Descripción: Gramercy es una barrio principalmente residencial para gente acomodada, hasta el punto de ser casi un "barrio privado". El parque de Gramercy es el que le da nombre, un parque al que sólo tienen acceso los residentes de la zona mediante llave. Es una zona bastante segura y tranquila para estar prácticamente al lado del centro de la isla. Aparte del parque, se pueden encontrar lugares como el Teatro Gramercy o el Irving Plaza, conocido por su sala de conciertos. 

Botín y premios: Armas cuerpo a cuerpo de los que van muriendo en el evento 7

Personajes: (A definir)

Eventos: 

Pelea callejera (7):

Hay gran cantidad de gente reunida alrededor de dos tios enormes que pelean a pecho descubierto con armas cuerpo a cuerpo. Nada de pistolas ni armas arrojadizas.

Ficha de los luchadores.

Cadáveres con premio (8): 

Otras características: Ocultación media, parque muy protegido, hogares más o menos protegidos,...

Puntos de entrada:

• Norte (Murray Hill): Teatro Gramercy
• Este (Stuyvesant Town): Calles
• Oeste (Chelsea): Parque de Gramercy
• Sur (Greenwich Village/East Village): Irving Plaza

Imágenes relevantes:

• Teatro Gramercy: 
• Irving Plaza:
• Parque de Gramercy:
• Stuyvesant Town: 
• Stuyvesant Square Park: 

SUBZONA: STUYVESANT TOWN

Descripción: Colindante con el río, esta zona engloba los "barrios" de Stuy Town y Peter Cooper Village. Más que barrios se podrían definir como complejos de apartamentos, ya que aparte de los pequeños parques que se pueden encontrar en su interior, no hay mucho más, ni siquiera un metro cercano. El precio de los hogares de esta zona es muy alto, a pesar de no ser realmente lujoso, pero cuenta con un cuerpo de seguridad propio para el vecindario.

Botín y premios: Hay una gasolinera BP por lo que gasolina y mecheros sería un buen botín)

Eventos: NINGUNO

Otras características: Ocultación media, seguridad extra...

GRAMERCY PARK

Gramercy es una barrio principalmente residencial para gente acomodada, hasta el punto de ser casi un "barrio privado". El parque de Gramercy es el que le da nombre, un parque al que sólo tienen acceso los residentes de la zona mediante llave. Es una zona bastante segura y tranquila para estar prácticamente al lado del centro de la isla. Aparte del parque, se pueden encontrar lugares como el Teatro Gramercy o el Irving Plaza, conocido por su sala de conciertos. 

Entradas/Salidas:

• Norte: Murray Hill
• Este: Stuyvesant Town (subzona)
• Oeste: Chelsea
• Sur: Greenwich Village / East Village

Tamaño de zona: Grande (pasar a Stuyvesant solo lleva un turno)

SUBZONA: STUYVESANT TOWN

Colindante con el río, esta zona engloba los "barrios" de Stuy Town y Peter Cooper Village. Más que barrios se podrían definir como complejos de apartamentos, ya que aparte de los pequeños parques que se pueden encontrar en su interior, no hay mucho más, ni siquiera un metro cercano. El precio de los hogares de esta zona es muy alto, a pesar de no ser realmente lujoso, pero cuenta con un cuerpo de seguridad propio para el vecindario.

Tamaño de zona: Pequeño

Aún no era la hora, pero ya faltaba muy poco. En aquella zona se exhibia en la mayoria de las casa los reivindicativos ramos de flores azules mostrando el apoyo al decreto de ley instaurado por la NFFA. También era patente el gran número de cámaras que registraba todo lo que sucedia la noche de la Purga. Llevabas ya un rato por la zona y habias visto como una decena de personas preparaba un extraño escenario

En el centro del parque estaban colocando bidones en llamas. A un lado habia una larga mesa donde se exhibian diversas armas rudimentarias, llamativas y enormes, de épocas anteriores. También estaban pintando un cuadrado bastante amplio.

También pasaba gente por allí, todos disfrazados dirigiendose a algún punto de la ciudad mientras unos pocos caminaban presurosos de vuelta a sus hogares sabiendo que ya iban algo justos de tiempo para ponerse a salvo

La ligera siesta después de comer le sentó bien. Esa noche no dormiría y tendría que mantenerse con los sentidos despiertos para poder cumplir sus objetivos y sobrevivir un año más.

