Partida Rol por web

El choque de voluntades continuaba. En realidad era todo un logro que pudiera aguantar tanto contra un ser como Warlock, ya sólo por eso merecia ganar y aplastar su pomposo cuerpo. Pero estos malditos y mezquinos héroes siempre lograban aguar la fiesta en el último momento.

No obstante, su reloj comenzó a vibrar en señal de una alarma programada. El ritual estaba en su momento exacto. Era ahora o nunca. Tenía su daga y la pistola, estaba a un movimiento de su poder para acabar con ellos. Podía completarlo y marcharse luego de allí mientras el hechicero lidiaba con su amo. Esta vez lo  lograría.

La hora. Si completo el ritual todo lo demás no tendrá importancia.

Me concentro para teleportarme al lado de la víctima y asestar la puñalada final. ¡Por fin! ¡La puerta se abrirá para que llegue el Amo!

Con una sonrisa en la cara te teleportas al lado del altar, levantas la daga ceremonial y la bajas con fuerza para clavarla en el pecho de la joven que esperaba para ser sacrificada.

O eso debería haber pasado. Pues la hoja atraviesa el cuerpo de la victima como si de un fantasma se tratara. Un fantasma o... UNA ILUSION.

Ahora comprendes qué fue el resplandor que había conjurado antes el maldito brujo y que cubrió toda la sala para desaparecer. Colocó una ilusión igual a la sala y cuando bajó a ver al esbirro en realidad liberó al sacrificio. En ese momento la sala volvió a brillar y pudiste ver al chico y la chica en un lado de sala currucados y los dos altares vacios.

Sí. He usado tu propio poder contra tí. A que es una putada.

No puedes verle la cara, pero jurarías que está sonriendo. Aunque enseguida eso te da igual porque lanza de repente un rayo de energía mistica directamente contra tú pecho.

- Algún día pagarás esta infamia... pero no será hoy.

Mientras tiro una bola de humo al suelo¹ me teleporto a una de mis vías de escape.

La nube de humo pilla por sorpresa a Warlock, lo cual te da el momento que necesitas para escapar de allí.
Te teleportas en dirección al refugio seguro que tienes preparado para emergencias, aunque sabes que necesitaras de varios saltos para ello. Pues no está cerca. Pero al menos tendrás la oportunidad de planear tú siguiente movimiento. Habías estado tan cerca...

O al menos esa era tú intención, pues cuando estás atravesando las dimensiones notas que cochas con algo y te detiens. Estás justo fuera del almacen, pero éste está a tú espalda. Delante tuyo podías ver el brillo carmesí que habías observado antes desde dentro. Ahora te diste cuenta de lo que era, algún tipo de barrera mágica que evitaba que nadie saliera de allí. Ni siquiera teleportandose. Aunque también sabías que eso quería decir que el Warlock tampoco podría irse sin levantar la barrera.
Suponías que si te esforzabas lo suficiente lo mismo podrías atravesarla. Pero requeriría tiempo.
Al menos el maldito mago no podía saber exactamente donde estabas, te tendría que buscar a la antigua usanza. Todavía podías conseguirlo.

- Puñetero magucho.- escupo las palabras mientras me concentro - Juro que te arrancaré esa máscara y después la piel hasta llegar a tu maldita calavera, que usaré como cenicero.

El ritual está perdido. Años de preparación para nada. Pero al menos si hay libertad hay esperanza. Lo malo será alcanzarla.

Te empiezas a concentrar en la barrera que tienes delante y poder sincronizarte con ella para lograr atravesarla. Pero nada, está demasiado bien hecha. Al tratar de teleportarte vuelves a darte con la misma.

Furioso, miras a tú alrededor. De momento no ves al magucho que venga a por tí. Lo cual quiere decir que estará buscandote dentro. Pero sabes que no va a durar mucho. De hecho te parece escucharle cerca.

Respiro hondo. Me concentro. Intento dejar manar mi chi, ser uno con la oscuridad, abrazar el poder de la Muerte.

De pronto lo noto. He pasado. 

No me altero. No me alegro. No siento frustración. Sigo enfocado. Trato al éxito como al fracaso como impostores que son. Sólo cuando esté lejos podré retomar mis pasiones.

Justo cuando estás empezando a desplazarte entre distrancias puedes ver como el Warlock aparece volando y te mira. No puedes verle la cara, de hecho estando tan adentro en el vortice de viaje no puedes ni escucharle, pero estás seguro de que cuando te señala está rabiando por dentro. Después de todo has escapado, y eso no le hará ninguna gracia.

Cuando paras por segunda vez a orientarte todavía puedes ver el almacen en la distancia, y observas como el campo de fuerza carmesí desaparece. Pero da igual. Aunque ahora pueda salir a buscarte no te encontrará. No puede encontrarte o seguirte mientras te estés teleportando, aunque das algunos saltos más por si acaso.

Tús planes largamente preparados han sido saboteados por ese maldito mago heróico, pero al menos has podido escapar para intentarlo otro día.

Si quieres puedes usar alguno de los héroes que he puesto yo, menos WebWalker, Truco&Trato, Dark Ángel o Americanos Dreaghnouthg. Que están un poco ocupados con los demás.
Ah. Y el Aquarian. Que se lo han cargado los aliens.
O te lo puedes inventar si quieres.

Siniestro había llegado a su refugio a salvo, pero desde luego no contento.

Tanto tiempo, tanto esfuerzo, arruinado por aquel magucho. Ahora tocaba empezar de nuevo. Lo más fastidioso era encontrar a los sacrificios adecuados. Y esperar al día concreto. Tenías que investigar, pero lo mismo faltaba un par de años para el siguiente equilibrio cósmico.

Ahora tocaba descansar, mañana sería otro día.

Pasaron los días. Y la guerra contra los alienígenas seguía. Al parecer los héroes no podían vencer, no sin ayuda. Cosa que tuvieron gracias a otra raza que vino.
Estabas sentado en un sillón confortable, pensando en el tiempo que quedaba para que hubiese el siguiente equilibrio cósmico que te permitiese liberar a tú amo, cuando sentiste que no estabas solo en la estancia.

Felicidades. Lograste escapar de mi campo de contención. Entidades más poderosas que tú lo han intentado y han fracasado.

Y luego me ha costado rastrearte. Pero en cuanto he tenido algo de tiempo para preparar un ritual de seguimiento, la singular onda que deja tú salto me llevó hasta tí. Aunque tuve que seguirlas todas, menudos rodeos diste.

Ahora bien. ¿Te rendirás o tengo que acabar contigo? La guerra contra los alienígenas ya ha terminado, pero aún quedan cosas por hacer. Y ando algo cansado. Venga. Hazte un favor.

Como no podía ser de otra manera no te rendirías sin luchar, y puesto que parecía poder seguirte, lo mejor era tratar de controlarlo.
El choque de voluntades fue fuerte. Apunto estuviste de atenazarlo en varias ocasiones. De hecho te expulsó de su mente por la mínima. Pero al final el hechicero supremo de la Tierra prevaleció.

Aturdido por la pelea mental, el Warlock se recuperó antes que tú, y fue capaz de alcanzarte con sus malditos rayos místicos. Caiste insconsciente y cuando te recuperaste estabas en una celda, con un collar contenedor en el cuello. Maldtia sea su estampa.

Nunca sabrás que la lucha mental que tuvistéis cansó demasiado al Warlock, e cual fue a su Santa Sanctorum a descansar y se olvidó de reforzar sus defensas. Lo cual permitió que el bombardeo alienígena lograra atravesarlas destruyendolo por completo.