Humanos:
En 1880 con la llegada al poder del general Julio A. Roca, se consolidó el modelo agroexportador. Argentina se integró a la economía mundial como proveedora de materias primas e importadora de productos manufacturadas. El comercio fue favorecido por la extensión de vías ferroviarias que desembocaban en el puerto de Buenos Aires.
En materia social, un gran número de inmigrantes europeos, especialmente de Italia y España, llegaron a nuestras tierras en búsqueda de una vida mejor. Como presidente, Roca logró varios avances en temas civiles, educativos y económicos. Se creó el Consejo nacional de educación y el Registro Civil, que reguló los nacimientos, defunciones y casamientos, tareas que antes estaban en manos de la Iglesia.
El modelo político se basó en los principios conservadores, basado en el fraude electoral y la exclusión de la mayoría de la población de la vida política. Para las elecciones de 1886, Roca impuso la candidatura de su cuñado Miguel Juárez Celman, quien asumió como presidente de la Nación. Durante su gobierno, llevó adelante una política económica liberal fomentando la privatización de todos los servicios públicos.
Las inversiones, provenientes sobre todo del Estado argentino y del Reino Unido, fueron destinadas a áreas como el desarrollo ferroviario, los puertos y los frigoríficos. Gran parte de la inmigración y las actividades económicas modernas se alejaron del interior del país, impulsando la concentración del desarrollo y de las riquezas en la ciudad de Buenos Aires; que se convierte en una ciudad próspera y cosmopolita.
Sin embargo, estos modelos económicos también fueron generando una fuerte acumulación de la riqueza en las manos de la aristocracia ganadera bonaerense; y la exclusión, hacinamiento o segregación de la clase trabajadora. Simultáneamente el país se desarrolló asimétricamente, con una fuerte postergación del llamado «interior», un término creado para mencionar al territorio argentino que no es Buenos Aires.
A su vez la inmigración también trajo de Europa los ideales socialistas y anarquistas, que los conservadores se encargaron de combatir y reprimir, incluso prohibiendo la entrada al país.
Como oposición a éste régimen, se creó la Unión Cívica, un grupo político muy heterogéneo que expresaba a los diversos sectores disconformes. En el plano social, lucharon por la dignidad de los trabajadores desde los gremios socialistas y anarquistas; mientras que en el plano político combatieron la corrupción. Sus dos máximos referentes fueron Leandro N. Alem y Bartolomé Mitre.
La lucha radical, expresada en las revoluciones de 1893 y 1905, y el creciente descontento social, manifestado por innumerables huelgas, llevaron a un sector de la clase dominante a impulsar una reforma electoral para calmar los ánimos y trasladar la discusión política de las calles al parlamento. En 1912, el presidente Roque Sáenz Peña logró la sanción de la ley que lleva su nombre y que estableció el voto secreto y obligatorio.
Vampiros:
El final del siglo XIX fue un período de esplendor para los vampiros argentinos, que siguieron en silencio a las oleadas de ganado humano que buscaba un lugar en el Nuevo Mundo donde prosperar. Muchos expatriados de la Camarilla, a menudo restos de revoluciones fallidas, acompañaban a los inmigrantes. Los Toreador en especial eran los más numerosos, deseosos de convertir Argentina en la meca de las artes de Sudamérica. Les seguían en número los Brujah, pero prácticamente todos los clanes dejaron su marca en la inmigración, y sus descendientes infestaron las ciudades argentinas.
El Sabbat también recibió refuerzos en esta época aunque en menor medida, procedentes tanto del resto de Latinoamérica como de Europa, pero una vez más las divisiones internas y las guerras entre facciones ocasionaron una nueva guerra civil, en cuya estela perdió numerosos territorios ante la Camarilla. Aunque los Lasombra consiguieron mantenerse como la facción más numerosa e influyente, su poder era un pálido reflejo del que habían mantenido en las noches coloniales. La ciudad de Tucumán se convirtió en la principal fortaleza de la secta, y la Espada de Caín se retiró a sus reductos o hacia el sur, siguiendo a los ejércitos de la Guerra del Desierto. Sin embargo, los vampiros indígenas, sobre todo Gangrel, se mostraron especialmente hostiles, y muchas manadas fueron destruidas o simplemente desaparecieron sin que se conociera su destino final.
