Alzo una mano y pido silencio. Sólo por si acaso. Luego explico rápidamente en voz baja la situación. – Hay dos personas en la casa. Eithan y Verónica. Eithan parece furioso… conteniendo su ira por algo… unos garabatos creo. No tiene mucho sentido pero está realmente cabreado. –
Observo los rostros de Simon y Will… Posiblemente resulte un poco incomprensible para ellos. – Verónica está preocupada y empieza a sentir miedo. Miedo de Eithan. –
Miro a mis dos compañeros, - Vamos. Hay que hacerles saber que estáis aquí. Tenéis que ir y explicarles todo. Yo esperaré en la habitación de al lado, sin que ellos sepan que estoy aquí. Me enteraré de si alguno sabe algo realmente del tema. – Les explico mi plan.
- En cuanto acabe de sondearles me reuniré con todos y os ayudaré a explicar la situación. Pero ojo con Eithan… Hay que calmarlo. Si usáis la violencia se volverá más violento. Y lo mejor ahora sería permanecer todos unidos. Tenemos un enemigo común y aun no sabemos quién es. No sería sensato lanzarnos al cuello unos de otros. –
Cojo la caja que había aparecido en mi casa esta mañana y se la entrego a Simon. – Quizá esto ayude a calmar a Eithan… pero si la ve Verónica sabrá que estoy cerca, o que he estado con vosotros. -
La cosa no parecía tener muy buena pinta ahí arriba, según Max. Will asintió a las palabras de Max. - Está bien Max, subiremos nosotros primero. -
Seguramente ni Eithan ni Verónica reconocerán a Will, la última vez que lo vieron tenía 16 años, ha pasado mucho y ya no era un niño. - Troublemaker, creo que sería mejor que fueras tu primero. A mi hace mucho tiempo que no me ven y puede ser que no me reconozcan a primera vista. -
Notaste un repunte en el enfado de Eithan, queria matar a Veronica, estaba furioso con ella pero había escuchado un ruido. Sabía que alguien estaba entrando en la casa, naturalmente desconocía que fuerais vosotros. Eithan y todas sus ganas de matar estaban caminando peligrosamente en vuestra dirección.
Pensaba que podíais ser intrusos en la casa, no que se tratara de sus viejos amigos pero en ese estado de rabia podía atacar primero y preguntar despues.
Actualizo acorde al nuevo post recibido.
- Esperad. - Digo alzando la voz a mis dos amigos, y haciéndoles un gesto para que esperen. - Nos han detectado. Eithan siente mucha rabia. Tiene ganas de matar y se encamina hacia aquí. Sabe que alguien ha entrado en la casa... quizá haya escuchado algo pero cree que somos intrusos. Debemos hacerles saber quiénes somos antes de que vengan... O pasará algo parecido a lo que estuvo punto de pasar contigo Simon. Si no nos hubiéramos anunciado habríamos recibido un disparo por tu parte seguro. -
Miro a Will y a Simon para tratar de convencerles de que confíen en mis palabras. Tras ello alzo la voz gritando para intentar que se me escuche en toda la casa.
- ¡EITHAN! ¡VERÓNICA! - Grito a pleno pulmón. - SOY MAX. ESTOY CON TROUBLEMAKER Y CON WILL. NO SOMOS ENEMIGOS. - No sé si será suficiente pero espero que al menos les haga reaccionar. O con suerte, que Eithan se piense si hablar primero y matar después. - TENEMOS QUE HABLAR. -
No sé si mi voz llegará a Verónica y Eithan... si es así confío en que el máster les copie mis gritos. :)
Simon cogió la caja de Max y ya estaba dispuesto a subir arriba cuando Max le dijo que esperase. Si el Ruiseñor te pedía que estuvieses quieto, era por un buen motivo. Al decir éste que el desquiciado de Eithan venía de camino, y que tenía ganas de matar, lo primero que se le ocurrió a Troublemaker fue cobijarse junto a la puerta, desde donde poder encañonar a cualquier loco furioso que tratase de entrar con ansias homicidas.
De todas las personas que podíamos encontrar aquí, de todos los compañeros del equipo, tenía que ser Frost.
Simon siempre había visto en Frost aquello de sí mismo contra lo que intentaba luchar: el desprecio a la vida. Lo que Shepard siempre le enseñó a evitar. Pero también recordaba que fue uno de los que, como el propio Troublemaker, defendió a capa y espada que el equipo no se disolviese.
De cualquier manera, cuando Max anunció quiénes eran exactamente, decidió que parapetarse junto a la pared de la puerta no le serviría para nada más que cabrear aún más a Raptor, de modo que sencillamente se limitó a quitar el seguro de su arma, por si acaso tenía que usarla. Y si era necesario usar sus dones, esperaba que sirviesen de algo contra la furia de su antiguo compañero.
Esta situación empezaba a ponerse tensa, Will recordaba a Eithan como una persona peligrosa y no le apetecía enfrentarse a él. A sí que lo mejor sería quedarse a la vista y no hacer movimientos bruscos cuando entrase Eithan en la habitación, Will se quedó junto a Max, esperando a ver que pasaba.