La Revolución
Humanos:
La Revolución de Mayo fue una serie de acontecimientos revolucionarios ocurridos en la ciudad de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, dependiente del rey de España, que se sucedieron durante el transcurso de la llamada Semana de Mayo, entre el 18 de mayo de 1810, fecha de la confirmación oficial de la caída de la Junta Suprema Central, y el 25 de mayo, fecha en que se destituyó al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y se lo reemplazó por la Primera Junta de gobierno.
El camino hacia la independencia de Argentina estuvo motivado por el descontento de los criollos (colonos nacidos en el país), disgustados con la actitud elitista y restrictiva de las autoridades españolas. Al mismo tiempo las ideas intelectuales de la Ilustración, y sobre todo el ejemplo motivado por la independencia de los Estados Unidos de América en 1776, extendieron un sentimiento de necesidad de reformas políticas, sociales y económicas.
Cuando los ejércitos británicos fueron rechazados de Buenos Aires en 1807, finalmente los criollos argentinos decidieron reclamar la autoridad para dirigir su propio destino. El 25 de mayo de 1810, dos años después de que Napoleón Bonaparte invadiera España, Buenos Aires inició el movimiento hacia su independencia, y para conmemorar la ocasión, su plaza principal se rebautizó como plaza de Mayo.
A partir de 1810, y en consonancia con otros movimientos independentistas extendidos por toda Sudamérica, los colonos argentinos se movilizaron para expulsar a las autoridades españolas, una vez que muchas de sus demandas fueron rechazadas por las Juntas reunidas en Cádiz y posteriormente por el gobierno absolutista del rey Fernando VII, que regresó a España en 1814 y trató de devolver el país y sus colonias a la situación anterior.
Bajo las órdenes del general José de San Martín, entre otros, el 9 de julio de 1816 las Provincias Unidas del Río de la Plata declararon la independencia completa y oficial en Tucumán. Sin embargo, una vez conseguido su objetivo, el nuevo estado sólo se encontraba unido prácticamente por el nombre. Ante la ausencia de una autoridad central eficaz, las discrepancias regionales dentro del país –sometidas durante el dominio español- se intensificaron, lo que dio lugar a la aparición de poderosos caudillos locales, que ofrecieron tanta resistencia al gobierno nacional de Buenos Aires como anteriormente lo habían hecho contra España.
Con la excepción de Córdoba, las ciudades que hoy forman parte de la Argentina respaldaron a la Primera Junta. El Alto Perú no se pronunciaba en forma abierta, debido a los desenlaces de las revoluciones en Chuquisaca y La Paz de poco antes. El Paraguay estaba indeciso. En la Banda Oriental se mantenía un fuerte bastión realista, así como en Chile.
Santiago de Liniers encabezó una contrarrevolución en Córdoba, contra la cual se dirigió el primer movimiento militar del gobierno patrio. Montevideo estaba mejor preparada para resistir un ataque de Buenos Aires, y la Cordillera de los Andes establecía una efectiva barrera natural entre los revolucionarios y los realistas en Chile, por lo que no hubo enfrentamientos militares hasta la realización del Cruce de los Andes por José de San Martín y el Ejército de Los Andes algunos años después. A pesar del alzamiento de Liniers y su prestigio como héroe de las Invasiones Inglesas, la población cordobesa en general respaldaba a la revolución, lo cual llevaba a que el poder de su ejército se viera minado por deserciones y sabotajes.
El alzamiento contrarrevolucionario de Liniers fue rápidamente sofocado por las fuerzas comandadas por Francisco Ortiz de Ocampo. Sin embargo, una vez capturados Ocampo se negó a fusilar a Liniers ya que había peleado junto a él en las Invasiones Inglesas, por lo que la ejecución fue realizada por Castelli.
Luego de sofocar dicha rebelión se procedió a enviar expediciones militares a las diversas ciudades del interior, reclamando apoyo para la Primera Junta. Se reclamó el servicio militar a casi todas familias, tanto pobres como ricas, ante lo cual la mayor parte de las familias patricias decidían enviar a sus esclavos al ejército en lugar de a sus hijos. Esta es una de las razones de la disminución de la población negra en Argentina.
La Primera Junta amplió su número de miembros incorporando en sí misma a los diputados enviados por las ciudades que respaldaban a la Revolución, tras lo cual la Junta pasó a ser conocida como la Junta Grande.
Los amerindios se resistían tenazmente a la penetración del hombre blanco en las tierras que habitaban. La introducción al continente americano del caballo durante la primera fundación de la ciudad y la habilidad de los aborígenes para domesticar a los que se habían vuelto cimarrones, les permitió lanzar violentos ataques llamados malones. Sucesivos gobiernos bonaerenses intentarían, por un lado, frenar los malones, y por otro, controlar territorios mediante diversas operaciones: la construcción de fortines defensivos, la realización de expediciones punitivas, la Zanja de Alsina, etc. En 1823 la primera ciudad que había sido fundada en la época patria, Dolores, un malón la destruyó por completo, lo cual aumentó la preocupación de los pobladores respecto de los grupos aborígenes y la frontera con sus territorios.
Aunque no por ello los indigenas del resto de buenos aires tuvo esa actitud con los revolucionarios. Estaban los indios del Chaco, los del norte de Buenos Aires, y los que iban con Artigas, de los pueblos guaraníticos. Cada uno jugó su propia estrategia al unirse a los ejércitos revolucionarios, pero todos se unieron. Los de El Chaco y La Pampa eran fuerzas de incremento a las patriotas pero para hacer su propia guerra, la apropiación de ganado básicamente.
Vampiros:
Durante la revolucion el Sabbat aprovecho el momento de anarquia del regimen humano para reagruparse y restablecer su unidad, en gran parte debido a la frenética actividad de varios agentes enviados desde México por el Regente Gorchist. Aunque tambien fueron los refuerzos que se mezclaron entre los ejercitos de los españoles o revolucionarios antes de pasar a los habitantes de las provincias unidas.
La Espada de Caín decidió contraatacar y dejar las rencillas internas frente al enemigo común. Por lo que estas fechas iniciarian la guerra abierta entre el Sabbat y la Camarilla por la provincia de Buenos Aires.