A principios del siglo XX el Consejo de Buenos Aires se había convertido en el principal poder vampírico de Argentina, y su posición parecía consolidada. Sin embargo, la principal amenaza para la secta procedía del interior, de los numerosos jóvenes anarquistas que huían de Europa y de los jóvenes vampiros producto del Abrazo descuidado, que paulatinamente consiguieron suficiente fuerza como para entorpecer los esfuerzos de los Príncipes por ejercer su autoridad.
Fue en estas epocas que el movimiento anarquista no solo gano muchos integrantes en una fracción de tiempo corta, sino que los anarquistas que ya vivian en Buenos Aires habian logrado con mucho cuidado generar una influencia propia a pesar de los deseos de la princesa. Nuevas reuniones se produjeron en el movimiento y un deseo claro de cambiar la situacion en Argentina como no pudieron hacer en europa empezo a tomar fuerza.
Asi fue como los principes empezaron a encontrarse con gran resistencia contra sus ordenes autoritarias o que se sintieran autoritarias. Ejercitos anarquistas empezaban a formarse con facilidad, con lideres del pais y de extrajeros. La violencia y la negociación empezo a formar parte de vida nocturna de Buenos Aires entre los anarquistas y la camarilla.
Uno de los primeros disturbios anarquistas fue cuando una reunión de la Príncipe y de la Primogenitura de Buenos Aires fue interrumpida por varios alborotadores, que deseaban presentar sus reivindicaciones. La reacción de los antiguos consistió en enviar al Guardaganado (Sheriff), que realizó una sangrienta represión, que sólo fue criticada por el Primogénito Brujah.
Los anarquistas reaccionaron asesinando a una de las chiquillas de Alexandria, que ocupaba la posición de Primogénita Toreador. En la represión que siguió durante los meses siguientes fueron destruidos al menos una docena de Vástagos, provocando al mismo tiempo una marea de descontento.
Humanos:
Bajo la denominación de la Generación del 80 se conoce a la élite gobernante de la República Argentina durante el crucial período de la República Conservadora que se extendió entre 1880 y 1916.
Procedente de familias aristocráticas de las provincias y de la capital, se nucleó primero en la Liga de Gobernadores y luego en el Partido Autonomista Nacional, fusión de las fuerzas dominantes en el período precedente, el Partido Autonomista de Adolfo Alsina y el Partido Nacional de Nicolás Avellaneda, que junto al Partido Nacionalista de Bartolomé Mitre eran las tres ramas en las que se había dividido el Partido Unitario. En 1880, lanzó la candidatura a la presidencia del general Julio Argentino Roca, que había dirigido la Conquista del Desierto un año antes, y que fue el artífice de la generación y del modelo de país que ésta representó.
Tuvo a su cargo las más importantes funciones políticas, económicas, militares y religiosas, manteniéndose en el poder mediante el fraude electoral. Pese a la creciente oposición, nucleada en lo político en torno a la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista y las corrientes sindicales anarquistas, socialistas y sindicalistas revolucionarias, ejerció el gobierno durante más de tres décadas a través del Partido Autonomista Nacional, hasta la sanción de la Ley Sáenz Peña, de sufragio secreto y obligatorio para varones, impulsada a instancia de sus propios representantes como respuesta a la presión de las revoluciones radicales, que marcó la transición a la Argentina contemporánea.
