Partida Rol por web

Evolet pasa junto a mi y roza mi brazo en una señal de amistad como jamás la había tenido. Ha sido impresionante su comportamiento, su valentía y el arrojo.... Entiendo que mi padre la hubiese elegido, que la hubiese amado...

-Yo también necesito descansar, necesito sentirme segura unas horas. Creo que lo único que ahora me diferencia de todos vosotros es que yo sí sé lo que quiero pedir a Betina... Una cabeza- me acerco a Evolet y la sonrió con la más terrorífica de mis sonrisas.

La intervención de Evolet consigue hacer entrar en razón a la mujer que todos temen. La otra mujer y el chico eléctrico han colaborado convenciendo con los mismos argumentos. Una vez mas me demuestra la vida que no todos son números y estadisticas. Por pequeña que sea la posibilidad la fe humana es mas fuerte y puede hacer cambiar un destino incierto y oscuro. Esa demostración me demuestra que Gabriel decía la verdad, que las palabras que me dedico eran ciertas. La luz de Atenea, esa luz que me dió salvándome y que ahora esta en mi me conducirá a un destino mejor. Que si sigo a sus amigos me llevaran de nuevo a casa. He sonreido a Evolet cuando la Reina la ha soltado y se ha llevado a sus tropas. Desde que he visto el dolor de esas dos mujeres algo dentro de mi se ha agitado, como un recuerdo doloroso enterrado en mi feliz pasado. Los analisis de la parte cibernética de mi mente siguen su curso archivando las palabras de la nota y por otro lado estoy confusa embargada por un sentimiento que casi había olvidado. ¿ Si todo ha salido bien porque siento ese vacio en mi esa... tristeza? Evolet se retiró a descansar y los demás parecían dispuestos a hacer lo mismo. Envidiaba la fortuna que tienen de cerrar los ojos y olvidarse de todo arrastrados por el sueño o cansancio. Yo no duermo, no lo necesito y por ello ya no he vuelto a soñar nunca mas.

Desvié mi mirada a un lado pensativa ocultando cierto abatimiento y al poco me retiré. Si que hay algo que puedo pedir a alguien considerada  una diosa. -Seguiremos hablando mañana, yo me retiro por hoy.

Cuando Evolet pasa a mi lado:

- Gracias, has estado maravillosa. Creo que muchas personas te deben hoy la vida.

La sonrió feliz a ella y al resto de mis compañeros. Me emociona que Betina pueda cerrar página y seguir su vida. De alguna forma, leer la carta de Vadik me devuelve a la realidad: esto aún no ha acabado.

Descansemos hoy que nos lo hemos ganado, no se si mañana podremos hacerlo

Vadik conoce mejor a Betina, ¿Qué se le puede pedir a una diosa?

Atardecer de un nuevo dia
Ciudad del Cráter. Reunión privada en una pequeña caverna.

- No la conozco mucho mejor que vosotros. Solo se lo que llegaba a mis oidos durante mis años de cautiverio. Dije respondiendo a mi hermanastra. Poco a poco los demas iban llegando. Me fijé sobretodo en la mujer pelirroja. Mis ojos la habian seguido al entrar.

- Podemos pedirle alguna ventaja contra esos que os capturaron. Algun tipo de poder. Lo que sea que  podamos usar si nos acechan. De nuevo había fijado mi atención en Shell.

Mi odio y sed de venganza me ciegan en esta decisión y quiero ver ese golpe mortal a los correctores... Aunque se nos vaya de las manos.

Miré a la chica mas bajita del grupo. Era misteriosa y atractiva a partes iguales. No compartía su decisión pero la respetaba.

Pude sentir las palabras cargadas de odio de Shell al hablar. Posé mi mano suavemente en su hombro. Quería hacerle saber que contaba con mi apoyo en la decisión. Ella me creaba dudas. Era mi hermanastra. Pero despertó extraños sentimientos al tocar su mano al conocerla.

- Yen, ¿tu que opinas? Pregunté al oriental. Le dejé tiempo para reflexionar. Par que aportará sus ideas. Y mientras lo hacia volvi mi mirada en la mujer pelirroja de ojos verdes. De una forma u otra mis ojos acababan puestos en ella.

- Después de lo que conseguistes con Betina mentiría si no te dijera que me gustaría escucharte. Parece que tienes algunos dones. Uno de ellos  la palabra. Sonrei.

