Tu teléfono marcaba las 08:12 PM. Era una noche como cualquier otra, oscura y fría como lo eran todas las noches en el nivel 3, pero algo iba a pasar esta noche, y tu formarías parte de ello. Noah habia convocado una reunión de toda la banda y esta vez la jefa tenía sed de sangre. Hace un par de semanas, mientras conducían por la ciudad haciendo de las suyas, se toparon con otra banda de motoristas. Eran unos tipos que se hacían llamar “TR Team” y al parecer no les gustó mucho el hecho de tener a otra banda rondado por su territorio. En un principio intentaron asustarlos al amenazarlos y burlarse de ustedes, pero, como tu sabias que iba a pasar desde que viste lo que intentaron hacer, lo único que consiguieron fue que Noah se cayese a golpes con el tipo que parecía ser el líder del grupo que se encontraron y le destrozase la cara a golpes.
Un par de días después de ese pequeño enfrentamiento Noah recibió una carta escrita con sangre de alguien que clamaba ser el capitán de la brigada 3 del TR team, DKen. La carta retaba personalmente a Noah, a una pelea uno a uno en venganza por lo que le hizo a su subordinado. “Lo mejor sera que te prepares puta, porque te voy a enseñar como se pelea de verdad” decía el ultimo fragmento de la carta. El mismo día que llego la carta, dos de los integrantes de la banda desaparecieron sin dejar rastro hasta que aparecieron en un hospital tres días mas tarde.
Pocas veces has visto a Noah tan furiosa en tu vida, cuando se enteró de lo que le habían hecho a sus compañeros, pudiste haber jurado que iba a explotar de lo molesta que estaba. Era cierto que aun ustedes dos pensaban que los demas miembros de la banda no eran del todo de fiar, pero después de pasar año y medio, conduciendo por la ciudad, y dándose de hostias junto a ellos, no pudieron evitar encariñarse un poco con los idiotas de su banda, y no solo era eso, también la estaban sub estimando, y como tu bien sabes, Noah no es una persona que deja que los demas la miren por encima del hombro.
Hoy era la noche del desafió. El punto de reunión era el mismo de siempre, el estacionamiento detrás del restaurant chino de la zona. No quedaba muy lejos de tu apartamento, solo eran un par de minutos si ibas en tu moto. Tenias que pasar por la casa de Noah antes que nada para buscarla, ustedes dos siempre llegaban juntas a todas las reuniones, ademas, esta seria una buena oportunidad para hablar un poco con ella.
Yyyyyyyyyyyy, ¡Comenzamos!
En general el día había pasado con bastante tranquilidad, o al menos nada fuera de lugar, pero eso estaba a punto de volverse un poco más movidito y aunque no dudaba de la fuerza de Noah no podía evitar sentirse un poco incómoda, tranquila si las cosas se ponen realmente mal siempre puedes cargartelo de un tiro, si eso desencadenaba en un tiroteo o si Noah se enfadase con ella poco le importaba mientras ella estuviese bien.
Por otro lado también habían herido a dos de sus integrantes, lo cual aunque no extraño y parte de este estilo de vida no evitó la ira a su líder, por su parte Tanya no podía negar que durante este tiempo habían sido bastante fieles y algo de simpatía en mayor o menor medida les acabo por tener, por lo que aunque no tan molesta como Noah la noticia no resultó de su agrado.
Con esa línea de pensamientos, una vez preparada y todo bien cerrado cogió la moto para dirigirse a casa de Noah. Una vez allí avanzó hasta la puerta y llamo a esta, Milyy voy a entrar y deberías darte prisa no queremos llegar tarde ¿No?, realmente no le importaría si llegaban tarde a esto, en realidad casi habría preferido que Noah hubiese decidido no responder al reto, no podía evitar pensar si en este caso se había dejado llevar por su orgullo y gusto por las peleas, como sea, después de llamar y dejar claro que era ella trato de entrar en el apartamento mejor espera dentro que fuera.
