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[Taller] Vampiro mascarada Argentina v20

La fase peronista (12) (1943-1955)

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17/09/2021, 22:00
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Durante el gobierno peronista (1946-1955), se destacó la gestión del gobernador Domingo Mercante, quien llevó adelante numerosas obras públicas construyendo carreteras, usinas eléctricas, escuelas, hospitales, barrios populares, hogares para niños y asilos de ancianos. La provincia creció notablemente durante este período y atrajo a muchos argentinos de otras regiones.

Perón elaboró un Plan Quinquenal que intentó transformar la estructura económica del país fomentando la industria y estimulando el mercado interno. Paralelamente, el Estado peronista emprendía una importante política de estatizaciones acorde con una corriente mundial en ese sentido. Pese a las buenas intenciones, el peronismo no logró transformar a la industria en la principal fuente de ingresos del Estado, cuyas divisas seguían proviniendo de la exportación de granos y carnes.

El estado benefactor es una de las características principales o bases ideológicas del peronismo pues, a diferencia de gobiernos o movimientos políticos anteriores, se propuso que la intervención estatal de la economia trabaje en beneficio de lo social, creando las bases para un fuerte mercado interno.

Generó puestos de trabajo que lograron elevar el consumo, y lo acompañó de una gran masa de leyes laborales que otorgó nuevos derechos para la clase trabajadora (presentismo, aguinaldo, indemnización).

El gobierno peronista tenía especial interés en comprar dichos ferrocarriles. Ese interés no se centraba en la ganancia de los pasajes sino más bien todo lo contrario, pues redujo el valor de las tarifas y de los fletes. Esto no sólo generó una red de comunicacion entre las provincias, también benefició a todos los productores nacionales. La política de estatización responde a una tendencia mundial que se logró gracias a la reserva nacional.

Una difícil situación internacional, con mercados cerrados, el fuerte boicot norteamericano contra el país y dos malas cosechas consecutivas obligaron a Perón a replantear su política económica. En 1949, promediando su primera presidencia, Perón convocó a elecciones para una Asamblea Constituyente. El amplio triunfo peronista permitió incluir en el texto de la constitución la posibilidad de la reelección del presidente y los derechos del trabajador. Se establecieron también los derechos del Estado sobre las fuentes de energía y el fomento de la intervención estatal en la economía. Esta reforma, junto con la Ley de Voto Femenino, sancionada gracias al impulso de Evita, llevarían en 1951 a Perón a un amplio triunfo electoral y a un segundo período de gobierno.

El peronismo contó con una amplia adhesión de los sectores populares a partir de entonces, pero a su vez produjo una profunda polarización entre los peronistas y los antiperonistas. Evita finalmente muere el 26 de julio de 1952, con tán sólo 33 años de edad, luego de que Perón inicie su segundo mandato. Su funeral marcó un hito en la historia argentina: recibió los honores de un presidente en ejercicio, su cortejo fúnebre fue presenciado en las calles de Buenos Aires por casi tres millones de personas, y su funeral duró dieciséis días. El Congreso la declaró Jefa Espiritual de la Nación Argentina.

Muchos vampiros vinculan el ascenso de Juan Domingo Perón al poder a la influencia de la Príncipe Alexandria, aunque la relación entre ambos nunca ha sido completamente esclarecida. Muchos creen que Alexandria utilizó a Perón para recortar la creciente influencia del Sabbat, que desde el siglo XX se estaba infiltrando dentro de la esfera militar, aunque se enfrentaba a una fuerte competencia por parte de otros poderes. En verdad el primer gobierno de Perón benefició enormemente a la Camarilla, y en especial a Alexandria y sus aliados, entre los que se encontraban algunos Brujah Idealistas que veían en el gobierno peronista una forma de llevar a cabo sus propios experimentos políticos.

El Primogénito Brujah, Don Cipriano Miaja, se convirtió en uno de sus principales partidarios, junto con varios antiguos Idealistas del linaje, que pretendían utilizar a la administración peronista para devolver la prosperidad a Argentina y quizás llevar a cabo algún experimento de evolución política y social. Durante la década de 1940, y sobre todo a partir de 1946, Don Cipriano y los Brujah alcanzaron gran influencia en las instancias de gobierno, y de hecho, durante un tiempo pareció que podrían hacer sombra a los Toreador.

Sin embargo, la relación entre la Príncipe y Perón no debía ser tan estrecha como algunos pensaron, pues el derrocamiento del presidente no la arrastró consigo. Aunque varios antiguos argentinos perdieron su influencia en el gobierno, lo cierto es que Alexandria continuó influyendo en la política argentina como si nada hubiera pasado.

 

Notas de juego

De nuevo pedazos que saco de otro manual mio. Ya veo si agrego mas con los de alexander pero creo que no hay cosas interesantes.

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17/09/2021, 22:03
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El teniente general Juan Domingo Perón llegó a la escena política en la década de 1940 para convertirse en la figura más querida por unos y rechazada por otros. Perón destacó en el ámbito nacional por vez primera como dirigente del Departamento Nacional del Trabajo y Previsión, después de que en 1943 un golpe de Estado derrocara al gobierno civil. Mientras ocupó este cargo, organizó importantes medidas para aliviar los daños causados por el gran terremoto de San Juan, lo que le valió el reconocimiento de todo el país. Además, durante este tiempo conoció a Eva (Evita) Duarte, la actriz radiofónica que se convertiría en su segunda esposa y que haría su propia contribución a la historia de Argentina, debido a su estrecha relación con los sectores más humildes.

