Partida Rol por web

Al parecer Web pensaba cumplir su palabra de que Roxanne no le volviera a tocar. En verdad más que el merito de su agilidad era también las heridas sufridas por la chica. Los golpes del super héroes dolían. Dolían demasiado. Aunque eso no iba a quitar que lo siguiera intentando.

Roxanne se lanzó a por Web, y esté aprovechó el impulso para volver a darle otro puñetazo. Esta vez en las costillas. La chica notó como le crujía algo dentro y el dolor le volvía a recorrer el cuerpo.

Empiezo a pensar que te gusta que te peguen. Me está dando hasta cosa.

No se podía decir que Roxanne no intentara ganar ese combate con todas sus fuerzas. Había luchado, arañado, gruñido e incluso había hecho uso de su todo ese odio interior que la permitía seguir combatiendo más allá de los límites normales, pero acababa de encontrarse frente a un enemigo al que no podía derrotar. Más que nunca lamentaba ahora no haberse marchado con sus compañeros o, mejor, que ellos la hubieran acompañado para matar al hijo de puta que tenía frente a ella. 

Tras el último puñetazo sintió que su cuerpo no respondía. Le salieron un par de lágrimas de pura furia -o quizá del dolor que tenía en su abdomen- y apretó los dientes, intentando recuperarse, pero esa tarea parecía imposible. Se paró a coger aliento mientras pensaba en si había alguna forma de salir de allí. 

El último golpe había dejado sin aliento a Roxanne, y esta estaba frustada por toda la situación. En verdad era más poderosa estando junto a sus amigos. Con ellos ese capullo cabeza de red ya estaría en el suelo.
Aun así, a pesar de las lagrimas que le corrían por la cara, miró a Web desafiante. Incitando a que le pegara si se atrevía. Un sólo golpe más, si hubiera logrado darle un sólo golpe más sería él quien estaría en el suelo y desangrandose.

Lo siento mucho. Pero como se suele decir, esto te va a doler a tí más que a mí.

Luego vio como el puño enguantado se dirigía a su cara y nada más. Tan sólo oscuridad.

Lo siguiente fue despertarse en un furgon. Atada con un arnes extraño y un par de tipos que parecían policias de unidades especiales. SWAT o algo parecido. Ambos la apuntaban con unos extraños rifles.
Enseguida notó que algo iba mal, pues no podía sentir sus poderes. Seguramente aquel arnes se encargaba de anularlos. Y sin ellos, poco podía hacer.

Pero no importaba. Ya había estado en una situación peor que aquella antes y escapó. Era cuestión de tiempo.