Partida Rol por web

Tal vez y sólo puede que tal vez, Shell haya podido descolgar el teléfono y ella sea la rehén...

Escucho atentamente el teléfono, ¿suena como se aleja la lancha o el teléfono está en la lancha?

- Quizá no tengamos que ir a la base, quizá nuestro objetivo tenga que ser rescatar a la rehén y por tanto, seguir a esta lancha. Ellos, quienes sean, no pueden ir tras ella, pero no cuentan con nosotros...ideas?. Yo de todas maneras, iría poniendo destino hacia allí Bali...

Ethan salta sobre la barca y el soldado que tiene de rehén a Evolett. En el aire su mano traza un chasquido que anula el arma. Al oír que se activa el seguro la pelirroja actúa, coge el brazo del hombre que sostiene el arma que la apunta y lo retuerce con gran fuerza mientras se libera del soldado. Menos mal, porque el salto patada voladora que había visualizado Ethan en su mente se traduce en caer como un pinguino sobre la barca y casi torcerse un tobillo. 

El soldado 2 acaba de encontrar la llave (puesta) para arrancar la lancha.

El soldado 1 está a punto de disparar sobre ellos si Michael no lo impide. O Vadik hace el escudo de fuerza. O Shell se tira para tocarle y esperar que esta vez sí le sirva el poder

117...116

No había tiempo que perder y yo lo estaba haciendo. Estaba perdiendo a Evolet y el único modo de escape.

- ! No dispare! Di unos largos pasos con las manos levantadas para centrar la atención del tirador. Era mas fácil crear un escudo pequeño y no podía fallar. Por eso llamé la atención de los disparos y rezé por que mi hermanastra no se moviera del suelo.

Efectivamente el soldado dispara a Vadik y entonces su campo gravitatorio actúa y las balas caen al suelo sin tocarle

- ¡Son Anomalías, son ellos, son los prisioneros! - grita el hombre asustado

Con un gesto siniestro en el rostro , Golem se dirige hacia la embarcación. No estaban tan cerca de lograrlo para que ahora un mercenario a sueldo les impida huir. Con su gesto petreo prometiendo una venganza atroz , Golem se dirigió al guardia.

-Puedes saltar al agua e intentar ponerte a salvo , o puedo ahorrarte el dolor de la explosion destrozándote ahora.

Confiaba que su bravata hiciera mella en el asustado guardia , ya que no sabia cuanto tiempo mas era capaz de aguantar a este ritmo con su casi deshecho cuerpo.

Escucho esa voz, reconozco el miedo. El miedo es un estado de alerta, todas las neuronas activas en busca de un mensaje tranquilizador... Tengo en mi piel ese mensaje y se lo voy a dar con la más terrible de mis voces...

Mientras los casquillos tintinean sobre el suelo, rebotan en el suelo y los ojos de aquel bufón reflejan más terror que asombro, me reincorporo rabiosa y me lanzo a su piel, su cara, buen contacto, algo seguro...

-Adora a Calíope, hijo de puta...- mis pupilas se vuelven cuchillos frente a las suyas. Espero atravesar su mente como si fuese mantequilla... Espera respuesta Shell, espera respuesta...

En la zona prohibida de mi visión puedo ver pasar a mi querida hermana. Muffin contempla en que me he convertido y con un gesto niega con su dedo índice. Todo parece suceder tan despacio y sin embargo... 110-109

Aunque el poder de Shell esta vez funciona no logra minar la voluntad del soldado: Un superviviente, sin duda, que ha llegado hasta aquí y sabe que es su última oportunidad para escapar. No obstante no escapa del abrazo de Shell ni se muestra violento al tener a un Golem de piedra, cuya pisada decidida hacia él casi iba quebrando el embarcadero. 

Evolett con otra llave se quita definitivamente al soldado de encima dejándole en el suelo, fuera de combate. 