Con Evita a su lado Perón llegó a la presidencia del país en 1946. Durante los años anteriores había estado en la Italia fascista y aprendido la importancia del espectáculo populista en la vida pública, desarrollando su propia versión mediática de los discursos de Benito Mussolini. Pronunció numerosos mítines desde el balcón de la Casa Rosada en compañía de su esposa, y aunque el matrimonio Perón gobernaba de forma autoritaria, promulgaron diversas medidas progresistas como la legitimización sindical, ampliación de los derechos políticos de los trabajadores, el derecho de voto femenino, e hicieron que los estudios universitarios fueran asequibles para cualquier individuo.

No obstante, las dificultades económicas y la creciente inflación socavaron la segunda presidencia de Juan Domingo Perón a partir de 1952, y la muerte de Evita aquel mismo año asestó un duro golpe, tanto al país como a la popularidad del presidente. A finales de 1955, un golpe de estado lo derrocó y envió al exilio en España, y de este modo se inició un período de casi tres décadas en el que se alternaron gobiernos civiles y dictaduras militares.

Durante el exilio Perón y sus aliados se dedicaron tenazmente a planear su regreso a Argentina. A finales de la década de 1960 y principios de 1970, los crecientes problemas económicos, huelgas, secuestros políticos y la ofensiva de la guerrilla antigubernamental caracterizaron la vida política del país. En tales condiciones la oportunidad de Perón llegó en 1973, cuando los militares dejaron paso al Partido Justicialista de Perón (popularmente conocido como Partido Peronista) y el leal peronista Héctor Cámpora fue elegido presidente.

Cámpora dimitió tras el regreso de Perón, y de esta forma le abrió el camino hacia las nuevas elecciones, que ganó con facilidad. De esta forma, tras 18 años de exilio, volvió a simbolizar la unión de Argentina, si bien su gobierno carecía de un verdadero peso político sobre el conjunto del país. Enfermo crónico, Perón murió a mediados de 1974, dejando un país fragmentado a su inexperta y poco preparada tercera esposa –y vicepresidenta-, Isabelita.

 

Aunque en ocasiones los vampiros no habían dudado en utilizar la influencia sobre algunos personajes de cierta importancia en el gobierno de Argentina, lo cierto es que sobre todo desde principios del siglo XX, los bruscos giros de la política del país, hicieron que muchos Vástagos, desanimados por lo que consideraban una dinámica incontrolable, dejaran las riendas del poder en manos de verdaderos expertos. Muy a menudo, en lugar de optar por un control directo los vampiros utilizaban sus recursos para sobornar a los políticos locales cuando lo consideraban necesario, fomentando de este modo la corrupción, que se convirtió en un elemento inherente del sistema. Los antiguos de la Camarilla y el Sabbat chocaban sus espadas de forma sutil, y los mortales sufrían las consecuencias. Aunque ningún gobierno o golpe de estado puede con propiedad vincularse a una u otra figura o secta vampírica –aunque no tengan escrúpulos en reclamar el mérito en ocasiones- es indudable que de no ser por la influencia sobrenatural tal vez la evolución política de Argentina hubiera sido mucho más estable.

Muchos vampiros vinculan el ascenso de Juan Domingo Perón al poder a la influencia de la Príncipe Alexandria, aunque la relación entre ambos nunca ha sido completamente esclarecida. Muchos creen que Alexandria utilizó a Perón para recortar la creciente influencia del Sabbat, que desde el siglo XX se estaba infiltrando dentro de la esfera militar, aunque se enfrentaba a una fuerte competencia por parte de otros poderes. En verdad el primer gobierno de Perón benefició enormemente a la Camarilla, y en especial a Alexandria y sus aliados, entre los que se encontraban algunos Brujah Idealistas que veían en el gobierno peronista una forma de llevar a cabo sus propios experimentos políticos.

Sin embargo, la relación entre la Príncipe y Perón no debía ser tan estrecha como algunos pensaron, pues el derrocamiento del presidente no la arrastró consigo. Aunque varios antiguos argentinos perdieron su influencia en el gobierno, lo cierto es que Alexandria continuó influyendo en la política argentina como si nada hubiera pasado.

Pero los disturbios y descontento social producidos por la caída de Perón fueron aprovechados por otros poderes, sobre todo jóvenes descontentos de los clanes Toreador y Brujah, que querían crear su propio gobierno utópico, a semejanza de lo que había hecho el Consejo Brujah de la Unión Soviética. Desde una perspectiva alejada parece que al menos en parte estos jóvenes fueron apoyados por el Sabbat, quien siguió muy de cerca sus avances y se preparó para lanzar un golpe decisivo contra la Camarilla de Argentina, un ataque que si no conseguía terminar con la hegemonía de la secta rival, por lo menos debilitara lo suficientemente sus bases.

Al mismo tiempo los vampiros de la Camarilla argentina se enfrentaban entre ellos, no sólo entre jóvenes y antiguos. Durante parte de la década de 1960, varios antiguos del Consejo de Buenos Aires conspiraron para derrocar a la Príncipe Alexandria, pero la poderosa antigua consiguió derrotarles, coincidiendo con el regreso de Juan Domingo Perón al poder. Varios antiguos de distintas ciudades, que habían pertenecido a la conspiración, desaparecieron, y se cree que al menos dos de ellos perecieron bajo los cuchillos de asesinos Assamitas.

