Partida Rol por web

Turno 619

Una vez más Bolgo sintió aquel apremiante nerviosismo que precedía a cualquier enfrentamiento, sin embargo, el mediano empezaba a notar que había empezado a disfrutar de aquella sensación. Sin saber muy bien cómo, se había convertido en una especie de asesino que disfrutaba de cada combate como el ansioso guerrero que corre hacia un oscuro destino en la primera fila de su ejército.

Darse cuenta de todo aquello le asustó durante un momento, no obstante, no tardó en recuperar la concentración y escrutar la oscuridad en busca de un objetivo al que atacar. Quizá sea el responsable de la muerte de Elendur y Valdir, se dijo sintiendo como la rabia se extendía por su cuerpo desde la boca de su estómago.

Hay aquí un hobbit que no descansará hasta terminar con sus enemigos, se repitió mentalizándose de que aquella piedra que se agitaba sobre su cabeza debía hacer blanco sobre su objetivo.

Piedra, piedra mía / vuelva y vuelva / hasta alcanzar los huesos / y quebrar y romper -canturreó para sí.

Turno 620

Por allí no había ningún rastro de la ida, o al menos no podía encontrarlo. Iba a volver a la seguridad del grupo, cuando escuchó unas voces familiares. Creía identificarlas con las de Gallindum y Gelion, lo que acrecentaba su idea de que aquellos a los que había escuchado hablar Bolgo sólo podían tratarse de sus compañeros. Sin embargo, sin tenerlas todas consigo de que fueran ellos, Ilidan optó por acercarse con cautela, comprobar que así se trataba y después ya si eso junto a ellos ir a buscar al resto, que tampoco parecían estar muy lejos de allí, solo algo más retrasados con respecto de su posición.

Turno 620

En vista de como se estaban sucediendo las cosas, Fréagulf se convenció definitivamente de que no se trataba de ninguna extraña táctica de sus nuevos compañeros.

Tal vez fueran los amigos de estos. Si no recordaba mal habían dicho que les esperaban más a parte del curandero que decían tener. ¿Podría ser que volvieran a su propio campamento y lo atacasen?. Aquella falta de control sería inadmisible en Buth Ailgra. Al menos deberían tener una contraseña, una especie de silbido o algo para que no terminaran lanzándose golpes unos a otros, que visto el recibimiento que el enano solía dar poco le extrañaría que no guardara algún que otro martillazo para sus propios compañeros.

El rohir trató de aprovechar el silencio que se había creado para escuchar los sonidos cercanos. Giró la cabeza en busca de algún sonido sospechoso que delatara la presencia de enemigos mientras recorría con la mirada las ramas y juncos de la vegetación que les impedían la visión directa de los enemigos, tal vez una sombra o algún movimiento que les delatara.

Turno 620

- Что-то не существует. - digo señalando al frente.

- Manteneos quietos y en silencio. - susurro mientras avanzo un poco.

Traducción:

- Hay algo ahí delante.

TURNO 620:

Temüdyin se mantenía agazapado, detrás de unos tupidos setos que le servían para ocultarse. Quieto, inmóvil, casi parte de la vegetación, mantenía sus sentidos en alerta. Era extraño comprobar que cuando se hacía el silencio más absoluto hasta el deslizar de un gusano de tierra debajo de la hojarasca llegaba nítido a unos aguzados oídos. 

Sin embargo, contrariamente a lo que se pudiera pensar, lo que parecía ser un grupo de desconocidos moviéndose por el bosque, a unos metros de ellos, se tornaba tan difícil de escuchar como la caída del alfiler que sujetaba el pelo de la hija del granjero en el pajar de sus padres.

El tuerto había tenido muchas veces aquella sensación. Se había encontrado infinidad de veces en situaciones similares, en las que el latir del propio corazón parecía resonar en el ambiente con la misma fuerza que un tambor de guerra troll, en que pagarías dinero por no tener que respirar, por no tener que inhalar aquel necesario aire que entraba en los pulmones con la virulencia de un tornado.

Pero aquello no le preocupaba, sabía que todo sonaba amplificado debido a la adrenalina y a la tensión del momento. Además, si por si acaso algo desagradable debía de ocurrir, siempre estaban los dos enanos para parar el primer golpe; a no ser que...

"No, no creo que sea posible. Si los hemos detectado lo normal es que ellos no nos hayan descubierto a nosotros. O tal vez si."