El término "Generación del 80" apareció por primera vez a lo largo de la década de 1920, y se refería a una generación de literarios. En su Historia de la Literatura Argentina, Ricardo Rojas le dio ese nombre de forma marginal, ya que el grupo que más tarde llevaría el nombre de Generación del 80 es llamado "Los modernos". El primer autor que agrupó a los autores del período con ese nombre fue Arturo Giménez Pastor, con un trabajo titulado Los del 80; si bien utiliza ese nombre especialmente para escritores, también menciona intelectuales y científicos. Simultáneamente, el historiador Rómulo Carbia, en su Historia crítica de la historiografía argentina, agrupaba a los historiadores del período como "Los ensayistas". Por último, en dos artículos aparecidos en el diario La Nación a fines de los años 30, Manuel Mujica Lainez menciona a la "Generación del 80" con su significado actual, pero circunscripto al mundo literario.
La particularidad de que la mayoría de los escritores del período fueron también políticos de mucha figuración permitió extender el término a los políticos, pero ese proceso no se dio con claridad hasta mediados de los años 1950, cuando Carlos Ibarguren se refirió al conjunto de los intelectuales y políticos del período con ese nombre. El término fue utilizado también por un historiador de izquierda como Jorge Abelardo Ramos en Revolución y contrarrevolución en la Argentina (1957), y por Enrique Barba en un artículo de 1959, en que declaraba que esta generación era descendiente directa de la Generación del 37 por sus ideales y filosofía. La delimitación más exacta del término "Generación del 80", como un conjunto de dirigentes intelectualizados, herederos conscientes de la del 37, oligárquicos y ligados a la producción ganadera, llegó de la mano de David Viñas, en Literatura argentina y realidad política: Apogeo de la oligarquía (1964). Ya en El desarrollo de las ideas en la Argentina del siglo XX, José Luis Romero hablaba de la Generación del 80 como un concepto enteramente conocido por el lector.
Desde 1970 en adelante, el término se usaría en el sentido que le dio Viñas, con matices más o menos favorables o desfavorables según el punto de vista del autor. Pero a partir de este período aparecieron ciertas ambigüedades en cuanto a los límites que permiten definir quién perteneció a esa generación y quién no. Identificada la Generación del 80 con el amplio período transcurrido entre 1880 y 1916, se ha tendido a dejar de lado las particularidades de los dirigentes e intelectuales más jóvenes aparecidos en los primeros años del siglo XX, que mostraron una orientación claramente diferenciada de la anterior, por lo que no cabría incluirlos en la del 80; por ejemplo, los intelectuales y científicos no tuvieron, casi sin excepción, aspiraciones políticas.
Los políticos de la Generación del 80 defendían posturas positivistas, simbolizando su actuación con el lema de Auguste Comte, de Orden y progreso. Los dirigentes de esta generación creían ciegamente en el progreso, identificando tal concepto con el crecimiento económico y modernización; el orden era considerado una condición necesaria de tal progreso, ya que fijaba las condiciones de tranquilidad en las cuales debía encontrarse el pueblo para permitir la proyección del progreso. Con similar contenido, las dos presidencias de Julio Argentino Roca se fundaron en el lema "Paz y administración", que sintetiza el pensamiento liberal y conservador.
Julio Argentino Roca asumió la presidencia el 12 de octubre de 1880, con el lema "Paz y administración". El sistema político que lo había llevado a la presidencia, y que mantuvo una notable estabilidad hasta mucho después de que la abandonara, reposaba sobre una serie de acuerdos inestables entre los gobernadores provinciales ―que controlaban las elecciones por medio del fraude electoral y el clientelismo― y el presidente, que disponía del control del presupuesto nacional a favor o en contra de las provincias y podía deponer a los gobernadores desafectos por medio de las intervenciones federales. Necesitados mutuamente, los gobernadores y el presidente llevaban a cabo continuos acuerdos que permitían a unos y otros avanzar en las políticas deseadas. En todo caso, la estabilidad de semejante sistema exigía ―en la práctica― la inexistencia de cualquier oposición; a ese objetivo apuntaban también las prácticas políticas fraudulentas.
El equilibrio entre el presidente y los gobernadores era necesariamente inestable: el presidente había sido elegido por presión de los gobernadores, pero sus sucesores no podían alcanzar las gobernaciones sin el visto bueno del presidente. En última instancia, también los gobernadores eran elegidos en la práctica por el presidente.