Aunque parecía que la Príncipe de Buenos Aires había consolidado su poder sobre el resto de la Camarilla de Argentina, justo cuando parecía que la estabilidad había regresado, el Sabbat lanzó su propio golpe, preparado durante décadas.

Notas de juego

De argentina nocturno de alexander

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24/09/2021, 21:40
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Humanos

La Revolución del 43 fue un golpe de Estado militar producido en Argentina el 4 de junio de 1943, que derrocó al gobierno del presidente Ramón S. Castillo, último de la llamada Década Infame, debido al fraude electoral y corrupción sistemáticas.

Tres militares con el título de presidente se sucedieron en el mando: los generales Arturo Rawson (que estuvo al mando del país durante tres días), Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro J. Farrell. A su vez, durante este período se designaron cuatro militares en el puesto de vicepresidente: Sabá H. Sueyro, Edelmiro Farrell (luego presidente), Juan Domingo Perón y Juan Pistarini.

 

La dictadura estuvo inicialmente al mando del general liberal Arturo Rawson, integrante del grupo conocido como los generales de Jousten, por el nombre del restaurant-hotel donde militares y radicales se reunían para organizar el golpe de Estado. Cuando Rawson anunció que su gabinete incluiría miembros del régimen depuesto y de la dictadura de Uriburu, se produjo otro golpe de estado, que impidió que asumiera el cargo formalmente.

Algunos historiadores suelen atribuir una fuerte influencia en el golpe a una logia secreta cuya sigla era G.O.U., existiendo diversas versiones sobre su significado y la composición. Otros historiadores consideran que el GOU no tuvo una influencia decisiva en el golpe y era solo uno de muchos ámbitos que se utilizaban por pujar por el poder dentro del régimen militar. Finalmente algunos pocos historiadores como Rogelio García Lupo sostienen que no hay pruebas de la existencia del GOU y que se trató de un relato inventado por Juan D. Perón, para fortalecer su ubicación relativamente marginal dentro del gobierno.

El 7 de junio asumió como presidente el general Pedro Pablo Ramírez. Si bien el gabinete estuvo integrado por militares de los diversos grupos que pugnaban en las fuerzas armadas y de todas las ideologías, predominaron los ministros nacionalistas y católicos, estos últimos a cargo del Ministerio de Educación, donde designaron algunos funcionarios que eran abiertamente simpatizantes del fascismo, lo que le enajenó la voluntad de gran parte de los grupos políticos liberales, en particular los vinculados al movimiento estudiantil de Buenos Aires (FUBA), que identificaron rápidamente a todo el gobierno con el fascismo. Pese a la rápida eliminación de los más notorios fascistas de las posiciones de responsabilidad, gran parte de los opositores se negaría a abandonar la creencia de que se trataba de una dictadura fascista. La propaganda en contra del gobierno, principalmente por parte de los Estados Unidos y la identificación tradicional de la clase alta con la economía británica y la cultura francesa fortalecieron esa creencia, aunque un sector muy importante de la clase alta y de la cultura francesa adhirió también al fascismo.

Algunos radicales que inicialmente habían apoyado la revolución se alejaron rápidamente del gobierno, uniéndose también a los que lo consideraban una variedad criolla de fascismo.​ Otros dirigentes radicales y conservadores, sin embargo, aceptaron nombramientos en el gobierno de Ramírez y en el de Farrel, y apoyaron a distintas áreas del gobierno con sus respectivos grupos políticos. En particular, desde noviembre de 1943, una gran cantidad de dirigentes sindicales de ideología socialista y sindicalista revolucionaria comenzarían a apoyar la política laboral que llevarían adelante el coronel Juan D. Perón y a formar parte del gobierno.

 

En agosto de 1943 un grupo dirigentes sindicales socialistas, sindicalistas revolucionarios, comunistas y trosquistas de la CGT y de la USA (Borlenghi, Bramuglia, Gay, Domenech, Orozco, Bonilla, Montiel, Perelman, Stordeur) tomó contacto con el coronel Domingo Mercante, quien a su vez recomendó la presencia de su amigo Juan D. Perón, con el fin de establecer un núcleo de poder sindical dentro del gobierno militar para impulsar medidas en favor de la clase obrera. El grupo logró encaramar en noviembre a Perón primero al insignificante Departamento de Trabajo, promovido un mes después al rango de secretaría de Estado. Al año siguiente el socialista Juan Bramuglia sería designado Jefe del Departamento de Previsión Social y por primera vez un dirigente de extracción sindical llegaba al poder del Estado. En los meses siguientes la Secretaría de Trabajo logró promover un proceso de negociación colectiva sin precedentes que se concretó en la firma de cientos de convenios colectivos de trabajo. También se dictaron normas que respondían a reclamos largamente sostenidos por el movimiento obrero, tales como la generalización de la jubilación y las vacaciones pagas, los tribunales de trabajo y el Estatuto del Peón Rural.​ La Secretaría también llevó adelante una activa política de inspecciones de trabajo que logró el cumplimiento de muchas leyes laborales sancionadas con anterioridad, pero que no eran cumplidas en los hechos. Si bien con desconfianza, y tratando de mantener su autonomía, los sindicalistas apoyaron en general al gobierno; los trabajadores industriales –y también los del sector de servicios– se identificaron rápidamente con la persona de Perón.