El tercer soldado, el que estaba a los mandos de la barca dice

- Por favor, no nos dejéis aquí. Podemos huir todos. Dejaremos las armas y nos tiraremos a ese lado si queréis pero no nos dejéis aquí

Ethan respira aliviado viendo que la situación está bajo control. Parece que el motor sí arranca. Incita a los demás a subirse rápido. Les queda poco más de un minuto. ¿Qué van a hacer con los tres soldados? 

- Por mi que vengan -contesta Ethan, casi sin darle importancia. Había cosas mas importantes en que pensar, como estar bien lejos cuando la cuenta regresiva llegue a su fin. Pero nada de armas -aclara, como si hiciera falta.

-vámonos de aqui ya. No vamos a discutir que hacemos con estos tipos- el cabreo al ver que aquel soldado no cae a mis pies está a punto de ser incontrolable.

Subo a la lancha sin pensar en otra cosa que en huir, si me dejan pensármelo dos veces aquellos cabrones se quedan y se joden en aquel lugar. No quiero discutir... Pero...

-Larguemonos, quedan segundos...-

En cuanto el que me había amenazado estuvo en el suelo contuve mi impulso por machacarle la cabeza contra el suelo. Mis ojos se afilaron durante unos segundos de manera amenazante.- Estás de suerte, chico...-Hablé con frialdad, esa frialdad que dejaba ver solo cuando las cosas se volvían peligrosas. Durante unos segundos ignoré a los que me rodeaban, pero al  escuchar distintas frases suelta alcé un poco la mirada asintiendo con la cabeza.- Tú vas conmigo...-Agarrándole por la parte trasera de la ropa lo hice colocarse de pie.- Intenta un solo movimiento... Y lo siguiente que haga será partirte el cuello.-Mi tono salía envenado, pero adornado con ese tono suave y provocador. Sin darle tiempo a responder lo empujé hasta la parte delantera de la barca, allí lo hice sentar a un lado, pero antes de separarme lo registré en busca de cualquier arma escondida o que se hubiera pasado al ojo humano.

Después de registrarle me levanté de nuevo.- Vamos, chicos... Estamos en una cuenta atrás ¿Recordáis? Quién no suba se queda en tierra.-Cómo si algo en mi cabeza hubiera hecho Click cambié esa mirada y forma de hablar, incluso en mis labios apareció esa sonrisa tranquilizadora de madre. Miré los controles de aquella embarcación familiarizándome con ellos. En cuanto dieran la orden pondría aquel trasto en marcha a no ser que alguien de los allí presentes prefiriese llevarlo, que entonces no me opondría.

Después de r

Subi a la lancha de un salto. Por un momento había temido que esa bala me alcanzara. Pero gracias a dios no fué así y di gracias por ello.

- Haced lo que querais con ellos. Fui algo rudo no podía negarmelo. No tenía por costumbre ayudar a quien me disparaba.

Vi que Evolet examinaba los controles. Puse mi mano sobre su hombro dándo ánimos a la peliroja y acerqué mi mirada a estos. No entendía mucho. Habian demasiados botones y luces.

- Vámonos ya. Le dije de forma suave a pesar del tono autoritario del mensaje.

-Arrancad ya

Golem se tambaleaba ligeramente sobre la cubierta de la embarcación , quien sabe si por el cansancio físico o el mental. La cuestión es que estos últimos días habían forzado ambas resistencias hasta extremos insospechados , y ello comenzaba a hacer mella en el pétreo ser que os acompañaba.

¿Cuánto dura un minuto?

Es mentira que sea una fracción de una hora, sesenta segundos...la percepción del tiempo es un cuento que se cuenta a los niños en las aulas cuando tienen un reloj en las manos y toda la vida por delante. 

Un minuto es eterno cuando se escapa de una explosión termonuclear capaz de devastar una isla entera en cenizas, desde los cimientos en la roca oceánica hasta el aeródromo que servía de pista a los helicópteros de combate. Una destrucción que sacudirá el mar y provocará olas enormes que solo la quietud de las mareas de aquella zona impedirá que se conviertan en una catástrofe mayor. 

Cada uno de esos segundos eternos adquiere un ritmo irregular, concordante con un gesto, una palabra, un sonido. 

Shell y Vadik saltan a la borda. 