Pues aquí esta ^^
Llegar al apartamento de Noah no tomó mucho tiempo, durante el camino tu mente divago alrededor de la situación. Este son el tipo de cosas que solo pueden salir bien, o muy mal. En el peor de los casos tendrías que arreglar las cosas a tiros, pero también estaba la parte buena, Noah podía ganar, cosa que tampoco seria una gran sorpresa. Si Noah ganaba, de seguro habría una recompensa y eso nunca puede venir mal. Es una situación complicada, si, pero tampoco es algo desesperante.
Después de llamar a la puerta te tomaste la libertad de entrar en el apartamento de Noah, hubieron un par de segundos de silencio, pero no tardaste en escuchar una respuesta por parte de tu amiga.
- Voooooy… ¡Ah!… Joder.
A juzgar por el sonido que vino de dentro de su cuarto, Noah parecía haberse tropezado, y tal vez tiró algo al suelo, sin embargo, no tardo en salir a recibirte.
- Buenas -Te dijo amigable recién te vio- ¿Que ahora es?
Allí estaba tu Noah, totalmente lista, con su chaqueta roja y todo. Aunque parecía estar un poco confundida por alguna razón. Era un poco difícil imaginarse que literalmente estabas yendo a buscarla para acompañarla a ir partirse la cara a golpes en algún agujero de por allí puramente por su orgullo. ¿Como habían llegado a esto?
Ante el sonido y las expresiones de su amiga no podía evitar pensar con qué diablos se habría tropezado y tirado, aunque tampoco es que fuese algo realmente importante, solo era un pensamiento que se alejó en cuanto la otra chica salió de su cuarto para recibirla. La chica se miraba como siempre, con su chaqueta roja predilecta incluida, lo cual no era algo malo si le preguntabas a Tanya.
Cerca de las ocho y media- aunque la saludo con su tono amigable habitual a Tanya no se le pasó desapercibida la pequeña confusión de la chica - ¿Lista para tu pelea?, no debería ser un gran problema solo un capullo más que aprenderá a no meterse contigo ni a insultarte - y obviamente ella estaria alli para acompañarla como hasta ahora, si lo pensabas ,a parte de su padre, Noah era de la única persona en la que confiaba realmente no porque fue perfecta sino porque tenía bastante claro que aunque con sus cosas podía confiar en ella.
Antes de continuar hablando, y cambiar un poco de tema, le dedico una pequeña sonrisa - por cierto, ¿cómo están tus padres?, papá está bien por si te lo preguntas - Tanya sabía que a su padre no le acababa gustar que se involucrarse con Noah, lo cual no afectó demasiado a su relación, a padre no le tenía que caer bien toda la gente con la que ella saliese, aunque mentiría si dijera que no le gustaría poder llevar a Noah cuando visitaba a su padre.
Aunque Noah no trabaja para La Camorra la relación con sus padres no tiene que ser mala después de todo su padre la adora.
La reacción de Noah al escuchar la hora fue de sorpresa. ¿Es que estaba dormida hasta hace poco o que? Sea cual sea el caso, tampoco era un gran problema, aun tenían tiempo suficiente para llegar a la reunión con el resto de la banda.
- Yo estoy lista, -Contestó Noah a tu comentario sobre la pelea- la verdadera pregunta es si ese tal DKen también lo está. Escucha esto, ayer fui a hablar con uno de mis contactos que me busco información sobre el tipo y resulta que es un donnadie de la esquina. Ese cabrón no sabe en lo que se esta metiendo, le voy a arrancar todos los dientes a golpes.
Como era de esperar de Noah, ella ya estaba bien informada sobre su rival de esta noche. Sabias que ella tenia conocía a varias personas que le buscaban información, algunos eran contratados y otros eran amigos de su padre, pero gracias a ellos Noah tenia acceso a mas información que una chica de su edad normalmente tendría.
- Oh, mi viejo esta bien. En estos días le pegaron un tiro en la calle, pero ya se recupero, así que no hay que preocuparse. Y mi madre… Si… Se podría decir que esta bien. No le ha pasado nada extraordinario ni algo por el estilo, el trabajo le va bien y a ella no le han pegado ningún tiro así no hay de que quejarse. - Concluyó con una sonrisa llena de confianza.
Si, esta era la Noah de siempre. Lo mas probable era que tu estuvieses mas nerviosa que ella por el resultado de esta pelea. Era un alivió ver que definitivamente ella estaba preparada, ahora estabas segura de que no perdería y podías concentrarte plenamente en tu deber, protegerla a toda costa.
