Partida Rol por web

Turno 816-B

- Muchachos, bien es cierto que no os he dado toda la informacion, considero que no necesitais seaber de que se trata. - Dijo el alcalde - Saber que llevamos un valioso presente, es todo cuanto puedo deciros sobre el - dijo sin revelar de que se trataba, aunque inconscientemente ya habia mencionado algo unos minutos antes, cuando se quedaron solos* . - Desconozco quien nos sigue, nadie salvo nosotros - dijo señalando a los comerciantes - Dwalin y algunos miembros de la escolta - no tenia claro ni cuales de ellos eran los que aun desconocian el objeto que transportaban.- sabian de este viaje o de su objetivo... - entristecio recordando a Briniel.

- Aqui y ahora, en estas condiciones, sabiendo tan solo que llevamos algo valioso y que al parecer los orientales conocen y desean - comenzo diciendo solemnemente - El que quiera venir que lo haga, el que no, es libre de marcharse de inmediato - sentencio mirando a Yves

Cuando Draupner se tumbo en la cama Agranil continuo hablando.

- Freagulf tiene ordenes, ordenes de un mando superior al que pedi ayuda y me la presto. - informo - Si el dice que el Men Romen es seguro, iremos por el. Si Draupner quiere usar señuelos, lo haremos con aquel que este dispuesto. - su voz era ahora grave e influyente, incluso algo altiva, nunca le gusto dar vueltas a las cosas.

- Le ofrezco - dijo mirando a Freagulf - Aparte de sus obligaciones, una remuneracion igual a la del resto de la escolta, diez monedas al dia. - diez monedas de cobre diarias era una gran suma.  - Hago extensible a todos la oferta, siempre y cuando en adelante no se cuestione la autoridad de Draupner, y que Draupner tenga en consideracion las opiniones de los demas.- era una condicion

- Es mas, renovemos vuestras intenciones, aquel que quiera, en las condiciones de ignorancia y peligro mencionadas, continuar con nosotros, con Draupner al mando, que lo diga. Al que desee marcharse, le seran saldadas sus cuentas y podra irse en paz.

Quedo en silencio a la espera de una clara respuesta de todos.

Turno 816-B

Hizo un gesto con la mano rechazando lo que Agranil le proponía. -Viajaré con vosotros pero no tenéis que pagarme dinero alguno. - Era una buena suma pero Fréagulf se negaba a aceptar el dinero de quienes le habían engañado, ya le daba igual si la culpa era de Agranil o de Draupner. -Sólo quiero que se me informe de cuando voy a servir como señuelo. Eso es todo.

Se puso en pie y comprobó si sus ropas ya se habían secado para guardarlas en su petate y preparar el resto de cosas para la partida. -Dadme las ropas que queréis que lleve. - Les solicitó finalmente.

Turno 816 B-III

Sopese la palabras de Agranil, no lo había pedido explicación alguna de su misión personal, seguían sin comprender, solo Fraugulf tenia como parte afectada ese entendimiento de haberse sentido utilizado como si de un trapo cualquiera fuera... mis intenciones eran otras al fin y al cabo, por lo que .......

En esta ocasión dejare tal decisión a mi hermano, lo que Tedmuyin haga yo haré, pues es mi intención continuar camino con él, ya sea en vuestra compañía y aceptando el trato ofrecido, o por nuestro propio camino. Serio, osco, secamente pronuncie al final.

Me aproxime al fuego a tomar algo del calor que proporcionaba entrefrotando las manos y extendiéndolas en su dirección, mientras Tedmuyin pensaba que decir.

Turno 816-B

Con gran atención siguió el curso de la discusión. Sorprendidó vió como Draupner se tumbaba. Y más sorprendido se quedó cuando le ofrecieron ese salario. No era mal salario. De explorador convertirse en mercenario, no suena mal. Pensó para si mismo y una pequeña sonrisa se le escapo de la boca.

Por último habló Yves y le dio pie a hablar. Y con tranquilidad se dispuso a ello.

- Muy disstintass sson lass cosstumbrres a lass que esstoy acosstumbrrado de lass que he fissto y feo con fossotrross. Entrre loss orrientaless no sse cuesstiona lo dicho porr un guerrrerro ssuperriorr, haserrlo ess enfrrentarrsse a ssu irra y ssu puño, cuando no lo ess a algo peorr. Ssin embarrgo, fossotrross dejáiss hablarr e intentáiss llegarr a un acuerrdo e inclusso Draupner, que en sierrto modo ess el líderr, sse rrelaja ante la disscussión.