Durante su gestión se sancionó el Código de Minería de la Nación; se organizó el gobierno municipal de la nueva Capital Federal y se fundó la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires.
La situación sanitaria del país no había mejorado significativamente desde la epidemia de fiebre amarilla de 1871; entre 1884 y 1887, una serie de epidemias de cólera causaron centenares de muertos en la capital y el interior.
Ideológicamente, esta generación se consideraba tributaria de la Generación del 37, a la cual habían pertenecido sus padres o abuelos —aunque muchos dirigentes eran descendientes de personajes destacados del Juan Manuel de Rosas— y sostenían como dogmas los principios enumerados por muchos de los miembros de esa generación; en particular, el de gobernar es poblar de Juan Bautista Alberdi, del cual heredaron solamente una parte de sus prejuicios culturales y raciales, el rechazo de las tradiciones retrógadas que nos subordinan al antiguo régimen de Esteban Echeverría y el enfrentamiento entre civilización y barbarie de Domingo Faustino Sarmiento.
Las ideas positivistas de esta generación estaban notablemente influidas por el pensamiento de Herbert Spencer, que adaptó los principios evolucionistas de Charles Darwin a las sociedades modernas. Así, de acuerdo al modelo sarmientino, gauchos e indios eran bárbaros, personas incultas incapaces de apreciar las ventajas de una vida social fundada sobre los principios liberales que garantizaban el camino hacia el progreso. Sostenían por ello la necesidad de eliminar la barbarie mediante el orden y afianzar la civilización, trayendo población europea para entrar en las vías del progreso. No encontraban contradicciones morales en la eliminación cultural y hasta física de la población nativa, ya que el destino de las razas y culturas europeas —consideradas más "aptas" para vivir en el mundo moderno— era prevalecer sobre ellas, y tarde o temprano desplazarían a las "menos aptas".
Enfrentaron las posiciones tradicionales de la Iglesia católica y bajo su impulso se trató de definir la separación entre la Iglesia y el Estado con la sanción de las leyes de Matrimonio Civil, Registro Civil y Educación Común, la última de las cuales estableció la enseñanza primaria pública, obligatoria, gratuita y laica. De todos modos, nunca se intentó seriamente separar completamente la Iglesia del Estado, sino solamente de minimizar la influencia institucional de la misma.
Estas últimas medidas llevaron a un enfrentamiento constante con la Iglesia, que intentó ser defendida por una fracción ideológicamente marginal de la Generación del 80: los líderes católicos, como Estrada, Emilio Lamarca o Pedro Goyena, cuestionaban las posturas anticlericales del grupo dirigente, pero compartía sus ideas liberales.
La Generación del 80 llevó adelante un proceso de inmigración europea sin precedentes en Argentina acompañado por una etapa de expansión de la economía del país.
Llevó adelante una política económica liberal que terminó de organizar un modelo agroexportador, compatible con la división internacional del trabajo impuesta por el Imperio británico, que poco antes había derrotado al Imperio chino en la Segunda Guerra del Opio (1856-1860).
El país concentró su actividad económica en la región pampeana con eje en la ciudad-puerto de Buenos Aires, con el fin de producir carnes (ovinas y vacunas), cuero, lana y granos (trigo, maíz y lino), principalmente para el mercado británico, a cambio de importar manufacturas industriales. Mientras el 95% de las exportaciones eran de productos agrarios, Argentina importaba el 77% de su consumo textil y el 67% de su consumo metalúrgico. Simultáneamente el capital inglés se hizo cargo de la mayor parte de las actividades logísticas, como los bancos, ferrocarriles, frigoríficos, etc.
Gerchunoff y Llach han estimado que a principios del siglo XX, la mitad del PBI argentino era aportado por las importaciones y exportaciones. En 1888 Argentina era el sexto exportador de granos, pasando a ser el tercero en 1907, sólo superada por Estados Unidos y Rusia.
El modelo liberal agroexportador ha sido criticado desde diversos sectores por no impulsar suficientemente los eslabonamientos, principalmente en los sectores textiles y metalúrgico.