El liderazgo del Sabbat argentino era ostentado por el nuevo Arzobispo de Córdoba, Roberto Formoso, un antitribu Brujah, mientras que la Camarilla era liderada por Fernando Díaz, reconocido como Príncipe de Buenos Aires. Ambos vampiros no dudaron en atraerse a vampiros extranjeros, realizando numerosas concesiones incluso a los setitas. En el caos de la guerra entre ambas sectas, hubo incluso algunos Vástagos que cambiaron de bando en varias ocasiones. Conocidos fueron anarquistas que pelearon confiando que al ser Fernando uno ex anarquista les ayudaria a progresar mientras otro odiaban en gran medida a ese nuevo principe por venderse a la camarilla.
El Príncipe Fernando y la Camarilla aprovecharon el descontento de los mortales en beneficio propio, favoreciendo a los políticos centralistas, que pretendían establecer un país soberano bajo el liderazgo de la capital porteña. Paralelamente, el Príncipe comenzó a recibir apoyos desde Europa, entre ellos varios antiguos que huían de la devastación de la Revolución Francesa y las guerras Napoleónicas. Los Tremere hicieron aparición con fuerza, instalando una pequeña capilla en la población de La Plata, mientras que Don Emilio Quintela, un Brujah procedente de España, llegó junto a demas miembros del clan a la ciudad atraído por la implantación de las ideas liberales en las colonias sudamericanas.
Mientras eso pasaba en el sur varios de los vampiros originarios conseguian conservar mucho de su territorio al sur ayudando a los malones en la noche a hacer sus incursiones. Generando un temor tanto en humanos como vampiros. Entre los vastagos que se dejaban ver estaban los gangrels originarios y algunos independientes que buscaban detener el avance de las sectas.
Ya comentare mas abajo que me parece y que pienso agregar. Como siempre cualquier idea que tengan me dicen.
Ideas para no olvidar:
La intervencion de la camarilla fue en muchos frentes:
-El comercio con los ingleses permitio a ventrues comerciantes meterse en el pais de forma mas pacifica que con las invasiones inglesas e incluso aportaron de sus cofres dinero para la revolucion. Algunos Ventrues marineros enfrentaron a los lasombras en el rio de la plata.
-Habian reuniones secretas por varios grupos para realizar la revolucion, entre ellos el grupo conocido como los masones. Ahi entraron los tremeres que frecuentaban este tipo de organizaciones secretas. Uno de sus miembros (nombre austriaco o polaco) incluso sugirio cierta independencia de viena, seria asesinado unos años despues.
-Las banderas y los himnos fueron patrocinados por los toreadores que veian en estas expresiones de arte una nueva inspiracion para ellos. Esto despertaria intereses del clan de la rosa por los anarquistas.
-El sabbat y camarilla de America no era algo tan monolico como europa, habian varias facciones bastante independientes. Incluso habia cambios de lados. Incluyendo los que se terminaban volviendo a sus origentes anarquistas entre el sabbat.
-Los seguidores de set han estado siempre entre los esclavos negros, si bien su presencia en brazil era mas importante fueron creciendo en otros paises con esa poblacion. Los lugares que los setitas llamaban nidos de serpientes para los humanos se trataban de quilombos o palenques, lugares libres para los esclavos. Ahi servian como sacerdotes para el rebaño de humanos, motivandolos para buscar la libertad de otros.
Humanos:
Se llama Revolución de Mayo a un proceso que se desarrolló en Buenos Aires, en mayo de 1810, y que concluyó con la destitución del virrey español y su reemplazo por una Junta de Gobierno local.
Fue una revolución de carácter municipal, impulsada por un sector de criollos revolucionarios de Buenos Aires, que estaban influenciados por las ideas difundidas por la Ilustración y la Revolución francesa. Junto a eso estuvo el ejemplo de de los colonos ingleses de América del Norte, que en 1776 proclamaron su independencia de Gran Bretaña y constituyeron los Estados Unidos, el primer país independiente de América.
Otras razones fueron las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807, durante las cuales las autoridades españolas habían quedado desprestigiadas y los criollos habían tomado conciencia de su capacidad para luchar por su libertad. Junto con la preferencia de la Corona por los peninsulares para ocupar los cargos más importantes de la administración colonial como por la vigencia del monopolio comercial.
Esta revolución fue el inicio de un proceso emancipador que concluyó seis años después, cuando el 9 de julio de 1816 el Congreso de Tucumán proclamó la Independencia de las Provincias Unidas de América del Sur.
La Revolución comenzó a gestarse el 18 de mayo cuando llegaron al Virreinato del Río de la Plata las noticias de la disolución de la Junta Central de Sevilla, ante el avance de las tropas del emperador francés Napoleón Bonaparte. Esta Junta, que se había formado en 1808, había designado a Baltasar Hidalgo de Cisneros como virrey del Río de la Plata en 1809.
Durante los días 19 y 20 de mayo, un grupo de criollos revolucionarios, que se había reunido en secreto la noche del 18, presionó al virrey para que convocara a un cabildo abierto. Este se reunió el día 22 y luego de arduos debates votó la destitución de Cisneros y encargó al Cabido la formación de un nuevo gobierno. Durante los debates, los criollos Juan José Castelli y Juan José Paso sostuvieron la tesis de la retroversión de la soberanía al pueblo en ausencia del monarca, según la cual, si falta la autoridad legítima, el poder vuelve al pueblo que tiene derecho de designar a nuevos gobernantes.
El día 25 los criollos movilizaron al pueblo de Buenos Aires a la Plaza de Armas y utilizaron sus milicias para amenazar a los cabildantes con abrir fuego si Cisneros insistía en quedar al frente del un nuevo gobierno.
Finalmente, se anunció la renuncia de Cisneros y la formación de una junta de gobierno local, integrada por siete criollos y dos españoles y encabezada por el militar americano, Cornelio Saavedra.
Los integrantes de esta junta local, llamada Primera Junta, juraron fidelidad al rey cautivo, Fernando VII de España. El objetivo de esta maniobra era ganar tiempo mientras consolidaban su posición frente a los realistas, que defendían el derecho de los funcionarios españoles a seguir gobernando América.
El 28 de mayo la Junta dictó su propio reglamento; el día anterior había enviado una circular a las ciudades del interior, solicitando la designación de representantes; pese a que se había acordado unirlos a un Congreso, la invitación afirmaba que, a su llegada, los diputados se incorporarían a la Junta.
El reconocimiento de la Junta se hizo rápidamente en la Provincia de Santa Fe, Concepción del Uruguay, Gualeguay, Gualeguaychú, y la Provincia de Corrientes. Las autoridades de Corrientes adhirieron a la Primera Junta.