El soldado que disparó lo hace también, con la rabia del derrotado y el triunfo del superviviente

Ethan se acerca a la cabina de control y recuerda otro momento con Marcy, Michael y Adrien en otro barco, hace toda una vida. 

Evolett registra a su soldado y aprovecha para quitarle una pequeña pistola del cinto.

Michael mira exhausto alrededor esperando cualquier ataque

La barca arranca y una estela de agua se forma en el embarcadero

El soldado a los mandos pisa la palanca de velocidades a toda potencia

El soldado caído se despoja él solo de su arma y la tira al suelo

Shell apremia a salir de allí

Ethan escucha la cuenta atrás 50, 49... 

Vadik abraza a Evolet mientras los dos vigilan a los rehenes

Michael observa como la barca deja el puerto y entra en el mar abierto

¿Cuánto dura un minuto?

Infinito en el presente, fugaz cuando pasa, huidizo en la memoria de lo que supuso cuando el minuto ha pasado. 

Y en este instante pasa con una enorme explosión de fuego y un estruendo tan grande que impide saber si se han alejado lo suficiente de su alcance. 

Casi por instinto todos se tiran al suelo del barco, un enorme golpe de calor les invade. ¿Morirán abrasados? El barco aumenta su velocidad por lo que parece un reflejo de huida del propio vehículo, cuando es verdad es por la onda expansiva que empuja el mar con tremenda potencia. 

Y después nada. El dolor, el susto en el cuerpo, la humedad al verse parcialmente inundados, el dolor de oídos. 

Y el miedo que da el seguir vivos, supervivientes de la masacre...

 aniquiladores de los enemigos que les trataron de capturar. 

- No ha quedado nada.... la Isla entera ha desaparecido. - dice alguien remarcando lo evidente cuando lo evidente es tan increíble que necesita ser remarcado. 

- ¿Cuántas vidas pueden haberse...? - dice otro con repentino pesar

- Cientos, y su tecnología, y sus aberraciones. Su odio sepultado - responde otro sin pena alguna

El barco sigue funcionando, alejándose de allí. Ven a lo lejos otro de ellos. Y un sonido en el cielo que augura que más Correctores pudieron desalojar la base. El mar está poblado de hogueras como graciosas cerillas en kilómetros a la redonda, allí donde cayó algo de la base, fuera equipo mecánico o un trozo de ser humano. 

Uno de los soldados, el más fiero, masculla

- Todo esto por uno de los nuestros. Maldito Editor y su locura que han acabado con lo que ni un Leviatán pudo destruir y ni...

- Calla Mason, ¡calla ahora, joder!- le ruega el otro

Entonces todos se dan cuenta que el sol está saliendo. El mar es dorado allí donde se funde con el granate intenso del astro, del que no se habían percatado en su huída. 

Amanece en el Pacífico y los ocho tripulantes de aquel barco proporcionado por el Editor/Esclavo de Shell que entraron con una misión de ataque y rescate se preguntan si de verdad habrán sido capaces de salir victoriosos.... 

Daisy avanza con velocidad con Marcy y Adrien en cubierta, incapaces de aguardar en cabina ante lo que puede esperarles cuando una enorme explosión se dibuja en el aire. Una onda de fuego y sonido vibra en kilómetros a la redonda. A ellos les parece incluso que el calor les seca de golpe el sudor frío del cuerpo. 

Después llega la segunda onda expansiva: Las olas enormes que se forman y que por un momento hacen temer un maremoto. 

- Ya está. Ha detonado. Su suerte está echada

- Dios mío, Adrien, ¡tienen que estar bien, tienen que estarlo...!

Marcy repasa mentalmente los rostros de todos los que participaron: Shell, Evolett, Vadik... luego se acuerda de Anna y de Ethan y de lo que vivieron estos días. Su corazón se encoge. Y entonces piensa en Michael y en aquel día en Italia y en cómo le salvó la vida y en cómo le gustaría decirle que por fin Alice está a salvo. Por último no puede dejar de pensar en esa mirada inerte de Whitney cuando se desplomó y tuvo que dejarla allí. Tienen que estar bien...