Cuando el general Ramírez finalmente se vio obligado a romper relaciones con la Alemania nazi, la crisis subsiguiente entre los miembros del Ejército llevó a su renuncia, siendo reemplazado por el vicepresidente Edelmiro J. Farrell. Con el poder obtenido por su gestión en el área laboral y sindical, Perón fue nombrado vicepresidente y Ministro de Guerra, reteniendo también la secretaría de trabajo. Desde su nuevo papel, controló el desenvolvimiento del movimiento sindical, ganándose el apoyo de los trabajadores con medidas en su favor, y desplazó a los militares filofascistas y aliadófilos, otorgándole todos los mandos de tropas y cargos políticos exclusivamente a militares del grupo neutralista; además incorporó dirigentes políticos radicales y algunos conservadores al gobierno, desplazando a los corporativistas y los católicos más decididos a implantar una "nación católica".

 

El último año de la guerra le atrajo toda clase de complicaciones a la dictadura: se vio progresivamente enfrentada a Estados Unidos, con Gran Bretaña -que sostenía la neutralidad argentina- sobrepasada por Estados Unidos,​ enfrentado a las protestas de quienes exigían elecciones libres inmediatamente, enfrentando también el lobby empresarial que exigía la derogación de las leyes laborales, apoyado por un sector del Ejército y grupos aislados de radicales, pero también, como se iría viendo en el curso del año, por una mayoría creciente de la clase obrera y los sindicatos, que hasta entonces estaban considerablemente marginados del sistema político.​ Farrell, por consejo de Perón apuró la declaración de Guerra al Eje pocos días antes de que terminara la guerra, con el costo de ser fuertemente criticado por el sector militar neutralista del gobierno. Al mes siguiente Argentina firmó el Acta de Chapultepec. La oposición, el empresariado, la Sociedad Rural Argentina y la embajada de Estados Unidos buscaban desprestigiar al gobierno tratándolo de "fascista". La descalificación mediante la aplicación de la etiqueta de "fascista" también era utilizada por el Partido Comunista, que denunciaba al Partido Socialista como "social-fascista".

La oposición pasó entonces a la ofensiva, exigiendo a la dictadura su inmediata salida y la derogación de las leyes laborales; la presión de los Estados Unidos aumentó, y las acusaciones de nazismo se generalizaron en todo el mundo.

El 16 de junio la oposición comenzó la ofensiva con el famoso Manifiesto del Comercio y la Industria en el que 321 organizaciones patronales, lideradas por la Bolsa de Comercio y la Cámara Argentina de Comercio cuestionaban duramente la política laboral. La principal queja del sector empresario era que se estaba creando «un clima de recelos, de provocación y de rebeldía, que estimula el resentimiento, y un permanente espíritu de hostilidad y reivindicación».

El movimiento sindical, en el que aún no predominaba el apoyo abierto a Perón,​ reaccionó rápidamente en defensa de la política laboral y el 12 de julio la CGT organizó un multitudinario acto bajo el lema «Contra la reacción capitalista».​ Según el historiador radical Félix Luna esa fue la primera vez que los trabajadores comenzaron a identificarse como «peronistas».​ La clase obrera peronista levantó la bandera de la justicia social contra una oposición a la que consideraba al servicio de "la oligarquía" y los "vendepatria".

Por otra parte, la intransigencia del bloque antiperonista cerró también la posibilidad de una salida honrosa para Farrell, que sostuvo a Perón para ganar tiempo.

En septiembre se realizó la Marcha de la Constitución y la Libertad, en que todo el arco opositor marchó por el centro de Buenos Aires exigiendo la entrega del poder a la Corte Suprema.​ La composición social de la misma, principalmente de miembros de la clase media y alta, también llevó a que se corearan consignas de repudio a la política social y laboral impulsada por Perón,​ el cual era también rechazado por sus evidentes ambiciones políticas, que significaban una posibilidad de continuismo político de la dictadura.

El 8 de octubre se produce un nuevo golpe de estado conducido por uno de los líderes del GOU, el general Eduardo Ávalos al mando de las fuerzas militares de Campo de Mayo, con el apoyo del principal líder radical, Amadeo Sabattini. Los golpistas exigieron la renuncia de Perón de todos sus cargos y su detención. Antes de renunciar Perón habló por radio a los trabajadores todo el país. El 11 de octubre Estados Unidos le pidió a Gran Bretaña que dejara de comprar bienes argentinos durante dos semanas para producir la caída del gobierno.​ El 12 de octubre Farrell ordenó el arrestó de Perón presionado por la Armada, fuerza que lo detuvo bajo su poder en la isla Martín García.

Entusiasmados por la victoria que ya creían lograda, los conservadores se lanzaron a una segunda restauración conservadora: algunos funcionarios y la gran mayoría de las empresas anunciaron la anulación de los beneficios sociales y laborales otorgados por Perón, y Ávalos encargó a un respetable funcionario judicial formar un gabinete conservador. La tensión en esos días llegó a un punto tal que el líder radical Amadeo Sabattini fue abucheado por nazi en la Casa Radical, un gigantesco acto civil atacó el Círculo Militar (12 de octubre) y un comando paramilitar llegó a planear el asesinato de Perón.

