Partida Rol por web

La sala es relativamente pequeña en la pared del fondo hay una anagrama con la clasificación del torneo.

Justo delante de esta hay una caja con varias bolas en su interior.

-Adelante extrae una bola. Dice el legendario y conocido Zurasai a cada uno de los participantes que van llegando.

Viendo que nadie movía su dedo y ya llamaban para dar con el sorteo del orden a participar, me muevo con paso serio. A los que estaban en medio me los iba quitando hasta llegar a la zona de mesa. Apartaos inútiles!!!

Cuando llego allí, empiezo a remover entre las bolas y saco el 6. La miro con desilusion y observo que me toca el tercer combate. Almenos podria ver como pelean otros. La dejo caer encima de la mesa devolviendosela a Zurasai. Con ello me retiro hacia un rincón para ver como iban pasando el resto de participantes.

Me acerco con rapidez pero un contendiente se me adelanta. Espero pacientemente a que termine y después saco mi bola...

En fin... parece ser que las bolas no están demasiado bien removidas.... Entrego la bola a Zurasai y me giro con rapidez.

Ehhh tú, no te vayas tan deprisa.... parece que vas a ser mi rival...

Mucha gente,  algunos presumidos, otros manejan un bajo perfil, de esos me tendré que cuidar… pueden ser bastante poderosos, espero que me toque con la hermosa chica de los tres azulados ojos; al parecer representa un rival digno para mí, es noble y es algo que perdemos los guerreros al tener una enorme responsabilidad como es un gran poder cuando corre por tus venas.

El hombre del megáfono hace aparición nuevamente, a lo que me acerco hasta el lugar de la mesa donde se sacaban las pelotas para el sorteo, un grandulón empuja a todos en el lugar hasta ponerse a la altura de la mesa, saca la pelota número 6, y enseguida otro contendiente saca la numero 5, vaya que rápido se forman los duetos para pelear.

Con calma me acerco a la mesa nuevamente y revuelvo para tomar una de las pelotas…  -Vaya que suerte, voy en la primer pelea, no sé qué signifique esto, si suerte o más bien que me dejaran de primero como ropa de vagabundo-

Una vez llegada la hora de ir a sacar mi número, camino decidido y escojo la primera bola que toco, la saco y la miro

El número tres, me gusta éste número. pienso alegre entrego la bola a Zurasai y vuelvo a posicionarme en mi sitio.

Observo cuidadosamente a todos mis posibles adversarios.

La verdad es que no entendía tantas cosas para pelear, pero el dinero le vendría bien, muy bien, había aprendido el uso de ello no hace mucho. Ahora tenia que menter la mano en un cajón y a ver lo que salia.
8
Que bien.... Que he ganado?

Me dirijo muy nerviosa a sacar el número del sorteo... Espero a que unos cuantos tomen la iniciativa antes de acercarme...

"Por favor que no me toque el sr conejo, por favor que no me toque el sr conejo" me repito una y otra vez en mi cabeza. Había hecho buenas migas con el y no quería luchar contra un lindo conejito. Pero estaba claro que hoy no era mi día de suerte.

Introduzco la mano en la caja y revuelvo un poco las bolas. Me gusta el jugueteo entre mis manos así que me recreo un rato viendo que no se acerca nadie más.

Noto como todas las miradas están fijas en mí, oigo murmullos que dicen "qué pesada, que saque la bola ya...". Así que sigo un poquito más dale que dale.

Al final ya aburrida más que otra cosa saco la bola... -¡Número 7! Yupiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ¡AH NO! 4- digo triste mirando al sr conejito. -Es mi número preferido pero quiero cambiar ¿puedo?- pregunto al juez que haya por ahí. -Dime que si porfi porfi porfi. Si me dejas cambiar te invito a los pastelitos de boniato que hacemos en mi aldea, ¡están riquísimos de verdad! Mi abuelo me enseñó a hacer, bueno no es mi abueo pero como si lo fuera, de verdad de la buena...- empiezo a darle la murga al organizador del evento para ver si hay suerte y me da otro número pero todos sabemos ya que eso no sucederá.