Córdoba, capital de intendencia y punto clave de las comunicaciones con el Alto Perú y Chile, fue centro de la reacción contrarrevolucionaria organizada por el gobernador intendente, el obispo y el ex virrey Liniers. Sin embargo, el pueblo no los apoyó: ante el avance de las fuerzas revolucionarias, los contrarrevolucionarios se dispersaron y sus líderes fueron ejecutados. Incluido liners que habia sido proclamado un heroe luego de rechazar las invasiones inglesas. Aún antes de conocerse los sucesos de Córdoba, La Rioja había decidido reconocer a la Junta. Las ciudades de Mendoza, San Juan y San Luis también reconocieron a la Junta. En la primera de ellas, sin embargo, fue necesario vencer la oposición de algunos jefes militares y civiles, que retrasaron el reconocimiento unas semanas.
En Salta se disponían a acatar a la Junta, pero la rebelión del Alto Perú fortaleció al grupo contrarrevolucionario. Finalmente, el gobernador-intendente Feliciano Chiclana se hizo cargo de la situación con apoyo del ejército revolucionario. El cabildo de Tarija fue uno de los primeros en adherir a la Revolución de Mayo. La situación de Tarija y San Salvador de Jujuy era comprometida por el temor a la intervención de las fuerzas del Alto Perú; pero prestó su adhesión a la Junta al saber del avance de las fuerzas revolucionarias. Catamarca, San Miguel de Tucumán y Santiago del Estero reconocieron a la Junta, aunque en esta última se despertaron algunas tensiones entre partidos locales.
En Potosí, Cochabamba, La Paz y Chuquisaca, los cabildos no llegaron a pronunciarse, ya que las autoridades civiles y militares lo impidieron, rechazando las pretensiones de la Junta de Buenos Aires.
Asunción del Paraguay y Montevideo desconocieron la autoridad de la Junta Gubernativa, reconociendo al Consejo de Regencia establecido en Cádiz, y extendieron su poder, respectivamente, por todo su territorio de influencia, llegando hasta Corrientes y el este de la actual provincia de Entre Ríos. Por su parte, el cabildo de Yapeyú reconoció a la Junta en nombre de las Misiones guaraníticas.
El caso de Corrientes, su alianza con el gobierno juntista de Buenos Aires produjo algunas reacciones con importantes consecuencias, como la ocupación militar que, hasta en dos ocasiones, sufrió por tropas paraguayas entre octubre de 1810 y abril de 1811. Además, Corrientes fue bombardeada ese mismo año por una flota realista de 28 navíos con base en Montevideo. Pero, a pesar de todos estos sucesos, el cabildo de Corrientes ratificó su decisión de acompañar políticamente a Buenos Aires y rechazó categóricamente la propuesta del intendente-gobernador del Paraguay, Bernardo de Velazco, de prestar juramento al Consejo de Regencia.
Queda en evidencia, pues, la excepcionalidad del caso de Corrientes ya que la ubicación geoestratégica de Corrientes permitió, conjuntamente con Asunción y con la zona misionera, crear una línea de contención ante los avances y pretensiones territoriales brasileñas. Finalmente, se fomentó la evolución de los cambios políticos y la nutrición de nuevas ideas, que desembocarían en los movimientos y propuestas federalistas, como notoriamente pusieron de manifiesto casos como el del teniente de gobernador Elías Galván y José Gervasio de Artigas.
Se formo un ejercito auxiliar que tras tomar Cordoba continuó su camino, transformándose en el llamado Ejército del Norte y logrando el 7 de noviembre una victoria clave en la batalla de Suipacha, la cual –junto a la revolución de Cochabamba– permitió la ocupación de todo el Alto Perú. Los jefes realistas de esa región también fueron ejecutados.
Luego de sofocar dicha rebelión se procedió a enviar expediciones militares a las diversas ciudades del interior, reclamando apoyo para la Primera Junta. Se reclamó el servicio militar a casi todas familias, tanto pobres como ricas, ante lo cual la mayor parte de las familias patricias decidían enviar a sus esclavos al ejército en lugar de a sus hijos. Esta es una de las razones de la disminución de la población negra en Argentina.
La Primera Junta amplió su número de miembros incorporando en sí misma a los diputados enviados por las ciudades que respaldaban a la Revolución, tras lo cual la Junta pasó a ser conocida como la Junta Grande.
El 26 de septiembre partió hacia el Paraguay una segunda expedición, al mando de Manuel Belgrano, con la esperanza de que los paraguayos se unieran espontáneamente a la Revolución. Pese a que la expedición fracasó, sirvió de estímulo para el estallido de la Revolución de mayo de 1811 en Asunción, que inició el proceso de independencia del Paraguay.
La escuadra española apostada en Montevideo bloqueó el puerto de Buenos Aires en septiembre de 1810, pero la presión de la escuadra británica anuló los efectos de esta medida. La Junta organizó una escuadra naval, que puso al mando de Juan Bautista Azopardo, a la que envió en apoyo de Belgrano; la misma fue completamente destruida en el Combate de San Nicolás, demostrando la peligrosidad de la escuadra apostada en Montevideo. En efecto, no sólo la escuadra realista demostró estar en condiciones de lanzar ataques sobre cualquier punto de la costa del río Paraná, sino que además los realistas de Montevideo lograron ocupar ambas orillas del río Uruguay y toda la Banda Oriental.
La situación en la Banda Oriental cambió a partir del Grito de Asencio y la asunción del mando de los revolucionarios locales por parte de José Artigas; este logró una victoria completa en la batalla de Las Piedras y puso sitio a Montevideo. La ciudad resistió exitosamente, principalmente gracias a su escuadra, que la aprovisionaba por vía fluvial.
En el frente oriental, además de los conflictos entre patriotas y realistas, se generaron las disputas por la definición del rol de los pueblos en la futura organización política. Gervasio Artigas, líder oriental del ejército patriota, defendía posiciones confederales frente a las centralistas de un sector importante de la dirigencia de Buenos Aires. Estos se enfrentarán también con las armas.
La Junta Grande era el cuerpo que debía representar la opinión pública de las ciudades del interior, pero la acción ejecutiva de la misma se veía trabada por su excesivo número de miembros, y la oposición acusaba a la Junta Grande de inoperante. La falta de un reglamento dificultaba sus funciones perdiendo tiempo en discusiones de modo, postergando así otros asuntos más importantes. Por eso se organizo el primer triunmirato que fue el órgano ejecutivo, integrado por tres miembros que gobernó las Provincias Unidas del Río de la Plata entre el 23 de septiembre de 1811 y el 8 de octubre de 1812.
