lo invita a sentarse en el sofá, después de haber apartado varios papeles y un par de cajas de pizza. - Siéntate y cuéntame que pasa.
Entro y dejo que el chico cierre la puerta. Deposito la caja sobre la mesa frente al sofá y acepto su invitación para sentarme mientras echo una ojeada a lo que puedo ver de la casa y a todo el desorden.
- Gracias. - Respondo con calma mientras espero que se siente también. - Cuéntame por favor todo lo que sepas de la desaparición de tus padres. ¿Cuándo fue? ¿Cómo te enteraste? ¿Qué hubo distinto ese día? - Comienzo a numerar una retahíla de preguntas. Will y Lian eran mis amigos... aunque ya no nos viéramos desde que se disolvió el grupo hace 5 años. - Te ayudaré a buscarlos. Lo prometo. - Digo con voz firme.
Trago saliva un momento y miro la condenada caja... Se la señalo y sigo hablando.
- Esta mañana alguien se ha colado en mi casa y ha dejado eso. - Explico mientras alargo una mano para abrirla y mostrarle su contenido.
Está repleta de fragmentos de periódico, cortados con la única ayuda de los dedos, con bordes irregulares alrededor de viejas noticias. Es algo propio de un niño al que no dejan usar las tijeras, común en Sindy. El primer legajo de papel es la fotografía del entierro de Shepard publicada en un periódico nacional años atrás. Otros fragmentos de papel hacen referencia a algunas intervenciones del grupo.
Entre los trozos de papel amarillento una foto polaroid de la mansión Stiler bastante reciente.
La foto viene unida con un Clip de color verde a un pedazo de papel.
"Todos estamos en peligro, busca a William, nos vemos aquí a media noche, yo iré por el resto."
No tiene remitente y la letra es la típica de una maquina de escribir.
- No recuerdo si estuviste en la mansión alguna vez... - Digo a Will junior. Joder, tiene la cara de su padre y los ojos de su madre...
- Era uno de nuestros refugios seguros... No tengo ni idea de si es una trampa, una broma o un aviso de verdad... Y si es un aviso... ¿de quién? - Le digo. - Si tus padres han desaparecido quizá fueran los primeros... quizá vayan a por todos los del grupo. Sea quien sea el que me ha avisado quiere reunirnos a todos esta noche en la mansión. Creo que deberíamos ir y tratar de aclarar este asunto. Necesitamos más información, y la persona que me ha avisado parece ser la única que sabe algo. A lo mejor tiene idea de dónde están tus padres... - Paro un momento. Es demasiada información para asimilar y dejo que el chico lo vaya asumiendo poco a poco.
Will agacha la cabeza recordando el día en el que desaparecieron sus padres. - Fue el Domingo 15 de octubre. Aquel día fue como cualquier otro Domingo, no pasó nada raro. Como cada Domingo salieron ha cenar a su restaurante favorito, está cerca de casa, a si que fueron como siempre, andando. Tenían la reserva hecha, pero nunca llegaron a él. Aquella noche me acosté temprano y a la mañana siguiente cuando me levanté no habían llegado todavía. Llamé enseguida a la policía, pero me dijeron que hasta pasadas 48 no podían hacer nada, a si que fui al restaurante, allí me dijeron que no los habían visto. Después recorrí el camino de mi casa al restaurante varias veces buscando alguna pista, pero no encontré nada. También llamé a los hospitales de la zona, pero nada. - Se le nota la desesperación en su voz con cada palabra que pronuncia.
- Y esa caja... - Coge la foto y se fija en ella recordando la mansión. Allí había sido la primera vez que había visto a Sindy, recuerda ese momento como si fuera ayer, aquella chica con el pelo revuelto y gruñendo como un animal.
- ¿Sindy...? Recuerdo esa caja, era de Sindy. Quizás sea ella, quizás ella sepa algo de mis padres. - Dijo mientras se ponía en pie. - Debemos ir esta noche allí. -
Niego con la cabeza y miro la caja con los recortes. - No es el estilo de nadie del grupo... ni siquiera de Sindy. Esa chica apenas sabía escribir... - Explico. - Si acaso Verónica... es la única que se me ocurre que pueda conocernos a todos, que sepa nuestras identidades y que sepa de la mansión. -
Me rasco la cabeza pensativo. - Pero sea quien sea tienes razón, hay que ir a la mansión esta noche. Iremos con algo de tiempo. Media hora antes estará bien. Si consigue contactar con el resto de los chicos estarán ahí... Podemos encontrar respuestas pero también hay que estar preparados por si es una trampa. Tu padre jamás me perdonaría que te metiera en una encerrona tan evidente. - Añado con una sonrisa recordando viejos tiempos con nostalgia.
- ¿Tienes algún arma? - le pregunto.
Will se queda un par de segundos pensando. - Sí, claro que tengo. - Enseguida sale corriendo a la segunda planta.
Después de varios minutos baja por las escaleras, llevando un traje verde con un carcaj y un arco en la mano.
- Este es el traje y el arco de mi padre. Hace cinco años que lo tiene guardado en el armario. Creo que es el momento de sacarlo. - Mientras lo dice se quita la capucha mostrando la cara.
- Pero... ¿Verónica? No creo que esa mujer quiera volver a vernos juntos. Recuerdo cuando el grupo se disolvió, mi padre decía que ella parecía tener bastante interés por que eso ocurriera. - En realidad a Will le caía bastante bien Verónica, la recordaba como una mujer muy simpática y agradable.