El modelo agroexportador argentino fue impulsado y sostenido principalmente por los latifundistas bonaerenses (llamados estancieros), organizados en la Sociedad Rural Argentina, la primera entidad gremial del país, fundada en 1868. Los estancieros lograron bloquear el proyecto de ley de tierras del presidente Domingo F. Sarmiento (1868-1874), que bajo el lema de "¡Cien Chivilcoys!", pretendía entregar tierras a los inmigrantes con el fin de establecer un sistema de colonias chacareras (granjas) trabajadas por sus propietarios. La Ley de tierras Nº 817 de Nicolás Avellaneda canceló ese proyecto y consagró el dominio de la estancia.
Sin embargo, la utilización de estas políticas económicas librecambistas propiciadas desde el gobierno fueron complementadas por el grupo gobernante con un claro refuerzo de la acción del Estado en aquellas áreas que se consideraban esenciales al contrato social como la educación, la justicia, la obra pública y la expansión de dicha acción estatal a todo el amplio territorio del país.
Los diversos tratados con los países vecinos pusieron fin a las principales cuestiones de límites, afianzando el control del territorio nacional y trayendo paz a la población, a diferencia del permanente estado de beligerancia que experimentaba la Europa de entonces.
La generosa y amplia política basada en las ideas liberales permitió el adecuado fomento de la inmigración, cumpliendo las prescripciones contenidas en la Constitución Argentina; empero este amplísimo régimen de promoción de entrada al país de millones de nuevos habitantes fue parcialmente limitado con leyes represivas como la «Ley de residencia» de 1902 y la «Ley de defensa social» de 1910, a fin de controlar la expansión del socialismo y del anarquismo.
La enorme expansión poblacional dio nacimiento a movimientos obreros que comenzaron a reclamar por la mejora de sus condiciones de vida, en especial, de trabajo incorporando en sus acciones a la huelga como herramienta de presión social.
La inmigración dio paso, gracias a las políticas públicas implementadas por la Generación de los 80, a que en el lapso de un cuarto de siglo, se produjera un fenomenal movimiento social ascendente que dio paso a la poderosa clase media argentina, que llegó al poder con el radicalismo.
Durante la segunda presidencia de Julio Argentino Roca se sancionó la Ley 4.144 de Residencia, que permitía la expulsión inmediata de extranjeros activistas contrarios al régimen. Su concuñado, Miguel Juárez Celman, se había enfrentado en 1890 a la Revolución del Parque, y en 1905 el radicalismo volvería a las armas en un alzamiento coordinado en varias provincias. En 1910 y ante la proximidad de los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo, se sancionó la Ley de Defensa Social, instaurando así el arresto preventivo de sospechosos de anarquismo. En el gobierno hubo también tibios avances para intentar calmar los reclamos obreros al crear el Departamento Nacional de Trabajo en 1907. Así el conservadurismo dictó las primeras leyes laborales de la época, que resultaron insuficientes frente al gran desarrollo del sector obrero, producto de la masiva inmigración y el crecimiento económico registrados para entonces.
Ante la constante de los nuevos sectores medios de la sociedad, las huelgas constantes, las críticas en la prensa y el Congreso, la Generación del 80 ya encabezada por la línea modernista del Partido Autonomista Nacional se vio en la necesidad de dar respuestas a la nueva realidad y amplió la participación política a partir de la sanción de la Ley Sáenz Peña de 1912, de sufragio secreto, universal y obligatorio. En 1916, en las primeras elecciones en que se aplicó, el régimen conservador perdía por primera vez las elecciones presidenciales en manos del radical Hipólito Yrigoyen, quien asumió su primera presidencia con el respaldo mayoritario de los sectores medios del pueblo argentino.
Conceptos para los vampiros:
-Brujahs llamados barbaros hace pocos años empiezan a leer diarios socialistas, anarquistas y radicales. Todo esto empieza a entusiasmarlos y ven estos movimientos como una solucion contra el poderia que han formado los toreadores y ventrues, junto con los brujahs que ellos veian como traidores.