Fue establecido después de que el Cabildo de Buenos Aires derrocara a la Junta Grande, a fin de volver a las tendencias centralistas de la Primera Junta.
Durante el Triunvirato, un grupo de jóvenes rioplatenses que habían integrado el ejército español en la lucha contra Napoleón, llegó a Buenos Aires en marzo de 1812. Su objetivo era luchar por la independencia de Hispanoamérica. Habían ingresado en las logias secretas liberales que actuaban en Europa, dependientes de la Gran Unión Americana, organizada por Francisco de Miranda en Londres. El Triunvirato reconocio a la logia de Lautaro, les incorporó al ejército y les reconoció el grado militar.
Entre ellos se destacaban José de San Martín, a quien el gobierno le encomendó la organización de un cuerpo de caballería —el Regimiento de Granaderos a Caballo— y Carlos María de Alvear, integrante de una de las principales familias porteñas.
No todo el Alto Perú estaba controlado por los realistas: distintos grupos guerrilleros, conocidos con el nombre de Republiquetas, controlaban algunas regiones del mismo, aunque por el momento no controlaban ciudad alguna. No obstante, tras conquistar las ciudades altoperuanas, un ejército realista invadió el Norte de la actual Argentina; el Triunvirato ordenó al general Belgrano, jefe del Ejército del Norte, retirarse hasta Córdoba. Belgrano inició la maniobra con el llamado Éxodo Jujeño.
La orden especificaba que la retirada debía dejar solo campo raso frente al enemigo, de modo de no facilitarle casa, alimento, ganado, mercancías ni cosa alguna que le fuera utilizable. Los cultivos fueron cosechados o quemados, las casas destruidas, y los productos comerciales enviados a Tucumán. El rigor de la medida debió respaldarse con la amenaza de fusilar a quienes no cumplieran la orden.
La población acató sin mayores actos la medida a partir de los primeros días de agosto, demorándose algo más los vecinos pudientes, que requirieron de Belgrano carretas para transportar sus bienes.
Pero, al llegar a las cercanías de San Miguel de Tucumán, fue persuadido por la población local de presentar batalla. Desobedeciendo las órdenes recibidas, Belgrano obtuvo una importante victoria en la batalla de Tucumán, forzando a los invasores a retroceder.
Algo que lamentablemente se revertiria ya que cuando Belgrano siguio avanzando al norte sufrio dos perdidas que acabarian con este nuevo ejercito patriota.
La noticia de la victoria de Tucumán –en opinión de muchos historiadores, la más importante de la guerra de independencia–causó en Buenos Aires un enorme descrédito para el gobierno que había ordenado la retirada hasta Córdoba. Un golpe de estado protagonizado por el coronel José de San Martín derrocó al Triunvirato y lo reemplazó por el llamado Segundo Triunvirato, integrado por Nicolás Rodríguez Peña, Antonio Álvarez Jonte y Juan José Paso, que asumió el 8 de octubre de 1812.
El Segundo Triunvirato y el primer Directorio tuvieron una actitud más decidida en la defensa militar del joven estado y en la pretensión de reconstruir el Virreinato, y enviaron poderosos refuerzos tanto al Ejército del Norte como a las tropas estacionadas en la Banda Oriental.
Al conocerse en Buenos Aires la derrota patriota a consecuencia de la Batalla de Ayohuma, el 14 de noviembre de 1813, Martín Miguel de Güemes fue ascendido a teniente coronel y designado como jefe de las fuerzas de caballería del Ejército del Norte, comandado desde el 30 de enero de 1814 por José de San Martín, que había sucedido a Belgrano.
En abril de 1814 San Martín, nombró a Martín Miguel de Güemes jefe de su vanguardia delegando la comandancia de las fuerzas patriotas de avanzada formada por gauchos de Salta y de Jujuy que operaban en el Alto Perú. Desde mayo de 1815, y hasta su muerte, ejerció esas funciones y las de gobernador de su provincia.
Güemes se estableció sobre el río Pasaje, desde donde debía controlar la mitad Este de la jurisdicción de la ciudad de Salta. Desde allí estableció contactos con hacendados, que lo ayudaron a reunir milicias. Tiempo más tarde, los generales realistas intentaron degradar a sus enemigos de las milicias irregulares salteñas con el mote de gauchos, con el curioso resultado de que estos terminaron por asignárselos a sí mismos con orgullo. A mediados de 1814, los gauchos de Güemes controlaban la mayor parte de la zona rural de Salta, lo que obligó al ejército realista a replegarse hacia el norte.
Los grupos de combate gauchos fueron organizaron en partidas de veinte hombres al mando de un oficial y, cada cuatro grupos, un oficial superior elegido entre los más expertos era el responsable de administrar las armas de acuerdo con su capacidad de manejo. Los gauchos de Güemes respondieron siete de las diez invasiones que se pretendieron realizar por la frontera del Alto Perú.
Toda la población participaba: como guerreros los hombres; como espías o mensajeras las mujeres, niños y ancianos. Las emboscadas se repetían en las avanzadas de las fuerzas de ataque, pero más en la retaguardia y vías de aprovisionamiento. Cuando los realistas se acercaban a un pueblo o una hacienda, los habitantes huían con todos los víveres, el ganado, cualquier cosa que pudiese ser útil al enemigo.
La disposición más importante del Triunvirato fue la convocatoria a la Asamblea General Constituyente de 1813. También envió una misión a las provincias del Interior, que cambió las autoridades de las ciudades y provincias, reemplazando a los funcionarios adictos al gobierno anterior o a facciones autonomistas locales por otros, adictos a la Logia Lautaro.
Se desarrolló una obra legislativa tendiente a reafirmar la soberanía del Estado, tomando medidas como el reemplazo del sello real y el escudo de armas por uno propio; aprobó una única Marcha Nacional –el actual Himno Nacional Argentino– y ordenó la acuñación de monedas con los símbolos del nuevo Estado. Por otra parte, prohibió el uso de tormentos, suprimió los títulos de nobleza, abolió el Tribunal de la Inquisición y declaró la libertad de vientres, por la que los hijos de esclavos pasaban a ser libres. También reorganizó el Poder Judicial y en su sesión del 27 de febrero de 1813 aprobó el Estatuto del Supremo Poder Ejecutivo, mediante el cual se organizó el Poder Ejecutivo y se fijaron sus facultades, reemplazando en esa forma al Estatuto Provisional de 1811.
