Partida Rol por web

Cita:

Y de hecho habríamos ido sensiblemente mas rápido si no se hubiera despedido a la francesa, señor Mac Dougall. comenta Bruce mientras juguetea con su vaso de cerveza que está a punto de vaciarse. Podría haber compartido esa historia con nosotros mucho antes.

Si todas esas historias son ciertas, ¿no cree que necesitará la daga para cumplir su cometido? Se ha arriesgado usted mucho dejando que se esfumara la pista que le llevaba hasta el arma que puede acabar con Morag Urchudan y dejandola en manos de unos completos desconocidos que podrían haber llegado hasta aquí o podrían haber abandonado su cometido o incluso haber donado la pieza a un museo.

Usted conoce a esa mujer. ¿sabe quién es el diabólico ser que la acompaña? ¿ Y tiene alguna idea de dónde se la puede localizar? Drumnadrochit no es una población muy grande, pero tampoco se puede ir preguntando casa por casa

Bruce está impaciente. Incluso está deseando encontrarse con ella. ¿Qué tipo de mujer será? ¿Tan peligosa resulta? ¿derrotarla será un escollo insalvable? ¿Y vendrá ella misma a buscarnos? tenemos el único arma que la puede vencer y eso posiblemente no la tranquilice demasiado. Salvo que desee morir, puede que vivir 800 años sea algo tedioso, cansino y aburrido

Martin hacía tiempo que se sentía sobrepasado, pero aquella, por desgracia, era una sensación que se le estaba haciendo muy habitual. Ni el asombro ni la rabia que sentía le hacían mella: Había cruzado al otro lado, al que los Soldados que luchaban en el frente llamaban "La Zona Gris".

Ahora, sólo le quedaba la determinación de cabar con aquel ser, fuera lo que fuera, sin importar nada más.

Mientras escuchaba atentamente lo que contaban el Padre Drummond y MacDougall, paseó su mirada por el local, atento a los parroquianos.

Patrick quiere creer a McDougall, Patrick necesita creerlo. Hay que matar a Sarah, a una mujer a la que no ha visto en su vida, de la que sabe más bien poco, pero que es la directa responsable del asesinato de sus padres, de su hermano y de tantos y tantos otros. Un ser que a lo largo de los siglos sólo ha traido desgracia y muerte a quienes han tenido la mala suerte de cruzarse en su camino...

Una vocecita impertinente en su cabeza, lo poco que queda de su analítica mente de policía, le dice que eso es tan sólo un excusa, que busca la solución violenta y fácil para evitar enfrentarse a sí mismo, que nada de lo que haga le devolverá a su familia ni recompondrá los pedazos del espejo roto en que se ha convertido su vida.

El expoli termina en un par de tragos otra cerveza para acallar esa voz. Después mira fijamente a McDougall.

¿A qué estamos esperando entonces? Acabemos con esto de una vez.

- Ser diabólico ? - responde Kevin sobresaltado - Ella es el ser diabólico, que yo sepa Bruce. Esta noche pienso ir a por ella, con o sin la cruz, pero esa arma divina me facilitaría mucho las cosas, sin duda. - comenta mirando a Patrick - Conozco... una entrada especial en el castillo Urquart que lleva a los aposentos de Sarah.

Bruce siente un quemazón en alguna parte de su cuerpo. Cuando te tocas, palpas la cruz, que parece haberse calentado como por arte de magia. Además, cuando la miras, observas que brilla emitiendo un ligero tono azulado.

Bruce escucha a Mac Dougall y se remueve incómodo en su asiento. Hace calor en el local, pero Bruce parece sentir un gélido escalofrío que le hace subirse la cremallera de su cazadora hasta el cuello. Mira a su alrededor, buscando a alguien, y hacia los servicios por donde Anne Wolf salió para aliviar su vejiga. Los lugareños están bastante tranquilos y no parece haber ningún problema, pero la tensión puede palparse en el ambiente. Mira al sacerdote Drummond completamente alcoholizado y no sabe muy bien si creerse la historia que contó el ex-clérigo sobre el misterioso acompañante de Urquhart. Lo mas sencillo sería pensar que Drummond se lo ha inventado. Mira nervioso a sus compañeros, y seguidamente respira hondo y se vuelve hacia Mac Dougall.

¿Sarah sigue viviendo allí? ¡Si solo quedan unas pocas paredes en pie! ¿Dónde puede estar esa entrada secreta?