Metió unas botellas de agua y unas barritas energéticas en su mochila y cargó su equipo en el todoterreno tras revisarlo una última vez.

Echó una mirada atrás, a lo que era "su casa", pensando en cómo sería si realmente tuviera un hogar, una familia de la que despedirse. ¿Habría cambiado su vida de forma radical? ¿Habría participado en Las Purgas?

No tenía sentido darle vueltas, las cosas eran como eran, vivía la realidad presente sin pensar demasiado en los "...y si…?"

Condujo tranquilamente, tenía suficiente tiempo, observando la frenética actividad de la ciudad. Si ya de por sí, Nueva York era una ciudad activa, la presente jornada siempre se intensificaba. Mucha gente blindaba sus casas como podía, otros se apresuraban a esconderse para estar a salvo, otros ya mostraban claramente sus intenciones con miradas oscuras, ladinas y cargadas de ansia…

Tuvo suerte, encontró un buen lugar para estacionar, con una vista clara de las puertas del edificio en el que residía Colton. Allí esperaría pacientemente a su presa.

Faltaban unos minutos para que las sirenas marcaran el inicio, durante los cuales la actividad todavía se aceleraba más. Siempre queda algún rezagado…

No podía faltar el discurso de Carmelo, como cada año. Interviniendo todas las señales de comunicación.

<Farsante…>

Todo era una mascarada, una excusa para disfrazar sus propias ansias de matar bajo el pretexto de una Revolución… Si fuera cierto, tendrían las pelotas de actuar durante todo el año. 

Siendo más joven (e inexperto) sintió inclinación por unirse a ellos. Muchos de los puntos de su ideología le parecían atractivos, pero sabía cómo funcionaban las bandas y en el fondo no tenía ganas de atarse, depender de nadie ni preocuparse por nadie.

Le llamó la atención lo que se estaba gestando en el parque. Bidones en llamas, armas para elegir, terreno delimitado… ¿Una arena, quizá?

No le parecía mala idea. <Si quieres matar, arriésgate.> Todo tiene un precio.

Si conseguía acabar el asunto de Colton con rapidez, quizá podría asomarse a ver cómo funciona aquello. Si resultaba ser como pensaba, podría conseguir alguien para Candy que valiera la pena y diera espectáculo en la Feria de la Carne.

Quedaba poco ya… Se ajustó las correas de su chaleco y se colocó la máscara, mirándose a los ojos en el retrovisor. <Mata, muere, lo que sea… esta es tu noche> 

Se centró en el domicilio de Colton, observando detenidamente a todo aquél que entrase o saliese. Suerte que había visto la máscara que Colton se compró.

Sólo esperaba que no hubiera cambiado de idea...

Antes de que sonara la alarma lo viste aparecer por la puerta de su portal muy trajeado. El muy gilipollas iba hablando por teléfono sin tapujos, diciendole a quien estuviera al otro lado que no se preocupara, que llegaria a tiempo a la caceria que se celebraba en Upper East Side.

Desde la megafonia de algún lugar cercano escuchaste la retransmisión del comienzo de la Purga, momentos que perdió aquel arrogante parandose al lado de la puerta abierta de su carisimo coche con chofer incluido para escucharlo. Tenias varias opciones. Algunas rápidas, otras más arriesgadas pero más placenteras, otras más conservadoras pero que te harian perder mucho tiempo...

Solo tu podias decidir como, cuando y porque.

Lo primero que ves en la zona son los reivindicativos ramos de flores azules mostrando el apoyo al decreto de ley instaurado por la NFFA, colgados en la mayoría de los balcones. También es notable el gran número de cámaras que registra todo lo que sucede la noche de la Purga. A medida que avanzas con el coche, ves cada vez menos gente por la calle, pero sí te fijas que en el centro del parque alguien ha montado un "escenario".

En el centro hay colocados varios bidones en llamas. A un lado hay una larga mesa donde se exhiben diversas armas rudimentarias, llamativas y enormes, de épocas anteriores. También están pintando un cuadrado bastante amplio. Por la megafonía del parque empieza a sonar el anuncio de la Purga, algo que hace que los purgadores del parque se detengan por un momento, agitando sus armas y celebrando el momento. 