Michael también se acuerda de Anna y de Michael y lo distinto que hubiera sido todo si hubiese ido el irlandés y no él a buscar a Ethan. Ethan. Es de él de quien no está preparado para despedirse. Sin duda. 

Pero el móvil de Evolett no está operativo. Esa voz mecánica que anuncia que el teléfono está apagado pareciera que les diera el pésame al anunciarlo. 

- Superaventurerosss-dice Bali- el radar detecta varias embarcaciones saliendo de la isla, o sea, de lo que queda de la isla, ya sabes. Todas se dirigen hacia el sur, salvo dos que vienen en esta dirección. O sea, aquí. Pronto. Ya es de súper de día así que si nos ven como que nos van a ver eh, ¿qué hacemos?

- Sigue adelante, Bali, si no vemos quien va en esa barca no sé para qué hemos venido, y si son Correctores, juro que quiero desquitarme destrozando a algunos de esos hijos de puta. 

Una de las embarcaciones, ellos no lo saben, porta a Correctores que no quieren seguir la maniobra de evacuación. Han tenido bastante de gente con poderes que paran balas y reparan las cosas moviendo las manos, de gente imposible de matar que pueden acabar contigo en un segundo. 

Podrían haberse encontrado con esa barca. 

Pero como si los dioses no quisieran postergar más el final feliz es con la barca que lleva a ocho tripulantes con quien dan. Al principio se preparan para lo peor cuando les parece ver que es un Corrector quien la pilota. Pero en seguida ven a Ethan con él. 

Los gritos de alegría se suceden. Para los supervivientes de la explosión ver aparecer allí a Bali con Marcy y Adrien es un verdadero milagro. Shell se ríe y Evolett llora y luego es al revés y las dos se abrazan con permiso de Vadik.

Michael es el primero en pasar al otro lado. Al volverse humano para abrazarles sus heridas se hacen patentes. Pero aún así les da el abrazo. Luego es Ethan quien se tira encima del bruto de su compañero mientras Marcy siente un nudo en la garganta

- ¿Dónde está Anna? ¿Y Whitney...? ¿¿DÓNDE ESTÁ WHITNEY??

Vadik quiso creer que cuando dijeron que todos estaban a salvo también incluía a sus compañeras a quien no habían visto desde la incursión, pero su mente militar le decía lo contrario. Ahora ya lo puede confirmar

- Anna no... no la encontramos. El equipo de playa fue abatido y logramos salvar a Michael pero no a Anna. Puede que esté muerta o capturada y no pudiera... maldita sea... salir de allí. 

Ethan para la celebración al acordarse de la nativa a la que debe tanto. Luego se tortura pensando si estaría detrás de esa puerta de laboratorio que no pudieron abrir antes de que todo se volviera una locura

- De la mujer-robot no sabemos nada- dice Shell- ¿no iba contigo? 

Marcy se pone a llorar hasta que Michael la abraza y le dice: 

- ¿Y tu hija? ¿Alice? ¿Lograsteis? 

- Sí. Un jefe de ellos, un tío extraño, se metió en las dependencias y Whitney y yo aprovechamos pero había allí otros Eraser y su jefe... Richard... "apagó" a Whitney. Yo solo pude escapar de allí gracias a los poderes de mi hija. Me dieron el segundo que necesitaba. Pero tuve que dejarla allí... 

- Ese tío extraño era esclavo de Shell.- explica Ethan- .. Le mandó a por tu hija. Al irte tú debió cambiar su estrategia y decidió autodestruir toda la instalación... No sabéis por qué poco hemos escapado. 

- Pero ahora. Ahora todo ha acabado ¿no? - dice Evolett

- No- dice Shell mirando al este, allí donde nace el sol..- Os dije que no os gustaría mi plan pero mandar a Yen fuera fue lo más inteligente. Pero esto no ha acabado hasta que volvamos a reunirnos con él. Y con la Aguja. Y cumplamos la puta última voluntad de mi padre. 