Mientras tanto, la indefinición política de los golpistas dio tiempo a los dirigentes sindicales y cuadros de base alineados con Perón, que no habían sido detenidos, a organizar una movilización obrera para exigir su liberación. El 15 de octubre el sindicato de la industria azucarera se declaró en huelga en solidaridad con Perón y el 16 de octubre la CGT -por escasa diferencia- decretó la huelga general para el día 18. Pero sucedió también que ese mismo día 16 de octubre era día de cobro de la quincena, produciéndose un hecho que Félix Luna relata del siguiente modo:

Al ir a cobrar la quincena, los obreros se encontraron con que el salario del feriado 12 de octubre no se pagaba, a pesar del decreto firmado días antes por Perón. Panaderos y textiles fueron los más afectados por la reacción patronal. -¡Vayan a reclamarle a Perón!- era la sarcástica respuesta.

El 17 de octubre, una inmensa manifestación de trabajadores en la Plaza de Mayo, llegados desde los suburbios de Buenos Aires, exigió la libertad de Perón y la conservación de las conquistas sociales. Los golpistas se vieron sorprendidos por la movilización de un sector social marginado que no era tenido en cuenta. Finalmente la presión obrera obligó a la dictadura a liberar a Perón, que casi a la medianoche dio un discurso desde uno de los balcones de la Casa Rosada agradeciendo a "los trabajadores" y pidiéndoles que se mantuvieran unidos. El día sería en adelante recordado como la principal fecha del peronismo y denominado Día de la Lealtad.

 

En los días siguientes Farrell repuso a los amigos de Perón en los puestos claves de su gobierno. Aleccionados por la fracasada restauración conservadora, los sindicalistas formaron el Partido Laborista y los radicales peronistas la Unión Cívica Radical Junta Renovadora, que apoyó la candidatura presidencial de Perón.​ La oposición se aglutinó en una Unión Democrática, que presentó la candidatura presidencial de José Pedro Tamborini. Para los demás cargos, los partidos opositores presentaron listas separadas.

El sucesor de Perón en la Secretaría de Trabajo, coronel Domingo Mercante, anunció varias medidas inspiradas por Perón, que favorecían a los trabajadores: entre ellas fueron especialmente notables la obligatoriedad del aguinaldo de fin de año y las vacaciones pagas. Algunas empresas se negaron a pagar el aguinaldo, con lo cual favorecieron el voto peronista de sus empleados.

Pocos días antes de las elecciones, el exembajador estadounidense Spruille Braden, que había reunido el apoyo de todos los opositores al gobierno durante su breve estadía en la Argentina, hizo publicar un Libro Azul en que acusaba a Perón de nazismo. El peronismo respondió empapelando al país con la sencilla consigna Braden o Perón,53y apenas tres días antes de las elecciones publicó un Libro Azul y Blanco en que denunciaba la intervención norteamericana en la política de los países de América Latina.

 

El primer período presidencial de Juan D. Perón se extendió entre el 4 de junio de 1946 y el 4 de junio de 1952.

Desde la presidencia, Perón impulsó políticas que promovieran la industrialización, la expansión del mercado interno, la sindicalización de los trabajadores y la ampliación de derechos políticos, laborales, culturales y sociales. Se sancionó la ley de voto femenino que estableció el sufragio universal en Argentina. Impulsó la provincialización de los llamados «territorios nacionales», que concedió los derechos políticos a los habitantes de los mismos.

Expandió enormemente la organización de los trabajadores en sindicatos y promovió el predominio de la Confederación General del Trabajo (CGT) como central unitaria. Impulsó la reforma constitucional de 1949 estableciendo la igualdad jurídica entre hombres y mujeres, incorporando los derechos humanos de segunda generación, de la niñez y la ancianidad, y estableciendo un sistema económico basado en la función social de la propiedad.

Llevó adelante una política de industrialización basada en la sustitución de importaciones y la expansión del mercado interno. Nacionalizó los ferrocarriles, el comercio exterior, la marina mercante, el servicio telefónico y creó la Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina (Somisa), entre otros emprendimientos económicos con participación relevante del Estado. Estableció la gratuidad de la enseñanza universitaria. En el campo internacional adoptó una política de «tercera posición», manteniendo una equidistancia entre Estados Unidos y la Unión Soviética en la recién iniciada Guerra Fría y promovió el fortalecimiento de las relaciones latinoamericanas, especialmente en el Cono Sur.

Durante su primera presidencia Perón debió enfrentar las acciones terroristas y golpistas organizadas por grupos antiperonistas, entre los que se destacó el golpe de Estado del 28 de septiembre de 1951.

La esposa de Perón tuvo una actuación muy destacada desde la campaña presidencial, durante la cual promovió el sufragio femenino, que se lograría con su apoyo a fines de 1947. Ese año realizó una gira por varios países de Europa, como embajadora de buena voluntad.69​ Durante la misma conoció los sistemas de ayuda social de posguerra, que comenzó a aplicar a su regreso a la Argentina: en julio del año siguiente creó la Fundación Eva Perón, desde la cual se realizó una inmensa tarea de ayuda social, centrada sobre todo en los ancianos, las mujeres y las familias más pobres. Eva misma dedicaba gran parte de su tiempo a recibir personalmente los pedidos de ayuda y ordenar la entrega de aquello que se solicitaba.

La Fundación realizó un amplio espectro de actividades sociales, desde la construcción de hospitales, asilos, escuelas, colonias de vacaciones, hasta el otorgamiento de becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promoción de la mujer en diversas facetas.​ Además de ropa y comida, entregó gran cantidad de heladeras y máquinas de coser, elementos considerados clave para promover la economía familiar; la oposición criticaba duramente la entrega masiva de pan dulce y sidra durante las fiestas navideñas.

