El granjero de Massachussets salta ágilmente por una de las ventanas. De pequeño había tenido que hacer esa misma operación cuando escapaba del granero de tío Spuckler con varios huevos de gallina metidos en el bolsillo.
Corriendo por la oscuridad no había tenido tanta suerte, había tropezado con algo o alguien y había caído. Después el viento infernal lo había vuelto a absorber hacia la iglesia.
Motivo: saltar Ryan
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 31 (Exito)
Motivo: DESX3 Ryan
Tirada: 1d100
Dificultad: 39-
Resultado: 48 (Fracaso)
Motivo: Daño escombros Ryan
Tirada: 1d6
Resultado: 3
Daño Ryan: 3
El soldado alemán, que había permanecido todo el rato callado en una esquina, tardo en reaccionar a los extraños ruidos. Y como un conejo en mitad de la carretera deslumbrado por los faros de una camioneta se quedó quieto e inmóvil en el interior de la iglesia. Después todo fue ruido, polvo y confusión.
Motivo: saltar Aleman
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 92 (Fracaso)
Motivo: Daño Aleman
Tirada: 1d6
Resultado: 5(+2)=7
Daño soldado Aleman: 7
El polvo comienza a asentarse poco a poco y la luz azul que mana de la piedra comienza a apagarse. Todo queda en penumbras, solo iluminados tenuemente por la luz de la luna y las estrellas que tímidamente atraviesa las nubes negras que anuncian tormenta.
Los gritos se juntan con los gemidos de los heridos. Una mano asoma entre un montón de escombros, un cuerpo a quedado doblado en una extraña posición sobre un montón de cascotes. No hay rastros del soldado alemán, Martin esta medio enterrado bajo los escombros y Manson apenas puede sacar la cabeza entre los cascotes. El cabo agoniza con un fuerte golpe en la cabeza.
William Grimm: A punto de morir. Si nadie le realiza unos primero auxilios antes del siguiente turno morirá. Tirada de Primeros Auxilios o Medicina, si se supera 1D3 pts de vida. Se puede aplicar más de una tirada en Grimm por diferentes PJ.
Manso, Martin y el soldado Aleman quedan atrapados por los escombros.
Cuando uno a uno de sus compañeros comienzan a caer bajo los escombros al ser absorbidos por la brujería que domina el pueblo solo resta una cosa por hacer. Huir.
Ryan y el prisionero alemán también son presa fácil para el viento y las garras invisibles que todo lo pueden. Es una lucha desigual por la supervivencia que no otorga segundas oportunidades, y en el caos reinante Richard apenas se mantiene en pie con la única intención de ganar distancias con las ruinas malditas de la iglesia.
No es lo mismo que ayudar a un compañero herido en un cráter de obús en “tierra de nadie”, desde luego que no lo es. Aquí todo es impensado, al punto de perder la cabeza por intentar comprender lo que esta sucediendo.
Entonces, con ira en sus ojos y los puños cerrados por la impotencia de que todo es fútil, Richard corre con todas sus energías hacia el bosque.
Literalmente el cielo se había venido sobre nuestras cabezas, las vetustas piedras, las maderas y los adornos sagrados caían sobre nosotros. El viento silbaba dentro de la iglesia como si de una tormenta se tratase, los bancos reventaban al ser alcanzados por las rocas, los cristales de las vidrieras salían despedidos hacia nosotros, y la puerta, cuanto mas me aceraba a ella, ,as lejana parecía. Un golpe o cientos, era lo mismo ... el estruendo me ensordece ... , luego oscuridad y polvo.
Me intento incorporar, puedo observar como ahora un pequeño charco de mi propia sangre, mancha el sagrado suelo de piedra. El viento ha parado ... ahora escucho mis propios gemidos al impulsarme para abandonar la iglesia y los de otros como yo que habían fallado en el momento de huir ... - ¿Quien vive?. - Dios como duele.
Avanzo lentamente y salgo al exterior, el cuerpo de uno de mis compañeros yace inmóvil en el suelo, mientras que otro huye entre la espesura. - Regresa ... cof, cof, cof ... desgraciado. El caído es el cabo, el que huye ... - Mal rayo te parta, cobarde.
Aun tambaleante me acerco al caído e intento realizar lo que nos habían enseñado en la instrucción. Saco el equipo de sutura y destrozo una de mis mantas para hacer vendas, mientras la sangre me gotea por el mentón. - Ahora no palmes, cabo.
Motivo: Primeros auxilios
Tirada: 1d100
Dificultad: 30-
Resultado: 29 (Exito)
Motivo: Curar
Tirada: 1d3
Resultado: 1
Anthony, aún aturdido por el golpe, se incorporó con un gemido de dolor para descubrir al cabo Grimm siendo asistido por James. Se acercó caminando con cuidado y pudo ver que James estaba haciendo un buen trabajo para salvar al cabo, que yacía con una fea herida en la cabeza.