100 segundos para la explosión

Whitney asiste inerte y muda a la autodestrucción de la Base. Pero en cada segundo recupera más su conciencia humana y por tanto, cuanto más cerca está de la aniquilación más consciente es de su propio final

Una voz familiar y terrorífica le impiden tener su panegírico privado

- Coge a ese. Y a ese otro. Vamos. Salimos de aquí

Al desenchufarla del módulo siente que de nuevo su cuerpo se apaga mientras siente cómo la van trasladando de allí. Después le parece percibir que sube a un helicóptero. Pero es difícil saber si todo es verdad o mentira cuando tu peor pesadilla se está volviendo a cumplir. 

Un nudo en el estómago se me forma tras las duras palabras de Shell porque es la pura realidad: esto aún no ha terminado. Por una parte ya he recuperado a mi hija y me comprometí a ayudarles hasta que la rescatara, pero muchas cosas han cambiado desde ese pacto no escrito. Me seco las mejillas con el dorso de la mano y trato de reponerme de las malas noticias. Desde luego que no se merecen lo que les ha pasado, pero al menos no ha sido en vano. La misión sigue gracias a ellas. Gracias a Anna he llegado hasta donde estoy. Gracias a Whitney llegué a la sala en dónde estaba mi hija. Hicieron muchísimo y no estoy segura de que supieran lo que gratamente significaba para mí que me ayudasen de tal manera sin apenas conocerme. Al igual que les estoy agradecida a los aquí presentes, puesto que han ayudado muchísimo también. Aunque la misión original sigue sin terminar y es algo que debemos ponerle punto y final.

-Antes de dirigirnos a nuestro nuevo destino, deberíamos ir a por Alice. Está en la isla –señalo por dónde hemos venido- a salvo en una tribu nativa. Y luego…

Y luego no tengo ni puñetera idea de qué paso seguir, por eso en ese punto miro a Shell. Supongo que ella sabrá dónde podemos encontrar a su hermano y a la Aguja y sobretodo qué hacemos con la Aguja.

Cuando Ethan subió a la embarcación le dio un abrazo desproporcionadamente largo a Adrien. Ahora que lo veía sano y salvo se dio cuenta cuanto le importaba aquel grandote que consideraba su amigo, con todas las letras. También abrazó a Marcy y se alegró muchisimo de que su hija se encontrara bien. 

Cuando le contaron lo de Anna miró hacia atrás, hacia la explosión, intentando divisarla, aunque sabía que era imposible. ¿Podría sobrevivir a la explosión? Quería volver a asegurarse de su destino. Si había sido capturada no podía dejarla atrás, no después de lo que había hecho por él.

El plan de Shell y Yen le importaba bastante poco, por él podían guardar la aguja, venderla, destruirla o lo que les diera la gana, y así lo dijo. 

Veo como mis compañeros fijan sus miradas en mi tras las palabras pronunciadas mirando al este. Ahora es momento de devolverle algo a mi hermanito, ahora es momento de meterle de nuevo en este juego de semidioses. 

Sonriendo a Ethan tras sus palabras, busco mi teléfono móvil con dos intenciones claras: buscar cobertura y devolver una llamada perdida. Una llamada perdida que creí que nunca podría realizar.

Estábamo vivos. Durante un corto periodo de tiempo pensé que no saldríamos, pero no era así. Al ver las caras conocidas de nuestros compañeros me alegré, pero mi mirada buscó a Whitney ¿Dónde estaba? No podía ser. Me llevé ambas manos hacia la cara conteniendo las lágrimas, no podía llorar de nuevo, aunque realmente tenía una ganas horribles de hacerlo. Con sumo cuidado limpié mis ojos y tomé aire.- Me alegro de que tu hija esté a salvo..-Miré a Shell desde mi posición haciendo un gesto de cabeza ante su acción. Hablaríamos cuando acabase de hablar por teléfono.

Me acerqué a Vadik, pero en mi camino miré a Ethan.- Gracias por lo de antes. Fue culpa mía bajar la guardia con los soldados.-Finalmente fui hasta Vadik dándole un apretón en el brazo.- ¿Todo bien?