Le deseo suerte en su misión, señor MacDougall. Por desgracia nosotros no podemos ayudarle. La daga se quedó en Edimburgo, en Merrick House. Y quizás esté ya camino del British Museum de Londres. Quizás sea prudente que usted viaje allí para conseguirla.

Cita:

¿A quién está detectando? ¿A Mac Dougall? Mac Dougall ha sido vampirizado. ¿Es posible acaso que Mac Dougall sea el villano de esta historia y Sarah sea la que esté en realidad influenciada por su maligna influencia y no sea tan malvada?

Cita:

¿Muerto Mac Dougall tendremos en Sarah a una bellísima persona? ¿Es Mac Dougall acaso quién ha orquestado todo este follón incluidas las muertes de los Dingwall y Wolf Senior para hacer que Sarah le traiga la daga en bandeja de plata?

Si alguien intenta contradecir la versión de Bruce sobre la localización de la daga, éste le pegará una patada por debajo de la mesa.

Gary se habia mantenido en segundo o tercer plano, como simple observador; a veces a aquel cuenta cuentos borracho, otras veces a las pocas caras agradables que habia en la tasca y el resto del tiempo mirando por encima del hombro de sus compañeros, pero siempre con el oido pegado a las curiosas historias.
"Me encantan estos cuentos de viejas, al menos distraen y supongo que visto lo visto me los tendre que tragar".

La subita llegada de aquel que desaparecio tras la muerte de su primer vampiro y su posterior conversacion no le incitaron a otra cosa que llenar su vejiga con algun alcohol de importacion.
-Un momento, yo aqui no entiendo una cosa. Dices que te maldijo convirtiendote en vampiro, y en cambio ella es la unica maligna, ¿Quien nos dice que tu no quieras librarte de ella, ¿Por que tiene algun tipo de poder sobre ti? Para mi ambos sois culpables-Pregunto con un tono plano, Gabriel habia leido lo suficiente a Bran Stoker como para no pasar por alto ese simple hecho, aunque tambien es cierto que eso era una simple novela de ficcion ¿Pero que tenia de ficcion?
"Perfecto, otra vez no digo mas que chorradas, Gary te has lucido, ¿Sera este Whyski? Bueno, si puedo tener sueños premonitores como el viejo, bienvenido sea."

No sabes a quién se refiere la cruz, aunque ten en cuenta que lo que detecta es el MAL, Kevin es de los malos o de los buenos ? Él deja claro que es un enviado de Dios, el lienzo y la historia así parecen indicarlo. Era amigo del hermano de Patrick y de Mr Wolf, y sin duda los hombres del parking no iban con él. No parece haber evidencias de que mienta, pero claro, la cruz emite el fulgor azul, será Kevin ? No, en el siguiente post sabrás de quien viene.

El que parece ser más malvado que Sarah se encuentra con ella, no contra ella, pero no lo habéis visto ni sabéis quién es.

Quizás Kevin no sea de los malos. Pero Bruce,a tenor de la información recibida, lo interpreta del siguiente modo: Kevin era bueno, quizás antes de ser vampirizado. O quizás era malo pero la historia la escriben los vencedores haciendo que parezca bueno.

Lo del ser malvado que se encuentra con ella Bruce lo puede interpretar como un ser malvado que va hacia ella. Después de todo son los sueños etílicos de un sacerdote borracho que no entienden de espacio ni de tiempo. Quizás los hombres del parking eran unos meros peones sacrificables que usó Kevin para ganarse nuestra confianza y hacer que le pongamos la daga en bandeja.

Pero en el siguiente post quizás cambie de opinión.

- Sí, conozco una entrada tan antigua como el prpio castillo Urquart. Me sorprende que no hayan traído la cruz consigo, pero no puedo obligarles a acompañarme, por supuesto. Solo espero que esa bestia de más de cinco siglos de no vida llegue al fin de sus días esta misma noche.

Tras el comentario de Gary, Kevin parece aún más sorprendido.

- Tiene usted razón Gary, no le falta lógica. Los efectos malignos de mi cuerpo y mi espíritu no se han manifestado completamente pues he resistido todos estos años a base de la fuerza de mi fe y en parte por el poder que la Divinidad me otorgó hace ya tanto... Pero ese mal avanza, lo siento dentro de mí. Lo veo cada vez más cerca desde que empecé esta odisea, cuando conocí a Brian Dingwall y Chris Wolf y decidí hacer frente a Sarah.