Con el paso del tiempo, la situación en España se fue revirtiendo, hasta que Fernando VII regresó al trono español. La política francamente absolutista del rey conllevaba también una actitud más agresiva en contra de los estados independizados del imperio, rechazando cualquier arreglo que no significara una completa vuelta a la anterior situación de dependencia colonial absoluta.
La Asamblea debió afrontar divisiones internas respecto a la nueva situación: una posición encabezada por Alvear sostenía la necesidad de negociar con Fernando VII; proponía postergar la declaración de la Independencia y la definición de la forma de gobierno y apoyaban el centralismo. San Martín lideraba la otra posición, proponía declarar la Independencia, reorganizar el ejército y combatir a los españoles; era también centralista, pero estaba dispuesto a negociar con los caudillos locales de las provincias.
Artigas, caudillo de la Banda Oriental, organizó un Congreso en 1813. En este se decidió reconocer a la Asamblea y enviar seis diputados, con instrucciones específicas, que sostenían un proyecto político diferente al de Buenos Aires, regidas por los principios de Independencia, federalismo y república en lo político; libertad de comercio e igualdad de puertos en lo económico. Querían que el gobierno central estuviera fuera de Buenos Aires y que los gobiernos locales conservaran el derecho a su propia administración.
El Estatuto Provisional de 1815 (Secc III, Cap. I, Art. XXX) estableció que los diputados al congreso general debían reunirse en Tucumán. No existían dudas de que la sede debía estar fuera de Buenos Aires porque era un hecho cierto que casi todas las ciudades del interior eran hostiles a la capital.
Tanto el interior como un sector en la propia capital compartían los temores de una posible repetición de connivencias que en años anteriores se habían dado entre la Asamblea General Constituyente y el gobierno de turno a la que solían sumarse las influencias de los intereses particulares de las elites de Buenos Aires.
La elección de la ciudad de Tucumán como sede se debió a varios factores:
• Existían buenas relaciones entre el gobierno de Tucumán y el de Buenos Aires y las ciudades del interior confiaban en Tucumán;
• Era necesario disociar la autoridad del Congreso de la primacía de Buenos Aires. Esto facilitó que Córdoba se aviniera a enviar sus diputados al Congreso;
• Para honrar a la ciudad y autoridades de Tucumán por su esforzado desempeño en la guerra;
• Por la posición estratégica de su ubicación geográfica y la presencia del ejército auxiliar del Perú en sus cercanías.
Para 1815 la ciudad de Tucumán ya no era la sencilla aldea colonial poblada de comerciantes en la ruta entre Buenos Aires y al Alto Perú. Desde 1810, los ejércitos en tránsito hacia el norte y el abastecimiento de alimentos y equipos de esas fuerzas alteraron su fisonomía. Contaba con un hospital de campaña, una fábrica de fusiles y diversos talleres. La población había aumentado, en parte por los emigrados del Alto Perú, Jujuy y Salta que llegaban buscando más seguridad. La guerra, en todas sus manifestaciones: noticias, rumores, controles de seguridad, heridos, desertores, formaban parte de la vida cotidiana de la ciudad elegida como sede del congreso.
El Congreso de Tucumán fue una asamblea soberana que al mismo tiempo se desempeñó como tribunal, poder legislativo y constituyente. Fue convocada por un acuerdo establecido en el Estatuto de 1815 y sesionó en dos lugares distintos: desde el 24 de marzo de 1816 al 16 de enero de 1817 lo hizo en la ciudad de San Miguel de Tucumán, y posteriormente en la ciudad de Buenos Aires, entre 12 de mayo de 1817 y el 11 de febrero de 1820. Los actos propiamente constituyentes del congreso fueron el Acta de declaración de la independencia (9 de julio de 1816), el Manifiesto que hace a las Naciones el Congreso General Constituyente (25 de octubre de 1817), el Reglamento Provisorio para la dirección y administración del Estado (3 de diciembre de 1817) y la Constitución de las Provincias Unidas de Sud-América (22 de abril de 1819).
Para 1815, España estaba triunfando en su ofensiva para recuperar los territorios y hacerlos retornar al absolutismo según los deseos del monarca Fernando VII. Luego de numerosos reveses para derrotar al ejército realista, San Martín comprendió la dificultad de combatir en la zona del Alto Perú y que debía ocuparse Lima para terminar la Guerra de la Independencia en forma definitiva.
Tras su experiencia en el Ejército del Norte y como resultado de las reuniones con Belgrano y Güemes, San Martín comenzó a planificar la expedición libertadora de Argentina, Chile y Perú. Pensó en una campaña independentista a escala continental, regional y local, donde las tres se articulaban a la perfección. Cruzar la cordillera de los Andes, liberar Chile y desde allí, por medio de una operación anfibia, avanzar por mar hacia Lima. Avanzando junto a Bernado O’Higgins (desde Cuyo a Chile) y esperando contar con la ayuda de Simón Bolívar, el referente libertador de la Gran Colombia, se anhelaba emancipar para siempre al territorio sudamericano del dominio realista.
En noviembre de 1813 se creó la Gobernación-Intendencia de Cuyo (Mendoza, San Juan y San Luis), hecho de gran importancia para los planes de San Martín, que tras renunciar como Comandante del Ejército del Norte asumió Gobernador-Intendente en agosto de 1814, contando con el auxilio de tenientes de gobernación en San Juan y San Luis mientras él residía en Mendoza junto a su esposa Remedios de Escalada.
Con la campaña libertadora en mente, y con la misión de organizar la defensa ante un posible ataque realista, San Martín se instaló en Mendoza por la cercanía con la cordillera, y por ser un territorio muy bien organizado económica y logísticamente gracias a la actividad vitivinicultora. De a poco, la fisonomía de la ciudad se fue modificando, pareciéndose cada vez más a un cuartel militar: se instalaron talleres de artillería, almacenes de acopio de alimentos, fábricas de pólvora y campos de entrenamiento.