Aquel momento de pausa es suficiente para ver a un tipo dentro de un coche colocarse una máscara que parece sacada de una película de ciencia ficción, pendiente de un alto ejecutivo que se está metiendo en su propio coche mientras termina de sonar el anuncio. Por otro lado, ves a alguien corriendo por entre los callejones, como si quisiera pasar inadvertido. Por la complexión, se parece bastante al tipo que estás buscando y sólo necesitas que una farola ilumine su cara sin máscara para ver quién es: Ezy.

Siguiendo las indicaciones del mapa, Rosen llego a su destino justo a tiempo. Antes de que la alarma sonara, Rosen se armo. Saco su Beretta de la guantera del auto, verifico el cartucho en esta. Salió del auto y saco de la cajuela una maleta que contenía su Sub-Fusil, repitió el proceso de verificación y se colgó el arma al hombro. También saco una tercera maleta que contenía toda la munición de la disponía. Después de guardar toda su munición, regreso a la cabina del auto. De regreso en la cabina, sonó la alarma.

Rosen se disponía a comenzar la búsqueda de su objetivo. Por suerte, no tuvo que buscar mucho. Parece que venir a esta zona fue lo correcto. Recién diviso a Ezy, Rosen piso el acelerador, y avanzo directamente en dirección de la pierna de Ezy.

Allí estaba... Tranquilo y totalmente ajeno a lo que le esperaba. La arrogancia le daba la falsa convicción de que no podría pasarle nada. Qué equivocado estaba...

Upper East Side... Cómo no. Rodeándose de ricachones para participar en una cacería. Sin duda, merecía lo que iba a ocurrirle. Por un momento, pensó en cargárselo directamente, pero la idea de hacerlo sentir como una de las víctimas a las que perseguiría esa noche le pareció mejor. Sentirse como una mercancía era mucho mejor.

Observó todos los detalles para asegurarse su presa. Pudiera ser que el coche estuviera blindado, aunque no lo creía. Se fijaría en detalles como la altura del chasis con respecto a las ruedas, el peso era uno de los indicativos. 

El chófer ¿un simple conductor o guardaespaldas? Lo estudió de arriba abajo. Su constitución, ropa, y actitud le daría más información a simple vista.

Repasó mentalmente las posibles rutas hacia Upper East Side. Habría que pasar por varias zonas antes de llegar. Quería ver cual podría ser el mejor lugar para emboscarlo. En el caso de que el coche fuera blindado, tendría que idear una emboscada y un modo de sacarlo... Por otra parte, si no lo estaba, la cosa se simplificaba bastante...

Y si no lo veía claro... Acabaría lo más rápido posible. Ya buscaría otra ofrenda para Candy, tenía una larga lista, y tenía toda la noche por delante.

El chófer parecia un simple civil. De hecho, estaba entrado en años. El coche no era blindado, pero si muy caro. Intenaste pensar donde seria mejor emboscarlo, pero la ciudad era muy grande y todo tenía sus contras y sus pro. Sería cosa del azar o del destino que hicieras una buena elección.

Colton ya se ha subido al coche y antes de arrancar puedes ver a lo lejos como otro coche acelera, también carisimo, pero éste parece tener un objetivo vivo al que perseguir.

Ezy echa a correr en cuanto ve que el vistoso coche de Rosen arranca en su dirección, pegado a la fachada de los edificios. Para Rosen resulta algo más difícil ir a por él desde ese ángulo, pero eso no quita el hecho de que su coche es más rápido que él. La persecución sigue hacia el norte, y por el momento no parece que haya nadie que vaya a frenar a uno u otro.

Los megáfonos por los que ha sonado el anuncio del inicio de la Purga empiezan a emitir de nuevo, esta vez como una radio que no termina de coger la señal. Un intenso pitido se oye por todos ellos, obligando a más de uno a taparse los oídos. Finalmente se oye una voz femenina, calmada y con cierto tono de superioridad, rota de vez en cuando por la estática.

- Esperemos que esto funcione... ¿Cómo estáis, Purgadores? ¿Habéis cometido ya vuestra primera fechoría de la noche? ¿Un robo? ¿Un asesinato tal vez? ¿O tal vez estáis torturando a alguien ahora mismo? Sea como sea, esta emisión es para desearos a todos una buena noche y para pediros que sigáis tan activos como ahora. Pasadlo bien, porque nosotras lo pasaremos mejor viéndoos...

La comunicación se corta de nuevo con varias interferencias, como si nada hubiera pasado...