- Bueno, vamos arrancando, no quiero llegar tarde con los demas.
Noah comenzó a caminar hacia la puerta y cuando pasó junto a ti, alzo la mano para chocarla con la tuya. Así es ella, llena de confianza, dura y fuerte. Ella es el tipo de personas que llegan lejos y no se detienen por nada del mundo. A veces te preguntas de que seria tu vida si no hubieses conocido a Noah, ¿Que clase de cosas habrían pasado entonces? La verdad, jamas sabrás que pudo o no haber pasado, pero si estas segura de algo, es que sin importar que oportunidades no tuviste, no cambiarías a Noah por nada del mundo.
Ante la sorpresa en el rostro de su amiga Tanya levantó un poco su ceja derecha aunque no le dio mucha importancia ya que al final ella estaba aquí y se aseguraría que no llegase tarde por quedarse dormido o cualquier otra situación.
Bien, entonces puedes dejarle claro quién de los dos es el más fuerte y luego podemos centrarnos en otras cosas que no sean donnadies bocazas-, respondió con una sonrisa a la información recién adquirida, -solo otro machito que mucho ladra pero poco muerde.
Como siempre ella parecía estar lo mejor informada posible sobre las cosas que la rodeaban y que le afectan lo cual solo hacía que su confianza estuviese respaldada, era esa combinación entre otras cosas que hacía que Tanya tuviese cierta debilidad por Noah.
Me alegro-, añadió afablemente mientras se perdía por un momento en la sonrisa confiada de la otra chica.
Y enlazando con lo anterior aunque en algunas situaciones sus decisiones pudieran estar más guiadas por su orgullo nunca dejaría de estar preparada para ello, al final en ocasiones se sentía un poco tonta o como si preocupase demasiado pero al igual que con su padre en ocasiones no podía evitarlo.
Claro, Milyy-, contestó mientras correspondía el cheque felizmente, -demuestrales quien es la jefa-, y con esas palabras siguió a su amiga.
Noah choco su mano con la tuya con fuerza. Estaba tan llena de energía que se podía sentir en el aire junto a ella.
- ¡Vamos! -Dijo al pasar junto a ti.
Juntas salieron del apartamento y se alejaron sin perder tiempo. En cuestión de un par de minutos caminando llegaron al estacionamiento del edificio de Noah. Allí las esperaban sus motos, la tuya, que ha estado contigo por un buen par de años ya, y la moto roja de Noah. Aun no estabas segura de como ella podía conducir algo tan salvaje, era grande, y estaba equipada con prestaciones brutales. Dos rotores de cerámica en cada rueda, un motor de 200 caballos de fuerza a 12.000 rpm, aceleradores de flujo en el motor, incluso tenia fuerza suficiente como para soportar un par de cargas de nitro. Ninguna moto eléctrica que tu conozcas podía competir a la par con la maquina de Noah, esa cosa era tan salvaje que los demas miembros de la banda la llaman “El caballo del diablo”, lo cual convierte a Noah en el diablo desde su perspectiva, y es que la verdad, no cualquiera puede montar una cosa como esa todos los días.
El caballo del diablo habia sido un regalo del padre de Noah. Era obvio que no la pudo haber comprado por vías legales, casi nadie en el nivel 3 puede permitirse tener una moto de ese tipo, pero ya que hablamos del padre de Noah, era fácil imaginarse como la obtuvo. El tipo de verdad tenia que respetar mucho a si hija y amarla aun mas para hacerle semejante regalo.
Cuando la moto encendía rugía como una bestia, y Noah aceleraba de forma tal que, se encargaba de que no hubiese nadie en la zona que la escuchase andar.
- ¡No te quedes atrás! -Te grito cuando arranco alzando la rueda frontal en el aire por un instante y salia disparada hacia adelante.
Estaban a apenas unos minutos del punto de reunión. El lugar era un edificio de estacionamientos abandonado que usaban para hacer carreras y reunirse a tomar unas cervezas de cuando en cuando. Por estas horas, toda la banda ya debería esta allí, esperando a su líder para ir a ser testigos del enfrentamiento.