Los fondos de la Fundación provenían de distintas fuentes: directamente del Estado Nacional, de descuentos obligatorios en los salarios y de donaciones de empresas probadas, muchas de las cuales denunciaron que eran forzadas a hacerlos, ya que en caso de negativa enfrentaban trabas burocráticas y financieras sistemáticas.

El prestigio de "Evita" entre las bases peronistas fue de tal magnitud, que la CGT promovió su candidatura a la vicepresidencia para las elecciones del año 1952, pero Eva renunció en un gran acto público a esta pretensión; en parte por presión de los militares –que consideraban inaceptable su presencia– y en parte por su delicado estado de salud, que la población desconocía.

La enfermedad de Eva Perón se hizo pública poco antes de las elecciones que llevarían a su esposo a la reelección. Un cáncer uterino causó su muerte a los 33 años en 1952. Su funeral marcó un hito en la historia argentina: recibió los honores de un presidente en ejercicio, su cortejo fúnebre fue presenciado en las calles de Buenos Aires por casi tres millones de personas, y su funeral duró dieciséis días. Su cuerpo fue embalsamado y mantenido en exposición.

 

El segundo gobierno de Juan Domingo Perón inició el día 4 de junio de 1952, cuando asumió oficialmente su segundo mandato y finalizó el 16 de septiembre de 1955, a raíz de un golpe de Estado que impuso una dictadura militar.

En 1949, Perón había reformado la Constitución Nacional, donde se lo habilitó para poder ejercer un nuevo mandato 1952 - 1958. A partir de su reelección, en la cual obtuvo la victoria con un 62 % de los votos, se produjeron algunos cambios significativos en el plano económico. Los salarios, que habían aumentado considerablemente hasta ese momento, se congelaron al igual que los precios por medio de contratos bianuales. El IAPI comenzó nuevamente a subvencionar al sector agrario. Se logró controlar el proceso inflacionario. El llamado al capital extranjero con el propósito de desarrollar la industria pesada, Segundo Plan Quinquenal, fue motivo de polémicas y atrajo las críticas de los opositores, entre ellos Frondizi.

Ya empezarían los actos terroristas de los antiperonistas como el Atentado en la Plaza de Mayo del 15 de abril de 1953, que ocurrió cuando el presidente daba un discurso y cuando se escucharon las explosiones, Perón dijo que hicieran algo útil por el país en vez de poner bombas. Como respuesta a las bombas que causaron muertos y heridos grupos de civiles peronistas fueron a incendiar locales opositores.

En 1954 Perón logró la sanción de la Ley n.º 14394, cuyo artículo 31 incluía el divorcio, y esto provocó el enfrentamiento con la Iglesia Católica que había apoyado activamente al peronismo hasta ese año. Tras el derrocamiento de Perón, este artículo fue suspendido mediante el decreto ley 4070/1956 y el divorcio recién volvería a ser aceptado en 1987 mediante la Ley n.º 23515.

El 30 de diciembre de 1954 un decreto autoriza la apertura de prostíbulos, que estaban prohibidos desde décadas atrás.También se eliminaron los términos de hijos "legítimos" e "ilegítimos", se suprimió la enseñanza de religión obligatoria, se quitaron subsidios a colegios católicos, se redujeron los feriados, entre ellos, numerosos feriados religiosos, con el objetivo de aumentar la productividad y se aprobó una reforma de la Constitución para la Separación Iglesia-Estado.

Las ramas industriales privilegiadas en esta segunda etapa del proceso de sustitución de importaciones, del segundo plan quinquenal fueron la automotriz, la petrolera y petroquímica, la química, la metalúrgica y la de maquinarias eléctricas y no eléctricas, orientadas a ser industrias de base para el país. Las inversiones se orientaron hacia el aprovechamiento de las posibilidades que ofrecía un mercado interno protegido. El sector agropecuario se modernizó: a partir del desarrollo de la industria siderúrgica y petroquímica, se impulsó la tecnificación y la provisión de fertilizantes, plaguicidas y maquinarias, de forma que se hizo incrementar la producción y productividad agropecuaria.

El 21 de diciembre de 1953 se firma un acta de unión económica entre Argentina y Ecuador, y el 9 de septiembre de 1954 se firma otro acta de unión económica con Bolivia. Se creó la empresa distribuidora Gas del Estado, para la distribución de aquel recurso. Se puso en marcha el primer gasoducto que conectó la ciudad de Comodoro Rivadavia con la Ciudad de Buenos Aires, de una longitud de mil seiscientos kilómetros. Fue inaugurado el 29 de diciembre de 1949, siendo el primero de su especie en Sudamérica y el más largo del mundo para ese momento; se construyó además sin financiamiento externo.

Pero tras el golpe de Estado de 1955 no se llegaron a construir las válvulas y terminales para que el gasoducto fuera capaz de transportar gas a los hogares. A su vez, la reforma constitucional nacionalizó los yacimientos petrolíferos, haciendo así de YPF un monopolio estatal. También a partir de 1953 a 1955 se construyeron los autos justicialistas, pero tras la caída de Perón la producción se frenó y nunca más se prosiguió. En su segundo mandato Perón continuó su plan de ampliación de los derechos políticos de los habitantes de los territorios nacionales, impulsando la provincialización de todos los territorios que aún restaban: Chubut, Formosa, Misiones, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego (estos dos últimos fusionados en una sola provincia).