Esstoy de acuerrdo con lo que dise Yves y entiendo ssu enfado, perro crreo que sse ha dejado llefarr porr la irra del momento. Entiende herrmano - Se giró hacia Yves - farrias cossass. La prrimerra que Draupner solo ha mirrado por el bien de la missión, aunque con ello ponga en peligrro a algunoss de loss que le ssiguen, ssi Agranil fuesse también enano, ssegurro que él harría de sseñuelo. Y la ssegunda, que ha essta gente less debo la fida, esstoy en deuda con elloss. Assí puess, crreo que sserrá mejorr que yo ssea el sseñuelo, ssi algo me passasse, ssoy de loss doss el que menoss tiene que perrderr. Yo no conosco a mi madrre, ni ella a mi, assí que la perrdida no sserrá tan dolorrossa. Ademass, ssi los perrsseguidorress sson orrientaless, less ssorrprrenderrá verr a uno de loss ssuyoss en el grrupo.

También me fiene bien irr con esste grrupo, - volvió a girarse hacia el grupo y miró a Fréagulf - no me lo tomess a mal Fréagulf, perro irr rrodeado de ssoldadoss que dejan ssuss tierrrass porr huirr de ssemejantess míoss, crreo que podrría traerrme máss prroblemass. Y porr último, el dinerro noss fendrrá bien parra la parrte de camino en la que noss sseparrarremos del grrupo. Con ello quierro anunsiarr que no sseguirremoss hassta el final de la missión ssi ello noss aleja de nuesstra madrre.

Y al terminar, hizo una suave reverencia como agradeciendo el haber sido escuchado.

Turno 816 B IV

- Permitidme añadir una cuestión en la que creo que no habéis captado o malinterpretado y quizá de ahí vuestro enfado Yves-ashe. El señuelo no es ir disfrazado de Agranil o Egorant. Ir disfrazado de ellos no solo no es un peligro, pues no suponen una amenaza en combate, sino un seguro de vida, pues si nos sorprenden no será sino la última flecha la que irá para ellos y eso si es que va alguna. Si a alguien pueden desear con vida de este grupo es solo a ellos. 

- El señuelo somos todos y el objetivo principal de los sagath nuestro cargamento. - añadió desde su relajada posición tras las palabras de Temüdyin.

Turno 816 B-IV

....no compartía la valoración de las perdidas con Tedmuyin, pero era lo que el pensaba y aun a disgusto  por poder perder a mi hermano prematuramente tras mi búsquedas, no me quedo otra que asentir con su decisión....

Bien, Draupner, puede que me haya excedido o que no interpretase bien el asunto, dada la información que poseo de la misma, pues ten en cuenta que solo se que querías que fuésemos como ellos.... señalando a Agranil y sus congéneres... y nada mas sabemos de estos, mas que habéis sido asediados reiteradamente, y parte de su familia a caído, como voy a suponer yo que no son ellos el objetivo final... doy por sentado que no estiman su vida, pues mas bien parece un trofeo de caza, sintiendo mucho esta comparación.

Pero Tedmuyin ha hablado y mantendré mi palabra, para con el, os acompañare hasta donde creamos oportuno, si esto nos desvía de nuestro destino final.

Pero agradeceré, no que me cuentes cosas que no me interesan como lo que lleváis o dejáis de llevar, pero si todo aquello que me afecte a mi o a mi hermano directamente, que creo que no es demasiado.

Turno 816-B

Una vez se hubo aclarado y dado por concluido el tema de los señuelos, como si fuera algo ajeno totalmente a él, Ilidan no realizó ningún comentario al respecto, por otra parte tambien por no querer reavivarlo,  así que  únicamente respondió de forma escueta sobre sus intenciones.- Yo continuaré con el grupo, al menos hasta Buhr Waldmarth.-

Luego, en silencio, comenzó a recoger sus pertenencias, como dando a entender al resto del grupo que a que esperaban para partir si ya había anochecido.*

Turno 816 - B

A veces las cosas se arreglaban solas. Las confusiones eran causa muchas veces de fracasos. No le había gustado al bosquimano el hecho de que llevasen algo de incógnito. Había comenzado el viaje con un propósito y estaba ahora huyendo de los sagath protegiendo un objeto de gran valor.