Tenía mejor cara, las ojeras que se marcaban bajo mis ojos había desaparecido casi por completo y mi cabello estaba otra vez perfectamente peinado. Al llegar junto a los demás crucé los brazos lentamente y paseé sobre cada uno de ellos mi mirada. Aunque me paré especialmente en Shell, la cual me había sorprendido con aquella respuesta ¿Sed de venganza? Eso solo nos perjudicaría, pues las cosas que se hacían sin pensar solo tenían un destino y todos allí lo sabíamos o al menos eso pensaba yo.-La ira solo traerá destrucción... ¿No aprendiste la lección?-Humedecí mis labios lentamente, volviendo a quedarme en silencio. No tenía ninguna intención de hacer ninguna participación más, prefería escuchar al resto del grupo. Y para mi sorpresa cada cual tenía formas muy distintas de ver las cosas, lo que les hacía tener claro lo que querían.

Lentamente subí la mano hasta mis labios, acariciando con uno de mis dedos los labios, quedándome pensativa, ausente. Al menos hasta que Vadik buscó mi mirada. Ladeé un poco la cabeza, dejando que las hebras rojas se deslizasen por mis hombros y sin dudarlo mis hermosos iris verdes se clavaron en los de él, y de mis labios surgió una fina línea, algo así cómo una sonrisa, pero para nada exagerada. ¿Don de la palabra? Quizás llevaba razón, siempre había sabido manejarme en cualquier campo con la palabra y al igual que esta vez... En alguna ocasión me había sacado las castañas del fuego. Mientras mi mente se mantenía perdida en su mirada, dándole mil vueltas a todo, él habló y entonces reaccioné, tomando una pose más elegante y serena.-Jamás tenemos suficiente, nos queremos hacer cada vez más poderosos ¿Pero cual es el precio? Yo no me arriesgaría por algo que puede ponernos en peligro tanto a nosotros, cómo aquellos que nos rodean.-Mordí con suavidad mi labio, bastante nerviosa o al menos eso demostraban mis acciones.- Más o menos, a los Correctores los conocemos, sabemos con que juegan y cómo se mueven. Aparte... Whitney estuvo con ellos, podría guiarnos, darnos datos... Es de las nuestras, no os lo negaré, pero eso no la libra de lo que en un pasado hizo.-Volví a mirar a Vadik, sonriendo ahora más tranquila.-No dejéis que un sentimiento negativo sea quien elija lo que pedir a Betina.-Mantuve la mirada en él, pero finalmente desvié la mirada hacia otro lugar.-Confío en vuestra elección, pero creo que me decantaré con algo en lo que me pueda ayudar a mi... Tengo tanta sed de venganza cómo vosotros, pero no expondré a nadie al peligro.-Esa era mi “sentencia final”.

me encantaria algo que arrasara con esos que hacen el mal y que acabaron con nuetro padre pero recordar que tenemos mas grupos que nos siguen y quieren acabar con nocotros, no nos podemos apartar de nuestro objetivo que es encontrar la aguja
creo que me decantare por un poder que nos pueda ayudar a ese fin,ademas si vamos juntos no sumaremos asi mas ventaja?
que mejor forma de venganza que consiguiendo eso que buscan y por lo que mataron a nuetro padre, de que nos sirve asestarles un golpe en uan batalla si luego ellos mismos u otros nos arrebatan lo que debemso proteger

Durante los tres días que dura el duelo, la Niña Madre no se deja ver. Los hermanos Khodan, su compañera de viaje Evolet y la recién llegada Whitney conviven en el reino subterráneo con Vadik de anfitrión, aunque él durante décadas jamás abandonó la Gruta de las Efigies salvo en dos ocasiones, ahora le tratan como al hijo de la Reina que siempre fue. 
 

Pero su ferrea voluntad no es quedarse en aquellos túneles de por vida, sepultado en los recuerdos y reinando junto a las mismas criaturas que fueron sus carceleros. La misión de vengar al padre que no conoció o de ayudar a las primeras personas que puede llamar amigos también es secundaria frente a su deseo vital de libertad. De poder volver a la superficie, de poder volver a ver los colores que jamás pudo olvidar. 

Los días de luto también sirven a los que conocieron a Gabriel para pensar en el que fue un héroe del Consejo pero desde que le conocieron se había mostrado iracundo y soberbio. Aún así empeñó su vida en buscar aquella Aguja y en su sacrificio final en salvarles de los Correctores. 

Quien parece más perdida es Whitney. Pese a que precisamente el último suspiro de vida se le fue a Antares en hacerle ver la luz, literalmente, a aquella especie de mujer cibernética, nadie puede olvidar que también fueron sus rayos los que hicieron pedazos a su redentor y que hasta hacía poco era la mano ejecutora de la Doctora Cameron. 