Desde 1951, sectores cívico-militares antiperonistas habían llevado a cabo actos terroristas a través de los denominados «comandos civiles».

El 16 de junio de 1955 los comandos civiles, integrados por conservadores, radicales y socialistas, junto con la Marina de Guerra y sectores de la Iglesia católica intentaron un golpe de Estado que incluyó el Bombardeo de la Plaza de Mayo y el centro de la ciudad de Buenos Aires con un saldo de más de 364 muertos y centenares de heridos. El ataque se produjo con 20 aparatos de la Aviación Naval, cerca del mediodía, sobre la multitud que se encontraba en una manifestación. Los ataques continuaron hasta las 18. El Ejército instaló tanques y baterías antiaéreas para proteger al presidente, por lo que a los insurgentes se les ordenó atacar a los miembros del Ejército y a los civiles que apoyaban a Perón. Finalmente, los atacantes pidieron asilo político en Uruguay.

El evento también conocido como la Masacre de Plaza de Mayo, fue el bombardeo y simultáneo ametrallamiento aéreo, cometido el 16 de junio de 1955 en la ciudad de Buenos Aires (Argentina). Ese día, un grupo de militares y civiles antiperonistas, utilizando varios escuadrones de aviones pertenecientes a la Aviación Naval, bombardearon y ametrallaron con munición aérea de 30 mm, la Plaza de Mayo y la Casa Rosada, así como el edificio de la CGT (Confederación General del Trabajo) y la entonces residencia presidencial, matando a más de 308 personas e hiriendo a más de 700, entre civiles y militares (en el bombardeo y los combates que siguieron).4​5​6​ En 2010 se publicó una investigación oficial realizada por el Archivo de la Memoria de la Secretaría de Derechos Humanos que identificó a 308 muertos, aclarando que a esa cantidad debían sumarse "un número incierto de víctimas cuyos cadáveres no lograron identificarse, como consecuencia de las mutilaciones y carbonización causadas por las deflagraciones".

Luego de los ataques, Perón pidió calma a la población, pero algunos peronistas fueron a quemar iglesias, porque en los aviones estaba pintado Cristo Vence y se dieron cuenta de que la iglesia tuvo algo que ver. Por primera vez en años de censura, los opositores pudieron utilizar los medios de difusión estatales. Pero para entonces los partidos opositores no estaban tampoco interesados en llegar a un acuerdo con Perón, y utilizaron la oportunidad para difundir su oposición al gobierno y denunciar la falta de libertades. Poco después Perón dio por concluidas las conversaciones.

El 16 de septiembre de 1955 las Fuerzas Armadas derrocaron a Perón, con el apoyo de Estados Unidos y Gran Bretaña. La CGT, sectores del peronismo e incluso sectores opositores a Perón fueron a reclamar armas para impedir la toma del poder por los militares, pero Perón se las negó, para evitar una Guerra Civil y se exilió temporalmente en Paraguay. Finalmente se instaló en Madrid, en el barrio residencial de Puerta de Hierro. Allí se casó con la bailarina María Estela Martínez de Perón, Isabelita, a quien había conocido en Panamá, en 1956.

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03/10/2021, 23:50
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Vampiro:

Siendo que el sabbat no era una secta muy relacionada con la humanidad no pudo ver las claras pruebas que habia enorme insastisfaccion entre algunos grupos de los militares. La camarilla aprovecho esto que ya hace tiempo habian escuchado de sus sirvientes y espias. Fue en el estallido cuando muchos de los soldados de la camarilla eliminaron o capturaron a los titeres del sabbat en varias de las provincias donde se intervinieron.

La princesa de paso habia aprovechado a sacar poder a los titeres de la Alianza Federal. Aunque con cuidado de no terminar de crear un conflicto abierto entre ellos. Mientras los anarquistas se fueron reordenando con los moderadores acercandose a la princesa mientras mostraban a los anarquistas aun mas salvajes que habia una posible salida al conflicto. De cualquier forma se organizo desde un principio un sacrificio para los anarquistas mas rebeldes que aun no aceptaban la paz, esto seria algo que hasta los moderados no aceptarian bien.

Muchos vampiros vinculan el ascenso de Juan Domingo Perón al poder a la influencia de la Príncipe Alexandria mientras otros ven como un grupo de brujahs idealistas aprovecharon sus puestos militares y sindicales para impulsarlo. Pero nunca fue esclarecido ante los vampiros a quien se debe ese ascenso, aunque como tantas cosas los propios mortales terminaron influyendo mas que los vampiros en estos eventos.

Si en el gobierno anterior habian sacado algunos titeres del sabbat, fue con peron que las cosas se precipitaron. La camarilla y anarquistas se apuraron a aprovechar su nuevo poderia barriendo con gran parte de los titeres aunque tambien acabando con los restos del sabbat en las provincias que controlaban. Si bien no pudieron recuperar Cordoba empezo a haber una gran resistencia dentro de la provincia que no facilito la vida a los sabbats.

Entre los anarquistas empezaron a mirar con buenos ojos a Peron, algunos incluso se convirtieron en los primeros peronistas vampiros. Obviamente entra la variedad de los anarquistas habian quienes eran genuinos y quienes solo que aprovechar este nuevo poder que hacia crecer a los anarquistas como nunca pudieron antes. Pero entre los que creian veian con buenos ojos al Presidente e incluso se hablaba de convertirlo o a su mujer que tardaron en darse cuenta que estaba con una enfermedad mortal. Pronto varias voces empezaron a reclamar mas poder y señalar que con la camarilla peleada entre si podrian incluso aprovechar esta epoca para liberarse finalmente de la princesa.