Pero se había comprometido a llevar a buen término la misión y en su fuero interno sabía que no podía apartarse de aquello. De modo que cuando las cosas por fin se calmaron y Agranil terminó por reconocer que llevaban algo oculto se quitó un peso de encima. Menos mal que las cosas se habían aclarado.

Ya he dicho que haré lo que pueda y se me pida para llevar la misión a buen fin. Vestiré las ropas que se me pidan. Iré por donde se me diga. Y creo que no nos queda mucho para discutir. Debemos partir pronto y decidirnos.

Turno 816 B

Groal observaba la escena en silencio, y muy incómodo. Las tensiones se elevaban paulatínamente, y Groal temía la amenaza de una discusión demasiado acalorada. Los enanos no tenían fama de ser precisamente pacientes, por lo que el mayor temor de Groal era el que se desatara una pelea. Por fortuna, todo pareció calmarse cuando Agranil habló nuevamente para confirmar la participación en la compañía. Los ánimos parecían haberse calmado un poco...

-No acabo de entender bien lo del señuelo... lo único que puedo decir es que confirmo una vez más mi deseo de continuar en esta compañía, al menos hasta llegar a Minas Tirith. Ahora creo que lo mejor que podemos hacer es calmarnos... queda mucho camino por recorrer, y un viaje en compañía de personas con las que tenemos rencillas, no es lo ideal. Especialmente dado que dependemos unos de otros para seguir con vida de aquí en adelante, de la misma forma que ha sido hasta ahora.

Groal hablaba con sinceridad. No acababa de entender todo lo que había sucedido. Pero no le importaba demasiado. El beornida había adquiido una nueva aversión a los conflictos, a tal punto que cualquier asomo de tensión, Groal se ponía nervioso y comenzaba a temer que pase algo... indeseable.

RESOLUCION TURNO 816
 

Draupner, Oin, Bolgo y Groal, se marcharon acompañados de Egorant y Marga. Juntos se dirigían a ver a Himetel, que había marchado hacia ya un rato para preparar algo del material de que aun podía disponer. Además Marga quería hacer una visita a Ularico para buscar ciertas hierbas.

En el edificio se quedaron el resto, con Agranil, Dorhand y Dwalin. Allí, el regente esgarothiano, conto el plan que tenia Draupner. El plan consistía en un simple engaño para el grupo que los perseguía, si es que este existía. Freagulf, Gelion e Yves, por su parecido en cuanto corpulencia, se vestirían con las ropas de los tres ancianos, mientras estos viajaban con el ejercito disfrazados de soldados. Dwalin dejaría de llevar la cota de malla para cedérsela a Egorant. Una vez intercambiadas las vestiduras, los miembros de la escolta, acompañados de Freagulf, el otro explorador que aun no había llegado, Yves-ashe y Temudyin, viajarían al sudeste para llegar a Burh Waldlaes por el Men-i-Romen. Un camino seguro que los conduciría por el Talath Harroch, con una cierta seguridad, guiados por Freagulf y otro de los exploradores ailgrathas.

Mientras se desataba una pequeña discusión en el edificio, Draupner y los demás se hacían con los pocos enseres que Himetel pudo reunir. Había cuatro cuerdas, de cáñamo, de quince metros cada una; un saco de comida fresca, casi todo fruta y embutidos; cinco mantas, algo viejas y ajadas, pero que se podían usar; y una lona embreada, algo útil con lo que caía fuera, aunque sea para poder encender un fuego debajo. Tomaron todo y volvieron al edificio. Sin que casi nadie se diera cuenta, mientras recogían todo aquello, Marga había ido a ver a Ularico, un corto viaje para nada, pues el curandero no disponía de muchas cosas ya, y las que tenían no le eran de gran utilidad, había mandado casi todo con los civiles unos días antes. Para cuando salían del almacén de Himetel, Marga ya estaba de nuevo con ellos.

Todos se reunieron de nuevo en el edificio. Cuando llegaron Yves y Temudyin estaban fuera, medio mojándose, guarecidos en un pequeño techado que había sobre la puerta de entrada y que apenas cubría a un hombre. Al parecer, el plan de Draupner, contado por Agranil, no tuvo demasiada buena aceptación. Algunos de los presentes se molestaron cuando supieron que serian usados como señuelos de unos atacantes desconocidos.