Observo a Will sorprendido de lo bien que le queda el traje de su padre. A la memoria me vienen multitud de recuerdos, y la repulsa de los padres del muchacho por las armas de fuego. El arco, siendo un arma tan rudimentaria, se convertía en mortífero en manos del padre de Will.
Sonrío. - Te queda bien. - Le dijo indicando el traje con la cabeza. - ¿No tendrás por casualidad algún otro arma para mí? Una pistola o algo más normal, que yo pueda usar... - Comento con cierto tono jocoso. La verdad es que me dejé mi arma en casa con las prisas, y no veo muy sensato acudir desarmado a una posible trampa.
- Veronica... Es por ahora la única que se me ocurre que puede haber orquestado esto... pero la verdad es que no tengo ni idea. Estoy convencido que no es ninguno de los antiguos integrantes del grupo... pero por los recortes y lo que pone en la nota tiene que ser alguien que nos conociera. - Comento a Will.
- Eso nos deja muy pocos candidatos. - Levanto una mano para empezar a enumerar y descartar. - Sindy... que era una chica salvaje y a la que no veo escribiendo a máquina. - Muestro una leve sonrisa al imaginarme la situación. - Silverson, que se suicidó. - Ése ha sido mi segundo dedo levantado. Ahora voy a por el tercero. - El propio Shepard... que en paz descanse. - Cierro un momento los ojos al recordar a mi amigo el general.
Luego levanto un cuarto dedo. - Verónica. - Sí, la que todo el mundo decía que había querido disolver el grupo... Pero eso no implicaba que si temía por su vida no volviera a juntarlos, ¿no? - Y a lo mejor Sandino. - Añado finalmente levantando en total todos los dedos de mi mano.
- Salvo que Sephard o Silverson se hayan levantado de sus tumbas, eso nos deja con las opciones de Verónica y Sandino, y ésta última nunca tuvo mucha relación con nosotros... era más bien una administrativa que hacía mucho trabajo de biblioteca. Útil sí, pero no formó parte del grupo per sé. Si tuviera que apostar diría que nuestro enigmático mensajero es Verónica... pero ya lo averiguaremos. -
Max---Te he editado el post. Confundiste el nombre de Veronica por Victoria, no pasa nada pero es para no confundirnos de personaje.
Will se mira de arriba a bajo. - Gracias, mi padre y yo usamos la misma talla. Respecto al arma, mi padre guarda una pistola de 9mm en una caja dentro del armario. - Will se da la vuelta y vuelve a subir las escaleras. Esta vez tarda algo menos en bajar, y baja con una caja de madera en las manos. - Aquí está, no le gustaba usar armas de fuego, pero la tenía guardada por si algún día pudiera necesitarla. - Will la cogió, le llenó el cargador con un puñado de balas y la dejó preparada para disparar. - Toma, cógela. - Extendió la mano con el arma y se la entregó a Max. - Aquí también hay una caja de balas, cógelas también por si acaso. - También le entrega una caja llena de balas.
- Lo más lógico es que haya sido Verónica, si es así algo grave ha debido de pasar. -
Cuando esteis listos para moveros decirmelo, tambien recordar postear que cogeis y llevais y que transporte quereis usar para llegar.
- Gracias por el arma chico. - Respondo a Will mientras recojo la 9mm. Reviso que esté cargada y preparada y me la coloco a la espalda en el pantalón. Luego cojo la caja de balas y la guardo en el bolsillo de la chaqueta del traje.
Miro a Will de arriba a abajo. - Lo más seguro para ir sería no llamar la atención. No sabemos si nos están vigilando. - Le explico.
- Votaría porque te cambies de ropa, guardes ese traje y el arco en una mochila y te vengas conmigo al metro. - Mi plan es sencillo pero práctico. - Una vez en el metro recorreremos un par de líneas, haremos un par de trasbordos para asegurarnos de que no nos siguen y acabaremos bajándonos y yendo a pie por uno de los túneles hasta la línea de metro abandonada que comunica con un pasadizo secreto que da al sótano de la mansión. - Miro a Will mientras le explico los detalles.
- Si vamos por la superficie, en coche u otro transporte público sería muy fácil que nos siguieran. A pie y por los túneles el metro... imposible. - Miro el reloj para comprobar la hora. Tenemos mucho tiempo.
- Mejor si vamos con tiempo de sobra. Podremos asegurar la zona y revisar que en la casa no haya sorpresas para cuando lleguen el resto. -
Gracias por la corrección máster, mira que repase el post y se me fué lo del nombre.
Si Will acepta el plan es ir en metro... Hacer un par de trasbordos, recorrer un par de líneas de metro mientras que nos aseguramos de que nadie nos sigue y finalmente adentrarnos en los túneles de metro a pie para dar con los túneles abandonados que dan al pasadizo secreto y de ahí al sótano de la mansión.
Max lleva la 9mm, la caja de balas, la caja que encontró en su casa, su traje, la cartera y un reloj de pulsera. (Amén de un pasamontañas negro -lo lleva en un bolsillo de la chaqueta- que solía ponerse junto a su traje ->rara combinación cuando el grupo estaba todavía unido).
Will se quedó pensativo unos segundos. - Tienes razón, no deberíamos llamar la atención, y con este traje seguro que lo hago. - Will sube otra vez las escaleras y se cambia de ropa. Guarda el traje y el arco en una bolsa de deportes.
- Vale, pues creo que ya estoy preparado. La estación de metro no está muy lejos de aquí, podemos ir andando. - Dice Will mientras coge las llaves de la casa.
Will lleva la ropa normal de diario puesta, el traje completo, un arco, un carcaj con unas 20 flechas, un brazalete que dispara dardos que va junto al traje, las llaves de casa.