La creación del Ejército de los Andes se conformó con parte del Ejército del Norte, del Litoral y con la incorporación de civiles, gauchos, mestizos, esclavos libertos, indígenas y voluntarios de todas las clases sociales, predominando los sectores populares. Todos recibieron adiestramiento militar en los cuarteles del Campo de Plumerillo. La liberación de los esclavos varones entre 16 a 30 años para ser incorporados al Ejército Libertador fue una acción revolucionaria. El 26 de enero de 1815 se estableció que “quedaban libres con la única obligación de servir en el ejército hasta un año después de concluida la presente guerra”.
El plan de San Martín y sus colaboradores contemplaba dividir el ejército en seis columnas a lo largo de más de mil kilómetros de ancho entre La Rioja y el sur de Mendoza. Las columnas ingresarían por seis diferentes pasos y debián llegar de manera sincronizada a un punto en común, donde organizarían la ofensiva para tomar la ciudad de Santiago de Chile.
El 5 de enero se realizaron las ceremonias de partida de las tropas. Eligieron a la Virgen del Carmen de Cuyo como Patrona y se enarboló la bandera del Ejército de los Andes con el diseño de una franja azul y otra blanca. El 9 de enero comenzó el avance y entre el 12 y el 19 se inició el cruce las distintas columnas.
El ejército atravesó la cordillera para reunirse las columnas, entre el 9 y 10 de febrero, en Curimón, valle del Aconcagua. La sincronización del plan fue perfecta. Con eso la duracion de las revoluciones en el sur fue garantizadas, pero en la Argentina empezaria un periodo de caos con una guerra civil entre unitarios y federales.
Vampiros:
Durante la revolucion el Sabbat intento reagruparse y restablecer su unidad, en gran parte debido a la frenética actividad de varios agentes enviados desde México por el Regente Gorchist. Entre ellos varios integrantes de la mano negra y de la inquisicion. De estos ultimos muchos tambien vinieron de Peru que parecian adivinar que la camarilla usaria el impulso de la revolucion para atacarlos.
La Espada de Caín decidió dejar las rencillas internas frente al enemigo común. Por lo que estas fechas iniciarian la guerra abierta entre el Sabbat y la Camarilla por las provincias de sur (como era conocido antes argentina).
El liderazgo del Sabbat argentino era ostentado por el nuevo Arzobispo de Córdoba, Roberto Formoso, un antitribu Brujah, mientras que la Camarilla era liderada por Fernando Díaz, reconocido como Príncipe de Buenos Aires. El cambio de liderazgo en Cordoba fue debido a que muchos veian a Rosario Albarracín como una lider debil de tiempos de paz y no le correspondia el cargo en estos tiempo. Para sorpresa de muchos ella no busco rebatir esto y dejo a Roberto Formoso tomar el cargo pasando ser una obispa de la ciudad.
Para Roberto fue una posibilidad de colocarse como uno de los primeros antitribu con poder en esa area generalmente reclamada por los lasombras. No tardo en verse como preparo al sabbat para la guerra, aunque pronto se daria cuenta que las peleas en el sabbat no estaban terminadas y que los lasombras no aceptarían del todo su liderazgo.
Mientras Rosario Albarracin fue recibida de buena manera por los Kiasyd dueños de la universidad de Cordoba. Sin embargo ella termino por no senrtirse del todo satisfecha con solo estudiar libros antiguos como antes, ya que los años que goberno la ciudad le enseñaron lo delicado que podria ser su posicion si solo se encerraba en su dominio. Por lo que acepto muchas invitaciones de los lasombras que proponian su vuelta al liderazgo con ellos como consejeros, al menos hasta que ellos mismos la saquen. Rosario no tardo en darse cuenta de sus verdaderos planes y por eso buscaria otros aliados.
Las noticias que recibio el sabbat de misiones fue que se habia convertido en un refugio para los infernalistas, donde ex sabbats e indigenas juraban lealtad a un demonio antiguo de las tierras americanas. Mientras la realidad de ese territorio era mucho mas compleja, las luchas humanas en ese territorio terminaron creando un clima de caos en la sociedad cainita. Los clanes jesuitas como empezaron a llamarse a si mismos un grupo de sabbats y los hijos de Sepé Tiarayú, clanes originarios, seguian en busca de aliados. Estos grupos juntos formaban un especie de poder independiente en este area, a pesar que habia cierta lealtad al sabbat. Mientras combatian un infernalismo que iba en crecida con su triunfo que llego cuando pusieron en letargo a Sepé Tiarayú. El sabbat sin conocer eso mando a una manada poderosa de la inquisicion para encargarse de eliminar a todos y si es posible conseguir el dominio del area.
Fue mas tarde en la campaña del sabbat que se encontraron con dificultades, el exodo jujeño habia dejado mucha tierra arrazada que no permitio alimento o asentamiento a los humanos. Haciendo que los ejercitos del peru tardaran en llegar a tucuman. Pero eso no impidio que el sabbat se armara lo mejor posible en esa ciudad, la cual se habia vuelto la segunda capital del sabbat en los territorios de Argentina aunque en el territorio del vireinato aun tenian Asuncion y Montevideo.
Con el tiempo esa capital ascenderia muientras los humanos cambiaban ese pueblo en un bastion revolucionario. Lo mismo fue pasando en Mendoza aunque en otro ritmo. En mendoza con el ejercito de san martin detenido ahi, el sabbat pudo sacar muchos reclutas militares que compensaron las tropas que no pudieron conseguir de Peru. La mano negra incluso consiguio nuevos reclutas rapidamente.
El Príncipe Fernando y la Camarilla aprovecharon el descontento de los mortales en beneficio propio, favoreciendo a los políticos centralistas, que pretendían establecer un país soberano bajo el liderazgo de la capital porteña.
Paralelamente, el Príncipe comenzó a recibir apoyos desde Europa y America. Buscando organizar todos los apoyos se llamo a un conclave camarilla en el pais donde se convoco a todos los posibles aliados que estaban en el pais o fuera de este. Para la mala suerte del principe su convocatoria tuvo demasiado éxito.