Unos y otros dieron sus opiniones, se aclararon algunos puntos, se informo de ciertos detalles, incluso Agranil hizo ofertas para aumentar la escolta. Algunos de los presentes no querían inflamar los ánimos y poco dijeron sobre el plan. Un plan que por otra parte no parecía la mejor de las opciones.

Agranil, Dorhand y Egorant, disfrazados de soldados y llevando este ultimo la cota de malla, viajarían el día siguiente, al amanecer, con los soldados y últimos habitantes, Huityn incluido, por el Men-i-arraw, hasta llegar a Burh Waldmarth, desde allí viajarían hasta Burh Waldlaes.

Los demás, según Draupner, debían viajar casi en dirección contraria para llegar al mismo sitio, pero dando un enorme rodeo. La única intención era desviar las miradas del objeto que hasta ese momento llevaban, la cota de malla, aunque muchos de ellos no lo recordaban, durante su reunión en Barukkizdin, se les informo de todo a todo el mundo. Groal, Yves, Temudyin, Freagulf y el otro explorador ailgratha, no sabían de qué iba todo aquello, pero Agranil había mencionado algo de la cota de malla.

Tardaron aun un poco en ponerse de acuerdo, pero parecía que al final todos aceptaban las órdenes de Draupner, y habían entrado a formar parte de la escolta. Todos excepto Freagulf, que no quiso aceptar la oferta de Agranil, dado que su misión consistía en eso, en escoltarle, y no veía con buenos ojos aceptar las monedas por un trabajo que había aceptado de un superior.

Ya con todo aclarado, Egorant, Dorhand y Agranil, dispusieron una túnica limpia de cada uno de ellos sobre una de las camas. Ya se encargarían ellos de pedir los atuendos de soldado a Gindorel. Todos recogieron sus cosas y se prepararon para lo que les esperaba. No era otra cosa que un camino embarrado y una lluvia intensa.

Paso un buen rato mientras unos y otros preparaban sus cosas. Los que se iban a vestirse de esgarothianos cogieron las túnicas y se las colocaron. Por tamaño, Gelion haría de Egorant, Temudyin de Dorhand y Freagulf de Agranil, al ser el más grande de todos. Dwalin por su parte se despojo de la armadura que llevaba bajo la ropa. Era una preciosa cota de malla hecha de mithirl y oro que parecía muy liviana a juzgar con la facilidad que el enano se la quitaba. Se la tendió a Egorant, que se la puso como quien se pone una simple túnica de lino. Efectivamente la cota no pesaba. Pero no era lo único que les sorprendió, algo mas tenía esa cota. Al enano le quedaba como un guante, le cubría todo el pecho, los hombros y le llegaba hasta debajo de la cintura. ¿Cómo era posible que a Agranil le quedase exactamente igual? Asombrados todos vieron como el comerciante la cubría de nuevo con la túnica que llevaba antes puesta. Salieron de su perplejidad.

 Fuera no había anochecido aun, pero las negras nubes de la tormenta hacían que pareciese que el sol ya se había ocultado. Era el momento de partir.

Estaban ya todos listos, solo les restaba ir a recoger el caballo de Freagulf y de Groal. No podrían disponer de ninguna montura más, cosa que los enanos casi agradecieron. Algunos días de camino, más de los que habían pensado en principio, los separaban de su siguiente destino, Burh Waldlaes.

Se despidieron de los esgarothianos y fueron hacia las cuadras, que estaban justo al otro lado de la aldea. Cruzaron el pueblo y recogieron allí los dos animales. Todos salieron en fila, en silencio, guiados por Freagulf, hacia la puerta sur, la misma por la que habían llegado ese mismo día de madrugada. El ailgratha se preguntaba dónde estaba su compañero, mientras se dirigían a las puertas. Cuando llegaron allí estaba. Otro explorador junto a su caballo los esperaba en la puerta.

Tras presentarse, Alian era su nombre, pregunto por Freagulf, no se había dado cuenta que era el hombre que llevaba la túnica e iba en primer lugar. Contrariado, no pregunto. Se limitó a subir a su caballo y a colocarse junto a su compañero. Desde arriba, Lionef, el oficial de guardia, ordeno abrir las puertas. Todos salieron bajo la lluvia, estaban en camino. Las puertas se cerraron tras ellos.