-Los ventrue y toreadores aprovecharon estos años para alejarse de los demas clanes en terminos de influencia. Entre la camarilla los lasombras eligiendo seguir a los principes toreadores se aliaron con ellos para tratar de bajar la influencia de los sangre azul, buscando tomar sus lugares.
-La inmigracion ayudo a que la poblacion de vampiros creciera y muchos de los vampiros expulsados de europa terminaron en el pais.
-Los barrios de inmigrantes de esa epoca se volvieron un refugio para los nosferatus recien llegados. Entre las casas abandonadas o que se consideraban llenas de enfermedades estos lograron un lugar seguro.
-Los trenes que empezaron a ser mas comunes en el pais ayudaron a los vastagos a viajar con algo mas de seguridad por el territorio. Se empezo a mandar mensajeros con mayor facilidad entre dominios, incluso la camarilla y sabbat empezaron a comunicarse entre ellos.
-Entre los escritores e intelectuales, los malkavian continuaron su trabajo de alagar a los poderosos para tener un buen lugar en sus cortes. Ignorando a los mas desgraciados entre los malkavians para ser encontrados por grupos anarquistas o el sabbat, sino eran asesinados por los propios malkavians.
-Los tremeres sintieron su capital en la plata, donde sus poder no seria competido por nadie.
-Los giovannis habia migrado hace años hasta argentina, pero fue en esta epoca donde les fue mas facil traer familia e incluso ayudar a producir propiedades italianas que luego tendrian en su control a tra vez de los humanos. Sin olvidar que aprovecharon las muertes producidas por la fiebre amarilla para empezar a juntar un ejercito de espectros.
-Los lasombras del sabbat aprovecharon el conflicto del gobierno humano contra la iglesia, susurrando en el oido tanto contra los rivales de estos como de algunos de los aliados catolicos que tuvieran cierto conflictos con la idea de bajar la influencia de la iglesia. En un futuro aprovecharian esta nueva influencia, pero en el presente les sirvio para afirmar mas su poder en las provincias mas cristianas que se resistieron a los cambios.
-El modelo agroexportador que impulso la argentina termino beneficiando a los estancieron vampiricos. La gran mayoria siendo Ventrues y Tzimices. Ambos vastagos empezaron una competencia que seguirian por muchos años en el dominio de sobre las tierras del pais. Aunque no faltarian otros clanes que se metieran en ese conflicto, ya sea con la ayuda de uno de los clanes para restar fuerza al otro o por fuerza propia.
-La paz seguia estando presente entre las sectas, lo que permitio un crecimeinto de ambas. Eso planto una idea de cooperacion en ciertos asuntos muy concretos, algo que diferencio el territorio de lo que pasaba en europa.
-Con las leyes para deportar inmigrantes y con la posibilidad de arresto ante sospecha de estar con los grupos anarquistas. Muchos sherrif empezaron a abusar de este poder que les dio los humanos matando o deapareciendo vastagos rebeldes. Aunque esto unas cuantas veces se le volvio encontra cuando empezaron a recibir bolbas en sus dominios.
Vampiros:
El final del siglo XIX fue un período de esplendor para los vampiros argentinos, que siguieron en silencio a las oleadas de ganado humano que buscaba un lugar en el Nuevo Mundo donde prosperar. La paz seguia estando presente entre las sectas, lo que permitio un crecimeinto de ambas. Eso planto una idea de cooperacion en ciertos asuntos muy concretos, algo que diferencio el territorio de lo que pasaba en europa.
Muchos expatriados de la Camarilla, a menudo restos de revoluciones fallidas, acompañaban a los inmigrantes.