- Déjame que te ayude James, eso tiene muy mala pinta.- Entonces Anthony echó una mano a su compañero para cauterizar la herida de su superior.
Por el rabillo del ojo vió correr a Mcnalley:
-¡Joder!, ¿a donde ha ido Mcnalley?.- Entonces cayó en la cuenta de que faltaban más compañeros, desde su posición y con la poca luz que había apenas pudo distinguir el movimiento de Martin bajo los cascotes.- ¡Oh, vaya!, Emmett, creo que deberías echarle una mano a Martin ¡Martin!.
Anthony mantuvo su posición ayudando a James a sujetar las vendas en la cabeza del cabo.
Motivo: Primeros Auxilios
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 46 (Fracaso)
El corazón le dio un vuelco al oír los pedidos de socorro y luego presenciar algún que otro de sus compañeros salir de las ruinas de la iglesia maldita. Al igual que todo el pueblo, la maldición lo cubría todo.
- ¡Ya! ¡Ya! - repitió para si mismo y alzo una mano en la distancia para que sus compañeros lo vieran.
Entonces el pelirrojo decidió volver con paso acelerado hasta las cercanías de las ruinas. Una vez allí esperó a que los demás salieran de la iglesia para poder ir y brindar alguna ayuda sin tener que acercarse a lo poco que quedaba de la iglesia y el viento demoníaco que los arrastra hacia el interior.
Cuando todo estalla me siento caer. Pero con los ojos cerrados no puedo estar seguro de estar cayendo hacia el suelo o si esto es el desvanecer de la muerte. Todavía abrazado a mi mochila, golpeo de espaldas contra el suelo. Mi cabeza rebota en éste. Y por unos minutos pierdo el conocimiento. Aturdido y con un sonoro zumbido en mi cabeza me remuevo. Despierto entumecido, dolorido, no sabiendo si seré capaz de levantarme y me encuentro abrazado a la mochila con piedras, trozos de lo que fueron bancos de iglesia y otros escombros por encima y alrededor. Puede que la mochila haya parado el golpe de la runa. Escucho a Parks que grita mi nombre y con esfuerzo pero con éxito levanto el brazo y con el puño cerrado también el dedo pulgar. - Estoy bien - logro mascullar. Aunque no es del todo cierto, compruebo como puedo levantarme poco a poco, chequeando mi cuerpo.
El polvo levantado por el derrumbe empieza a asentarse. El Cabo se encuentra consciente y vivo, pero un buen descanso no le vendría mal. Las hábiles manos de Parks han conseguido taponar la herida a tiempo, manos mucho más hábiles y menos temblorosas que las de Manson. Earl y Rayan consiguen salir de debajo de los escombros y Macnallen se aleja de la iglesia quedando a una distancia segura.
Los restos del soldado alemán aparecen al retirar un bloque de mampostería. El pesado bloque de piedra ha caído sobre la cabeza del pobre infeliz sin que el casco pudiera hacer nada.
Dejo un par de días por si queréis añadir algo mas y cambiamos de escena.
Poco a poco apoyándome en Manson y Parks me incorporo muy lentamente. – Aghh… Casi no la cuento gracias muchachos os debo una.
Intento avanzar con paso firme, pero estoy a punto de desplomarme al suelo y necesito usar el “viejo Gus” de bastón para aguantarme en pie.
– Mejor salgamos de aquí antes de que acabe de caer lo que aun se mantiene en su sitio.
No, no estás bien, William, no.
Giro sobre mí mismo a una velocidad que a mi mismo me parece patética. – ¿Estáis todos bien? ¿Dónde están el irlandés y el prisionero?
Desde su precaria posición Richard cogió un pedrusco del tamaño de una manzana y lo lanzó al interior de las ruinas con la intención de ser notado por aquellos que aun deambulan allí dentro.
- Pfff.... porque tardan tanto - masculló con una mueca torcida ante la posibilidad que nuevamente el infierno se desate.
Mientras esperaba por los demás miró alrededor para ganar algo de tranquilidad en su sitio solitario.
Consigo incorporarme y una vez desentumecido veo que tengo buena movilidad. Me duele la cabeza y la espalda horrores pero no parece nada grave. Cuando iba a inyectarme la dosis de morfina de mi kit de primeros auxilios vi a Parks y James auxiliando al cabo. Este último había recibido bien. Estaba cubierto de polvo al igual que los demás pero con el contraste de amplias manchas de sangre que pintaban varias zonas de su cuerpo como las primeras pinceladas en un lienzo nuevo. Deseché la idea de preocuparme por mi dolor y me acerqué a Grimm abriendo el botiquín que llevaba en la cintura, sujeto al ceñidor, rebuscando la sulfamida y el esparadrapo. James y Parks hicieron buen trabajo pero al levantarse, el cabo mostró una herida sangrante en la espalda cerca de la nuca que les había pasado desapercibida. - Espere cabo, aquí tiene una herida que le sangra. Con cuidado, para no agravar su ya intenso dolor, limpié con un poco de agua la herida y le apliqué la sulfamida. El corte no era profundo pero se apreciaba un fuerte golpe en la zona ya enrojecida. Para acabar la tapé con una venda doblada a modo de apósito y la aseguré con esparadrapo. Ya tendría tiempo de inyectarme la morfina sino remitía mi dolor.