Súbitamente, todo el local vuelve a quedar en silencio. En alguna parte de la taberna se oye el sonido de un vaso roto: el padre Drummond despierta, perdiendo la mirada en el infinito y en su rostro puede leerse una enorme tristeza. Esta sensación parece contagiarse al resto de parroquianos, que lentamente comienzan a bajar la mirada. Parece que alguien ha empezado a llorar. El tabernero, por su parte, se ha servido una jarra de cerveza y se ha sentado sobre un barril. En una de las mesas, dos hombres se miran repentinamente, como si ambos hubieran sentido lo mismo y fueran partícipes de la misma sensación de angustia y tristeza. A lo lejos, las campanas de la vieja iglesia, emiten mortecinos sonidos que no anuncian nada bueno. Para los clientes de la taberna es un signo claro: "ALGUIEN MÁS ACABA DE MORIR", oís que dicen. Drummond asiente, cada vez que se ha producido una desaparición, se ha dejado oír el lejano y mortecino tañir de esas campanas, aunque nadie parece haberlas hecho sonar. A pesar de ello, la gente parece aterrorizada y a nadie se le ocurre salir a buscar al desaparecido.

De pronto, esucháis el aullido de un lobo. Entonces el silencio sepulcral se convierte en temor. Los clientes de la taberna dejan de hablar, solo que esta vez no miran al tabernero. Sus rostros muestran un absoluto terror, y alguno que otro hace un demán de dirigirse a la puerta, pero en el último momento parecen decidir quedarse donde están.
Tras un par de minutos de suspense, comienzan a oirse golpes en las cerradas ventanas. Uno de los parroquianos se acerca a ellas, abre la contraventana y, al ver lo que hay al otro lado, lanza un grito de horror, el cual se ve repentinamente ahogado por una mano podrida que rompiendo el cristal se aferra a su cuello y estrella su cabeza contra el marco de la ventana, desparramando sus sesos.
Todo el mundo se levanta rápidamente y se dirige a la barra, tras la cual véis como el tabernero, Roger Kilton, empieza a repartir armas de diferente calibre, desde pistolas hasta escopetas de caza.
Segundos más tarde, todas las ventanas están hechas añicos, y un montón de zombies irrumpe en el local, avazando a paso lento hacia todo aquello que parece vivo. Algunos de ellos llevan su propio intestino grueso en la mano, con la intención de estrangular a sus víctimas. Otro porta su mandíbula para clavarla e cuellos, cabeza o brazos. La mayoría se encuentra en un estado lamentable, pero pueden moverse con relativa facilidad.
A lo lejos, se sigue escuchando el aullido de un lobo...

Bruce se queda boquiabierto, y saca una pistola de la sobaquera y se dispone a disparar contra todo aquel que se acerque demasiado. No me gustaría mostrar la daga delante de Kevin, porque no me acabo de fiar de él y porque tampoco me apetece estropearla. Es más, como todo el mundo va a ponerse a disparar frenéticamente no es una buena idea enfrascarse en un combate cuerpo a cuerpo.

Mientras apunta cuidadosamente siente el subidón de adrenalina y emite una sonrisa. De hecho esta situación le agrada.

Gary miro a Kevin con ojos crípticos mientras le respondia, apenas llego a creer lo que su boca soltaba, cada vez estaba mas seguro que queria llevarlos de la mano a la boca del lobo para darles como aperitivo mientras el se proclamada sumo vencedor de una batalla milenaria.
"Curioso este tio, creo que Bruce tiene razon en esta ocasion, mejor que siga su curso que nosotros seguiremos el nuestro... pero que coño"

Un estruendo, dio paso a un caos mayor cuando la mano muerta de un pueblerino no invitado, se cebo con la cabeza de otro. Sorprendido, hecho mano de la botella de Whisky y dio un largo trago mientras observaba por el culo de la botella aquella imagen que mas parecia salir de una pelicula serie B que de la propia realidad.
-Ya estoy cansado de tanta mierda, Kevin si en verdad en devoto al bien, hágase cargo de las almas de esos podridos, ganate nuestra confianza.-Dijo tras saltar con un agil salto detras de la barra.
Poco despues arrebato una de las armas al tabernero y tras amartillarla apunto al primer zombi que se le puso en medio
-Me he cansado de correr, a la mierda ¡Cabron!
"No se si sera por el alcohol, pero esto me gusta, lo americanos tienen razon, el arma da poder, he... que vegüenza".