Los megáfonos por los que ha sonado el anuncio del inicio de la Purga empiezan a emitir de nuevo, esta vez como una radio que no termina de coger la señal. Un intenso pitido se oye por todos ellos, obligando a más de uno a taparse los oídos. Finalmente se oye una voz femenina, calmada y con cierto tono de superioridad, rota de vez en cuando por la estática.

- Esperemos que esto funcione... ¿Cómo estáis, Purgadores? ¿Habéis cometido ya vuestra primera fechoría de la noche? ¿Un robo? ¿Un asesinato tal vez? ¿O tal vez estáis torturando a alguien ahora mismo? Sea como sea, esta emisión es para desearos a todos una buena noche y para pediros que sigáis tan activos como ahora. Pasadlo bien, porque nosotras lo pasaremos mejor viéndoos...

La comunicación se corta de nuevo con varias interferencias, como si nada hubiera pasado...

Ezy hecho a correr, era obvio, ¿quien se dejaría atropellar así como así.? Rosen se encontraba transitando caminos difíciles para su auto, pero las habilidades detrás del volante del asesino no eran de adorno. De todas maneras ya que Ezy lo vio, intentar atropellarlo y nada mas no es suficiente, así que, despego su mano derecha del volante y comenzó a disparar su pistola en dirección a Ezy. No seria fácil darle, pero no era imposible.

Sentía la adrenalina recorriendo mi cuerpo mientras intentaba imprimir mayor rápidez a mis ya acostmumbradas piernas. No era mi primera Purga ni mi primera huida. Seguí buscando el cobijo de la pared a la par que avanzaba, pero la calle tarde o temprano se acabaria, así que mis ojos buscaron algún callejón colindante donde colarme o algún portal abierto o alguna valla que pudiera saltar y que me ayudara a poner distancia contra aquel sádico al volante de un coche carisimo

¿QUIEN SE LLEVABA UN COCHE COMO ESE A UNA PURGA?

No quería alargar demasiado el tema de Colton. Candy solía estar bastante ocupada durante esa noche y quería acabar pronto con ese asunto y seguir con los demás.

A priori no parecería difícil, el chófer a simple vista parecía un conductor “normal”, Colton estaba confiado y él tenía ganas de cumplir su “pequeño ajuste de cuentas”.

Por la megafonía se escuchó un mensaje, seguramente de aquellos que son más sádicos que todos los que deambulan por las calles buscando víctimas para saciar su sed de sangre. Hizo una mueca de desagrado. Promover y observar cómo la gente se mata “porque sí” le resultaba repulsivo. Tampoco daban la cara. Habían organizado un espectáculo depravado y todo el mundo había entrado al trapo.

No se salvaba nadie, todos merecían morir. Asco de humanidad.

Colton se había subido al coche. Al punto de arrancar para seguirlo, vio cómo otro vehículo se ponía en marcha a toda prisa. Sin duda otro con ansias de matar… Se fijó en la matrícula y la memorizó.

Pero no se desvió de su objetivo primario. Seguiría al coche de Colton de cerca. Observaría primero la forma de conducir del chófer y lo más probable era que lo embistiera aprovechando el tamaño y peso de su todoterreno, se librara de él (había que ser idiota para salir esa noche sin tener un objetivo) y tratara de coger a Colton lo más rápidamente posible. 

Tenía las bridas preparadas colgando de una tira de su chaleco, el mango del machete serviría de arma contundente para reducir a Colton y, si se ponía pesado, la escopeta cantaría su canción. Si ese fuera el caso, ya buscaría otra opción que llevarle a Candy.

El vehiculo iba dirección Chelsea. Las luces de las calles iluminaban el asfalto y las practicamente vacias aceras, destacando los escasos Purgadores que caminaban por ellas gritando y haciendose notar mientras se dirigian a sus inciertos y sangrientos destinos. Debido a la falta de otros se circulaba rápido, pero eso también era indicativo de que tenia que haberse dado cuenta que le seguías.

Aquel chófer no debía estar acostumbrado a eso pues no ponia remedio, solo una velocidad errática donde a veces aceleraba, otras frenaba... algún estúpido amago de tirar hacia otro lado... Finalmente te cansaste y pisaste el acelerador para empujarlo y embestirlo contra un pequeño kiosco que habia en una esquina

Debido al impacto, tu coche dió  un par de giros sobre si mismo, sin volcar, quedando parado finalmente mirando hacia tu objetivo. La puerta trasera más lejana a ti se habia abierto, mientras que el conductor parecia forcejear dentro. Imaginabas que con el cinturón.