Los Brujahs fueron la mayoria, siendo expulsados de los dominios europeos por sus actitudes inadecuadas con la cultura europea de ese momento. De tras de ellos tambien hubo Toreadores, Gangrels, Nosferatus Ravnos y Setitas. Los toreadores estaban deseosos de convertir Argentina en la meca de las artes de Sudamérica, lamentando que sus habilidades no fueran aprovechas en europa. Los gangrels escucharon de nuevas tierras siendo regaladas por los nuevos principes, aunque sin darse cuenta que tendrian que ganalas matan a sabbats y originarios. Los nosferatus se asentaron en los barrios de inmigrantes, las casas abandonadas o que se consideraban llenas de enfermedades de esa epoca, que se volvieron un refugio. Los ravnos como siempre viajeros y odiados en europa trajeron sus múltiples familias a tierras mas abiertas. Por ultimo los setitas se encontraban yendo por un lado mas intelectual a esas tierras que no solo prometian posibles rebaños sino sabiduria desconocida para ellos.
Aunque no solo fueron quienes estaban siendo expulsados de europa, otros clanes acompañaron la inmigración con el auspicio del clan. Los ventrues que buscan volver argentina en un dominio mas de ellos, no habiendo mas espacio para los mas jovenes o con menos suerte. Los giovannis que habian migrado hace años hasta argentina, pero fue en esta epoca donde les fue mas facil traer familia e incluso ayudar a producir propiedades italianas que luego tendrian en su control a través de los humanos. Lasombras que buscaron traer mas fortaleza al sabbat de esas tierras, mientras buscaban convencerlos de intentar alianzas con otros grupos sabbats aunque termino no funcionando.
Pero prácticamente todos los clanes dejaron su marca en la inmigración, y sus descendientes infestaron las ciudades argentinas.
El Sabbat en general también recibió refuerzos en esta época, procedentes tanto del resto de Latinoamérica como de Europa, pero una vez más las divisiones internas y las guerras entre facciones ocasionaron una nueva guerra civil entre los nuevos que buscaban encaminar a los viejos a las ordenes de españa y los viejos habitantes que buscaban otro liderazgo. Al final los Lasombra consiguieron mantenerse como la facción más numerosa e influyente, su poder era un pálido reflejo del que habían mantenido en las noches coloniales pero igual podian gobernar tranquilos a la secta.
Los lasombras del sabbat aprovecharon el conflicto del gobierno humano contra la iglesia, susurrando en el oido tanto contra los rivales de estos como de algunos de los aliados catolicos que tuvieran cierto conflictos con la idea de bajar la influencia de la iglesia. En un futuro aprovecharían esta nueva influencia, pero en el presente les sirvio para afirmar mas su poder en las provincias mas cristianas que se resistieron a los cambios.
La ciudad de Tucumán se convirtió en la principal fortaleza de la secta. Sin discusión alguna de las demas ciudades que aceptaron su subordinación a esta. Con este estado de estabilidad se pudieron asentar dos cardenales en el pais, uno en la parte noroeste que serviria como mediador entre las provincias argentinas, las de bolivia y chile. No seria un vastago muy importante ya que los conflictos ahi siguieron estando junto a que los arzobispados de Tucuman y la Paz terminaron teniendo mas influencia. Quien si tendria una mayor influencia seria el Cardenal del centro del pais, Lorenzo. Un lasombra que debia encargarse de facilitar el avance del sabbat hasta los asentamientos de la camarilla en el este.
El modelo agroexportador que impulso la argentina termino beneficiando a los estancieron vampiricos. La gran mayoria siendo Ventrues y Tzimices. Ambos vastagos empezaron una competencia que seguirian por muchos años en el dominio de sobre las tierras del pais. Aunque no faltarian otros clanes que se metieran en ese conflicto, ya sea con la ayuda de uno de los clanes para restar fuerza al otro o por fuerza propia.
Los ghouls ventrue empezaron a conocer a los aparecidos tzmices, empezando a sentir un miedo que no habian podido conocer nunca en el dia. Si bien algunos ghouls ventrue mostraron su gran capacidad para adaptarse,los aparecidos se mostraron como fuertes oponentes hasta hacer frente a los propios ventrues en la noche. En gran parte porque ya estaban hace años anidados en las bastas tierras argentinas.