Sin perder de vista los pescuezos de los dos naugrim, y sin moverse de su improvisado escondrijo, deseando mimetizarse aún más con el ambiente, Temüdyin se concentró, esforzándose en discernir cualquier indicio que indicara que les estaban rodeando o intentado sorprender por la espalda.

RESOLUCION TURNO 620

Un enorme momento de tensión. Gallindum se escabullía entre los arbustos, sin siquiera agacarse, intentaba sacar su martillo sin ser visto, no quería alarmar a nadie. Pero ya estaban tensos, algunos temian por sus vidas, los sagath ya debían haber descubierto el carromato, el campamento y estarían buscando su rastro.

De entre los arbustos, al poco tiempo vieron aparecer la figura erguida de Ilidan, al parecer el resto de compañeros aguardaban un poco mas adelante, se habían detenido al escuchar las voces y movimientos, temiendo que algo malo hubiese ocurrido, Ilidan se había adelantado para investigar.

El numenoreano estaba herido en el brazo, pero ningún comentario hizo al respecto. En lugar de eso os guio hasta el resto, sin siquiera preguntarse aun el por que estaban todos allí, y se había abandonado el campamento.

Al llegar, pocos metros mas adelante, hasta donde sus compañeros aguardaban, se alegraron de que nadie estuviese malherido. Arlan tenia alguna herida también, parecía grave, pero no mortal.

Todos se fijaron entonces en otro hombre. Un hombre corpulento, con una armadura de cuero y una capa. Llevaba un caballo de las riendas, estaba herido también. En su armadura podía verse un emblema, no lo reconoceis, pero suponeis que debe ser algún pueblo etheod por los motivos equinos que lleva en el blason.

RESOLUCION TURNO 620

Un enorme momento de tensión. Ilidan se escabullía entre los arbustos, incluso herido estaba logrando ocultarse de los adversarios. Se acerco al origen de las voces y las sombras. Atrás quedaban sus compañeros, prestos al combate, incluso Bolgo giraba ya una piedra sobre su cabeza. Se esperaban lo peor.

La tensión crecia, habían perdido de vista a Ilidan y ahora solo el sepulcral silencio se manifestaba en el bosque. No había mas ruido que el quejido de las ramas al mecerse al viento, viento helado que azotaba las hojas y enfriaba los rostros y manos.

No esperaron mucho, todo había resultado una falsa alarma. De entre los arbustos vieron aparecer la figura erguida de Ilidan, que junto a la voz del enano que lo acompañaba alertaban de que estaban llegando, no querían ser victimas del martillo de Draupner o la maza de Arlan.

Un gran alivio se vislumbro entre todos. Bolgo dejo de voltear la piedra, Draupner y Arlan bajaron sus armas, Temudyin y Freagulf se relajaron al ver que todos conocían a ese enano.

RESOLUCION TURNO 620 (Cont.)

Tras Ilidan y Gallindum, aparecieron el resto de la compañía. Primero lo hizo Groal, tras el Gelion y seguidamente Dorhand y Egorant. Oin no se separaba de Dwalin, que iba tras los mercaderes. Despues llegaron Coralak y Agranil, que ayudaban a una palida Briniel a caminar. Por ultimo Marga, que se había entretenido guardando algo en su zurron.

RESOLUCION TURNO 620 (Cont.)

Tras Ilidan y el enano, llego mas gente, un enorme hombre, muy peludo, con barba canosa y mirada profunda iba el primero. Le seguía otro mucho mas menudo, de piel clara, ojos castaños y pelo negro. Ninguno de ellos portaban armas, al menos a la vista.

Tras ellos otros dos enanos, como no, uno tenia la cara quemada, algo desfigurada por el fuego, tenia cara de pocos amigos. El otro llavaba una camisola verde bajo su capa y el pelo era rojizo, su barba era bastatne larga.

Por ultimo aparecieron varios hombres mas. Dos ancianos, de unos setenta años, bien vestidos con largas túnicas, precedían a una mujer. La mujer parecía enferma, era bella pero esta muy palida, la sujetaban entre otro hombre mayor, menos que los primeros, quizás cincuenta o sesenta años y un joven alto y apuesto perpretado con una coraza bajo la capa. Tras ellos otro enano, sin barba y orondo, llevaba un zurron colgado y una maza a la espalda. Todos eran conocidos del grupo de Draupner.

RESOLUCION TURNO 620 (Final)

Los recién llegados se quedaron un poco asustados al ver a Freagulf, pero enseguida comprendieron que no era una amenaza, su caballo y su armadura lo mostraban como un etheod. No vieron aun a Temudyin, que permanecia aun oculto.