Desde que llegaron a Inverness, Patrick estaba preparado para el enfrentamiento que iba a tener lugar contra las fuerzas que estaban persiguiendo... o eso creía, mientras observa paralizado por la impresión como la multitud enloquecida irrumpe en el local.

Pero sólo son unos segundos, hasta que su instinto toma el control. ¡Defiéndete! ¡Protege al resto!

De la bolsa que lleva al hombro extrae la escopeta cargada y tira de una patada una de las mesas para entorpecer el avance de la horda. La taberna comienza a llenarse de gritos, estruendosos disparos de los parroquianos que le dejan casi sordo y el olor de la pólvora. Con una voz lo más calmada posible se dirige al resto de sus compañeros.

¡Agrupaos entorno a mí! ¡No os separéis! ¡Tenemos que salir de aquí!

Y ahora que estamos todos hay que... ¡no, joder, espera, Ann! ¡Maldita sea!
El expoli avanza hacia la puerta de los servicios, disparando en el proceso contra uno de los resucitados y haciéndole trastabillar hacia atrás.

Le mete una patada a la puerta de madera que la desencaja, pero no ve nada dentro, no hay luz...
Mierda, ¿dónde está? Tenemos que reagruparnos, salir y huir en el coche de Bru... ¡JODER! ¡No está! ¡Está en el puto taller! ¡Mierda!

Patrick se vuelve, apunta y dispara, tratando de pensar con claridad en mitad del caos, de buscar una salida... Demasiadas personas han muerto ya y no piensa dejar a uno de los suyos atrás...

Para vuestra sorpresa, los parroquianos de la taberna se organizan mejor de lo esperado; no hay escopetas para todos, pero unos gruesos pedazos de madera parece servirles de estaca, a ese grupo se suma Vincenzo Bellini, el cual murmura en latín para sí en apenas susurros.
Por suerte, los zombies avanzan con bastante lentitud, y a pesar de su enorme número, van cayendo a montones de cadáveres sobre el suelo, arrastrando mesas y sillas con ellos.
Lo único que se escucha en la taberna son los continuos disparos incluídos los del expolicía, que acaba con varios de ellos, los de Bruce Douglas, que casi parece disfrutar con el horripilante espectáculo e incluso el tranquilo arqueólogo Gary, achicando los ojos con cada nuevo click de su gatillo.
Por su parte, Kevin se agrupa cerca de vosotros y carga contra los que se acercan cuerpo a cuerpo. Cuando apenas quedan zombies, el suelo aparece completamente plagado de cadáveres mutilados y sangre por doquier salpicado en paredes y ventanas. Bellini, Yorgest y Kilton se encuentran bien, exceptuando su horrible mueca con los ojos desorbitados. Sin embargo, muchos de los clientes han caído, amontonándose sus cuerpos entre la ristra de cadáveres mutilados.

Segundos después del último disparo y cuando los aún presentes apenas empiezan a recuperarse del susto, un estruendo hace que la mayoría de las personas dirijan sus miradas a la puerta, la cual acaba de saltar en pedazos. Tras el estruendo, la figura de un lobo de considerables dimensiones os deja paralizados por segundos. La criatura irrumoe en la taberna, pasando por encima de los mutilados cuerpos. Debe medir más de dos metros desde la cola hasta el hocico, su pelo es blanco como la nieve agolpada en la calle y luce unos preciosos ojos que varían entre rojos y verdes, según se mueve y la débil iluminación los contorsiona. Para vuestro temor y el de lo spresentes, su dentadura aparece muy desarrollada, capaz seguramente de triturar huesos con extrema facilidad. El más avispado en zoología puede comprobar perfectamente que se trata de una hembra y no conoce ningún ejemplar de tales dimensiones.

La actitud del bello y fiero animal es un tanto extraña, pues únicamente se dedica a contemplar a la gente de la taberna, pero muy especialmente a vosotros cuatro...
De pronto un nuevo disparo se escucha y un pedazo de madera próximo al animal vuela por los aires. Tras emitir un fuerte gruñido, la loba se marcha por una ventana y se pierde entre la nieve y la oscuridad de la noche...

Patrick marcha rápidamente hasta el servicio de mujeres, la puerta se encuentra cerrada, así que la abres a golpes. El interior está vacío, pero ves que la ventana que da al exterior está hecha añicos.

- Seguro que no quieren acompañarme ? - Kevin rompe el sepulcral silencio mirando a Bruce, que llegaba junto a Bellini y los demás.

¿Seguro que no quiere ir a Londres a buscar la daga?