Quienes asistieron al conclave fueron varios antiguos que huían de la devastación de la Revolución Francesa y las guerras Napoleónicas, aunque tambien los actuales gobernantes anarquistas franceses aun sedientos de sangre. Los Tremere hicieron ofreciendo un lugar seguro junto con su hechizos para resguardar el lugar. Don Emilio Quintela, un Brujah procedente de España, llegó junto a demas miembros del clan a la ciudad atraído por la implantación de las ideas liberales en las colonias sudamericanas. Ventrues ingleses que aun se encontraban enojados por su fallida invasion buscaban venganza por su orgullo. Anarquistas y camarillas de Argentina que si bien no era un gran numero, tenian mayor influencia por su relacion con Alexandria o el principe y tenian veterania por la pelea contra el sabbat y contra los ventrue ingleses aunque esto ultimo no lo mencionaban abiertamente. La llegada de Talciques y Gangrels originaros sorprendieron a mas de uno pero el principe sabia que era mejor tenerlos como aliados que enemigos porque habia visto su lucha contra el sabbat. Finalmente dos clanes aun mas inesperados que los originarios llegaron a la reunion. El primero fue un grupo de lasombras de Buenos Aires que aseguraron su lealtad al principe y su deseo de desertar ya que el sabbat se habia convertido en algo que simplemente rechazaban, estando mas afiliados con las politicas independentistas de españa. El segundo fue un individuo que represento a su clan, un setita que se hacia pasar por un brujah independiente que solo el principe y algunos de los primogenitos sabian que no era.
El conclave fue sin duda una reunion importante, aunque las primeras noches fueron mas parecidas a un griterio brujah que a las reuniones hermeticas de los tremeres. Algo que los guardianes tremeres de ese eliseo tardaron en acostumbrarse. De cualquier forma tras los gritos y amenazas de las primeras noches empezo a formarse cierta coherencia y tambien grupos.
Don Emilio Quintela parecio agrupar a la mayoria de su clan, junto con los anarquistas de buenos aires y con algo de dificultad a los anarquistas franceses que de vez en cuanta parecian listos para matar a los antiguos que se les escaparon y algunos estado unidenses que parecian dispuestos a no desperdiciar una nueva oportunidad de liberar una tierra en america. Para sorpresa de muchos era un grupo gran con apoyo terrestre y marino.
Brianna Campbell, ventrue de las islas britanicas. Irlandeza leal a londres, junto a los ventrue, a los antiguos huidos de francia. Los tremere se unieron a ella porque la veian en un principio como la muestra de orden en la reunion a pesar que ellos no eran bien recibidos en las islas.
El principe Fernando habia agrupado a la camarilla local y algunos anarquistas que tenian antigua lealtad a él. Junto a ello tambien a los lasombras que mostrando su lealtad elegian muchas veces repetir las palabras de este, el setita tambien fue del lado del principe pero mas para reclamar mas tarde favores que le debia. El consejo obviamente fue con él, aunque mas porque lo tenian controlado.
Bagual lider tlacique de los originarios se queda en un lugar apartado con los suyos, aunque a diferencia de los gangrels que parecian aburridos tras las primeras noches prestaban atension tal vez buscando algun aliado entre el grupo. Fue por algunas conversaciones con Bagual que algun vastago de la camarilla entenderia de los todos originarios se llamaban a si mismos los araucanos aunque eso era solo el nombre de un grupo de ellos en el sur.
Finalmente tras unas cuantas noches se organizo un mapa de conquistas donde se distribuiría de cierta forma los territorios capturas, tambien la forma en que los vampiros acompañarian a los humanos a las batallas y por un ultimo una tregua entre todos los grupos que buscaba mantener la paz al menos hasta que el sabbat dejara de ser un problema. Para sorpresa de nadie el principe y su clan tomarian una parte mas grande del territorio lo cual no era extraño incluso para los indigenas. Lo que si creo algunas quejas fueron las distribuciones del resto pero pronto fueron silenciadas.
Ambos lideres de las sectas vampiros no dudaron en atraerse a vampiros extranjeros dentro de sus sectas, realizando numerosas concesiones incluso a los setitas que habian esperado este momento para adquirir mas favores y cobrar los mas importante asegurándose en varios lugares un territorio donde el culto cobraría fuerza.
Durante la etapa colonial y ahora la revolución los setitas ayudaron a la creación de quilombos o palenques, lugares de libertad para los esclavos. Ahi servian como sacerdotes para el rebaño de humanos, motivandolos para buscar la libertad de otros para luego pasarlos a su culto.
En el caos de la guerra entre ambas sectas, hubo incluso algunos Vástagos que cambiaron de bando en varias ocasiones dejandose llevar mas por las ambiciones personales que por algun tipo de ideología. Conocidos fueron anarquistas que pelearon confiando que al ser Fernando uno ex anarquista les ayudaria a progresar mientras otro odiaban en gran medida a ese nuevo principe por venderse a la camarilla.
Entre los varios lugares que se libro la guerra de sectas, la parte marina demostró su vital importancia. El mar, el rio de la plata, el rio uruguay y el rio parana fueron terrenos donde barcos se encontraron para enfrentarse. Aunque en lo militar los corsarios lasombras siempre tuvieron una superioridad importante los ventrue de gran bretaña y algunos brujahs franceses les ofrecieron batalla siempre que les parecio que podrian derrotar a los lasombras. Eran muy contadas las veces que los barcos militares lasombras bombardeaban ciudades reclamadas por la camarilla cerca de los rios sin que nadie pudiera defender las ciudades.
Una cosa que los lasombras no agradecen aunque deberian es que los humanos realistas fueran rapidos en reclamar las fuerzas marinas que habian estado en buenos Aires y las llevaron a montevideo. Dejando sin barcos a buenos aires y convirtiendo a montevideo en el fuerte de los lasombras corsarios. Mientras los ventrue hicieron cuanto pudieron aprovechando el libre comercio con inglaterra que los lasombras no pudieron bloquear, para pasar materiales y financiamiento para una armada que tardaria en llegar pero cuando por fin tuvieron una posibilidad terminaron el bloqueo (no completo) en buenos aires.
Tras eso y gracias a a las conquistas de uruguay por artigas la situacion en mar empezo a mejorar. Se contarian victorias de parte de los vampiros que apoyaban a la revolucion e incluso estos terminarian mudando sus esfuerzo yendo hacia chile para atacar los puertos de ahi o a brazil en años posteriores cuando los argentinos tuvieran conflicto con ese otro pais luego de independizarse.
Los Tremere hicieron aparición con fuerza, instalando una pequeña capilla en la ciudad de Buenos Aires con el permiso del Principe. Luego se integraron lo mas rapido a las logias secretas, según la historia algunas vinieron de francia pero en realidad la masonica de argentina vino de españa algo que aprovecharon los tremeres para venir con ellos al pais. Luego la logia de Lautaro tambien tuvo su infiltrado ghoul de los tremeres o vampiros cuando las reuniones eran nocturnas, dispuesto a ayudar a la independencia para dañar al sabbat.