Ya se había dado el aviso a los participantes para iniciar el sorteo. Algunos de los luchadores ya se habían adelantado para sacar su número e incluso ya se formó un emparejamiento. Parecía que el primero de los que sacó número, una persona bastante bruta y desconsiderada, tenía rival.

Kuma no pudo evitar una mueca de molestia ante su comportamiento. Pero enseguida se centró en su objetivo principal y se dirigió a la mesa para sacar su número. -Número 14.- Le dijo a Zurasai al tiempo que le enseñaba la bola y se la entregaba. De momento no tenía ningún contrincante asignado así que se quedó cerca para presenciar el sorteo al completo.

Cuando los demás participantes empezasteis a entrar a la sala del sorteo, Dendail ya estaba allí desde hacia apenas dos minutos, ya que se coloco el primero de la fila volando y fue el primero en entrar.

Se encontraba tranquilamente en una esquina, de pie y en silencio. No tenia prisa en sacar bola, prefería estar observando detenidamente a cada uno de los posibles rivales que podrían tocarle.

El primero en sacar bola fue un ser que parecía algo odioso. De esos que asustan más por su apariencia que por lo que luego son capaces de hacer. Y encima le dio por llamar inútiles a todos. Lo que le faltaba. Antes siquiera de demostrar de lo que son capaces ya están chuleando.

Dendail se quedo mirando fijamente a este ser y dijo casi para si mismo:

Algunos de estos intitules podrían abrirte la cabeza con solo la fuerza de uno de sus dedos. Solo hay que observarlos para ver de lo que pueden ser capaces.

Acto seguido se arrimo a la caja y sin ninguna vacilación extrajo una de las bolas. -El doce. Magnifico, podre disfrutar observando aun más cada una de las batallas. Dijo con una sonrisa en su rostro.

Debajo de la túnica de Kaina empieza a removerse algo a gran velocidad. Molesta bastante a la muchacha por lo que finalmente se desprende de sus ropajes mostrando así un atuendo amarillo de luchadora, un pantaloncito bastante corto del que asoman parte de los cachetes del culete y poco más, guantes, botas... lo típico.

¡Ah no! Lo típico no... Entonces una especie de serpiente de piedra con pinchos se yergue en el hombro de la chica. Abre su boca y en su interior podéis apreciar un gran ojo.

-Tenías ganas de salir ya ehhh- dice Kaina -Aún no era el momento pequeñajo pero bueno...- de pequeñajo tiene poco, mide más o menos como la chica y notáis que levita. Es un bicho un poco terrorífico comparándolo con la muchacha.

En la sala entra como un rayo la pequeña muchacha de cabello morados, sin vacilar un instante se dirige a la mesa donde descansa la caja trasparente que contiene los números del sorteo.

-Arale!!!!!... Pausa un segundo para extraer la bola en la que se dibuja un perfecto 7 y mirar el esquema del torneo.

…VS rubito!!!! Grita buscando a su contrincante.

Me asomo despacio en la sala y cuando no mira nadie me acerco rápidamente a la mesa con las bolas.

Trato de meter la pinza pero no me cabe. Burbujeo desconcertado. Vuelvo a intentarlo, nada no cabe. Empujo con más fuerza y esta vez la tapa de la caja se rompe y puedo meter la pinza.

Pero me encuentro con un nuevo problema, las bolas resbalan al tratar de atraparlas con la pinza. Burbujeo indignado. Vuelvo a intentarlo y vuelve a escurrirse. Lo intento por tercera vez arrinconando una bola contra una esquina de la caja, presiono para atrapar la esfera y solo consigo partirla en tres trozos. Burbujeo asustado mientras miro hacia todos los lados por si alguien se ha dado cuenta del estropicio. 