Motivo: Primeros auxilios
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 22 (Exito)
Motivo: Curar
Tirada: 1d3
Resultado: 1
Grimm, recuperas otro punto de vida.
Aun queda mucha noche. ¿Que haceis?
Acapais en el pueblo
Os adentrais un poco en el bosque y acampais
Caminais de noche por el bosque
Algún otra idea
A Anthony le reconfortó ver que el cabo se encontraba mejor.
-Cabo, el prisionero no ha sobrevivido. McNalley ha huido aunque creo que ahora ha vuelto y está ahí fuera esperándonos. Cabo lo que acaba de pasar no lo han hecho los nazis.- Anthony no era capaz de explicarse lo que acababa de ocurrir, las fuerzas invisibles que los habían movido de un lugar a otro. -Aquí ocurre algo que escapa a nuestra lógica.- No quería decir más para no parecer un demente. - Sería mejor buscar cobijo en alguna de las viviendas del pueblo y pasar en ella la noche. - Las ruinas de la iglesia no ofrecían resguardo.
- A mandar, para eso estamos cabo. De la manta que ya he hecho trizas, me hago con un trozo bueno de paño y me enjugo la sangre que aun cae por mi cabeza, no dolía mas que al presionar, con lo que sabía de primeros auxilios no sabía si eso era bueno o malo. Son las palabras de Parks las que nos hacen volver a la "realidad" en la que nos encontramos. - Ya no se que creer, lo que está claro es que ya no solo tenemos que preocuparnos por los alemanes, y nuestro irlandés ha salido por por patas en cuanto la cosa se ha puesto fea ... no creí vivir para esto. Me encojo de hombros. - Estoy muy hecho polvo para buscar otro sitio, y lo que sea nos ha atacado en la cueva y aquí, no creo que nada le impida atacarnos donde sea que acampemos.
Miro hacia la oscuridad donde se adivinan los arboles del bosque al no verse la claridad que proporciona la luna al cielo y la ausencia de estrella.
En un primer momento mi mente rechaza ir a la oscuridad, pero un pequeño cascote que cae del resto del techo me hace tomar otra decisión respecto a la pensara hace un instante.
– Antes de que ese viento nos derrumbara la Iglesia en nuestras cabezas pensaba que buscáramos una casa sin cadáveres para pasar la noche. – Señalando el techo. – Creo que será más seguro no tener un techo sobre nuestras cabezas.
Tengo que detenerme para coger aire y aproveche para buscar un lugar lo mas despejado posible para salir dado mi lamentable estado.
Acabo añadiendo. – No olvidemos que sigue la guerra no podemos hacer fuego en el exterior aunque podemos instalarnos tras los primeros arboles por si pasara alguna patrulla alemana y hacer la comida en la casa más cercana.
El cielo nocturno, parcialmente sin estrellas, sorprende al irlandés que ha pasado un par de horas aguardando por sus compañeros que en primeras apariencias han sobrevivido al derrumbe y al viento maldito.
Ahora solo resta buscar un sitio donde pasar la noche, porque los demás aun no han optado por salir de las ruinas y mucho menos por devolver los intentos de comunicación. Sin remedio Richard comienza a silbar, en un ultimo intento por llamar la atención antes de ir a buscar refugio en lo alto de un árbol. Del mas cercano y tupido que pueda encontrar.
Regresar a las ruinas de la iglesia no es una opción.
La iglesia no era el mejor lugar donde pasar la noche. No solo porque diera mal fario dormir en un lugar donde había enterrada gente, el sacerdote y el soldado alemán aún seguían enterrados bajo los cascotes, sino porque ya no proporcionaba un refugio eficaz, la iglesia ya no tenía techo y las paredes se habían desmoronado casi a hasta los cimientos. Dormir en la iglesia seria casi como dormir al raso. Tampoco era plato de gusto dormir dentro de una casa llena de moscas y con un cadáver reciente en la misma cama.
Finalmente la solución llego en modo de cobertizo. En una de las huertas cercanas al pueblo había una pequeña cabaña de madera de no más de 6 metros cuadrados, utilizada para guardar los apeos de labranza.
Al caminar hacia la caseta, el grupo se encontró con el irlandés que había huido de las ruinas de la iglesia. Ahora, todos juntos, el grupo se disponía descansar.
Fin de Escena.
Todos, recuperais todos los puntos de vida.