Aunque no faltaron los que buscaron algo diferente como por ejemplo formar parte de la politica argentina dejando un poco de largo su educacion buscando influencia politica en esa ciudad. Otra razon fue la de Kacper Zielinski que entre sus ideas hablaba de una independencia de viena, siendo un polaco que no apreciaba la influencia de los siete. Fue en los momentos del triumirato que los tremeres tuvieron mas fuerza y empezaron a aconsejar al principe, moviendose incluso entre las intrigas que habian en la ciudad.
Emilio Quintela junto con los brujahs y anarquistas fueron los primeros en juntarse al ejercito patriota. Gozaron de las primeras victorias, aunque entre ellos los anarquistas franceses devoraron a los sabbats sin pensarlo dos veces. Eso creo conflictos con mucho temiendo que los franceses los devorarían a ellos tambien. De cualquier forma siguieron tanto como pudieron encontrando la primera resistencia en Cordoba. Junto con esa resistecia las discuciones entre ellos se volvieron mas graves hasta que un grupo se separo para ir hacia santa fe, entre rios y corrientes. Lugar donde algunos gangrels no indigenas habían ido escuchando de Artigas y la valentia de los vastagos que le seguian.
Pronto las tropas de Artigas consiguieron tropas nocturnas que le garantizaron varias batallas a pie que se encontraron en esas provincias. Vastagos que empezaron a entender el modelo federal que impulsaba Artigas y querian ponerlo en practica viendo como los toreadores estaban juntando demasida fuerza en buenos aires sin compartirlo con los demas.
Las victorias de Artigas y sus ayudantes nocturnos fueron varias, tanto que sin que pasara mucho tiempo se encontraron en las puertas de Montevideo forzando a los lasombras a encerrarse en la ciudad sin opcion alguna para poder salir a enfrentarlos en especial luego de las multiples derrotas de los humanos.
De vuelta en el sur Bagual consiguio convencer a los vastagos originarios que no atacaran Buenos aires o se les dejo en claro que los que atacaran esa provincia lo harian por su cuenta. Cosa que algunos aceptaron y por eso apesar de las alianzas grupos de indigenas siguieron arrazando ciudades en buenos aires. Eso marcaria tanto en los indigenas como en la camarilla que los vastagos indigenas no estaban tan unidos.
Mientras comandados por Bagual volvieron a realizar las estrategias del pasado, utilizando a los malones en la noche para hacer sus incursiones esta vez diriguiendose contra territorios sabbats. Generando un temor tanto en humanos como vampiros. Aprovechando para robar armas, caballos y secuestrar humanos para alimentarse. Entre los vastagos que se dejaban ver estaban los gangrels, tlacique y algunos independientes que buscaban detener el avance de las sectas. Uno de los independientes fueron los setitas que pudieron mandar un representante con Bagual ofreciendole su ayuda y con eso comenzarian ambos clanes conversaciones secretas.
Entre los grupos guerreros se empezo a formar los Araucanos. Vastagos de origen mapuche o de otros pueblos que fueron asimilados por ellos. Este grupo fue el mas temido por el sabbat pero tambien por los demas vastagos, ya que entre ellos estaban algunos vastagos que habian matado a los antiguos señores vampiros del lugar. Una parte de su poder radicaba en que se encontraban presentes tanto en Argentina como chile, teniendo aliados entre las montañas que les permitieron pasajes para cruzar las cordilleras.
En el norte un vastago tomaria el nombre de Tupac Amaru III, unos cuantos años antes que el Tupac Amaru III humano. Con esto se crearia una linea vampira con el titulo que algunos lo verian como independientes a los tupac humanos. Este lider comando a los vastagos del alto peru a pelear contra los vastagos del sabbat, aprovechando el terreno que conocian para su provecho. Finalmente se unirian al movimiento de libertad de las provincias unidas aunque ningun representante de ellos habria estado en el conclave de Buenos Aires.
Una de las discuciones que empezaron los indigenas en ese momento. Los gangrels originarios vieron un lugar en la camarilla donde pudieran vivir con mas tranquilidad segun lo que entendian y patrocinaba la camarilla. Si bien el sabbat tambien hacia propaganda para ellos solo los mas sanguinarios y ya exiliados aceptaban ello. Pero con la Camarilla parecia haber un lugar en el nuevo orden. Fue por ellos que muchos temieron una posible gran fuga de ese clan, pero no supieron como reaccionar. Algunos los declararon traidores a ellos y sus chiquillos, otros simplemente lo aceptaron, mientras otros los acompañaron pero solo para investigar a la camarilla y volver a las tribus con informacion.
Entre todo el ambiente de la revolucion hubo un clan que permanecio oculto y la vez muy a la vista. Los malkavians. Estos realizaron varias acciones en estos tiempos que estaban lejos de ser coordinadas aunque para algunos lo pareciera.
Los camarilla entraron en la ciudad dentro de los barcos que trajeron a otros vastagos aunque sin dejar notar su presencia, cuando fueron notados ya estaban gritando frente a una gran cantidad de cabildos por la libertad y a favor de la revolucion. Nunca se supo como llegaron a tantos a los distintos lugares pero de a poco empezaron a atraer a los humanos para que apoyen la revolucion. Se rumorea que muchas de las gazetas inventadas en esa epoca tenian malkavian dictando a los humanos lo que tenian que escribir.
Junto a eso terminaron dentro de las reuniones secretas de los masones discutiendo con los tremeres el futuro del pais. Sorprendiendolos por la calidad de sus argumentos e incluso de la sabiduria politica que parecia estar incluso mas alla de la propia europea, apoyando movimientos que en ese entonces no estaban ni reconocidos.
Mientras en el sabbat ellos se acercaron a las fronteras que tenia el sabbat con su enemigos para empezar a dar razones por las cuales los indigenas terminarioan perdiendo y tambien como sin importar quien ganara los indigenas seguirian en una situacion penosa. Esto lo expresaban con argumentos solidos que provarian siendo verdad en el futuro. Eso provoco ataques de los indigenas que terminaron cayendo con mas facilidad al salir de sus lugares protegidos. En la politica interior alimentaron e incluso amplificaron el rumor acerca de que los revolucionarios eran unos ateos satanicos masones que destruirian todo, lo que les permitio conseguir seguidores religiosos fanaticos dispuestos a todo.
Cualquier cosa me dicen si se me paso algo. Tal vez agrego mas cosas.