Destrozo un poco más la caja al meter la otra pinza y así tratar de juntar los pedazos de bola rota. La caja acaba toda rota y las bolas que quedaban ruedan por el suelo pero haciendo de pala con ambas pinzas consigo cargar con los pedazos de la bola rota. Entre los pedazos se puede distinguir un número, le enseño los pedacitos al juez y me marcho del lugar antes de que alguien se enfade por el estropicio.

El señor Zurasai saca una nueva caja que estaba escondida bajo la mesa por si acaso pasaba algo como lo acontecido.

-El numero es el 16. Confirma tras recomponer los pedazos de la bola rota.

-¡Jobanjin! ¡He dicho Jobanjin! ¡Está ahí escrito, estúpido!

-Ay, sí, perdone... no lo había visto. Con este follón...

Se oye el ruido de una bofetada y de papeles que caen por el suelo. El hombre rubio del kimono azul entra en la sala a grandes zancadas y se detiene en el centro observando a los presentes, como si buscase a alguien.

Alza una ceja y esboza una sonrisa.

-Ajá-murmura acercándose a la nueva urna. Saca una bola-Qué apropiado, ¿no creéis?

Y la muestra a los presentes: es el número uno.

Examina el panel de clasificados. Sonríe de nuevo y mira al luchador de las manos vendadas.

-Has venido preparado, amigo: vas a necesitar esas vendas.

 Justo detrás del rubio de bonita melena aparece una especie de erizo albino.

Su paso es tranquilo observa a todos los presentes pero en especial al hombre de melena rubia que recientemente a entrado y sacado la bola con el numero 1, tras lo cual vuelve a repasar a todos los demás.

Poco a poco se dirige a la mesa central  observando el esquema del torneo que cuelga en la pared del fondo.

Parece que la zona superior ya está completa y realmente hay combates interesantes, por su lado la zona inferior está bastante vacía. El Namekiano sería una buen adversario para empezar al igual que le hombre de oscuras gafas, sin duda lo que no quería era enfrentarse en primer lugar con ese bicho parecido a un cangrejo.

Tras mover un poco las pocas bolas que quedan en la caja, alza la mano mostrando un 6…

No en realidad la bola estaba del revés y el número era un perfecto 9.

Tendré que esperar para saber quién es mi adversario.

—¡Maldita sea! Me he entretenido demasiado, espero no llegar tarde... — El namekiano avanza mirando recelosamente a su alrededor e introduce su mano en la caja. Tras sacar una bola se queda mirando el cartel de los emparejamientos. —Mi adversario parece un humano bastante corriente. Bueno, no adelantemos acontecimientos, quizá esconda más poder del que aparenta.

Chak - All apareció allí de la nada. Se materializó junto a una sombra y salió de ella. Nadie había podido ver su aparición, no había pasado por los exteriores. Simplemente apareció allí sin más. Miró con su ojo bueno a todos los que estaba a su alrededor. Por un momento pensaba que ya era el último en acudir a aquella batalla. Todo su planeta estaba pendiente de lo que iba a hacer allí, y era lógico. Chak-All era su mejor y más poderoso hijo. Y a pesar de ser tuerto, su mirada era muy penetrante.

En cuanto vio que aún quedaban bolas en la caja, acudió a tomar una de ellas. Llevaba siglos viendo aquellos torneos y hoy, por fin, se había decidido a participar en ellos. Todo su planeta estaría pendiente de él, y eso hacía que le engordase el ego.

Tras rebuscar varias veces en la caja, tomó una de aquellas escasas bolas que quedaban. Contempló los dos palitos que había en ella y señaló al anagrama para indicar que posición tendría. El 11. Aún quedaba mucho tiempo para empezar el combate. Sin más desapareció de allí otra vez y se quedó en un rincón lejano y oscuro, donde pudo contemplar el resto del sorteo.