 

Mientras la camarilla se encontraba en un lugar especial si bien se encontraba recuperandose de la incursion del sabbat, aun competia contra ella misma. La princesa seguia en un duelo de intriga contra el primogenito nosferatu y su grupo. Ambos reclamando poder entre los militares, las organizaciones politicas y demas grupos que podian.

La princesa por su lado tenia un odio claro por el primogenito pero no deseaba una pelea abierta contra este ya que temia que ls sabbat aprovecharian en ese momento para atacarla e incluso empezaba a escuchar como los anarquistas empezaban a volverse mas independientes en el momento. Sin embargo siempre que pudo busco lastimar a la Alianza federal sacandoles poder, aprovechando las estatizaciones del gobierno para sacar concesiones a ghouls de los ventrues ingleses.

Jonas, el primogenito nosferatu, por su lado creia parecido pero tambien sabia que era mejor no dejar que la princesa estabilice sus dominios. Ya habia sufrido algunos golpes por sus maniobras y no estaba seguro que aun pudiera vencerla si la camarilla llegaba a tener un tiempo largo de paz. Por lo que siguio un juego muy delicado mientras la provocaba y atacaba con mas fuerza. Incluso no dudo en ir contra Peron con sus ghouls, pensando que la princesa estaba muy pegada al éxito del Coronel.

Sin embargo, la relación entre la Príncipe y Perón no debía ser tan estrecha como algunos pensaron, pues el derrocamiento del presidente no la arrastró consigo. Aunque varios antiguos argentinos perdieron su influencia en el gobierno, lo cierto es que Alexandria continuó influyendo en la política argentina como si nada hubiera pasado.

Mientras el sabbat no quedo sin hacer estos años. La manada de La hora de la Espada, no habia sido destruida y rapidamente convocaba por una nueva cruzada hasta buenos aires. Lo que les permitia no perder toda su influencia luego del fracaso en hacerlo de una sola vez fue el retorno de cordoba al sabbat y luego el gran numero de monomancias que participo su lider Celina Succar. Muchos la desafiaron y alos suyos sin poder ganarles y pronto las manadas del sabbat empezaron de nuevo a unirse tras ella.

Una de las unicas que no se unio fueron la Cofradia de los Corazones Oscuros, no porque fueran encontra de Celina sino porque tras años de pelea habian vuelto a su territorio y buscaban volver a manejarlo como habian hecho en el pasado. Rapido notaron que no seria facil, la situacion de la provincia habia cambiado y ahora con muchos habitantes habian mas posibilidades de que se pudieran esconder los vampiros. Algunos de la camarilla y anarquistas se volcaron a resistir a la espera que Buenos Aires pueda retomar la provincia. Estos causarian miles de problemas a la manada aunque tendrian cuidado de no provocar a todo el sabbat.

Por otro lado no todo el sabbat habia abandonado sus tierras para ir a la cruzada. Algunos habian quedado para a cuidar los fuertes en las ciudades del oeste, una de las cuales pronto sufriria un terremoto de una fuerza no vista antes. La ciudad de San juan, de la provincia del mismo nombre, sufrio un terremoto que destruyo el 80 por ciento de las viviendas. Eso fue una gran tragedia para los humanos y tambien para los vastagos con muchas manadas pereciendo en el lugar. Algunos rumores llegan que hay vampiros aun enterrados hoy en dia.

Pero para las manadas que empezaron a venir de otras ciudades o que sobrevivieron fue una oportunidad de ascender. Entre los clanes que mas aprovecharon ello fueron los toreadores antitribu que hace tiempo habian tomado un papel secundario en la secta, pero que ahora con su llegada a la gente y en especial con su influencia en las constructoras que tras este incidente seria casi un monopolio. Por los toreadores los vampiros tendrian nuevos refugios en los años venideros y todos siendo antisismicos, lo que les haria crecer su influencia rapidamente en el sabbat de la ciudad. Con un nuevo Arzobispo Toreador Mateo Castro representandolo.

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18/10/2021, 06:04
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Sólo para el director

Los muchachos peronistas

Todos unidos triunfaremos

Y como siempre daremos

Un grito de corazón:

¡VIVA PERON! ¡VIVA PERON!

Por ese gran argentino

Que se supo conquistar

A la gran masa del pueblo

Combatiendo al capital

Perón, Perón, qué grande sos,

Mi General, cuánto valés,

Perón, Perón, gran conductor

Sos el primer trabajador.

Con los principios sociales

Que Perón ha establecido

El pueblo entero está unido

Y grita de corazón:

¡VIVA PERON! ¡VIVA PERON!

Por ese gran argentino

Que trabaja sin cesar

Para que reine en el pueblo

El amor y la igualdad.

Perón, Perón, qué grande sos,

Mi General, cuánto valés,

Perón, Perón, gran conductor

Sos el primer trabajador.

Imitemos el ejemplo

De este varón argentino

Y siguiendo su camino

Gritemos de corazón:

¡VIVA PERON! ¡VIVA PERON!

Porque la Argentina grande

Con que San Martín soñó

Es la realidad efectiva

Que debemos a Perón.

Perón, Perón, qué grande sos,

Mi General, cuánto valés,

Perón, Perón, gran conductor

Sos el primer trabajador.