A principios del siglo XX el Consejo de Buenos Aires se había convertido en el principal poder vampírico de Argentina, y su posición parecía consolidada. Los trenes que empezaron a ser mas comunes en el pais ayudaron a los vastagos a viajar con algo mas de seguridad por el territorio. Se empezo a mandar mensajeros con mayor facilidad entre dominios, incluso la camarilla y sabbat empezaron a comunicarse entre ellos.
Sin embargo, la principal amenaza para la secta procedía del interior, de los numerosos jóvenes anarquistas que huían de Europa y de los jóvenes vampiros producto del Abrazo descuidado, que paulatinamente consiguieron suficiente fuerza como para entorpecer los esfuerzos de los Príncipes por ejercer su autoridad.
En el clan brujah de la camarilla se empezo a educar rapidamente con ideas nuevas como el socialismo y el anarquismo, al menos a los que aun no habian escuchado de eso. Pronto logrando no solo una coordinacion importante entre los sectores que habian sido llamados barbaros de los brujah sino un tremendo cambio en el numero de ellos. Incluso los mas leales a la princesa empezaron a ver una mejor oportunidad de poder con sus hermanos mas politicos.
Fue en estas epocas que el movimiento anarquista no solo gano muchos integrantes en una fracción de tiempo corta, sino que los anarquistas que ya vivian en Buenos Aires habian logrado con mucho cuidado generar una influencia propia a pesar de los deseos de la princesa. Nuevas reuniones se produjeron en el movimiento y un deseo claro de cambiar la situacion en Argentina como no pudieron hacer en europa empezo a tomar fuerza.
Asi fue como los principes empezaron a encontrarse con gran resistencia contra sus ordenes autoritarias o que se sintieran autoritarias. Ejercitos anarquistas empezaban a formarse con facilidad, con lideres del pais y del extrajero. La violencia y la negociación empezo a formar parte de vida nocturna de Buenos Aires entre los anarquistas y la camarilla. La huelga a ayudar de cualquier forma a las acciones de la camarilla se volvio comun tambien, copiando las acciones de los mortales.
Uno de los primeros disturbios anarquistas fue cuando una reunión de la Príncipe y de la Primogenitura de Buenos Aires fue interrumpida por varios alborotadores, que deseaban presentar sus reivindicaciones. La reacción de los antiguos consistió en enviar al Guardaganado (Sheriff), que realizó una sangrienta represión, que sólo fue criticada por el Primogénito Brujah.
Los anarquistas reaccionaron asesinando a una de las chiquillas de Alexandria, que ocupaba la posición de Primogénita Toreador. En la represión que siguió durante los meses siguientes fueron destruidos al menos una docena de Vástagos, provocando al mismo tiempo una marea de descontento. Una que cobraria mayor fuerza en unos pocos años.
Con las leyes para deportar inmigrantes y con la posibilidad de arresto ante sospecha de estar con los grupos anarquistas. Muchos sherrif empezaron a abusar de este poder que les dio los humanos matando o desapareciendo vastagos rebeldes. Aunque esto unas cuantas veces se le volvio encontra cuando empezaron a recibir bombas en sus dominios.
Mientras los ventrue y toreadores aprovecharon estos años para alejarse de los demas clanes en terminos de influencia, teniendo mas de esta. Entre la camarilla los lasombras eligierondo seguir a los principes toreadores, aliandose con ellos para tratar de bajar la influencia de los sangre azul, buscando tomar sus lugares ayudados por los toreadores.
Entre los escritores e intelectuales, los malkavian continuaron su trabajo de alagar a los poderosos para tener un buen lugar en sus cortes. Ignorando a los mas desgraciados entre los malkavians para ser encontrados por grupos anarquistas o el sabbat, sino eran asesinados por los propios malkavians que se veian mas civilizados.
Los giovannis que empezaron a plantarse con fuerza en el pais, se encontraron una facilidad no solo para conseguir espiritus por las enfermedades que habia dejado la guerra en el norte, como la fiebre amarilla sino que vieron el velo era basnte delgado y fueron informada con rapidez la familia en venecia que decidio por lo segundo que mandaría mas vastagos y ghouls a la Argentina no queriendo desaprovechar esa oportunidad.