Esa chica que en ocasiones parece más una máquina que una humana parece una autentica anomalía frente a esos salvajes y esos hombres ratas que les atienden durante esas jornadas. 

Finalmente al tercer día Betina les hace llamar. Tras anunciarles con doliente majestuosidad que pronto partirán para cumplir con su palabra de acabar con los asesinos de Cedric, les explica también que ella les concederá un don. 

- Supongo que os habréis preguntado en este tiempo cuál es el don que mi Mytho me concedió hace siglos: Ya sabéis cómo me llaman todos: La Niña Madre. Y el nombre no es casual puesto que yo soy la creadora de las criaturas que habitan mi reino. 

A los Chkrysa los creé a partir de roedores, haciéndoles evolucionar hasta tener el intelecto de un humano y un aspecto mucho más vigoroso. 

A los Salvajes en cambio los creé a partir de humanos, haciéndoles retroceder en su progresión como especie para que fueran leales súbditos y olvidaran su mundo exterior. 

Sí. Mío es el poder de evolucionar a los seres vivos. 

Y ese es el don que usaré en cada uno de vosotros. Mi poder les permitirá acelerar la progresión natural que cada uno de vosotros tenéis en relación con vuestro Mytho. 

Es cierto que no sé cuál será el efecto que tendrá en cada uno de vosotros pero nadie dijo que el poder no conllevara un coste. 

Id pasando a mis aposentos en los próximos dos días. De uno en uno. No saldréis de Palacio de la misma manera en que entrasteis y con suerte, lo haréis como seres superiores 

Me pregunto si esa evolución afectará a mi parte humana ligada al mitho o a la máquina. No tengo otra opción, no mucho mas que perder. Me siento una extraña, fuera de lugar, como si no encajara y eso que aquí en este mundo bajo tierra en el que los ratones son hombres y los hombres son las bestias no debería sentirme la rarita. Estos dias he preferido alejarme un poco del grupo y cuando estoy con ellos me limito a escuchar analizar y procesar, la parte que hace mi lado cibernético. Estoy frente a la puerta de los aposentos de Betina. Pico un par de veces antes de entrar en el interior. Como dijo voy sola y un sentimiento de temor me acompaña. - Hola, vine tal y como se habló, no tengo miedo en pagar ese coste. Solo pedirte algo ¿Puedes evolucionar la parte que queda de mi que aun es humana? Me acerco y extiendo mi mano hacia ella.

- Veremos lo qué puedo hacer

Dice la Niña Madre a Eraser6 cuando pone sus manos frente a su cabeza. Luego solo añadre

Dolerá. 

Un latigazo de energía sacude sus entrañas, pero Whitney está lejos de sentir el dolor que recordaba de los experimentos de la Doctora Cameron. ¿Entonces por qué llora? Una súbita sensación de angustia y pena y miedo la dejan temblando en el suelo cuando Betina deja de tocar a la chica. 

Es entonces cuando al levantarse cientos de flashbacks sacuden su cabeza. El rostro de sus padres, el instituto, el secuestro... 

Whitney lo recuerda TODO. 

Llorando besa la mano de la Oscura Majestad. Whitney ha recuperado su vida y al hacerlo sus emociones vuelven, sintiéndose completa por fin

- Pasa conmigo- le dijo Betina a Evolet cuando llegó su turno. Su tono volvía a ser frío y hasta inspiraba cierta desconfianza. ¿Habría averiguado Betina que fue la amante de Cedric? 

No tiene otra opción, llegada aquí, que seguirla y dejar que use su poder sobre ella. Las manos de la Niña Madre se posan sobre ella para usar su don de la evolución

En ese momento siente una punzada de dolor que le atraviesa el cráneo. 

- ¿Quién habita en tu cabeza, Evolet? Hay alguien más aquí... oculto... 

Evolet cierra los ojos y entonces se ve en una habitación familiar,  tirada sobre el suelo al lado de unas cortinas rojas. Allí está la otra. La de sus pesadillas. La que a veces toma el control, ... 

- ¡Salomé!- clama entonces otra voz. ¡Es Betina, allí dentro de su cabeza, en la habitación roja! Sabía que había algo extraño en la chica pelirroja. Y si tú estás aquí es que la Sombra necesita a alguien que haga el trabajo sucio...

Entonces toda la habitación tiembla. Evolet siente como la cortina se rasga

- ¿Qué está pasando? - dice Salomé

- Es mi poder. Ha interferido con tu mascarada. La evolución de una mente partida es ser una sola... ¿Pero cuál debe de las dos mentes persistir?